Esta es una invitación para descubrir lo que hay que ver, hacer y comer en Tuxpan. Este ciudad al norte de Veracruz regala un malecón que corre a lado del río, ambiente de puerto y una playa perfecta para nuestros pequeños viajeros al ser extensa y poco profunda. ¡Descubre sus encantos en el recuento de estas vacaciones familiares! Fotos: Elsa Navarrete.
“Veracruz, rinconcito / Donde hacen su nido / Las olas del mar… Veracruz, vibra en mi ser / Algún día hasta tus playas lejanas tendré que volver”, escribió y cantó Agustín Lara. Este emblema lírico del estado es un himno a la alegría y a la nostalgia, sentimientos que comparto con el compositor nacido en Tlacotalpan por este territorio tan extenso y diverso que no se parece a nada más que a sí mismo.
No nací ni viví en Veracruz, pero es parte de mí, de mis raíces y de mis recuerdos de la infancia. Se trata del lugar donde vivió mi abuela, creció mi madre, nació mi hermana y pasé la mayoría de mis vacaciones. Y ahora, de alguna manera, busco que sus vibrantes paisajes y cultura popular sean parte de la memoria de mis hijos. Además, tiene un plus: cuenta con la playa más cercana a Ciudad de México. Sí, nuestra playa más próxima no es Acapulco, es Tuxpan, a 289 kilómetros de distancia que se traducen en tres horas y media, y casi $450 de peajes.
El encanto de Tuxpan
La vida en Tuxpan transcurre sobre su río, playa, lagunas, esteros y su ciudad. Esa es su magia: sus diversos escenarios, los cuales brillan aún más cuando los atardeceres pintan las aguas del río.
Una vez más escogimos a Veracruz para escaparnos, pero en esta ocasión, nos dirigimos hacia el norte del estado y nos hospedamos en el Crowne Plaza Tuxpan donde las habitaciones con balcón y vista al río Tuxpan son la mejor manera de disfrutar la esencia del destino. Nuestras últimas vacaciones transcurrieron entre risas, horas en la alberca, juegos, comida deliciosa, extensas playas de poca profundidad, partidos de futbol, snacks playeros, caminatas en el puerto, tiempo para disfrutarnos y las sorpresas de conocer un nuevo rincón de México.
Entre playa y laguna
Perteneciente a la Huasteca veracruzana, Tuxpan tiene muchos secretos por descubrir. Uno de ellos es Isla Tajín Beach & River Resort, con una ubicación privilegiada. Las mejores habitaciones —las 20 cuentan con una pequeña piscina privada, perfectas para ir con niños— son las que tienen vista a la laguna o a la playa.
Para los que no se hospeden en este hotel pet friendly, como nosotros, el day pass es la opción para disfrutar de una extensa playa solitaria, que resulta ideal para que los niños pequeños interactúen con el mar, ya que es poco profundo, dos albercas con vista y su restaurante bajo una gran palapa. Se paga $500 por adulto y te reembolsan $300 en consumo, mientras que los niños pagan $300 y reembolsan $150. Contemplar cómo caía el sol del lado de la laguna en familia fue un privilegio.
Vistas con sazón
Otro de los favoritos de Tuxpan es la Laguna de Tampamachoco, 1,500 hectáreas de agua dulce en las que los manglares y las aves hacen un juego hipnótico de reflejos sobre la suave superficie del cuerpo de agua. Alrededor de esta hay más de una decena de restaurantes de mariscos y bonitas vistas llamado el Corredor Gastronómica de La Mata, siendo El Mar uno de los más tradicionales.
Entorno natural valioso
También optamos por un tour en lancha para recorrer los manglares del estero de Tumilco y aprender sobre la importancia de estos humedales costeros de Tuxpan. ¿Es el plan más divertido para niños pequeños? Tal vez no, pero ser parte de estas actividades les enseña que son parte de una familia, de una sociedad, de la Tierra, que no todo gira entorno a ellos y se pueden combinar planes para todos.
Centro energético
Cerca de Tuxpan, a 25 minutos, se encuentra El Huerto del Bambú a la orilla del río, un parque ecoturístico que no está en sus mejores condiciones pero cuenta con un potencial, que lamentablemente no es aprovechado al máximo. Pero la visita valió la pena cuando caminamos por los bambús y experimentamos un curioso fenómeno acústico llamado foco tonal.
Parado solamente en el centro de un espacio circular, escuchas tu propio eco al hablar, pero sin que las personas que están a tu alrededor lo escuchen, solo tú. Hay quienes aseguran que es un punto donde llega la energía cósmica, sin embargo, no hay explicación oficial. Esto también pasa en Poncitlán (Jalisco) y otros países como China.
¿Qué comimos en Tuxpan?
Una de las delicias a probar son las estrujadas con cecina, una suerte de chilaquiles, pero de masa tipo gordita. Mientras que los favoritos de los niños fueron los bococles rellenos de huevo o queso fresco, y las picaditas de huevo en La Parroquia, con vista al río. Y en el Atorón del Río, el mejor restaurante donde comimos en Tuxpan, recomendamos los ostiones a la pimienta, el pulpo encebollado y el aguachile de camarón, con una adictiva salsita cilantrosa.
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