Al norte de Ciudad de México, en el Estado de México, se encuentra Mol, un nuevo restaurante de cocina mexicana tradicional, alojado en una de las zonas industriales de Tlalnepantla. Y justo ahí radica su belleza: su interior con jardín te transportará a un pequeñito oasis donde se come rico mientras pasas un momento agradable. ¡Te contamos! Fotos: Cortesía; Elsa Navarrete.
Mol restaurante: espacio que desconecta
Mol, de origen maya, significa jaguar. Y con esa misma bravura, confeccionan y enaltecen los platillos mexicanos, tan reconocidos en el mundo por la complejidad de sus sabores, su riqueza y variedad en los ingredientes.
El restaurante busca recrear el ambiente de una casona típica mexicana, con ventanales, techo con altura generosa y decoración cálida, pero su patio interior es la estrella del lugar, donde finalmente sentirás un ambiente provincial, donde el tiempo va al ritmo de su fuente. Aquí degustarás tanto platillos tradicionales como otros con toques más contemporáneos, ya sea en el desayuno, comida o cena.
Entre los otros espacios de Mol restaurante destaca su rooftop donde se lleva a cabo el desayuno buffet de los domingos que ofrece delicias como la barbacoa de res. También está disponible para eventos, así como su salón privado de 15 personas.
De viaje por México
Su menú es amplio y recorre gran parte del país; necesitarás tiempo para decidirte. La propuesta gastronómica de Mol se centra en sabores tradicionales como un mixiote de nopales adobados y escamoles, platos populares como una sopa de tortilla o una ensalada César preparada al pie de la mesa, recetas caseras como las tortitas de coliflor y queso, y platillos propios como el pulpo a las brasas en ajillo. La sencillez sustentada con sabores contundentes es una cualidad que puedes encontrar en su gran variedad de creaciones.
Después de ordenar un mezcal oaxaqueño Zihua —servido con rebanadas de naranja y chapulines —, te costará decidir entre las entradas de Mol restaurante, algunas de ellas son: esquites Mol (con queso de Ocosingo), frijoles con veneno (con pecho de cerdo en adobo de la casa y tostadas tatemadas) o wonton de chilorio (con salsa de aguacate, piña y xnipec con habanero y piña tatemada). Otro gran acierto es la salsa molcajeteada que te preparan en tu mesa al gusto, aunque también podría ser un guacamole.
Uno de sus especiales es el filete de res Mol, preparado a las brasas con salsa de vino tinto y acompañado de espárragos envueltos en tocino. Para este, no hay mejor maridaje que el vino de la casa, un vino que les confeccionan en Valle de Guadalupe con cabernet sauvignon, merlot y shiraz. En su cava también cuentan con etiquetas mexicanas, argentinas, chilenas, españolas e italianas.
Un extra dulce
Los postres de Mol restaurante son un sí o sí. Comienza con su carrito divertido con churros con canela acompañados de helado de vainilla y sigue por su cheesecake de guayaba con compota de esta fruta y crumble de mantequilla con almendras. Acompáñalos con uno de sus cocteles, como elixir takob, con sotol, guanábana, limón, pepino y hierbabuena. El buen ambiente que aquí se respira favorece toda la experiencia. Cheque promedio: $750 MXN por persona. Fernando Montes de Oca 21, Tlalnepantla. IG: @mol_restaurante
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