Lácteos de Francia: quesos, cremas y mantequillas que debes probar

Los lácteos de Francia son conocidos y apreciados por su calidad, en específico por sus quesos, mantequillas y cremas. Te compartimos un poco del proceso de elaboración, composición, cómo comerlos y con qué degustarlos. Fotos: Pixabay y Unsplash. 

 

El amor detrás de los lácteos de Francia

 

¿Sabes por qué los lácteos de Francias son tan valorados? En parte, se debe a que son elaborados con materias primas de la más alta calidad, técnicas artesanales, gran tradición y mucho cariño. De dar a conocer ese delicioso legado se encarga De Europa con Amour, una campaña que busca potencializar su consumo y dar a conocer los lácteos de Francia en México. Para que se te antojen, aquí te compartimos un poco de las variedades, con qué degustarlos y algunas ideas para incluirlos en tus platillos.

 

Quesos: el oro amarillo de Francia

 

Quesos de Francia

 

El mundo de los quesos en Francia es inmenso y apetitoso. Los vas a encontrar en diferentes tamaños, formas y sabores, y dependiendo de la región, también conocerás distintos procesos protegidos por una Appellation d’Origine Protégée. Los quesos, como bien reitera la campaña De Europa con Amour, los puedes utilizar en recetas para crear nuevas mezclas de sabores. Aquí te ofrecemos tres ejemplos:

El camembert es un queso suave madurado de la región de Normandía. Se produce en una sola pieza de 250 gramos y, por lo general, se transporta en cilindros de madera. La corteza es blanca por la acción del hongo penicilium candidum y el centro es cremoso y flexible. Va muy bien en salsas, soufflés, pizzas o hasta horneado con hierbas y aceite de oliva.

Por su parte, al norte de los Alpes, en el Macizo del Jura se produce el comté, un queso semiduro de corteza café y firme con notas a nueces, avellanas, caramelo y mantequilla. Cada rueda de comté puede llegar a pesar 50 kilogramos y medir 90 centímetros de diámetro y 10 de altura. Debido a la facilidad en que se derrite, lo puede usar en unas enchiladas suizas o un fondue.

Finalmente, los quesos azules sin lugar a dudas son un deleite al paladar. El bleu d’Auvergne es un queso fuerte, de color amarillo pálido con vetas azules y verdosas. La corteza es suave y fina y por lo general se envuelve en papel aluminio. En boca puedes percibir notas picantes, herbáceas y saladas que van muy bien con sabores dulces como la miel.

 

 

Mantequilla, uno de los lácteos de Francia más apreciados

 

Mantequilla francesa

 

Para producir un kilo de mantequilla se requieren 22 litros de leche, y estos solo pueden provenir de tres tipos de vacas: Holstein Frisian, Montbéliarde y Normandie. Si lo prefieres, la puedes comprar con sal, ideal para comer con mariscos o un buen corte de carne. Si te inclinas más por la versión sin sal, entonces sabes que es perfecta para hornear postres, como un pastel de tres leches o una rosca de Reyes.

 

 

Crema: versátil y deliciosa

 

 

La crema de Francia es un producto de primera calidad gracias a las estrictas regulaciones que se imponen. De acuerdo con un decreto establecido en 1980, las cremas deben de cumplir ciertos regímenes de composición para definir las categorías dependiendo de su contenido y el porcentaje de grasa.

Se dividen en dos categorías: UHT, que son cremas con una vida útil de tres meses, y UHT líquida, con una vida útil de 150 días. Los porcentajes de grasa oscilan entre el 4 y el 30%, aunque las UHT pueden llegar hasta el 35%; recuerda que esto va a definir la ligereza. Con ellas puedes hacer cannolis, macarons o bien acompañar platillos como tostadas, enchiladas o una exquisita sopa de fideo seco.

Para conocer más sobre los lácteos de Francia o profundizar en la campaña De Europa con Amour, visita su página web. También puedes escuchar el podcast  De Europa Con Amour. Quesos, Crema y Mantequilla de Francia conducido por Viri Valerdi. Está disponible en Spotify.

 

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