Descubre Glenfiddich Grand Yozakura, el whisky que florece en copa
La belleza del sakura —los cerezos en flor— alcanza su punto más poético al caer la noche. A esa tradición japonesa se le llama Yozakura, y es justo ahí, en esa mezcla de delicadeza y misterio, donde nace Glenfiddich Grand Yozakura. Un whisky de 29 años que rompe esquemas y redefine la categoría del single malt. Un líquido raro, preciso, hecho para paladares que entienden que lo extraordinario no se repite. Fotos: cortesía
Cuando Escocia mira a Japón

Glenfiddich es sinónimo de innovación. Pero con Glenfiddich Grand Yozakura, fue más allá: es el primer whisky escocés del mundo terminado en barricas de Awamori, mejor conocido como el destilado más antiguo de Japón, con más de 500 años de historia, y originario de Okinawa.
Después de envejecer 29 años en barricas que contuvieron bourbon, este single malt se finaliza en toneles de cerámica usados para Awamori, lo que le da un perfil aromático absolutamente único. Christiano Protti, Brand Ambassador de Glenfiddich, lo resume así: “Este trago no tiene comparación. No existe otro igual. Es el único single malt escocés que ha pasado por un final en Awamori Cask. Y lo hizo Glenfiddich porque es tradición, pero también innovación”.
¿El mejor whisky del mundo? Tal vez
Con solo 39 botellas disponibles en México —exclusivas de El Palacio de Hierro— y a un precio de $39,500 MXN, esta edición limitada se ha ganado ya un lugar entre los objetos de culto más codiciados por coleccionistas. No se trata solo de exclusividad sino de sabor, historia, riesgo y detalle; elementos que hacen de Glenfiddich Grand Yozakura, según muchos expertos, el mejor whisky del mundo en su categoría.
“Compra dos. Una para tu colección y otra para abrir en el momento más importante de tu vida. Porque esta botella está hecha para eso: para lo irrepetible”, dice Christiano Protti sin rodeos.

Notas de cata: entre flores, frutos y niebla
El Grand Yozakura no busca sorprender con estridencia, sino con elegancia. Tiene notas de fruta madura, toques florales, dulzor herbal y una suavidad etérea que recuerda a la guayaba rosada y pétalos de cerezo. Es un whisky para contemplar, como quien observa el cielo lleno de sakuras en la noche. No hay sensación de humo, solo capas de sabor que se despliegan lentamente en el paladar.
La presentación del Glenfiddich Grand Yozakura en México coincide con el Festival Gastronómico de Japón en El Palacio de Hierro, una experiencia que celebra la artesanía culinaria del país asiático. Este whisky, con su influencia japonesa, encuentra un diálogo perfecto con esa cocina: refinada, paciente, ritualista. “El maridaje entre el whisky Glenfiddich y la cultura japonesa no es coincidencia; ambos aplauden la belleza de lo sutil”, afirma Protti.
Glenfiddich Grand Yozakura no es un Glenfiddich más. Es una pieza de historia embotellada. Una flor que brota una sola vez, de noche, para quien sabe mirar. Para muchos, podría ser el mejor whisky del mundo, y con razones de sobra. Lo que está claro es que no es para cualquiera, y tal vez por eso tiene un valor único. Costo: $39,500 MXN en El Palacio de Hierro.
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