Enaltecer a México a través de sus productos, sabores y técnicas ancestrales inspiró a la chef Ana Martorell a crear su nuevo restaurante Oxa, que, además de transportar en cada bocado, a diferentes rinconcitos de México, roba suspiros con su propuesta única. Texto: Arcelia Lortia / Fotos: Cortesía.
Si bien, trabajar por y para México, hacerlo grande y enaltecerlo, siempre ha sido la filosofía de la chef, el restaurante Oxa es la materialización fiel de esos sueños que comenzaron, cuenta Ana, cuando era muy joven.
Oxa, arte culinario y arquitectónico
El restaurante está ubicado en una casona del siglo XVI que, desde 1960, alberga al ya célebre Bazaar Sábado, ese espacio que debe su fama por reunir, en San Ángel, a artesanos y diseñadores con propuestas creativas y que honran la tradición.
Y es que la sede del restaurante Oxa, debía, explica la chef, ser congruente con la filosofía, pues no solo retoma las raíces mexicanas en la comida, también en el diseño donde el barro, la talavera, la madera, la piedra, los tejidos y la vegetación endémica, son los protagonistas.
Técnicas milenarias que enamoran
En la cocina del restaurante Oxa, se asoman unos comales de piedra y barro donde se hacen las tortillas y la magia de los tatemados, ese ahumado ancestral que está presente en casi toda la cocina de Oxa, y que justamente dota de un toque especial a la comida.
Aquí el emblema es el maíz y la esencia son las técnicas tradicionales, muestra de ello son las tortillas hechas a mano con hoja santa, acompañadas de una salsa tatemada de molcajete, dupla con la que la chef da la bienvenida a sus comensales.
Para empezar y compartir, te recomendamos los tacos estilo gobernador con tortilla de harina, camarón, mole de chapulín y quesillo oaxaqueño o los espárragos horneados con mole blanco o mole de novia —preparación originaria de Puebla que se elabora en las bodas para honrar la pureza de la novia— y gratinados con queso gruyere y parmesano, son imperdibles.
Sabores para compartir
También para el centro, el restaurante Oxa ofrece unos ostiones a la piedra de Taylor Shellfish están ahumados en comal de piedra con aceite de trufa, queso gruyere, parmesano y polvo de tortilla con un toque de aceite de humo, son una asombrosa delicia.
Otra de las estrellas del menú de Oxa es la crema de salsa verde, servida con tortilla de maíz amarillo, chicharrón de cerdo y queso panela, un platillo que cumple muy bien el objetivo de la chef: sorprender.
En los platos fuertes sobresalen el taco dorado de lechón en su jugo —horneado durante ocho horas— bañado con una crema de salsa tatemada y aguacate asado, así como el salmón con costra de pistache acompañado con pure de papa y betabel en salsa de mole rosa. Y de postre, la célebre maceta de chocolate horneada en la misma maceta de barro en la que es servido.
La mejor forma de cerrar esta experiencia culinaria en el restaurante Oxa, es con la bebida de la chef, un tequila Patrón Silver servido con un cachito de tortilla tatemada, una forma muy original de Ana de disfrutar el tequila. Dónde: Plaza San Jacinto 11, San Ángel, CDMX. Cheque Promedio: $650. IG: @oxacocinaunica
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