Recientemente, nos inivitaron al exclusivo Soho House Mexico City, un club social privado ubicado en una enorme residencia con influencias francesas en la colonia Juárez. En sus bares, salas de convivencia y patios, rodeados de obras de arte y un propositivo diseño interior, festejamos la llegada al mercado mexicano de Celosa Rosé, un tequila cristalino rosado que cambió las reglas. Y esta es su historia. Fotos: Cortesía.
El nacimiento de Tequila Celosa Rosé: hermosas coincidencias
José Alonso Beckmann y Esteban G. Beckmann son la duodécima generación de una familia que no solo ha hecho tequila por más de dos siglos, sino que fue la responsable de comercializarlo y llevarlo al mundo. Descendientes de Don José Antonio de Cuervo, tienen amor y conocimiento del oficio, y junto con su primo Javier Alonso Bernal, tenían la inquietud de hacer algo revolucionario en la industria.
“Atribuimos mucho a la serendipia. Todo ha sido una hermosa coincidencia”, nos dice Javier Alonso mientras recuerda cómo se sumó el cuarto socio fundador al proyecto: su amigo Paul Pietrini. Su familia tiene una larga tradición en vinos y bebidas espirituosas a través de Montaner Pietrini, el segundo distribuidor más grande de Francia; además, Paul tiene una comprensión única del mundo del lujo transmitida por su abuelo, quien fue CEO mundial de Chanel durante casi dos décadas, y su tío, quien ocupa el cargo de Vicepresidente de LVMH.
Paul Pietrini también tenía la inquietud de hacer algo disruptivo en la industria de bebidas espirituosas, así que solo hizo falta que Javier Alonso estableciera la conexión entre ambas familias para que hace casi cuatro años iniciara la historia de Celosa Rosé, un tequila cristalino rosado único. Cobijados por la experiencia de generaciones y el asesoramiento de titanes de la industria —tienen entre sus amigos y mentores a Arturo Lomelí, de tequila Clase Azul—, el resultado no podía ser sino excepcional.
La calidad es prioritaria, el rosado es secundario
La búsqueda inquebrantable de la calidad ha sido la brújula de Tequila Celosa Rosé desde el inicio. Innovaron en el proceso de elaboración a través de un exclusivo reposo en barricas de vino tinto de roble francés. Las pruebas iniciaron con barricas del Valle de Guadalupe, pero el sedimento era más salado y mineralizado, así que se dirigieron al Valle de Napa, en donde encontraron el tueste de la barrica que estaban buscando.
Después de muchas pruebas, lograron el sabor afrutado con un sutil toque a vainilla y el acabado sedoso que distingue a este tequila cristalino. “El envejecimiento en barricas de roble francés brinda un prolongado y dulce retrogusto que realmente distingue nuestro producto«, asegura José Alonso Beckmann. El tono rosado fue secundario en el proceso, lo principal era la calidad.
Una vez que encontraron e importaron a México las barricas adecuadas, comenzaron a trabajar con la prestigiosa destilería Hacieda La Capilla, en los altos de Jalisco. Sus agaves azul Webber orgánicos de 7 años es otro de sus sellos distintivos.
Sabores que conquistan
Desde México, Tequila Celosa Rosé dio un salto a Europa y se lanzó el 14 de julio del 2022 en las fiestas de la Independencia de Francia en Saint-Tropez. La novedad de un tequila cristalino rosado y su excepcional calidad, le ganaron una excelente acogida, al grado que un verano después ya se había posicionado como el tercer tequila premium más tomado del sur de Francia.
Al mercado francés le siguió el inglés y el norteamericano, conquistando paladares que están acostumbrados a marcas de lujo — Esteban G. Beckmann, quien reside en Los Ángeles y además es músico, nos cuenta que entre los adeptos de Celosa Rosé están Leonardo di Caprio, The Weekend, las Hadid y las Kardashian.
Y si bien no cabe duda que Celosa Rosé es una marca de lujo, Paul Petrini nos aclara que sus fundadores tienen una comprensión particular del concepto: “Para nosotros, el lujo mexicano es el artesano. Queremos llevar al mundo el trabajo de nuestras comunidades y el valor de sus artesanías”.
Por eso, además de un cuidado proceso de producción, la botella en sí misma realza el trabajo artesanal. Su tapa está hecha de mármol Monterrey y está tallada por artesanos de una comunidad en Querétaro. La parte de abajo de la botella evoca el corazón del agave y su cuello representa la fusión de los dos mundos: del tequila y del vino.
Esta marca tan orgullosa de su origen y su legado, tiene mucho que celebrar al cerrar el 2023: después de haberse presentado exitosamente ante el mercado internacional, Celosa Rosé regresa a casa. No nos cabe duda que este tequila joven, innovador y audaz conquistará también los paladares mexicanos. ¿Qué esperas para probarlo? Conoce más detalles en su sitio web.