Una luz tenue que casi deja a oscuras, irradia calidez y misterio y contrasta con el Sol cegador del exterior del hotel, regalando un juego de luz y sombras fantástico. El sonido del agua en su eterno fluir se debe a la presencia discreta y arrulladora de fuentes y estanques en rincones insospechados. Los aromas a cedro y toques sutiles a especias se mezclan con el jazmín, la flor de azahar y el cuero.

Colores, esculturas y tejidos

Los colores vivos e intensos de los mosaicos, las esculturas llenas de arabescos, los tejidos ricos en texturas, el terciopelo, la calidez de la madera y los encantadores rincones para tomar té se dejan enmarcar por una arquitectura que siempre le da protagonismo al arco…

Jardínes

Todo se deja envolver en ocho hectáreas de jardines paradisiacos que hacen las veces de oasis verde en medio de la agitada vida en una ciudad desértica. Ésta es la atmósfera que abraza a los viajeros en La Mamounia, uno de los rincones más conmovedores de Marrakech, la tercera ciudad más importante de Marruecos tras Rabat y Casablanca.

Frutos del desierto

El recibimiento tradicional corre a cargo de los frutos del desierto: dátiles acompañados con leche y una taza de infusión marroquí, compuesta de hierbabuena y tés verde y de menta. La sensación de haber llegado a un lugar donde me sentiré abrazada me recorre con el primer sorbo a esa leche de almendra con un toque dulce en verdad sutil.

La Mamounia

Mayordomos árabes

A paso veloz, mayordomos árabes conducen por los diferentes rincones del hotel, vestidos con una chilaba o jellaba de gala, una túnica tradicional holgada y con capucha.

Sigo aquella vaporosa vestimenta de color rojo por el bar Churchill, donde el político británico de nombre Winston gustaba de forjarse puros justo en el bar que hoy lleva su apellido. A lo largo del paseo por los pasillos del hotel, me cuenta que los arcos del vestíbulo fueron escenario del rodaje de la película El hombre que sabía demasiado, de Alfred Hitchcock, y que el presidente Franklin D. Roosevelt se paseaba casi de forma frenética por estos jardines en el marco de la histórica Conferencia Casablanca.

No puedo evitar un suspiro cuando llegamos a los jardines internos; se trata de un oasis verde que hipnotiza a quien lo mira. Entre las presas que cayeron seducidas de manera más contundente por estos encantadores espacios está Yves Saint Laurent, quien tomó estos jardines como inspiración para crear otro aún más impresionante. Hoy, su jardín está abierto al público y custodiado por más de 20 jardineros. “Es el lugar más bonito del mundo”, dijo de La Mamounia el célebre magnate de la moda.

La Mamounia

Hace unos 10 años, Jacques García, el famoso arquitecto, diseñador de interiores y jardines, fue el encargado de devolverle aquel esplendor perdido a este palacio del siglo XII que desde sus inicios se rodea por las murallas de Marrakech. Seis siglos más tarde de la construcción de este oasis en medio de la ciudad, el príncipe Al Mamoun recibió estos jardines como regalo de boda de su padre, dándole su nombre al lugar. La leyenda continuó y en 1923, el hotel La Mamounia abrió sus puertas combinando sutilmente la arquitectura arábigo-andaluza con el ambiente art déco. Así surge el primer “érase una vez” que dan ganas de pronunciar cada que se empieza a describir este hotel. García restituyó el mobiliario original, los fzelij (mosaicos) y las puertas marqueteadas con la ayuda de artesanos de todas las regiones de Marruecos.

La Mamounia

Llegamos al que será mi hogar por una semana. La sensación de vivir en una de las páginas de Las mil y una noches se apodera de mí mientras recorro la suite llena de detalles en madera tallada, mármoles, mosaicos multicolores en diseños alucinantes… Salgo al balcón de mi suite y siento la fuerza de estar en el corazón de Marrakech, rodeada por las murallas de la ciudad. Afuera, el Sol cae sobre la plaza, el atardecer hace que el desierto refresque y se sienta una paz casi imposible de describir. Un sonido que eriza mi piel empieza a recorrer la ciudad de lado a lado. Es el adhan, la llamada a la oración del almuédano quien, cinco veces al día, entona desde el alminar de la mezquita un cantar islámico: “¡Dios es grande… Doy fe de que no hay más divinidad que Dios!”. Habitaciones dobles desde $438 USD. mamounia.com/es

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Febrero - Marzo 2024
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Cecilia Núñez

Cecilia Núñez

Es periodista de viajes y gastronomía. Directora Editorial y socia de Food and Travel México, y locutora en Imagen Radio. A lo largo de 19 años de carrera, ha publicado sus crónicas de viaje y gastronomía acerca de más de 50 países en medios nacionales e internacionales. Ha creado, desarrollado y editado el concepto de secciones especializadas en viajes en diversos periódicos mexicanos y programas de radio. Síguela en Instagram como: @cecinunez

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