Uno de los secretos de los yoguis para lucir siempre saludables viene, en mayor parte, de lo que comen. La alimentación yóguica, combinada con rutinas que te ayudan física y espiritualmente, te acercará al equilibrio de todo tu ser y a sentirte bien. Descubre cuáles son los puntos clave de esta herramienta aliada en tu estilo de vida y cuáles son sus principales beneficios a tu salud. Fotos: Adobe Stock / Pixabay.
A nivel energético
Al igual que con cualquier otra conducta que adoptes en tu estilo de vida, debe ser supervisada por un profesional. La alimentación de un practicante de yoga se engloba en el vegetarianismo por motivos que respaldan la filosofía de este estilo de vida. Sin embargo, la flexibilidad para incorporar otros alimentos de origen animal que puedan enriquecer la dieta es muy usual entre los yoguis. Así, enriquecer el régimen alimentario con elementos como la miel y los lácteos dependen de cada individuo en particular.
En general, la alimentación yóguica se apoya en comida fresca, energética y que promueva un estado de paz. Así se sigue con la filosofía Ahimsa, que invita a no provocar violencia, lo que justifica el nulo consumo de proteínas de origen animal.
Profundizar en la comida
Las escrituras shastras que hablan sobre yoga describen la alimentación de todos los sentidos como un camino de nutrición de la mente. La comida, por ende, es parte fundamental de una vida equilibrada que se refleja física y espiritualmente. Además, según esta filosofía, es una de las tres formas de obtención de energía, además de la respiración y el Sol.
Desde el punto de vista, de que es una actividad física, se necesita contrarrestar la energía empleada para realizar las sesiones de la práctica. Por ello, consumir cereales, leguminosas y vegetales ricos en vitaminas son grandes aliados. Tan solo en una sesión corta de 30 minutos se pueden quemar 200 kcal, pero si se intensifica el trabajo, el gasto energético será mayor y, por ende, la ingesta que necesitas también. Son bienvenidas las proteínas de origen vegetal, como las que contienen las leguminosas, y también los carbohidratos simples, provenientes de frutas, y complejos que se obtienen de cereales integrales y comida poco procesada.
Ingredientes amigables
Al seguir una alimentación yóguica te beneficiarás de los nutrimentos de nuevos alimentos, como las raíces. Éstos, al igual que las frutas, son empleados en la alimentación yóguica por su origen puro, simbólicamente conectados a la tierra. A su vez, como se ha mencionado antes, la proteína de origen vegetal es fundamental para prácticas de yoga, por lo que incluir leguminosas, algas, hongos y pseudocereales, como quinoa y amaranto, también son una gran opción.
Este régimen también obedece a una alimentación sustentable, en la que puedes explorar nuevos vegetales comestibles. La WWF asegura que de entre 20 y 50 mil plantas comestibles que existen en el mundo, solo son consumidas menos de 200, por lo que es una excelente oportunidad para contrarrestar este dato.
Alimentar el prana o energía vital
Siguiendo con la filosofía del yoga, se puede experimentar una de sus teorías que señala que existe una energía vital o prana, que está presente en todo lo que nos rodea. Para beneficiarse de ella, hay que cuidar todo de lo que alimentamos nuestro cuerpo, entre ello, la comida. Y qué mejor que brindarle a nuestro cuerpo un extra para realizar el tipo de yoga que hayamos elegido.
Así, para los que practican hatha yoga es importante buscar alimentos con buen aporte de proteína. Esto les ayudará a mantener las diferentes posturas que se realizan en esta práctica y ayudan a fortalecen el cuerpo. En el kundalini yoga es importante buscar alimentos purificadores, que vayan con esta filosofía que conecta la energía propia por medio de las respiraciones. Para fluir con el ritmo del vinyasa yoga, dale a tu cuerpo fibra suficiente para sentirte ligero. Puedes obtenerla de los cereales integrales, así como de las hojas verdes, zanahorias y alcachofas; las frutas como las manzanas, mandarinas o kiwis también son útiles.
No importa qué variante de yoga hayas adoptado en tu vida, o incluso si no eres seguidor de esta práctica, la alimentación yóguica te servirá como guía para mejorar tu salud y nutrir tu alma en la búsqueda de una vida más consciente.
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