1. Las emisiones principales de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano, este último es responsable de más del 25% del calentamiento global debido a que atrapa más calor en la atmósfera por molécula que el dióxido de carbono. A nivel mundial, la agricultura es la mayor fuente de emisiones de metano.

2. Lo que comemos tiene un papel fundamental en las posibilidades de reducir los efectos negativos del cambio climático, así que es clave, primero, consumir solo productos de temporada y preferentemente locales. Además, es fundamental conocer de dónde vienen, cómo fueron sembrados, cosechados, almacenados y transportados para reducir el impacto al medio ambiente.

3. Los alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales integrales, judías, nueces y lentejas, suelen usar menos energía y agua y no requieren de grandes superficies de tierra. Además, tienen una menor intensidad de gases de efecto invernadero en comparación con los alimentos de origen animal.

4. La agricultura campesina, también llamada agroecología, se caracteriza por producir alimentos nutritivos, sanos y ricos. Actualmente para acceder a ellos es a través de bazares especiales o por proyectos como Arca Tierra, que llevan hasta la puerta de tu casa productos recién cosechados y de temporada.

5. La mayor parte de los gases de efecto invernadero relacionados con los alimentos tienen su origen en el uso del terreno y en el tipo de agricultura que se practica. De esta manera, el impacto al medio ambiente comienza desde la selección de lo métodos de producción de alimentos.

6. Los alimentos de origen animal, especialmente las carnes rojas, están asociados con las mayores tasas de emisión de gases de efecto invernadero. Esto se debe a que la producción de carne requiere a menudo extensos pastizales que se crean normalmente mediante la tala de árboles, liberando el dióxido de carbono almacenado en los bosques.

7. El ganado bovino y ovino emiten metano cuando digieren la hierba y plantas de las que se alimentan. Además, sus residuos y los fertilizantes utilizados en los cultivos de los que se alimentan emiten óxido nitroso, otro poderoso gas de efecto invernadero que ocasiona un impacto negativo en el medio ambiente.

8. Cada año, un 17% de los alimentos disponibles para todo el mundo acaban en la basura. La producción, su transporte y dejar que los alimentos se deterioren contribuyen a más del 8% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero. Si los desechos de alimentos se produjeran en un único país, esta sería la tercera nación con más emisiones a nivel mundial.

9. ¿Sabías que la agroindustria, esa que produce la mayoría de las frutas y verduras que encontramos en los mercados o supermercados proviene, generalmente, de monocultivos que erosionan la tierra? Por lo general, también se cultivan en plantíos que fueron rociados con fertilizantes químicos, mismos que para su producción requieren mucha energía, produciendo un mayor impacto al medio ambiente.

¿Qué opinas sobre estos datos sobre el impacto al medio ambiente producido por nuestra forma de producir alimentos? Si quieres obtener más inspiración para viajar y consumir de manera más consciente, no dejes de seguir la nueva columna de sustentabilidad de Gerardo Ibarra en foodandtravel.mx. Aquí te dice cómo puedes transitar hacia convertirte en un viajero sustentable para viajar mejor.