Respetar la tradición, cultura, ingredientes locales y el origen de la comida regional es la esencia de Chaká, nos confiesa el chef Carlos Montejo, quien desde hace año y medio lidera este restaurante de alta cocina yucateca del hotel Grand Velas Riviera Maya. ¡Te compartimos todos los detalles! Fotos: Cortesía.

Durante su participación en Bichos al Plato, un evento creado y curado por Food and Travel México que enaltece la tradición centenaria de consumir insectos, el chef Carlos Montejo nos cuenta que cocinar comida regional le permite jugar con los recuerdos, con los aromas de la infancia, con los sabores familiares y, por supuesto, con la creatividad.

Con esa inspiración y con la sabiduría de que todo lo que se toca, lo que se siente y lo que se mueve puede ir en el plato, el chef ideó, para Chaká, una propuesta culinaria contemporánea, pero cargada de tradición.

 

Chef Carlos Montejo

 

Chaká con sabor a tradición

 

Muchos de los platillos de este restaurante que está custodiado por árboles de tzalam, chechén y chaká, así como por lagos interiores, están enfocados en los recados, esa mezcla de especias e ingredientes aromáticos molidos que se utilizan como sazonadores y son muy típicos de la península.

Una forma de honrar esa cocina regional basada en la tradición, nos dice el chef, es con el sikil pak, una botana yucateca típica de cantina que en Chaká tiene su propia reinterpretación con un falso caviar de mostaza y lima agria. Pero, esa receta ancestral, nos revela, también le recuerda mucho a su infancia.

 

Chef Carlos Montejo

 

“Desde pequeño veía a mi mamá preparar el sikil pak. Primero ponía los tomates a tatemar con leña y luego iban directo al molcajete y nos lo servía con huevos duros de codorniz, un clásico de mi niñez”, recuerda el chef.

Otro platillo que también es típico de la península y que, además, vuelve a sumergir al chef en su vida familiar es la sopa de lima, un caldo a base de quelites de la región, servido con pavo asado, chiles de la región y una clorofila de chaya con cilantro. Esta sopa, nos cuenta Carlos Montejo, es ya un imperdible de Chaká.

El cocinero de origen yucateco revela que, si bien la cocina contemporánea de Chaká se especializa en cocina tradicional de la península de Yucatán, también sirven algunos bichos como chicatana y chapulines, insectos que integran, casi a la perfección, en algún platillo regional como es el chachacua, un tamal frito con carnitas de pulpo y chapulines con queso añejo o el mole de chicatana con zapote negro.

 

Carlos Montejo: cocinando sueños

 

Chaká

 

A muy temprana edad, el chef del restaurante de Grand Velas Riviera Maya descubrió la riqueza de ingredientes, tradiciones y cultura de México, así como de su natal Yucatán, lo que lo convirtió, casi desde niño, en un apasionado de la cocina de su tierra.

A esa pasión, con el paso de los años, se sumó el respeto por los ingredientes, su compromiso con el rescate de los insumos locales y de las técnicas ancestrales.

Así que si en tu próximo viaje a Riviera Maya quieres disfrutar de auténtica cocina de la península de Yucatán, escápate a conocer el restaurante del chef Carlos Montejo, Chaká, un restaurante cargado de tradición en el interior del hotel Grand Velas Riviera Maya.

 

También te invitamos a conocer 8 insectos que no sabías que puedes comer.

Entre grillos, hormigas, gusanos y chinches transcurrió la quinta edición de Bichos al plato, un evento curado y organizado por Food and Travel México que, a través de un menú ideado por cinco cocineros, no solo honra a la entomofagia, esa tradición centenaria de consumir insectos, sino que hace irresistible el antojo de comer bichos. ¡Te contamos todos los detalles y te antojamos esos manjares! Texto: Arcelia Lortia y Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos. 

En esta ocasión, Bichos al plato se celebró en el restaurante Guzina Oaxaca, del chef Alejandro Ruiz, pero operado diariamente, desde hace 10 años, por el chef Carlos Galán. En este pedacito de Oaxaca en Ciudad de México, los chefs Luis Quiroz (Bu’ul), Josefina López Méndez (Chapulín), Carlos Montejo (Chaká), Iván del Razo (Mexko) y, por supuesto el chef anfitrión, sirvieron una cena de seis tiempos enmarcados por los platos Tacana, Mediterráneo y hondo negro de Ánfora.

 

Chefs

 

Estas preparaciones llenas de cocopaches, escamoles, gusanos de trigo, chicatanas y hormigas mieleras, además de fascinar los paladares de los asistentes, revelaron que los insectos son nutritivos, ecológicamente sostenibles y ofrecen oportunidades económicas en las comunidades.

Esos singulares manjares fueron acompañados de tequila Volcán de mi Tierra y vinos Terrazas de los Andes. Mientras que el toque fresco estuvo a cargo de Garci Crespo, un agua mineral que se caracteriza por su fina burbuja.

Mientras Raúl Sayrols, CEO y Publisher de Food and Travel México, junto con Cecilia Núñez, Directora Editorial, dieron la bienvenida, los aventureros asistentes disfrutaron de una Valoma, un coctel ideal para abrir apetito, preparado con tequila Volcán de Mi Tierra Blanco, licor de chile ancho, limón y toronja, escarchado con chilito en polvo.

 

Maridaje

 

 

Bichos al plato: delicias nutritivas y sostenibles

 

Para dar la bienvenida a Bichos al Plato, al estilo Guzina Oaxaca, el chef Carlos Galán preparó una salsa de molcajete con grillos tatemados acompañada con tostadas de harina de grillo de Griyum, marca mexicana que produce harina de grillo ofreciendo una máxima nutrición con un menor impacto ambiental.

«¿Sabías que la producción de insectos solo representa el 4% del uso de los recursos que utilizan las carnes convencionales?”, subrayó Alejandro de la Brea, cofundador de Griyum.

 

Lee más Griyum: proteína de grillo para una mejor alimentación.
Continue reading «Bichos al plato: 5 años de deleitar con nuestro festín de insectos»

En su sexta edición, Bichópolis, el festival de insectos comestibles realizado por El Bonito Tianguis, se llevará a cabo 1 y 2 de abril en el Colegio México Roma, en Ciudad de México. ¡No te lo pierdas! Fotos: Cortesía de El Bonito Tianguis. 

 

Bichópolis, para comer el alimento del pasado y del futuro

 

¿Practicas la entomofagia? No se trata de ningún culto raro: hablamos del consumo de insectos por los seres humanos, el cual se practica en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. En México, comer insectos y bichos tiene un gran bagaje histórico, desde la época prehispánica. Hoy en día, además de aportar una alta cantidad de proteínas y nutrimentos, ayuda a la sustentabilidad y a combatir el cambio climático.

 

Está de vuelta el festival de insectos comestibles

 

Bichópolis

 

¡Ya está de regreso Bichópolis! Tras tres años de ausencia, estará de vuelta el 1 y 2 de abril en el Colegio México Roma, en Ciudad de México, con una nutrida cartelera en torno a los insectos de recolección, polinizadores y de producción masiva.

Bichópolis es una expo cultural, histórica y gastronómica de insectos, bichos y especies que celebra la tradición de esta ingesta, convirtiéndose en un punto de encuentro de los pueblos originarios de México, productores de insectos, así como de artesanos y agricultores. Como invitados especiales a este festival de insectos comestibles estarán la alcaldía Tláhuac, el Valle de Teotihuacan y el estado Oaxaca, que llevará 35 insectos diferentes.

Aunado a la expo gastronómica, habrán diversos talleres y experiencias, como un mariposario para cultivar tu propia mariposa, el mural de Teotihuacan y la artesanía de popotillo. Mientras que durante las conferencias y pláticas podrás tomar nota de temas como nutrición a base de insectos, cucarachas nutrimentales y las abejas y su importancia.

 

Un menú rico lleno de insectos

 

Bichópolis

 

En Bichópolis, los insectos comestibles y sus productos derivados son traídos directamente desde su origen de fabricación o cosecha para la venta sin pasar por ningún intermediario. Ríndele culto a la entomofagia y a los habitantes del México prehispánico que se alimentaban con una gran diversidad de insectos, y prueba chapulines, alacranes, arañas, chicatanas, escarabajos, jumiles, langostas, larvas, grillos, chinches, orugas, gusanos de maguey, cucarachas, escamoles, caracoles, ahuautle (huevas de mosco), acociles…

Estas delicias serán preparadas por diversos expositores provenientes de Oaxaca, Durango, Guerrero, Mérida, Puebla, Estado de México y Ciudad de México, en un sinfín de platillos de la cocina típica mexicana como tlayudas, pencas de maguey rellenas, sopes, tacos, tamales y hasta malteadas y chocolates con insectos.

 

¿No te atreves? Ten en cuenta los beneficios

 

Taco de arañas

 

Los insectos comestibles son el alimento del pasado y el alimento del futuro. Sólo hay que recordar que proporcionan proteínas de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.

Los insectos son una fuente alternativa de proteína respecto de las carnes convencionales y ayudan a combatir la deforestación y el cambio climático. Su cría depende menos de la tierra y utiliza menos agua que la actividad ganadera, además de que los gases de efecto invernadero producidos son inferiores. El uso de insectos como alimento brinda diversos beneficios de carácter ambiental, nutrimental y para diversificar los medios de vida. Comprueba todo esto asistiendo al festival de insectos comestibles de Bichópolis.

 

Para todos y todos los gustos

 

Bichópolis

 

Y, ¿para maridar? En Bichópolis habrá pulque fresco bien hecho de La Xoma. Los asistentes también podrán disfrutar de un show infantil y todo será amenizado con banda en vivo y DJ. Además de que será pet friendly y no se usará ningún tipo de desechables. Horario: 10:00 a 18:00 horas. Costo de entrada: $20 pesos por persona; incluye expo gastronómica, conferencias, conciertos, actividades para niños y ponencias (excepto catas y talleres). IG: @el_tianguis_bonito_

¿Listo para probar estos manjares suculentos en Bichópolis, el festival de insectos comestibles?

Conoce la cena que crea Food and Travel México año con año para rendir honor a los insectos llamada Bichos al plato.

 

La alimentación enfocada en reducir el impacto ambiental puede ir de la mano con la nutrición. Prueba de ello es el trabajo que hacen en Griyum para obtener proteína alternativa de manera natural y sustentable. Te contamos todas las particularidades de este proyecto, gracias a que entrevistamos a Alejandro de la Brena, CEO y cofundador de esta startup mexicana. Fotos: Cortesía.

 

Griyum, una idea a favor del ambiente

 

Este proyecto nació en 2016 con el propósito de producir máxima nutrición con mínimo impacto ambiental, para lo cual los fundadores vieron en los insectos grandes prospectos de seguridad alimentaria para las siguientes décadas. Así, Griyum se dedica a la elaboración de harina de grillo comestible obtenidos de un sistema de granjas.

 

griyum fundadores

 

La startup mexicana busca que existan opciones más nutritivas y complejas de alimentarnos a través de un modelo al que han denominado entomofagia 2.0. «Lo llamamos así por la tecnología que se aplica. Tradicionalmente este sistema se basa en recolección de poblaciones silvestres, pero nosotros no quisimos hacerlo y causar un desequilibrio ecológico al tener una producción industrial, por lo que decidimos crear granjas controladas en las que podamos vigilar la calidad», afirma Alejandro de la Brena, biotecnólogo y uno de los fundadores de Griyum.

A su vez, Alejandro nos explicó en entrevista que los grillos requieren menos inversión de recursos naturales respecto a proteínas convencionales, por lo que son una alternativa sustentable: «Con 1 litro de agua se puede producir la misma cantidad de proteína que se produciría con 5 mil litros de agua en el caso de las vacas. Es decir, se requiere solo el 4% de los recursos y se reduce la tierra agrícola y el uso de agua en un 80%».

 

Un proyecto con alto impacto

 

Más allá de la reducción de la huella de carbono, en Griyum también hay eco en la comunidad. Gracias al desarrollo de cinco granjas de producción de grillos, que se ubican en Querétaro y Guanajuato, se ha creado una red de 25 familias de comunidades vulnerables que son beneficiadas. De este modo, han podido mejorar sus ingresos y tienen opciones de productividad.

En su modelo de beneficiar a otros negocios, Griyum ha colaborado en el desarrollo de más de 20 marcas de productos que están hecho a base de proteína y fibra de grillo, mismas que las convierten en productos de anaquel, puesto que se puede integrar en panes, barras, cereales o como suplementos. Cuando se utiliza, no es necesario reemplazar las harinas convencionales en un 100%, sino que se puede hacer desde un 7% y ya se estará elevando el contenido nutricional.

 

griyum laboratorio

 

A su vez, Griyum puede ser proveedor de restaurantes y panaderías, tanto con la harina como con grillos enteros, precocidos o congelados. De esta forma, la creatividad de los chefs no está limitada.

Además de regresar a las tradicionales milenarias de entomofagia con el aprovechamiento de los grillos, esta proteína puede ser competitiva en el mercado. «Como todo proceso tecnológico, al principio puede parecer muy caro, pero puedes llegar a costos de producción más bajos conforme se mejoran los sistemas. Desde 2019, el costo de producción ha bajado en un 50% y esperamos que siga disminuyendo», nos compartió Alejandro.

 

Beneficios de alimentarse con proteína de grillo

 

Ahora que ya conoces el impacto positivo que tiene en el ambiente y en la comunidad, te gustará saber que tú serás el mayor beneficiado al consumir proteína de grillo. Griyum utilizan una especie diferente al chapulín que tiene sabores más neutros y se puede criar durante todo el año. Se trata de grillos comestibles (Acheta domesticus) que se han podido domesticar. Poseen más ácido glutámico y tienen un sabor umami que ayuda a resaltar los sabores en las recetas en las que se emplean.

 

Griyum crianza

 

Dentro de sus beneficios nutricionales, esta clase de grillo tiene altas cantidades de ácido oleico y vitamina B12, que son benéficos para nuestro organismo. De este último elemento, Alejandro nos comparte que «con una porción de 30 gramos de harina de grillo tienes el 60% de lo que requieres en un día de esta vitamina, algo que es bueno para personas con deficiencias». A esto se le suma su contenido de hierro y fibra que puede servir como prebiótico.

Por todo lo anterior, la proteína de grillo es una excelente alternativa para tu alimentación. ¿Listo para la proteína del futuro? Conoce más en: griyum.com.mx

 

¿Quieres cocinar con insectos? También lee Recetas con insectos de seis talentosos chefs. 

Sopa picante de tomate, médula y jumiles

 

Abre el apetito con esta sopa de tomate del chef Fernando Martínez Zavala del restaurante Migrante. Su toque picante le dará un toque divertido a tus menús.

 

Rendimiento: 4 porciones

 

Ingredientes:

 

  • 3 kg de cebolla blanca, picada finamente
  • 250 g de ajo, pelado y picado finamente
  • 30 g de jengibre, laminado
  • Aceite de oliva, para sofreír
  • 6 kg de jitomate riñón
  • 6 latas de concentrado de coco
  • 1 l de fondo de langostino
  • 300 g de hierba limón

Para la mantequilla de callo de hacha y jumiles

  • 500 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
  • Sal de colima, al gusto
  • 10 g de pimienta de Sichuan
  • 500 g de callo de hacha
  • 100 g de jumiles en polvo

 

sopa-de-tomate-receta

 

Procedimiento:

 

  1. Para la mantequilla de callo de hacha, triturar la sal y la pimienta en un mortero. Incorporar la mantequilla en pomada hasta formar una pasta homogénea. Agregar el polvo de jumiles y el callo de hacha, llevar la mantequilla a refrigeración durante 2 a3 horas.

  2. Sofreír la cebolla, el ajo y el jengibre en una cacerola caliente con aceite de oliva. Dorar ligeramente. Agregar los jitomates y dejar cocer a fuego bajo hasta cocinar por completo. Licuar el sofrito con el concentrado de coco y colar.

  3. En una olla, colocar el sofrito de jitomate junto con el fondo de langostino y llevar al fuego hasta incorporar. Añadir la hierba limón e infusionar. Rectificar la sazón y servir la sopa de tomate.

 

Maridaje F&T

 

Vino rosado, zinfandel, Baja California. Aromas frescos de frutos rojos recién cortados, minerales y pétalos de rosas; en paladar es de acidez firme y ligeramente abocado.

Sugerencia: Sierra Blanca Zinfandel Rosé, L.A. Cetto.

 

Ricos, nutritivos y parte de tradiciones gastronómicas milenarias, estos insectos comestibles deben encabezar tu lista de platillos a probar durante esta temporada. Aquí te decimos cómo diferenciarlos y dónde los puedes disfrutar. Fotos: Adobe Stock. 

 

 

Hormiga chicatana (Atta mexicana)

 

 

Se trata de la reina de una especie de hormiga voladora de gran tamaño presente en varias partes de México. Pueden presentar un color café rojizo o negro, y su temporada de recolección comienza en mayo y se extiende hasta julio, es decir, la temporada de lluvias. Además de las alas, su principal característica es su abultado vientre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Se le puede hallar en varios estados del centro y sur del país, aunque se consumen con más frecuencia en Oaxaca, Guerrero y Chiapas; en este último estado las llaman hormigas nocú. De acuerdo con el chef Irad Santacruz, también la comen en Costa Rica (ahí la llaman hormiga gigante), y en Colombia, donde recibe el nombre de hormiga culona.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

La hormiga chicatana es uno de los insectos comestibles más versátiles. Dependiendo de gustos y paladares, hay quienes afirman que tiene un sabor parecido al cacahuate. Por ello, no es raro que la vendan tatemada como botana o servida en taco.

En Oaxaca suele ser el ingrediente estrella de deliciosos moles, tamales y tlayudas, mientras que en Guerrero se emplean para hacer salsas molcajeteadas.

 

 

¿Dónde la puedo disfrutar?

 

En el restaurante Criollo, en la ciudad de Oaxaca, el chef Luis Arellano tatema las hormigas chicatanas sobre un comal de barro para luego hacer con ellas una rica salsa molcajeteada con chile de árbol y ajo.

 

 

 

 

Gusano de maguey (Acentrocneme hesperiaris)

 

 

Esta pequeña suculencia es en realidad la larva de una mariposa que habita y se desarrolla en las pencas demaguey. Debido a su cuerpo regordete de color crema, se le suele llamar gusano de maguey blanco o mecocuil para distinguirlo de su primo rojo, también conocido como chinicuil.

Y aunque esta última variedad tiene un sabor más intenso, el gusano blanco alcanza precios más elevados pues su recolección es complicada. Al vivir en la base de la penca, es necesario partir el maguey y, por tanto, matar la planta. Su época de recolección comienza en mayo y se puede extender hasta septiembre.

 

 

¿De dónde proviene?

 

Es más común hallarlos en las zonas productoras de pulque del Altiplano Central, particularmente en Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. También se le puede encontrar en Puebla, las zonas rurales de Ciudad de México y Oaxaca. Es en este estado sureño donde se implantó la costumbre de sumergir un gusano de maguey rojo en las botellas de mezcal.

 

 

¿Cómo se prepara?

 

Luego de recolectarse en hojas de mixiote, se elige a los mejores ejemplares por su carnosidad y tamaño. Hay dos formas tradicionales para prepararlos: fritos en aceite de oliva o mantequilla, o asados sobre un comal. En cualquiera de los dos métodos se espera que el gusano adquiera un color dorado y una textura crujiente. Después, se puede servir en taco acompañado de cebolla y guacamole, triturarse para formar una salsa o pulverizarlo hasta lograr la afamada sal de gusano que suele acompañar todo mezcal.

 

 

¿Dónde lo puedo disfrutar?

 

En Corazón de Maguey, un restaurante de Ciudad de México que –como su nombre declara– rinde tributo a todos los productos que proceden de esta generosa planta, desde el mixiote hasta el mezcal. Este 17 de mayo dieron inicio a su Temporada de Bichos, la cual se extenderá hasta mediados de junio e incluye platos con estos insectos comestibles. corazondemaguey.com

 

Escamoles (Liometopum apiculatum y Liometopum occidentale)

 

Escamoles

 

Platillo de raíces prehispánicas, se compone por la hueva, larvas y pupas de dos especies de hormiga. De forma repetitiva se le ha llamado “el caviar mexicano”, tanto por su procedencia como por su exquisitez y alto valor en el mercado. La principal razón de su precio elevado es su método de extracción: los recolectores deben identificar el hormiguero cerca de magueyes, mezquites o nopaleras; cavar un hoyo profundo y sacar la mayor cantidad de huevos mientras es atacado por las feroces hormigas adultas. Después, debe lavar los escamoles varias veces para retirar la tierra.

 

 

¿De dónde provienen?

 

Es más habitual toparse con platillos con estos insectos comestibles en el centro y occidente de México, específicamente Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México y algunas regiones de Michoacán. Su temporada de recolección transcurre desde marzo hasta principios de mayo, dependiendo de condiciones climáticas.

 

 

¿Cómo se preparan?

 

Al ser un ingrediente tan versátil y presente en varias tradiciones regionales, se le puede hallar de muchas formas. En Tlaxcala lo fríen con mantequilla, cebolla y epazote, mientras que en Valle del Mezquital, en Hidalgo, forman parte de caldos, salsas, tamales y hasta como relleno de guisos con flores. En Oaxaca se ha popularizado flamearlos con un poco de mezcal. La forma más común de comerlos –sin importar su preparación– es en tacos.

¿Dónde los puedo disfrutar?

 

Comedor Jacinta, restaurante bajo la supervisión del chef Édgar Núñez, ha hecho famosa una nueva versión de esta delicia mexicana: los sopes de tuétano con escamoles, nuestra recomendación si quieres probar insectos comestibles a través de una propuesta contemporánea. comedorjacinta.com

 

Escamoles

Aproximadamente 2.000 millones de personas complementan su dieta con la ingesta de distintos insectos, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Y no es una casualidad, ya que la entomofagia, el consumo de insectos por los seres humanos, es un hábito que ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos desde siempre. El abanico de insectos comestibles es tan grande que incluso se le unen los arácnidos como arañas y escorpiones. Fotos: Adobe Stock. 

Los insectos son una gran fuente de proteína y nutrientes de calidad, en comparación con la carne y el pescado, incluso sus niveles de ácidos grasos son comparables con los del pescado. También son ricos en fibra y micronutrientes como hierro, magnesio, fósforo, etc.

Y seguro has escuchado hablar de bichos comestibles como las hormigas, grillos, chapulines, orugas y escarabajos, pero ¡hay muchos más! Aquí te contamos de ocho insectos y arácnidos que con seguridad no sabías que son comestibles. 

 

Moscas

 

Bichos comestibles

 

Con cuerpo tapizado de manchas opacas, las moscas soldado negras son una gran fuente de proteína cuando son larvas, hay 42% de proteína en su ser, (aunque también se pueden consumir de adultas). Esta especie se extiende por América, Europa, África, Asia y hasta las islas del Pacífico, cuando se cocinan tienen un cierto parecido con el sabor de las papas, incluso son carnosas.

 

Azotadores

 

Insectos que se comen

 

Conocidos como gusanos quemadores o azotadores, estos insectos se dan en el tejocote y en el nogal. Son unos gusanos largos y llenos de espinas y tienen un sabor tostado entre herbal, frutal e incluso a madera. Después de recolectarlos en un ayate, se pasan a una tina con agua y sal durante dos días y una noche para lavarlos. Posteriormente se echan a un comal para tostarse y quitarles las espinas. Y ya limpios se ingresan a una cazuela de barro con manteca para terminar de tostar.

 

Cucarachas

 

Insectos comestibles

 

De cabeza negra con antenas peludas y cuerpo color miel, hablamos específicamente de la cucaracha gigante de Madagascar, nación en la que estos insectos son considerados muy impíos y se preparan gustosamente gracias a su parecido sabor a pollo, grasosas y con textura crujiente después de lavarse, secarse y asar o freír.

 

Tarántulas

 

 

Hay muchas especies de tarántulas comestibles, pero especialmente se saborean las de la familia Theraphosidae. A pesar de los escalofríos que generan, muchos consideran que tienen un exquisito sabor, que su carne es dulce y parecida a la del cangrejo, por lo que cuando se asan tienen un sabor estilo marisco a la parrilla, aunque también se pueden freír.

 

Escorpiones

 

Insectos

 

Así como lo lees, las poderosas pinzas de estos arácnidos, aunadas a su venenoso aguijón, son un alimento comestible muy popular sobre todo en el continente asiático. Los escorpiones se fríen muy bien y se ensartan en brochetas largas e incluso se utilizan como ingrediente en sopas.

 

Avispas

 

Insectos

 

También conocidas por ser efectivas polinizadoras del aguacate, las avispas mexicanas de la miel son un dulce manjar en Norteamérica y Sudamérica. Las larvas de estas avispas se consumen junto con trozos de panal con miel, previamente asado. Además de ser dulces, dejan un cierto sabor parecido al del huevo.

 

Chicharras

 

Insectos

 

Existen más de 3 mil especies de chicharras en el mundo. Antes de emerger del suelo, las ninfas, como se le conoce a las chicharras en esta primera etapa, viven bajo tierra durante 13 años chupando la salvia de las raíces de los árboles. Después de este periodo, salen y solo viven durante 5 semanas como máximo, se encuentran principalmente en robles, nogales y manzanos.

A la hora de comer, las ninfas tienen una textura más carnosa, mientras que las cigarras adultas son crujientes y con un sabor similar al de los frutos secos, como cacahuates o almendras. Fritas con sal prometen tener un sabor parecido al del camarón y acompañan muy bien los arroces.

 

Libélulas

 

Insectos

 

Las libélulas, estos insectos de grandes alas, pertenecen a uno de los grupos de bichos más populares, el Orden Odonata. Su cuerpo alargado se convierte en un manjar carnoso y crujiente. Primero se lavan y se elimina su humedad con papel absorbente, después se enharinan y fríen, se sazonan y se sirven. Incluso se suelen acompañar con salsa de soya.

¿Qué insectos te atreverías a probar? Cuéntanos en nuestras redes sociales @FoodandTravelMX

 

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Luis Ferrer, chef ejecutivo de The Roost, creó el concepto ubicado en la colonia Condesa para dar a conocer el rostizado y para romper los clichés de la típica rosticería de pollos ya que, nos asegura, todo lo comestible se puede rostizar.

El rostizado es una técnica que conserva los jugos de los productos que se preparan, por eso es que en The Roos se buscan productos frescos, con la finalidad de apoyar a los productores locales de Oaxaca, Querétaro, Michoacán Hidalgo y Ciudad de México así como satisfacer los paladares de los comensales a través de productos de temporada de acuerdo a lo que la tierra tiene para ofrecer.

Por tal motivo, la carta del lugar es pequeña y cambiante, y durante febrero podrás encontrar una oferta de seis platillos que tienen como base a algunos insectos como: hormiga chicatana, gusanos de maguey, acociles y hasta alacranes.

 

restaurante The Roost

 

Aquí cuatro de los platillos que no te puedes perder durante este mes:

 

-Fideo seco con chiles rostizados, chinicuiles, queso fresco, aguacate y chicharrón.

-Huevos rotos con cebolla cambray rostizada acompañada de chapulines y chistorra.

-Tlacoyo de frijol servido con quelites rostizados, salsa elaborada con hormiga chicatana y acompañado de gusanos de maguey.

-Taco de pollo rostizado con hormigas chicatanas, rábanos y salsa de xoconostle.

 

restaurante The Roost

 

Como pudiste leer, todos los platillos reúnen la técnica ancestral del rostizado, con la costumbre antiquísima de comer insectos. Y si te surge la duda de comer insectos en febrero y no en junio o julio, considera que la tierra es bondadosa y que la tercera parte de los insectos comestibles en nuestro país puede ser recolectada y consumida durante todo el año.

También te encantará saber que habrá cocteles preparados con insectos hasta el último día de febrero. Dónde: Citlátepetl 55, Hipódromo Condesa. Cheque Promedio: $400. Tel.  4432 3391 theroost.com.mx

 

The Roost

 

También checa Platillos prehispánicos.