Talavera mexicana: Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Comenzó siendo con lo que se vestían iglesias y conventos, para luego diversificarse y estar presente en jarrones, macetas y lámparas, hasta en numerosas y lujosas vajillas, hablamos de la Talavera. La cual se creó a través de una técnica de cerámica vidriada que comenzó a trabajarse en América durante la conquista española. Una pieza de Talavera garantiza su color por 450 años y ahora es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Texto: Andrea Cabrera. 

 

Técnica atesorada

 

Cada pieza de Talavera es fabricada única e individualmente, a pesar de que estén hechas artesanalmente por las mismas manos, nunca habrá dos iguales. Valorando su proceso de fabricación, decoración y esmaltado practicado desde el siglo XVI, la UNESCO declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la Talavera de Puebla y Tlaxcala, así como también la Talavera de la reina y El Puente del Arzobispo de España.

La decisión fue tomada en la reunión anual del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, en Bogotá, Colombia. La Talavera se reconoció como una técnica transmitida por las comunidades de generación en generación, dándoles un sentimiento de identidad y bienestar social.

 

Talavera

 

Decorado histórico

 

Los objetos elaborados con esta técnica, que nació a manos de alfareros árabes que se establecieron en Toledo, España, van desde azulejos que tapizan fachadas de iglesias y conventos, hasta utensilios como vajillas, jarras y floreros.

En el renacimiento se le reconoció a la Talavera como un tipo de cerámica mayólica, es decir, un trabajo de decoración de cerámica sobre loza, a base de esmalte de plomo opacificado, y finalmente decorado con óxidos. Esta técnica llegó a México en el siglo XVI durante el dominio español y para XVII ya se producía Talavera de calidad en el estado de Puebla.

 

Talavera

 

Proceso de elaboración

 

Para elaborar una pieza de Talavera, primero se preparar el barro: se mezcla arcilla negra y blanca para garantizar la dureza posterior al horneado. El segundo paso es el modelado: los alfareros le dan forma a las piezas y cuidan el proceso de secado que va de 2 semanas a 6 meses según el clima, para lograr buena firmeza del objeto.

Posteriormente la pieza se hornea: a una temperatura de 1000 a 2000 grados centígrados durante 10 horas, a este primer horneado se le conoce como jahuete”, palabra indígena que significa “galleta cocida”. Después la pieza se esmalta, se firman a mano con pincel de pelo de mula y finalmente pasan al estarcido: se estampa con carbón el estencil del decorado.

 

Talavera

 

Talleres mexicanos

 

La cerámica fabricada en los talleres de Atlixco, Cholula, Puebla, Tecali de Herrera y San Pablo del Monte Tlaxcala, que conserva similitud con los diseños de las Ordenanzas del siglo XVII cuentan con Denominación de Origen. Puedes conseguir auténticas piezas de Talavera en el taller poblano más antiguo de México. uriartetalavera.com.mx