Para llegar a la Antártida no es necesario ser un expedicionario o investigador científico: puedes hacerlo como turista. Aquí hay una serie de puntos básicos que requieres saber antes de empezar a planear tu viaje, ¡conócelos! Fotos: cortesía INPROTUR Argentina y Unsplash.
Antártida, el continente más austral
Hablar de la Antártida es sinónimo de todas las tierras y barreras de hielo emergidas al sur de la latitud 60° Sur. Se estima que la superficie aproximada que posee es de más de 14 millones km², mismos que están cubiertos en un 99% por hielo. Esto provoca que se trate del lugar más frío, seco y con mayor altura promedio del planeta.
Por supuesto, siempre está bajo cero, y las temperaturas pueden rondar los -40 ºC y -70 ºC en la capa de hielo interior durante agosto. Sin embargo, es un lugar que está abierto al turismo durante los meses de octubre a marzo, en el que las condiciones pueden ser más amigables.
Desde dónde partir
Una de las formas más accesibles para viajar a la Antártida es partiendo vía marítima desde Argentina. No se necesitan permisos especiales para visitar la Antártida porque los viajes están regulados y las navieras hacen ese trámite. De este modo, solo tienes que cumplir las reglas de entrada a ese país. Los mexicanos no requieren visa, pero las autoridades argentinas solicitan que se presente certificado de vacunación completa y un seguro de salud con cobertura Covid-19.
Así, la aventura comienza en el puerto de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo y puerta de entrada a la Antártida. Desde este lugar salen cruceros con duraciones entre los 10 y 20 días. Luego tendrás que atravesar el Canal Beagle hasta el Pasaje de Drake o Mar de Hoces, que es el punto donde se unen los océanos Atlántico y Pacífico. Una vez en el continente de hielo, las expediciones se realizan en botes Zodiac motorizados. Solo pueden descender 100 personas a la vez para reducir el impacto ambiental del turismo.
¿Qué se puede hacer en la Antártida?
Más allá de obtener bellas postales de glaciares, hay cerca de 200 sitios turísticos a los que se puede acceder. En este exclusivo destino, uno de los imperdibles son los recorridos para ver sus especies más famosas. Las focas de Weddell y leopardo, los pingüinos emperador y Papúa, y las ballenas jorobadas y Minke son algunos de estos ejemplos. También es posible remar cerca de sus costas vírgenes, montañas nevadas y témpanos.
Las bases científicas también son una gran opción, como la Base Esperanza de Argentina que se puede conocer en el norte de la Península Antártica. En ella viven familias e incluso tienen una escuela.
La isla Decepción tiene un volcán activo que genera un microclima en donde nunca hay congelación. Esto da paso a disfrutar de las temperaturas cálidas del agua o a caminar en sus playas negras de lava.
Por su parte, el estrecho de Le Maire ofrece un pasaje marítimo escondido entre los picos nevados de la isla Booth y la costa de Graham.
¿Buscas observar la Antártida por los aires? Hay excursiones en helicópteros e tramos que se pueden recorrer en avión.
Preservar la belleza del hielo
Aunque la Antártida carece de gobierno, el Tratado Antártico estableció desde 1959 que esta sería una reserva natural consagrada a la paz y a la ciencia. Para que el turismo pueda realizarse de manera consciente, existe la International Association of Antarctica Tour Operators (IAATO), que vigila la práctica de viajes seguros y responsables con el medio ambiente. Por lo que, si deseas visitarla, tienes que asegurarte de que la empresa con la que realices tu itinerario de viaje esté registrada en esta organización.
Otras consideraciones
Es sumamente importante seguir las recomendaciones de los guías, así como tomar en cuenta las sugerencias de ropa antes de viajar. También considera que necesitas protección para el equipo fotográfico, debido a las condiciones extremas, y que no hay una zona horaria, por lo que suele usarse la del puerto de tu salida.
Al estar en este lugar privilegiado en el mundo como este, es necesario seguir las reglas para su conservación. Respetar la vida y actividad de la fauna, no recoger restos geológicos ni interferir en las investigaciones científicas son algunas de las recomendaciones más importantes. Aunque es un lugar exclusivo, es posible visitar este espacio único en el mundo.
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