Las palabras zinfandel y primitivo se usan en distintas partes del mundo para referirse a una misma variedad. Dos nombres, dos zonas vinícolas representativas y una misma uva. Aquí te contamos todos los detalles. Fotos: Unsplash y Pixabay.
En el 2003, el mundo vinícola se llevó una sorpresa. Después de sospechas y estudios de ADN, científicos y enólogos se dieron cuenta de que las variedades de uvas zinfandel y primitivo, no eran especies hermanas, sino que eran lo mismo. El asombro no era para menos: ya que la zinfandel había sido considerada hasta entonces como una de las uvas insignias de América; mientras que la primitivo italiano ya había ganado envidiable reputación entre los conocedores del vino.
El viaje de zinfandel y primitivo
La evidencia apunta a que la travesía de esta uva comienza en Croacia. Específicamente al sur de la ciudad de Split, donde se encontraron viñas idénticas a la zinfandel; solo que ahí se llamaba pribidrag o tribidrag, palabra de origen griego que significa maduración temprana. Al igual que el nombre de primitivo, que viene del latín, primus, o primero.
En el viaje de esta uva, el imperio de los Habsburgo es clave. Ya que, gracias a su reinado y los intercambios de bienes, la especie llegó a distintas partes del mundo, incluyendo lo que es hoy Hungría, Italia y Estados Unidos.
Primero llegó a Italia, en el siglo XVIII junto con el padre Franceso Filippo Indellicati, quien la bautizó como Primitivo, debido a su maduración. La planta se adecuó perfectamente en Apulia, al sur del país. Incluso hoy en día es de las variedades más plantadas del país. De hecho, la ley italiana exige que para que un vino sea etiquetado bajo el nombre primitivo di Manduria, debe contener por lo menos el 85% de esta uva.
Por otra parte, se dice que la uvatribidrag llegó a Boston en 1829, bajo el nombre tzinifándli, que explica el nombre de zinfandel. De acuerdo con la Universidad UC Davis en California, Estados Unidos, dos décadas después, la uva llegaría a California; donde es la cuarta viña más plantada.
¿A qué sabe?
De acuerdo con los sommeliers, esta uva produce vinos frutales que recuerdan a mermeladas, pero con un toque juguetón ahumado, de tabaco o incluso de especias como la canela. Sus vinos suelen reflejar mucho el ambiente en el que creció, de ahí que al final: el vino zinfandel y primitivo, sí pueden considerarse dos cosas completamente distintas.
Tip de maridaje. Intenta probar estos vinos con BBQ, pulled pork, queso gouda ahumado, cebollas caramelizadas o curry.
Aquí te contamos más sobreApuliay el encanto sureño italiano.
8 de febrero de 2022
Comparte en:
Italia es uno de los grandes productores de vino en el mundo. Gracias a su tradición vinícola, los múltiples estilos de vino que producen son reconocidos en todo el mundo por su calidad, elegancia y singularidad. El Amarone della Valpolicella es uno de los ejemplos más representativos de la maestría vinícola italiana. Aquí te contamos todos los detalles que tienes que saber sobre esta deliciosa bebida. Fotos: Unsplash.
Amarone della Valpolicella: la esencia del norte de Italia
Como tal, el nombre Valpolicella corresponde a una zona del Véneto, región ubicada al noreste del país. En ella se encuentra la ciudad de Verona, en cuyas colinas se pueden apreciar los viñedos de distintas bodegas familiares. Es precisamente allí donde se cultivan las uvas necesarias para crear el emblemático Amarone della Valpolicella: corvina, corvinone, rondinella y molinara. De estas existen alrededor de 8,200 hectáreas de viñedo plantado. De acuerdo con las regulaciones de la Denominación de Origen de Italia, también pueden usarse otras uvas pero solamente en una proporción máxima del 25%.
Crearlo no es nada sencillo; de hecho, técnicamente solo existe una forma de hacerlo. Wine Folly resume el proceso más tradicional en cuatro pasos:
Vendimiar las uvas.
Hacer el apassimento, proceso de deshidratación en el que las uvas pierden el 40% de su líquido.
Presionar las uvas.
Fermentar el jugo de las uvas de 35 a 50 días.
Cada paso conlleva métodos de temperatura y humedad controlados para que el vino resultante sea de excelente calidad.
¿Qué esperar de un Amarone della Valpolicella?
Este vino seco cautiva paladares porque tiene aromas intensos a cerezas, higos, canela, chocolate, pimienta y hasta azúcarmorena. Una curiosidad es que, aunque no lo parezca, el Amarone tiene azúcar residual. De igual forma, cuenta con buena acidez, lo que permite que ciertas botellas de Amarone della Valpolicella puedan ser reservadas durante más de 20 años. Debido a su complejidad, es recomendable decantarlo y servirlo en copas de boca ancha para poder apreciarlo mejor.
¿Dónde probarlo en México?
El Amarone della Valpolicella Classico de la bodega Tommasi es un gran ejemplo de esta clase de vinos. Está compuesto de uvas corvina, corvinona, rondinella y oseleta. Puedes encontrarlo en distribuidoras de vino como mercadodevinos.mx
Por su parte, el Bertani Amarone della Valpolicella, compuesto por cuvéé de corvina y tondinella, es otra grandiosa opción para disfrutar gracias a sus golosas notas a frutas que provienen de un delicado reposo de 30 meses en barrica y seis meses en botella. Además es ideal para guardarlo hasta por diez años. Lo encuentra en lanaval.com.mx
Seguramente has escuchado y visto el vino Riunite Lambrusco, y quizá ya lo hayas probado en algún evento, reunión o en la casa de algún familiar o amigo. O si aún no lo conoces, te voy a contar algunos datos que recientemente nos platicó la marca en una cata que realizamos vía Zoom, ya sabes, la nueva normalidad en eventos. Fotos: Cortesía / Adobe Stock.
Cada persona tiene su vino favorito, y no por eso es bueno o malo, todo depende del gusto de cada individuo. Riunite es la marca de este vino italiano, que es una gran opción y Lambrusco es un tipo de uva tinta. Su nombre significa – reunidos y es que sucede que en 1950 en la provincia de Reggio Emilia (ubicada al norte de Italia), nueve campesinos se reunieron para fundar la cooperativa Cantine Riunite y actualmente son más de 1,700 campesinos los que trabajan para la marca.
Giovanni Cardullo, representante de Riunite en varios países de Latinoamérica, nos contó que la marca produce vinos típicos de la región de Emilia, Italia;suaves, dulces, sin azúcar agregada. Actualmente poseen más de 12 vinos, entre tintos, rosados, y blancos.
Proceso de elaboración
Para elaborar los vinos de Riunite Lambrusco se hace la base con una maceración de la uva para su fermentación y así, realizar un vino base, luego se le agrega más jugo de las uvas y se introduce en una autoclaveen tanques de acero inoxidable, después, se vuelve a hacer una segunda fermentación, el cual se conoce como Método Charmat.
Actualmente se cultivan 12 variedades distintas de uva, de las cuales derivan diferentes calidades de vinos Lambrusco. La cosecha se hace a finales de septiembrey exportan a más de 80 países en diferentes continentes. México es muy importante para la marca Riunite porque representa el primer mercado de Latinoamérica donde exportan vino, y el tercer lugar en el mundo.
Tres de Riunite
El Lambrusco es espumoso, vivaz y jovial, se destaca por su rojo intenso con reflejos violáceos. Su aroma es afrutado y es ideal para maridar con carnes frías,rellenas como ravioles, asados y comida picante. Por su parte Riunite Vibrante marida perfecto con platillos especiados o picantes. Su aroma es a frutos del bosque y su tono es rubí intenso con reflejos violáceos. Para quienes prefieren un vino poco más ligero y fresco, el Lambrusco Rosé les encantará. Un poco afrutado, va muy bien con comida mexicana y mariscos.
Prepara un coctelito con Lambrusco
Lo puedes tomar solo o prepararte un coctel. Te dejamos la receta fácil y rápida:
Jugo de naranja
Jarabe natural
1 onza jugo de toronja
1/2 onza de jugo de limón
Hielo
Al final agregar #Riunite Lambruscotinto
¡Salud!
Para quienes inician en el mundo del vino, la marca Riunite Lambrusco es ideal, ya que sus vinos son amigables y versátiles. Con más de 60 años en el mercado son el vino italiano más vendido en el mundo. Encuéntralos en autoservicios y onlineriunite.mxRiunite clásico: $149 y Riunite Vibrante: $199.
Gambero Rosso presentó una vez más en Ciudad de México: el Top Italian Wines Road Show. Una jornada en el Four Seasons Hotel Mexico City dedicada a los vinos italianos más reconocidos. Fotos: Adobe Stock / Cortesía.
Desde 2007, este evento internacional -continuará en Miami, Calgary y Vancouver, concluyendo en Ciudad Ho Chi Minh- se ha convertido en una plataforma imprescindible para promover y orientar a aquellos que deseen adentrarse al mundo vinícola italiano, pues la biodiversidad de sus vinos es tan compleja que puede ser confusa.
Con más de 250 vinos expuestos,provenientes de 56 bodegas, te traemos algunos de los tipos de vinos más populares de Italia con una recomendación para degustarlos:
Prosecco
Es un vino blanco, generalmente espumoso, porque también hay frizzante (menos burbujas) y tranquilo (sin burbujas). Con un aroma floral y afrutado, y un sabor fresco, ligero y vivo, Prosecco DOC es el símbolo de una bebida refinada, intrínsecamente ligada al estilo de vida italiano. Las uvas utilizadas son principalmente glera, una variedad típica cultivada en el noreste de Italia desde la época romana.
Recomendación: El Valdobbiadene Prosecco Superiore DOCG de la bodega Villa Sandi. Costo: $565 en Mercado de Vinos.
Lambrusco
Es el nombre que recibe tanto el tipo de uva tinta como el vino, uno de los más vendidos en el mundo. Pero, ¿por qué gusta tanto? Originario de cuatro zonas en Emilia-Romaña y una en Lombardía, es un vino dulce, amable y fresco, con poco alcohol (alrededor de 10 º). Se produce frizzante o espumoso, en blanco, rosado y tinto, este último el más conocido. Cuenta con un aroma elegante de frutas rojos y, en boca, una cierta acidez que aporta frescura.
Recomendación:Quercioli Grasparossa de Medici Ermete. Costo: $169 en Liverpool.
Chianti
Es uno de los más prestigiosos hechos en el país de la bota. Las normas de producción del Chianti D.O.C.G., protegida desde 1927 por Consorzio Vino Chianti, cambian dependiendo la subárea y la categoría, siendo los mejores los que están hechos bajo la denominación de Chianti Superiore. Elaborados entre un 80% y un 100% de uva sangiovese, es un vino armónico, seco y ligeramente tánico.
Recomendación:Il Grigio Chianti Classico Rva DOCG de San Felice. Costo: $599 en Vinoteca.
Montepulciano d’Abruzzo
Establecida como una DOC en la región de Abruzzo, en 1968, está fabricado entre un 85% y un 90% (dependiendo de las cinco subáreas) de uva montepulciano; se permite hasta 15% de sangiovese en la mezcla. Es típicamente seco con taninos suaves y a menudo se consume joven. Los vinos madurados en barrica por más de dos años pueden ser etiquetados como Reserva.
Recomendación:Selva De’ Canonici Montepulciano D’Abruzzo DOC de Cantine Dragani. Costo: $339 en Liverpool.
Esta verde región vinícola piamontesa es rica en historia medieval y tiene mucho que ofrecer, desde trufas hasta amaretti. Gabrielle Sander saborea lo destacado. Por ello, aquí te mostramos una breve guía de viaje para que conozcas Gavi, ubicada en la provincia de Alessandria. Fotos: La Raia; Angela Dukes; Roderick Field; Stefano Scatà; Martin Thompson.
¿Por qué ir?
Ubicado en el bajo Piamonte, Italia, ya sea en tren o a una hora en coche de Génova en el sur y de Milán en el norte, Gavi es mejor conocido por los vinos florales que produce desde el siglo XVII. Aventúrate y encontrarás mucho más para saborear en esta ciudad medieval, que está rodeada por un abundante paisaje de viñedos, densos bosques y curvilíneas colinas, que se extienden hasta los escarpados Apeninos y hasta el Valle Lemme.
¿Qué hacer?
Pasea por el centro histórico y admira fachadas coloridas que se remontan al dominio genovés. Luego asómate a la iglesia románica de San Giacomo para admirar su techo abovedado de color azul y deléitate con sus frescos de 700 años de antigüedad. La imponente estructura que espía todos los rincones de la ciudad es el Forte di Gavi (associazionefortedigavi.it), que recompensa a los visitantes con impresionantes vistas panorámicas, después de caminar 20 minutos por un sendero sinuoso desde la Piazza Dante hasta la cima.
Los recorridos con duración de una hora, que incluyen una audioguía en inglés, son la única forma de entrar, y bien valen la pena: te empaparás con la colorida historia del lugar, misma que se remonta al año 972, que incluye desde princesas hasta prisioneros de guerra de la Segunda GuerraMundial. El suelo de Gavi oculta abundantes trufas. Descubre estos tesoros en un tour con Truffle Hunter Italy (trufflexperience.wixsite.com/trufflexperience) y sus compañeros caninos.
Reserva con anticipación una visita a la bodega biodinámica La Raia (la-raia.it), donde una excursión a través de sus viñedos salpicados de arte termina con una degustación de sus contenedores y una demostración de ingredientes locales. Reserva una mañana para visitar la cercana Libarna (libarna.al.it), de entrada gratuita. Esta ciudad romana del siglo I es un viaje evocador a una época en que los gladiadores entretenían a las multitudes en el anfiteatro.
¿Dónde quedarse?
En el corazón de las colinas de Gavi, el alegre Locanda La Raia (locandalaraia.it) es tan hermoso por dentro como por fuera. Cuenta con 12 habitaciones llenas de luz con vistas a los jardines de la propiedad, un spa y una piscina climatizada semitechada. En el centro de Gavi, Hotel Al Castello (hotelalcastello.net) combina habitaciones cómodas con desayunos estelares y vistas a la fortaleza. L’Ostelliere, del siglo XVIII, forma parte del Resort Villa Sparina (ostelliere.it) que tiene una cava, un restaurante y un baño turco. En Colline del Gavi (golfcollinedelgavi.com), 11 habitaciones se combinan con dos campos de golf.
¿Dónde comer y beber?
Se afirma fervientemente que los ravioli se inventaron en Gavi. Encuentra éstos y otras especialidades de temporada —como los hongos silvestres rociados con aceite de oliva con rebanadas detesta in cassetta (cabeza en una caja, una mezcla de recortes de cerdo, hierbas y especias)—, en Cantine del Gavi (IG:cantinedelgavi), uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad.
Reserva una cena temprana en Locanda La Raia para disfrutar del atardecer y de la cocina piamontesa del chef Tommaso Arrigoni, galardonado con una estrella Michelin. Los gnocchi con ragú (carne de res Fassone de libre pastoreo) y trufa negra son imperdibles. A pesar de su nombre, Beer & Co (Via Goffredo Mameli 50) cuenta con una amplia lista de vinos regionales. Dirígete a Caffe Del Moro (Via Goffredo Mameli 41), para probar sus amaretti di Gavi, que son un excelente acompañamiento para un espresso,y su helado de “rosas y espinas” hecho con jarabe de pétalos de rosa, vainilla y chocolate.
¿Se te acaba el tiempo?
Ve a la cercana fábrica de chocolates Bodrato (bodratocioccolato.it) para probar su Boero: una cereza Garbagna bañada en grappa y cubierta de chocolate.
Tip de viaje Alquila una bicicleta eléctrica en Via Roma y sigue una de sus rutas autoguiadas (hobbybici.wordpress.com).
Información de viaje
La moneda es el euro (1 EUR = 21.29 MXN) y el huso horario es GMT+1. La mejor época para viajar es a partir del mes de abril, cuando las temperaturas ya son agradables.
Cómo llegar
Aeroméxico (aeromexico.com) vuela desde Ciudad de México a Milán, vía París. Viaje redondo desde $1,300 USD. Después, toma un tren (trenitalia.com) hacia Alessandria con una duración de una hora. Viaje sencillo desde $10 USD.
Recursos
Visit Piemonte (visitpiemonte.com) es la oficina de turismo oficial y su sitio web ofrece un montón de inspiración turística y culinaria para planear tu viaje.
Más información
Autumn in Piemonte: Food and Travels in Italy’s Northwest de Manuela Darling-Gansser ($112 USD en amazon.com.mx) te ayudará a cocinar en casa con el sabor de Gavi.
Valpolicella y Soave trazan la geografía del vino italiano, donde el lago Di Garda se deja rodear por colinas localizadas tan cerca de Verona que aún nos llega el eco de Shakespeare imaginando a sus legendarios amantes, dice Cecilia Núñez.
La sorprendente vista del valle de Valpolicella, repleto de colinas tapizadas de viñedos y olivos, entra por la ventana de nuestra encantadora habitación en Dalla Rosa Alda, una tradicional trattoria que desde 1853 honra la comida italiana hecha en casa.
Estamos en San Giorgio di Valpolicella, un encantador pueblito localizado en la región vinícola veronesa, a medio camino entre el lago Como y el mar Adriático, en pleno corazón del Véneto.
Nuestro pretexto para estar aquí: una mesa para dos en Dalla Rosa Alda, un sitio familiar, de cocina franca y llena de personalidad. Su platillo estrella son los tagliatelle Enbogonè: pasta elaborada a mano y aderezada con salsa de alubias, aceite virgen extra local y romero.
Pero el menú tiene mucho más que ofrecer, como sus ñoquis de papa con ragú de carne o salsa de jitomate y sus risottos, el de parmesano o el de flor de calabaza son imperdibles. En realidad, todas las delicias que conforman el menú se convierten en obligadas.
No existe forma de equivocarse al elegir el platillo, pues cada uno de éstos se realiza con productos extraídos de esta tierra italiana, elegidos con esmero y pasión. Todo se marida con una excelente selección de vino local: amarone, ripasso y valpolicella, producidos a la vuelta de la esquina, por amigos de toda la vida de los Dalla Rosa.
Leonardo, Patrizia, Lodovico y Nicola —la familia que le da vida a Dalla Rosa Alda— preparan sus delicias en esta casona de mármol rosado del siglo XVIII, y ofrecen algunas sencillas y cálidas habitaciones, hasta donde siempre llega el aroma de los platillos hechos en la cocina, con recetas concebidas y preservadas de antaño.
Patrizia, la madre de la familia, nos toma cariño después de que nos ve absolutamente enamorados de su cocina y nos enseña, orgullosa, recortes de periódico de cuando el famoso cineasta Federico Fellini los visitó. No es de extrañar que el director de La dolce vita se haya convertido en un comensal asiduo a Dalla Rosa Alda, pensamos mientras nos despedimos.
En San Giorgio de Valpolicella, la gente se dedica a comer y beber bien; allá, todavía se acercan a saludar a los viajeros y tienen el tiempo y las ganas de compartir anécdotas, consejos de viaje y de vida… Y hasta recetas.
El valle de las muchas bodegas
Los Alpes cubren un tercio del Véneto y sus laderas se extienden hasta las orillas del lago Di Garda. Es la región vinícola italiana más variada, donde se producen las denominaciones italianas de Soave, Valpolicella y Bardolino.
Mientras recorremos la zona, al hechizo de los sabores y de los sorbos de vino vamos sumando el privilegio de sabernos a unos kilómetros de Verona, donde Shakespeare le dio vida a sus amantes legendarios, y donde las uvas se secan al sol para obtener el más dulce de los vinos tintos.
Dicen que su nombre proviene de la unión de tres palabras latinas que se traducen al español como “el valle de muchas bodegas” (vallis: valle; polys: muchas, y cellae: bodega).
El clima mediterráneo, junto con la cercanía del lago Di Garda y el mar Adriático, además de las corrientes frías provenientes de Los Alpes, han permitido que el cultivo de la vid y el vino producido con sus frutos hayan sobrevivido a decenas de generaciones. Las variedades de uva como la corvina, corvinone, rondinella y molinara son la base de sus míticos vinos Amarone.
La esencia de los vinos de la región es la uva corvina, de cuerpo medio y poseedora de una acidez natural alta; eso significa que al alcanzar su maduración, produce mayores cantidades de azúcar y más alcohol durante la fermentación.
La corvina contiene una baja cantidad de antocianos (polifenoles responsables de la coloración de los tintos), por lo que su color es menos intenso y sus notas, menos tánicas. Para equilibrarlo se realizan mezclas con otras uvas, como corvinone, rondinella, molinara y, en años recientes, la oseleta, la variedad autóctona veronesa que muchos enólogos rescatan para rendirle culto a la viticultura local.
Al hablar del Amarone, el vino estrella, es necesario mencionar al Recioto, el vino dulce de cuya producción se origina el Amarone, y que desde hace siglos es el emblema de la vinicultura veronesa.
El Recioto está elaborado en su mayoría con uva corvina que se somete a un proceso de deshidratación o apasimento, potenciando sus cualidades. Aunque hay métodos modernos para este proceso, algunos productores aún usan el tradicional que consiste en secar los racimos de las uvas en esteras de paja sobre los techos de las casas o bodegas en la región; algunas personas cuelgan en ganchos los racimos del techo, para lograr su ventilación y deshidratación total.
El apasimento puede tardar entre 60 y 200 días; y una vez completado, inicia el proceso de fermentación. El resultado: un vino dulce, de aromas a frutos secos y moras rojas frescas, intensos tonos rubí a la vista y un perfecto contraste entre dulzor y acidez.
A principios del siglo XX, algunos enólogos dejaron que una parte del mosto destinado a la elaboración del Recioto completara el proceso de fermentación, así permitieron que el total de azúcar se transformara en alcohol, resultando un vino más alcohólico, seco y amargo: el Amarone (extraamargo).
Luego lo refinaron con largos periodos de crianza en madera y botella, en los que adquiere una estructura y elegancia perfectas, ideales para la guarda. Muchos de los Amarone más finos se lanzan al mercado hasta cinco años después de la cosecha. Los elevados costos de producción y de guarda lo convierten en un vino bastante exclusivo.
Continuamos el viaje a través de colinas cubiertas de vides, de pequeños pueblos con casas de piedra, calles sinuosas y múltiples bodegas. En las cuestas a las afueras del pequeño pueblo de Fumane, hallamos alojamiento en Costa degli Ulivi, donde su propio viñedo abraza al hotel y restaurante.
Luciana Sboarina, la propietaria, nos recibe y nos platica sobre la finca. “Mi esposo Giorgio y yo buscamos hasta que encontramos el viñedo soñado”, dice mientras caminamos entre los racimos de uvas. Catamos varios de sus vinos maridados con platillos tradicionales del norte de Italia, al tiempo que el Sol camina lentamente sobre el viñedo y la luna llena se apodera del cielo.
Soave: degustar la denominación de origen
Conocido por sus clásicos vinos blancos, el pueblo amurallado de Soave tiene un irresistible encanto medieval, lo que lo hace un obligado de la región de Véneto, en la provincia de Verona.
El Castillo Scaligero, una de las principales atracciones de la región, fue construido en la Edad Media en el viejo territorio de una antigua fortaleza romana. Las murallas alrededor del centro histórico alcanzan una altura de 12 metros y poseen 24 torres que regalan una estética añeja y encantadora.
Las viñas de Soave se hallan a unos 250 metros de altitud, sobre laderas poco inclinadas y con un rico suelo de origen volcánico. La variedad principal es la garganega (blanca).
El soave clásico es un vino seco y delicioso, que presenta un color amarillo claro brillante, una acidez agradable y aromas afrutados delicados, con notas de almendra tostada.
Al llegar a San Pietro di Lavagno, conocemos a Paolo Meapace, quien tiene que ser el más entusiasta experto en vinos de la región. Él hace las veces de una enciclopedia viviente de vinos y gastronomía locales, y es el más encantador embajador de Soave.
En el pueblo de Ronca visitamos a Gildo Roncolato, cuya familia ha fabricado queso durante generaciones. En La Casara Roncolato se hacen más de 50 variedades de queso desde 1920, y la familia también prepara deliciosos embutidos.
Todo artesanal. Entre los quesos destaca el Monte Veronese, de sabor fragante con una textura cremosa y tintes color miel. Después del envejecimiento, su sabor se vuelve más estructurado, agudo e intenso.
Después de la quesería artesanal, nos dirigimos a Illasi, localizado en el Valle di Mezzane, en la intersección entre Valpolicella y Soave, donde reside uno de los verdaderos artistas en la creación de vino: Marco Mosconi, quien ostenta un audaz equilibrio entre la tradición y la experimentación libre y vanguardista. Al joven enólogo no parece importarle el desafío a las tradiciones, y es fiel a sus gustos y a potenciar las cualidades de la uvas.
Paolo, entusiasmado por nuestro encuentro con Marco, trae consigo varios vinos de Mosconi a la cena que preparamos bajo las estrellas en la elegante Villa de Winckels, en el pueblo de Tregnano.
A la mañana siguiente, conocemos el viñedo Tessari, donde la tercera generación: Cornelia Tessari —junto con sus hermanos Germano y Antonio— lleva la tradición de la mano al futuro, poniendo en alto el nombre de la región.
La garganega es la expresión más conmovedora de esa tierra. Los suelos volcánicos de las colinas son ricos en basalto y arcilla, dotando de mineralidad y aroma floral a la uva. Nuestro recorrido por Valpolicella y Soave culmina donde todo comenzó: en la trattoria Dalla Rosa Alda, donde nos despedimos de este terruño colmado de romanticismo y uvas inolvidables.
Información de viaje
Valpolicella es una zona vitícola de la provincia de Verona, en Italia, al este del lago Di Garda. El huso horario es GMT + 1. La moneda es el euro (1 EUR = 23.38 MXN).
Cómo llegar
KLM(klm.com) vuela a Verona desde Ciudad de México, vía Ámsterdam. En World Business Class de KLM puedes disfrutar un asiento que se convierte en cama. También hay comida gourmet y el tradicional regalo de la casita de cerámica Delft coleccionable, con auténtica ginebra holandesa. KLM ofrece este detalle único hace años; en la actualidad se brinda el diseño de casita número 99. Viaje redondo desde $800 USD, en clase turista.
Recursos
valpollicellaweb.com El portal oficial de promoción turística de Valpolicella cuenta con itinerarios, información e inspiración de viaje. stradadelvinosoave.com Página web con información en inglés e italiano sobre vino y viajes en la región de Soave.
Saber hacer
Tessari Con el terruño en Soave y el alma puesta en la uva garganega, los viñedos propiedad de la familia Tessari, por tercera generación, atraviesan las áreas vitivinícolas de Soave Classico, Valpolicella y Lessini Durello. El abuelo, Antonio Tessari, inició este camino en 1933. Conocer su bodega, guiados por Cornelia Tessari, es imperdible, así como su bed and breakfast. Via Fontana Nuova, 86. Monteforte d’Alpone. cantinatessari.com
Marco Mosconi Las historia a sorbos de un joven entusiasta por el arte de hacer vinos. Por tres generaciones, su familia se dedicó a la agricultura de los viñedos, pero no fue hasta 2006 que Marco comenzó a hacer su propio vino en la bodega. Su saber hacer se basa en las técnicas más sofisticadas y contemporáneas, en la intuición y sensibilidad que le otorga su carrera como músico en el Conservatorio y su respeto y cariño por cada una de las uvas del terruño. Via Paradiso, 5, Mormontea. marcomosconi.it
Ca Del Monte Pequeño viñedo familiar de 20 hectáreas, en el corazón de la parte rural de Valpolicella. Los hermanos Umberto y Guiseppe Zanconte administran la bodega. No está abierta al público. tedwardwines.com
Utilizamos cookies para asegurar la mejor experiencia en nuestro sitio web. Si continúas utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.AceptarAviso de privacidad