¿Cómo cocinar con agua de rosas? Este ingrediente destilado nos recuerda la belleza de las rosas con una discreta presencia en las preparaciones donde se utiliza. Pese a que su uso ha sido olvidado en algunas cocinas, su delicado aroma y su sabor ligeramente picante y ahumado otorga un toque explosivo a platillos dulces y salados. Texto: Clarissa Hyman y Aurora Yee / Fotos y producción: Angela Dukes / Estilismo de alimentos: Linda Tubby / Adobe Stock.
¿De dónde proviene?
El hechizante aroma y el delicado sabor del agua de rosas se obtiene macerando y destilando pétalos de rosas. Estas flores, conocidas en todo el mundo, provienen de la familia de las rosáceas y pertenecen al género Rosa, cuya naturaleza botánica es la de ser arbustos y enredaderas con espinas. La mayoría son originarias de Asia, pero hay un reducido número de variantes que son nativas de Europa, Norteamérica y África noroccidental.
En el mundo culinario, la intensa rosa de Damasco (Rosa damascena) es la más famosa, pero también se utilizan otras como la de mayo (Rosa centifolia) y la moschata (Rosa moschata). Si bien los pétalos que se usan suelen ser de color rosa, lila o rojo, el resultado es siempre un líquido transparente.
Cocinar con agua de rosas: tradición antigua
Actualmente, el agua de rosas es usada en pastelería y confitería al este de los Balcanes y en todo el Medio Oriente y África del Norte. En estas latitudes aporta un toque seductor al baklava, al firni (postre tradicional de India y Pakistán), a los sorbetes y a las delicias turcas. Sin embargo, los antiguos egipcios ya la utilizaban, al igual que los griegos y los romanos. Estas culturas sabían cómo crear fragancias sumergiendo pétalos en agua, aceite o alcohol, pero no fue sino hasta el 800 d. C. que el erudito árabe Jabir ibn Hayyan inventó un alambique improvisado que funcionaría para destilar.
Aproximadamente dos siglos después, el médico Ibn Sina, también conocido como Avicena, nacido en Bujará, descubrió cómo utilizar el alambique para extraer el aceite esencial de los pétalos de las flores, abriendo el camino para la destilación al vapor de las aguas florales, en particular del agua de rosas, produciendo así un aceite más delicado y fragante. Inicialmente, estos aceites se usaban como un medio para administrar ciertas medicinas, pero pronto los alambiques comenzaron a usarse para la perfumería y la cocina en el amplio y fastuoso repertorio de los países árabes.
Furor perfumado
Las rosas fueron traídas a América por españoles e ingleses, pero sus fines siguen siendo principalmente ornamentales y cosméticos. Otras regiones del mundo, por el contrario, vieron en el agua de rosas un gran auxiliar de la cocina.
En Inglaterra, perfumar la comida era una costumbre tomada de la cocina francesa, y el agua de rosas se convirtió en un condimento favorito en la época de los Tudor y Estuardo. Se hallaba en todo tipo de preparaciones, desde la tarta taffety (rodajas de manzana en hojaldre, glaseadas con almíbar de agua de rosas) hasta pasteles de carne molida.
Mientras que en Alemania fue tal su popularidad, que en algún momento el apellido Rosenwasser se generalizó. Pero con la llegada de nuevos aromas como el extracto de vainilla, pasó de moda.
Consejos rápidos
Uno de los más grandes atributos culinarios del agua de rosas es que conserva su fragancia dulce incluso cuando se calienta; una cualidad que resulta benéfica para los cocineros. No hay una regla sobre cuánta se puede usar, pero ten cuidado: agrega lo suficiente para que se adapte a tu gusto o la naturaleza del plato, ya sea un toque suave o un acento bien definido. Si usas demasiada, puedes hacer que el plato tenga un desagradable sabor a jabón.
Tip de compra: una botella de agua de rosas se conserva bien durante un par de años. Pero una vez que la abras, querrás utilizarla toda. Ten en cuenta que algunas aguas destiladas en el mercado están concentradas y otras están diluidas, por lo que tendrán diferentes intensidades de sabor. Algunas versiones baratas son solo agua con un poco de aceite de rosa o saborizante sintético, así que busca un producto de buena calidad como la de la marca Nielsen-Massey.
¿Cómo cocinar con agua de rosas?
- Combina el agua de rosas con jarabe de azúcar y rocíala sobre una ensalada de frutas frescas, notarás la diferencia.
- Resalta con tartas, panes, natillas y cremas horneadas, como mousses y crema bávara, que son algunos de los más clásicos, pero también la puedes añadir a sorbetes y helados, crema batida, gelatinas y mermeladas.
- Combina bien con todo lo relacionado con el chocolate y también con frutas.
- En la cocina salada, el agua de rosas se puede combinar con quesos suaves y cremosos para crear aperitivos deliciosos.
- Úsala para terminar el arroz después de cocinarlo, le dará un aroma sofisticado, al igual que si añades unas gotas a tu vaso de agua o té negro.
Otro plus: beneficios para la piel
Se dice que el agua de rosas tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas, y que puede aliviar la irritación de la piel causada por el eccema o la rosácea. Por ello, se ha utilizado como producto de belleza durante miles de años, con funciones que van desde aclarar el cutis y reducir el enrojecimiento, hasta para tratar el acné.
También se dice que es útil para aliviar dolores de garganta, problemas digestivos, dolores de cabeza, quemaduras y depresión, e incluso para suavizar las arrugas. Ya sea que estas afirmaciones sean verdaderas o no, su delicioso aroma por sí mismo puede ser restaurativo.
¿Listo para cocinar con agua de rosas e impregnar tus recetas con su aroma y sabor delicado?
También te antojamos este helado de fresas y rosas.