Encontrar el lado oculto de un destino
Para conocer un destino a profundidad se necesita curiosidad, una mente abierta y un poco sentido de aventura. Un destino turístico puede resultarnos distinto si estamos dispuestos a recorrerlo con ojos nuevos y salir de los itinerarios y las rutinas preestablecidas. Fotos: Gerardo Ibarra y Rodrigo Landeros
Muchos de nosotros estamos acostumbrados a seguir bucket lists, recomendaciones de amigos, conocidos o de contenido en redes sociales para planear nuestros viajes. Y aunque estas sugerencias suelen llevarnos a conocer lo más icónico o popular de un destino turístico, muchas veces las experiencias más profundas y la esencia de un lugar se esconde en los caminos menos transitados.
¿Cuántas veces hemos escuchado: ‘En tal lugar no hay nada que hacer‘? Lo curioso es que, este comentario muchas veces viene de quienes siguieron el típico itinerario turístico, esperando que el destino les ofreciera experiencias únicas en lugar de salir a buscarlas.
Las comidas más memorables que he hecho en un viaje han sido en los mercados, en los restaurantes ocultos o en las casas de familias locales. Los encuentros más profundos los he tenido en conversaciones casuales en parques o en la barra de un bar local, y las mejores experiencias artísticas las he tenido en las calles, observando los murales o escuchando artistas callejeros.
El destino no hace al viaje, lo hace el viajero. Investigar a profundidad sobre la historia y cultura de un lugar antes de visitarlo, reservar hospedajes en zonas menos turísticas, arriesgarse a probar una bebida desconocida, comer en un lugar frecuentado sólo por locales o viajar en transporte público son formas de encontrar experiencias genuinas y profundas.
San Miguel de Allende más allá de lo evidente
Para mí, San Miguel de Allende es el ejemplo perfecto. Esta mágica ciudad llena de hermosas calles, restaurantes y galerías de arte son un destino de clase mundial para todo tipo de viajeros; esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO combina una cultura que fusiona lo prehispánico, lo colonial y lo moderno. Además de su profunda historia y cultura, San Miguel de Allende está en una región semidesértica llena de hermosos paisajes y rincones escondidos que pocos se atreven a explorar.
Muchas personas creen que San Miguel de Allende es solo el primer cuadro de la ciudad, y aunque en él se concentra un gran patrimonio cultural, este destino turístico esconde verdaderas joyas que no todos están dispuestos a explorar.
Además de los atractivos y experiencias más populares, existen algunas opciones para conocer a profundidad este maravilloso destino turístico. De la mano de proyectos y organizaciones locales es posible conocer el lado oculto de San Miguel de Allende.
Algunas de mis opciones favoritas son las siguientes:
- Cabalgata en los cañones: Coyote Canyon Adventures es una empresa con más de 20 años de experiencia. Ofrece cabalgatas en la naturaleza y dentro del pueblo que permiten conocer otra dimensión de San Miguel de Allende. Su trabajo con la comunidad local y su aporte a la conservación de la naturaleza a través de turismo de bajo impacto es extraordinario.
- Visitar el Jardín Botánico: El Charco del Ingenio es un sitio de conservación y apreciación de la naturaleza a solo un par de kilómetros del centro. Gestionado por una asociación civil, cuenta con senderos para caminar y disfrutar de hermosos paisajes, plantas del desierto y fauna local. Los visitantes contribuyen a su conservación por medio de su visita.
- Cantinas tradicionales: La vida nocturna no se limita a restaurantes y terrazas; históricamente San Miguel de Allende ha sido un destino de paso para viajeros, comerciantes y artistas y sus cantinas tradicionales aún mantienen esa esencia del México antiguo. El Cucú, el Quitapenas y el Tenampa son algunas de mis opciones favoritas.
Y en cuanto a dónde dormir en San Miguel de Allende, mi recomendación de hospedaje en este destino turístico es Casa 1810 Hotel Boutique, un sitio lleno de historia y esencia sanmiguelense, reconocido con una Llave Michelin.
Así, la próxima vez que visites esta ciudad guanajuatense, o cualquier otro destino, date la oportunidad de probar experiencias nuevas y salir de las listas o recomendaciones tradicionales. Te aseguro que tu viaje te dejará aprendizajes y momentos memorables.
Finalmente, vale la pena recordar las palabras del gran Anthony Bourdain:
«Ábrete a las experiencias, a probar cosas nuevas. No tengas un plan rígido, acepta los actos espontáneos de hospitalidad sin prejuicio ni miedo. No tengas miedo de deambular, no tengas miedo de comer una mala comida. Si no te arriesgas a una mala comida, nunca tendrás la mágica».
También lee: El Camino del Mayab, un viaje para reconectar con tu interior