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Las variedades de los sabores nahuas que conforman su cocina – población ubicada en Morelos-, así como las curiosidades detrás de las palabras que usaban los sus antiguos habitantes para expresarse, fue un poco de lo que compartió Elena Mazzetto, investigadora de culturas mesoamericanas y egresada de L’Universite Ca’ Foscari, en una videoconferencia realizada el pasado 10 de agosto, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México.

Durante su ponencia aprendimos algunas de las palabras en náhuatl que se usaban para expresar sabores o aromas. Algunas en las que más se hizo énfasis fueron: Huelic – sabroso; ahuiyac – oloroso; tzopelic – dulce; neutic – meloso; xococ – ácido; chichic – amargo; poyec – salado; totonqui – caliente, y cecec – frío.

Asimismo, Mazzetto enfatizó la importancia de la antropología de los sentidos, y el estado del arte en el área mesoamericana, así como la lengua náhuatl y una categorización de los adjetivos para expresar aromas o sabores y la inclinación a consumir determinados tipos de alimentos.

Entre las fuentes que utilizó la investigadora Mazzetto están: la revista Arqueología Mexicana, que se especializa en la redacción de textos históricos y antropológicos; Historia de las cosas de la Nueva España de Bernandino de Sahagún, que es una fuente histórica indispensable para entender las costumbres de los antiguos habitantes de México. Además, del Gran Diccionario Náhuatl de la UNAM.

Cada cultura es selectiva con los sabores e ingredientes que utiliza en su cocina; como si de un filtro se tratara; está selección de alimentos facilita la creación de una cultura alimentaria. La importancia de esta investigación es el acercamiento a entender de mejor manera, el abanico de sabores de las civilizaciones prehispánicas.

Estos dulces abundan en ferias tradicionales, en Pueblos Mágicos y en nuestros recuerdos, considerados como dulces típicos mexicanos. Además, guardan en sus sabores tradiciones que van desde épocas prehispánicas hasta las célebres monjas en los conventos; por lo que estos dulces no sólo saben rico, también tienen historia. Aquí cinco dulces de invención mexicana que seguro alguno es de tus favoritos.

Guayaizote

Este es un dulce típico de Guerrero e Hidalgo, consiste en un dulce preparado a base de guayaba con flor de izote, una planta endémica de México que solo florece en primavera. Se prepara desflemando flores de izote en agua de cal, para después hervirlas en agua, mezcladas con guayabas en almíbar.

Alegría

Este dulce tuvo un alto sentido religioso en ceremonias y rituales, a veces se combinaba con sangre, por lo que los españoles prohibieron el dulce porque lo consideraban demoniaco. Aunque irónicamente, Martín de Valencia -misionero franciscano-, lo retomó mezclando miel con semillas de amaranto, y se nombró alegría porque los antiguos habitantes de México lo comieron nuevamente.

Cajeta

Su origen se le atribuye a Celaya, en esta ciudad existen muchas fábricas donde se produce cajeta y se distribuyen por todo el país, aunque no es el único lugar en México en donde se prepara. Originalmente este dulce se vendía en ferias y dulcerías regionales en cajitas de madera redondas u ovaladas llamadas cajetes, de donde tomó su nombre.

Chongos Zamoranos

Originarios de Zamora, de Hidalgo, Michoacán, se sabe que se comenzaron a preparar con calostro de vaca, que es la leche producida los primeros días después del parto, la cual cuaja naturalmente. Actualmente se preparan en diversas regiones de México, aunque ahora se producen con leche entera y cuajo en pastillas. Además, también cuenta con una leyenda que narra  al morderlos no se debe escuchar un rechinido, de lo contrario, están mal preparados.

Dulce de calabaza

Este dulce es importante en las festividades de Día de Muertos en México; en cada región de México se preparan de diferentes maneras y tienen varios nombres. Es una preparación hecha a base de calabaza de Castilla y la manera de montarse varía, porque puede presentarse con miel, casi seco, con la calabaza entera o en trozos.

No hay nada más delicioso que disfrutar de la gastronomía de diversas partes del mundo que con todo el ritual que implica hacerlo en su forma original. En el caso de la cocina oriental, no es lo mismo disfrutarlo con cubiertos convencionales que con los tan populares palillos. Esos que, a pesar de capturar pocas porciones, te deleitan con el exquisito sabor de ramen, sushi, okonomiyaki y demás platillos de esta cocina milenaria.

Pero, ¿sabes de dónde surgieron los palillos chinos? ¿Por qué se utilizan solo en los países orientales? ¿Sabes cuál es la manera correcta de utilizarlos? Panda Express nos ayudó a despejar estas dudas.

Los palillos fueron creados alrededor del siglo XIII en China

Con la intención de que su población no tomara la comida con las manos y así evitar enfermedades. Además, su facilidad de producción, bajo costo y disponibilidad hizo que este instrumento se popularizara en gran parte de la zona oriental. Sumado a su carga cultural, ya que los chinos tienen la creencia de que en el lugar donde se come no hay espacio para utensilios propios de una batalla, como lo es un cuchillo.

Al inicio eran utilizados en ceremonias y cambiaron hasta ser parte de lo cotidiano. Ahora, son utilizados por los cocineros de extremo oriente para cocinar, y varían del tamaño al que acostumbramos a ver en las mesas de restaurantes.

¿Con qué material se fabrican los palillos?

Los materiales con los que se fabrican son bambú, metal, huesos de marfil, madera o plástico. Dependiendo del país tienen particularidades, como los palillos chinos, largos de punta redondeada. Los japoneses, cortos de punta puntiaguda; o los coreanos de metal con extremo romo.

En cuanto a la forma correcta de utilizarlos, se sabe que estos deben de ser tomados con alguna de las manos. Debe ser utilizando el dedo gordo, índice y medio, sosteniendo el palillo de abajo estático. Mientras el palillo superior tiene libre movimiento para sostener la comida.

Sin embargo, como todo bien tiene su contra, los japoneses introdujeron los palillos desechables llamados warishabi, debido a que son muy prácticos e higiénicos. Sólo que los restaurantes abusaron y la cantidad de madera empleada para su fabricación es alarmante. Ya que se necesita 1.6 millones de metros cúbicos de madera de abedul y álamo, solo en China.

Los datos de la Asociación de Palillos de Heilongjiang, demuestran que el 60 por ciento de la producción de palillos en China, se exporta a los principales consumidores, como Japón, seguido de Corea y de Estados Unidos, aunque por otro lado, la industria de los palillos desechables genera 300 mil puestos de trabajo. ¿Bastante complicada la paradoja no lo crees?

Si te gusta saborear platillos chinos, japoneses, coreanos o taiwaneses, toma en cuenta que los palillos desechables pueden afectar al ambiente, por lo que te recomendamos comprar tu propio par de bambú o metal y los utilices todas las veces que quieras sin dañar al planeta.

“A donde fueres, haz lo que vieres”, es una de las grandes recomendaciones de etiqueta que las abuelas nos hacen para respetar las diversas costumbres en el mundo. En especial aquellas que suceden alrededor de la mesa. Comer con las manos, sorber, usar un tenedor o palillos, dar el primer bocado o incluso la forma de servir, dependiendo del país donde te encuentres el protocolo puede cambiar. Por eso, para que no te tomen por sorpresa y seas un viajero respetuoso, te dejamos aquí una pequeña guía útil de cómo debes comportarte a la hora de comer en cinco países.

Japón

Si alguna familia japonesa te invita a comer o estás en un restaurante clásico, la etiqueta será más rigurosa. Las costumbres dictan que la bebida siempre deberás servirla a alguien más, nunca a ti mismo; si quieres brindar la palabra apropiada es «kampai». En este país es normal hacer ruido al sorber los fideos que vienen en la sopa, comúnmente ramen. Ahora, en cuanto a los palillos: nunca debes de clavarlos en el arroz, ya que eso solo se realiza en rituales funerarios. Además, te sugerimos que elijas tu pieza de sashimi antes, para que no hurgues en la comida.

India

Comer con las manos es un hábito de los locales de este país, pero no te confundas, las reglas ahí continúan. Nunca debes usar la mano izquierda para comer pues denota suciedad, de hecho esa mano deberá reposar en la mesa o sobre tu regazo. Además, al llevar los alimentos a la boca no debes de meter tu mano ni dedos a la misma. Debes tomar en cuenta que para los indios la comida es sagrada y para disfrutarla es necesario usar cuatro sentidos: el gusto, el olfato, la vista y el tacto.

Países Islámicos

Una característica clave de estos países es que la religión del Islam está muy presente y sus leyes suelen ser severas. Por eso antes de comenzar a comer tienes que dar las gracias al dios Alá por los alimentos. Normalmente deberás tomar los alimentos de un plato que se encuentre al centro, elige los bocados que estén más cercanos a ti y no trates de “alcanzar” los que estén lejanos. Ya sea para comer o beber, deberás utilizar siempre la mano derecha. Tampoco comiences a comer sin que el anfitrión te invite a hacerlo. La mayoría de sus costumbres se pueden reducir a gratitud y paciencia.

Italia

La pasta es la reina de la gastronomía italiana, por eso si te sirven espagueti no deberás cortarlos, usa un tenedor para enrollarlos (puedes utilizar una cuchara para ayudarte) y evita sorber. El queso extra solo deberás emplearlo para aderezar cuando te lo sirven junto a tus platillos. Una cosa más, al finalizar la comida pide un expresso, es la mejor forma de cerrar la comilona. Eso sí, no pidas un capuchino, pues se cree que la leche influye negativamente en tu digestión.

Tailandia

En este país la cuchara será tu mejor aliada para llevarte los alimentos a la boca, en contraparte, no deberás usar el tenedor para llevarte la comida a la boca. Te recomendamos ser muy puntal y vestirte pulcramente para la comida. Asegúrate de dejar un bocado y no terminar toda tu comida, es una muestra de que el anfitrión fue generoso en las porciones que te sirvió.