Es momento de traspasar las fronteras del té para hablar de una de las expresiones líquidas más importantes de México, infaltable en posadas y festejos decembrinos de todo el territorio nacional. Sí, querido lector, nos referimos al icónico ponche navideño. Fotos: Escuela Mexicana de Té.
Infundido a partir de una mezcla de flores de jamaica con tejocote, tamarindo, caña, canela, ciruelas pasas, manzana, naranja y todo tipo de frutas de temporada y especias, el ponche navideño mexicano es otro de los grandes ejemplos del sincretismo heredado de la Conquista.
¿De dónde nace?
Nativo de la India, el ponche nace de la bebida denominada “pãc”, que significa literalmente “cinco”, por su número original de ingredientes: aguardiente de palma, azúcar, limón, agua y té (hojas y brotes de camellia sinensis). Cuando los británicos llegaron a India rebautizaron la bebida como “punch”, o “ponche” en castellano.
Los documentos históricos señalan que la bebida llegó a América de la mano de los conquistadores españoles y que, con el paso de las décadas, se fue fusionando con productos locales, como el tejocote y la guayaba mexicanos. Los religiosos españoles solían ofrecer la bebida durante las posadas, que suplantaban el culto a la llegada del dios azteca de la guerra (Huitzilopochtli), por la práctica europea de preparación para la Navidad.
Hoy, el nombre reúne a casi cualquier infusión caliente a base de frutos secos y frescos, aromatizados con especias, hierbas, flores, piloncillo e incluso destilados… Recuerde la expresión “ponche con piquete”, que describe a la bebida con pequeñas dosis de ron, whisky, tequila o brandy.
Recetas para prepararlo
¡Abundan!, siempre marcadas por el ingenio, la creatividad y acceso a ingredientes de quien prepara la bebida. Tejocote, guayaba, caña, ciruela pasa, canela, flores de jamaica, cítricos de temporada, tamarindo y piloncillo se cuentan entre los ingredientes más comunes. La preparación es sencilla, sólo basta con mezclar la base frutal y floral con agua y especias, y llevar a punto de ebullición hasta extraer todos sus aromas y sabores.
Contrario a lo que se piensa, el ponche navideño no debe endulzarse en exceso debido a que el gusto del azúcar tiende a opacar los delicados sabores de frutas, flores, especias. Un buen tip al momento de dar vida a esta infusión invernal es aprovechar el dulzor natural que brindan guayabas, cañas y frutas deshidratadas, sin adición de otros edulcorantes.
Si bien el té fue dejando de incorporarse a la bebida tradicional con el paso de los siglos, es interesante recuperar su presencia en la infusión como uno de los ingredientes base. Una pizca de té negro de India o Sri Lanka, como Lumbini Keshary o Jayachakra, enriquece la mezcla con deliciosos tonos de tejocote en almíbar, fruta pasificada, dulce de tamarindo y una inigualable frescura en boca. escueladete.mx
También lee Bebidas calientes para combatir el frío.