Sí, es conveniente planificar un viaje, pero también debemos estar dispuestas a improvisar. Es más importante la felicidad de toda la familia que cumplir con las altas expectativas e itinerarios. Habrá momentos estresantes y de caos, sin embargo, viajar con niños es una fuente de aprendizajes invaluables y de felicidad. ¡Aquí te digo por qué los viajes perfectos con niños no existen! Fotos: Elsa Navarrete y Unsplash

Viajes con niños: aventuras y desastres

Mamás, sabemos que la maternidad es una paradoja constante. Eres feliz cuando estás con ellos, eres feliz de verlos crecer, pero también terminas agotada al final de cada día y sientes nostalgia cuando notas que ya están más grandecitos. Otro de mis post-it mentales es siempre tratar de regalarme y regalarles a mis niños la mejor versión de mí misma, que incluye a una mamá relajada, presente, sin gritos ni estrés. Y saber que los viajes perfectos con niños no existen me ayuda mucho cuando estamos practicando este verbo en familia.

Viajar con niños es una gran aventura, pero a veces también puede ser un desastre. No importa cuánto nos esforcemos en planearlo, siempre habrá contratiempos. ¿El secreto para tener un viaje perfecto con los niños? No existe tal. Viajar en familia es maravilloso, pero no perfecto.

Frenemos el tiempo y gocemos

Da igual lo bien preparada que estés, los viajes con niños tienen imprevistos, quejas, cansancio, enojos, berrinches, antipatía, estrés… Hoy en día, las redes sociales nos pueden dar una falsa sensación de perfección que, creo yo, no existe. Los hijos se quejarán y se cansarán, y seguramente esto generará frustración porque los viajes no están saliendo como nosotros los planeamos. Pero no pasa nada, es algo normal en los niños.

Por eso, en esta entrega de Niños a bordo, te invito a que este Día de las Madres (y todos los días) te regales más paciencia, compresión y relajación tanto en los viajes como en la vida cotidiana. Te invito a frenar el tiempo y gozar: eso también implica tiempo sin teléfono para ser más consciente de cada cosa que hacemos junto a ellos.

Mucha actitud y sin itinerarios irreales

En los viajes con niños también aplica el “menos es más”: no hay que hacer itinerarios muy exigentes. Pensemos en que debe haber tiempo para no hacer nada y solo descansar y para que ellos jueguen. Aprendamos a disfrutar de los imprevistos, aprendamos a respetar los ritmos de nuestros pequeños viajeros. Lo importante no es tener un programa atiborrado de actividades, sino escoger una o dos por día, dependiendo de la edad y del ánimo de los niños. Seguramente pasarás más horas sumergida en la alberca que visitando los imperdibles de la ciudad. ¿Y qué?

En resumen, para viajar con niños necesitamos mucha energía, actitud, bajar el ritmo y seguir con la rutina, si se trata de un toddler o un bebé. Y a pesar de las “mil y un incomodidades” que puedan surgir, lo seguiremos intentando una y otra vez porque siempre preferiremos querer compartir el mundo con ellos. Eso sí, recomiendo pedir un par de días extra de vacaciones para que descanses, porque tal vez regreses del viaje más cansada (pero más feliz) de lo que te fuiste.

¡Disfrutemos de buenos momentos en familia a través de viajes relajados con niños!

¿Idea de viaje familiar? Descubran juntos las montañas de Hidalgo para encontrar bellos geopaisajes, Pueblos Mágicos, historia minera y mucha diversión.