Los latinos compartimos peculiares características: estilos de vida, idiomas (en ciertos países), calidez, hospitalidad e increíbles paisajes ideales para la conexión con la naturaleza. Hoy, a poco menos de un mes de que inicien las vacaciones de Semana Santa, te proponemos visitar las idílicas playas latinoamericanas y comprobar que en el mar la vida es encantadora.
Jericoacoara
Se trata de un sitio perfecto para los amantes de la naturaleza y el deporte, ubicado al nordeste de Brasil. Es conocido localmente como Jeri y es particularmente mágico, ya que sus calles están pavimentadas con arena y solo pueden ser recorridas con vehículos tipo buggy autorizados.
Además, sus aguas son perfectas para practicar windsurfing y kitesurfing.
Cayo arena
El nombre oficial de este islote de coral, ubicado al noroeste de la República Dominicana, es Cayo Paraíso. Su tamaño es variable, debido a que se encoje y expande, dependiendo de las temporadas de las corrientes marinas.
Este sitio está rodeado por aguas cristalinas que permiten admirar su impresionante arrecife de coral. Haciéndolo perfecto para practicar snorkeling.
Isla de Roatán
Es la mayor de las islas de la bahía en Honduras, y tiene 45 kilómetros de largo y menos de 8 kilómetros de ancho. Sus playas son muy visitadas ya que están flanqueadas por cocoteros y arenas muy blancas que se funden con el azul turquesa del mar.
Monterrico
El arena volcánica y de tono negruzco, que contrasta con el azul marino de sus aguas, es una de las características principales de esta playa guatemalteca.
Además, su territorio es el destino anual de las tortugas que acuden a desovar, por lo cual existen diferentes asociaciones que buscan la conservación de ellas.
Balandra
Si vas a La Paz en Baja California Sur, visita esta playa con arenas blancas, aguas transparentes y oleaje tranquilo que te permitirá alejarte hasta 500 metros de la costa.
Un elemento característico de su paisaje es el Hongo de Balandra, una roca que adoptó esta forma debido a la erosión de varios millones de años. Es un área natural protegida, por eso recuerda no dañar el manglar, caminar sobre las dunas ni introducir vehículos marinos.