Como cada año, el tercer domingo de mayo marca una celebración dulce y tentadora: el Día Mundial de la Repostería. Esta efeméride tiene el objetivo de rendir homenaje a la creatividad, habilidad y pasión de los reposteros, y es además ideal para explorar a profundidad el mundo de los postres y su importancia en la gastronomía a nivel mundial. Para celebrar, esta vez te contamos sobre tres restaurantes especializados en postres en Ciudad de México, rincones imperdibles que sí o sí endulzarán tus días. Fotos: Instagram.
¿Qué hace especiales a estos restaurantes?
Los restaurantes especializados en postres son auténticos templos de la dulzura, donde la creatividad se combina con técnicas excepcionales para lograr preparaciones originales que reflejan la dedicación y el ingenio de sus creadores.
Sorprende a mamá con un desayuno en la cama este Día de las Madres. Aquí te compartimos tres recetas deliciosas fáciles de preparar para que le hagas un regalo especial a la mujer más importante de tu vida. Fotos: Canva.
Consiente a mamá esté Día de las Madres con estas 3 recetas deliciosas
Desde waffles, pasando por una tostada de aguacate, hasta un smoothie de frutas, te damos estas sencillas recetas para que sorprendas a mamá en su día.
Waffles con frutos rojos y crema batida
Comenzamos este top 3 de recetas para preparar el Día de las Madres, con unos deliciosos waffles, que son una opción clásica para el desayuno que siempre gusta a todos. Para este Día de las Madres, puedes prepararlos con una masa casera y agregarles tus frutos rojos favoritos. Sirve con crema batida y un chorrito de miel para un toque aún más dulce.
Ingredientes:
1 taza de harina
2 cucharadas de azúcar
2 cucharaditas de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
1 taza de leche
1 huevo
2 cucharadas de mantequilla derretida
Frutos rojos al gusto
Crema batida
Miel
Preparación:
En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
En otro tazón, mezcla la leche, el huevo y la mantequilla derretida.
Vierte los ingredientes húmedos sobre los ingredientes secos y mezcla hasta que estén bien combinados.
Calienta una wafflera y engrasála con un poco de mantequilla.
Vierte la masa de waffle en la wafflera y cocina hasta que estén dorados y crujientes.
Sirve los waffles calientitos con tus frutos rojos favoritos, crema batida y miel.
La fusión de dos grandes del mundo de la panadería: el croissant y la galleta. Seguro ya escuchaste de esta creación que se ha vuelto sumamente viral en todas las redes sociales: el crookie. Aquí te decimos dónde probar los mejores crookies de la Ciudad de México.Fotos: Instagram.
¿Dónde probar los mejores crookies en CDMX?
El crookie es específicamente un croissant que lleva masa para galletas con chispas de chocolate en su interior. Y sobre su origen, la teoría más popular apunta a que se dio en una pequeña pastelería de París, la Maison Louvard. Sin más preámbulo, te contamos dónde probar los mejores crookies en CDMX.
Sr. Croissant
Comenzando por Sr. Croissant, este espacio que va más allá de una cafetería o panadería, donde experimentan con sabores, texturas y combinaciones, siempre utilizando la base del croissant como lienzo. Encontrarás desde los clásicos, pasando por fusiones saladas, y claro, el crookie recientemente se incorporó a su oferta gastronómica. Es la fusión entre el artículo más icónico de este lugar y una galleta con chispas de chocolate. Dónde: Av. Baja California 295-Local D, Hipódromo.srcroissant.com
Una bella orquídea da origen a la vainilla, un ingrediente invaluable que tiene un dulce aroma y delicado sabor. Pero esta planta no es de ornato, sino que es apreciada por su uso culinario. Así, se trata de la segunda especia más cara del mundo, solo después del azafrán. También es el sabor de helado más popular y la especia favorita en Rumania. Sigue leyendo y conoce todo sobre este elemento indispensable en la cocina. Texto: Clarissa Hyman y Aurora Yee / Estilismos de comida: Linda Tubby / Fotos de interiores: Adobe Stock; fotos de recetas y producción: Angela Dukes.
La vainilla como ingrediente
La más fragante de las especias tiene un aroma especial y distintivo, como podría esperarse de la descendencia de una orquídea trepadora originaria de los bosques tropicales de México. Su historia es antigua y desde tiempos prehispánicos se cultiva en la región totonaca del norte de Veracruz y Puebla, donde era nombrada xanath, que significa flor negra. Este mismo significado tenía en náhuatl, llamadatlilxóchitl, mientras que para los mayas era zizbic.
En aquella época se utilizaba como aromatizante para las bebidas de cacao y formaba parte esencial de los rituales. Luego, al ser compartida con los españoles, fue llevada al Viejo Mundo y con ello su uso se extendió globalmente, pero no fue sino hasta mediados del siglo XIX cuando su cultivo llegó a otras partes del globo terráqueo. Así, más allá de lo gastronómico, en la actualidad también se utiliza en la industria farmacéutica y en cosméticos.
Aunque su origen puede variar, el proceso de la obtención de la vainilla es similar en todos los casos de este ingrediente. Las vainas son largas, de entre 15 y 30 centímetros, y se colectan mientras están verdes y amarillas, sin un sabor a vainilla perceptible. Una vez cosechadas, se calientan antes de dejarlas fermentar por hasta cuatro semanas. La oxidación las vuelve marrón oscuro y adquieren una cobertura blanca de diminutos cristales. Largas y delgadas, las vainas parecidas a ramitas son pegajosas, cerosas y arrugadas. Por lo regular están atadas en manojos y se envasan en recipientes de hojalata en los que se pueden conservar durante mucho tiempo.
El complicado proceso de recolección y curado explica su alto costo. Una variedad especialmente apreciada es originaria de Tahití, y también se cultiva en Hawái, pero otra de mejor calidad procede de Madagascar, donde se la conoce como vainilla Bourbon. Mención aparte merece la de Papantla, que se produce en Veracruz, puesto que tiene denominación de origen protegida por su singularidad y calidad.
Características especiales
Entre los efectos positivos del aroma de vainilla natural está que es calmante, reduce el estrés y ayuda a aliviar la apnea del sueño. Otros beneficios incluyen propiedades antioxidantes, antisépticas, antiinflamatorias y neuroprotectoras. Puede resultar útil para reducir la ingesta de azúcar, ya que aporta a los alimentos un dulzor natural con muchas menos calorías. Además, es fuente de vitaminas B2 y B3, así como de calcio, potasio, sodio, zinc y magnesio.
Su presencia visible como pequeños puntitos en el helado o natillas asegura el uso de vainilla real, mientras que la alternativa es utilizar esencia o extracto. Estos pueden parecer similares, pero de ninguna manera son idénticos. Este último, que es más caro, se elabora remojando las vainas en una mezcla de agua y alcohol.
Los estándares para el extracto puro de vainilla varían según el país, y algunos permiten agregar pequeñas cantidades de edulcorantes, incluidos azúcar y jarabe de maíz, pero generalmente tiene un sabor más intenso que la esencia, que en comparación, es un producto más procesado, cuyo sabor deriva de la vainillina sintética y de los colorantes. Se elabora a partir de eugenol, que se emplea a menudo para saborizar mantequilla, margarina, helado, chocolate, bebidas y licores, pero es más cruda y menos sutil que el ingrediente genuino, proporcionando un sabor inferior a vainilla, con un aroma empalagoso y un regusto amargo.
Al comprar vainilla, revisa la etiqueta: cualquier cosa que contenga las palabras aromatizante o aromatizado será artificial. Como solución, puedes optar por hacer tu propia esencia: se debe remojar una vaina partida a la mitad en una botella pequeña de alcohol al 40%, como vodka, durante algunas semanas; la mayor parte del alcohol se evaporará al cocinar con el extracto. La pasta de vainilla es una forma más espesa de extracto que también contiene algunas semillas. Por lo general, incluye un espesante natural llamado goma tragacanto, y se puede usar como reemplazo del extracto cuando se desea el aspecto de las motas de la vaina.
Notas de sabor
Cada una de las vainas contiene miles de diminutas semillas negras que se pueden quitar con la punta de un cuchillo. Son estas las que se usan para dar sabor a platos dulces, y combinan bien con el chocolate.
La vainilla es un ingrediente que tiene un aroma rico, suave y perfumado, con un sabor puro, especiado y delicado con toques de regaliz, y es una de las especias “dulces” más exquisitas. La versión sintética tiene un aroma más intenso y un retrogusto desagradable. Dicho esto, incluso la mejor vainilla debe utilizarse con gran discreción.
Posiblemente sea la especia clave para los pasteleros del mundo, que usan las vainas enteras o partidas para dar sabor a cremas, natillas y helados. Combina con casi cualquier otro sabor y añade un perfume irresistible.
Algunas recetas famosas que requieren este ingrediente como primordial son las cremas pasteleras, bizcochos, verrines, malteadas, panna cottas y la crème brûlée. No hay que olvidar que también se puede utilizar en platos salados; se acompaña bien con mariscos, particularmente con langosta, vieiras y mejillones, y los cocineros aventureros pueden emplear su sutileza en sabores salados y poco comunes como glaseados para aves, mariscos y cerdo.
Consejos de cocina
Las vainas de calidad son costosas porque la producción requiere mucha mano de obra, pero se pueden conservar por mucho tiempo. Si se ponen en un frasco de azúcar, la impregnarán con su sabor, y las vainas usadas se pueden enjuagar, secar y luego colocar de nuevo en el azúcar para obtener su sabor de nuevo.
Añade una vaina al pochar fruta o colócala sobre la fruta antes de hornearla. O bien, úsala en una ensalada de frutas con especias, jugo de limón, anís estrellado, pimienta negra y cardamomo entero. También combina maravillosamente con bourbon y ron, dándole a los cocteles un toque delicioso.
Para la actriz Dominika Paleta, una apasionada por la nutrición con alma de cocinera, este es un elemento esencial para la preparación de alimentos balanceados, dado que aporta un gran perfume y sabor a los platos sin que esto se traduzca en un elevado costo calórico. De esta forma, diseñó un smoothie de coco, una ensalada de queso azul y vainilla, y un puré de camote con infusión de vainilla. Sea cual sea el uso que decidas adoptar, es un hecho que este ingrediente aportará a tu cocina un toque sofisticado y muy aromático.
Ahora que ya conoces todo sobre la vainilla como ingrediente en la cocina, pon manos a la obra y cocina algo delicioso:
20 de febrero de 2024
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Friands de almendra con helado y polvo de vainilla
Este es un postre equilibrado con un toque de vainilla de tres formas distintas, toma nota y sorprende a tus invitados con una receta deliciosa de friands de almendra.
Rendimiento: 8 porciones
Ingreidentes
Para el helado
2 vainas de vainilla, a la mitad
125 g de azúcar refinada
5 yemas de huevo (reservar las claras para los friands)
500 ml de leche entera
200 ml de crema para batir
Termómetro de cocina
Para los friands
100 g de mantequilla, más extra para engrasar
Azúcar refinada, para espolvorear
80 ml de miel
2 cdtas. de extracto de vainilla
1 vaina de vainilla, las semillas
170 g de almendras con piel, finamente molidas
85 g de harina de fuerza
5 claras de huevo
1 pizca de cremor tártaro (disponible en: soriana.com)
25 g de almendras con piel, troceadas
Polvo de vainilla, para decorar (ver receta)
Para el polvo de vainilla
2 vainas de vainilla, divididas a la mitad horizontalmente
Frasco con tapa
Procedimiento:
Para el helado, retirar las semillas de las vainas de vainilla con un cuchillo y reservar. Batir el azúcar y las yemas de huevo en un tazón, hasta obtener una consistencia cremosa. Verter la leche en una cacerola y añadir las semillas y las vainas de vainilla. Calentar justo por debajo del punto de ebullición; luego verter gradualmente la leche sobre la mezcla de yemas de huevo, revolviendo continuamente. Devolver a la cacerola y calentar a fuego bajo. Revolver con una cuchara de madera hasta que alcance una temperatura de 75 °C en un termómetro de cocina. No dejar que hierva.
Colocar la cacerola en un recipiente con agua fría para evitar que la crema se cocine más, dejar enfriar e infundir con el sabor de la vainilla. Retirar las vainas y secar sobre papel de cocina. Batir la crema con la natilla fría; luego transferir a un recipiente y congelar hasta que los bordes exteriores estén duros. Raspar los trozos congelados de natilla hacia el centro del recipiente, revolver y volver a congelar. Repetir el mismo proceso una vez más y congelar nuevamente hasta obtener una textura firme.
Partir la natilla congelada en trozos, transferir al tazón de un procesador de alimentos y batir para romper todos los cristales de hielo. Volver a congelar hasta que el helado esté firme. Alternativamente, procesar en una máquina para hacer helados según las instrucciones del fabricante y congelar.
Para los friands, engrasar ocho moldes ovalados de 100 mililitros (o de muffins) con mantequilla y espolvorear con azúcar; luego colocar en una charola para hornear. Precalentar el horno a 180 °C.
Derretir suavemente la mantequilla y la miel en una cacerola a fuego bajo. Añadir el extracto de vainilla y las semillas y dejar enfriar.
Mezclar las almendras molidas y la harina en un tazón. En otro tazón, batir las claras con el cremor tártaro con ayuda de una batidora eléctrica de mano, hasta que los batidores formen un patrón en la espuma. La textura no debe ser tan rígida como el merengue, pero tampoco debe quedar muy líquida. Añadir la mezcla de mantequilla ya fría al tazón con las almendras y la harina. Incorporar las claras, teniendo cuidado de no mezclar demasiado, ya que es necesario mantener el volumen. Usar esta mezcla para rellenar los moldes hasta 3/4 de altura; luego, esparcir encima las almendras troceadas y hornear por 20 minutos o hasta que la masa suba y esté dorada. Dejar enfriar durante unos 5 minutos antes de desmoldar.
Para el polvo de vainilla, precalentar el horno en la temperatura mínima y colocar las vainas en una charola para hornear. Secar las vainas en el horno durante aproximadamente 1 hora o 1 hora y media, hasta que estén crujientes. Moler en un molinillo de café o en un miniprocesador hasta obtener un polvo fino o un poco más grueso, si lo prefieres. Guardar en el frasco y usar para espolvorear helados o cualquier otro postre.
Servir los friands tibios o fríos con el helado y espolvoreados con una pizca de polvo de vainilla.
Maridaje F&T
Vino blanco, moscatel, España. Aromas florales y a fruta de hueso y tropicales como melocotón, albaricoque y piña; en boca es expresivo, armónico, fresco y frutal.
Sugerencia de la Sommelier Sandra Fernández: Juan Gil Moscatel.
Receta de brioche de vainilla, chocolate blanco y ciruela
En esta receta de brioche de vainilla, el chocolate blanco se derrite en la crema mientras se hornea, y las ciruelas suaves son un deleite entre las capas.
Rendimiento: 6 porciones
Ingredientes
Mantequilla, para engrasar
2 vainas de vainilla, divididas a la mitad
400 ml de leche entera
300 ml de crema para batir
1 cdta. de extracto de vainilla
4 huevos
75 ml de jarabe de maple
400 g de pan brioche, sin rebanar
90 g de ciruelas pasas sin hueso, en tercios
100 g de chocolate blanco, rebanado
Recipiente grande para hornear de 1.5 litros y 6 centímetros de profundidad
Procedimiento:
Engrasar el recipiente para hornear. Raspar las semillas de las vainas de vainilla con un cuchillo afilado y poner las vainas y las semillas en una cacerola junto con la leche y la crema para batir. Calentar suavemente, justo por debajo del punto de ebullición.
Agregar el extracto de vainilla y dejar enfriar por completo. En un recipiente grande, mezclar los huevos y el jarabe de maple, luego añadir la mezcla de leche fría, sin retirar las vainas.
Cortar el brioche en rebanadas de poco más de 1 centímetro de grosor. Con un cortador de 5 a 6 centímetros de diámetro, hacer suficientes círculos para que quepan sobre la superficie del brioche. Conservar los recortes. Usar la mitad de las rebanadas o recortes de brioche para hacer una capa en el fondo del recipiente para hornear.
Retirar las vainas de vainilla de la mezcla de leche y huevo, y reservar. Verter 1/3 del líquido sobre el pan que está en el recipiente. Colocar encima la mitad de las ciruelas y la mitad del chocolate blanco. Repetir esta capa una vez más; luego, finalizar con una capa de círculos de pan, bañados en la mezcla de leche y huevo, superponiéndolos un poco. Verter encima el resto de la mezcla y colocar las vainas de vainilla sobre el brioche. Refrigerar durante unos 20 minutos, mientras se calienta el horno a 180 °C.
Colocar el recipiente para hornear sobre otro recipiente hondo, verter agua caliente hasta la mitad de la altura y cocinar durante 40 minutos, hasta que el pan esté inflado y dorado. Retirar las vainas de vainilla antes de servir.
Maridaje F&T
Oporto, Tawny, Portugal. En nariz tiene dejos a fruta negra madura, pasa y dátiles; en boca es dulce. Sugerencia de la sommelier Sandra Fernández: 10 Tawny Port, Graham’s.
Arroz con leche de vainilla y coco con fruta pochada y obleas de vainilla
Una mezcla almibarada y placentera de frutas con arroz cremoso resultará deliciosa con esta receta de arroz con leche de vainilla y coco con fruta pochada y obleas de vainilla.
Rendimiento: 4 a 6 porciones
Para las obleas de vainilla
15 g de mantequilla, acremada
½ cdta. de polvo de vainilla
175 g de azúcar refinada
Para la fruta pochada
60 g de azúcar refinada
1 vaina de vainilla, a la mitad
5 ciruelas, sin hueso, partidas a la mitad
3 nectarinas, sin hueso y en cuartos
125 g de zarzamoras
Para el arroz con leche
30 g de mantequilla con sal, más un poco para engrasar
75 g de azúcar de palma de coco
1 vaina de vainilla, las semillas
120 g de arroz
800 ml de leche de coco
500 ml de crema de coco
Refractario hondo de 1.5 litros o usar de 4 a 6 recipientes individuales para hornear
Procedimiento:
Para las obleas de vainilla, forrar una charola grande con una hoja de papel de aluminio de 35 centímetros. Mezclar la mantequilla y el polvo de vainilla en un tazón y reservar. Poner el azúcar en una cacerola mediana con 3 cdas. de agua caliente; luego calentar a fuego bajo para disolver el azúcar. Aumentar el fuego y hervir suavemente hasta obtener un color ámbar claro. Retirar del fuego y añadir la mezcla de mantequilla y vainilla. Verter inmediatamente sobre el papel aluminio y extender con una espátula. Dejar enfriar. Una vez fría, retirar del papel aluminio, partir en obleas del tamaño que prefieras y guardar en un recipiente hermético entre hojas de papel encerado hasta por 1 mes.
Para la fruta pochada, poner el azúcar en una cacerola lo suficientemente grande como para contener toda la fruta. Retirar las semillas de la vaina de vainilla con un cuchillo; luego añadir la vaina y las semillas y 400 mililitros de agua a la cacerola. Calentar hasta que el azúcar se disuelva, y dejar que hierva a fuego bajo. Colocar dentro las ciruelas, seguidas de las nectarinas.
Tan pronto como el líquido vuelva a hervir a fuego bajo, agregar las zarzamoras. Quitar del fuego y enseguida retirar con cuidado la fruta del líquido de cocción, dejando el líquido en el fuego. Transferir la fruta a un recipiente; dejar enfriar y transferir al refrigerador.
Hervir el líquido de cocción y cocinar a fuego bajo para reducir y obtener un almíbar. Verter en un recipiente, retirar la vaina de vainilla y dejar que el almíbar se enfríe por completo. Precalentar el horno a 160 °C.
Para el arroz con leche, engrasar con mantequilla los moldes individuales y colocar sobre una charola para hornear. Mezclar el azúcar con la vainilla, rompiendo los grumos de semillas.
Poner el arroz en un recipiente grande, añadir el azúcar y agregar la leche y la crema de coco. Transferir a los recipientes individuales; asegurarse de servir una cantidad uniforme de líquido y arroz. Agregar la mantequilla salada encima. Hornear durante 45 minutos.
Cuando el arroz esté cocido y dorado, decorar con obleas de vainilla y servir con fruta bañada en su propio almíbar.
Maridaje F&T
Vino blanco, rosa del Perú, Guanajuato. Aromas florales especiados y avainillados, con toques de frutos secos; en boca tiene gusto untuoso.
Sugerencia de la sommelier Sandra Fernández: Mistela, Tres Raíces.
Para hacer esta receta de fudge de vainilla por excelencia, Linda Tubby recurrió al método de su abuela: simple y delicioso. ¡Pon manos a la obra!
Rendimiento: 25 piezas
Ingredientes
200 ml de leche entera
450 g de azúcar refinada o azúcar morena (ver nota)
110 g de mantequilla con sal, más extra para engrasar
½lata de 397 g de leche condensada azucarada
2 vainas de vainilla, las semillas
1 pizca de hojuelas de sal de mar (disponible en wildfork.mx)
1 cdta. de extracto de vainilla
Molde cuadrado de 16 centímetros
Procedimiento:
Forrar el molde con una hoja de papel de aluminio de doble espesor, lo suficientemente ancha como para extenderse por los lados unos 5 centímetros. Colocar un cuadrado de papel encerado o papel vegetal sobre el fondo del molde.
Poner la leche, el azúcar y la mantequilla en una cacerola de base pesada con capacidad de 2.5 litros y calentar a fuego muy bajo por 20 minutos. Cuando la mezcla esté suave y apenas comience a burbujear, añadir la leche condensada y las semillas de vainilla. Aumentar ligeramente el fuego y dejar burbujear suavemente durante otros 20 minutos, revolviendo cada pocos minutos y fluctuando el fuego según sea necesario. Poco a poco, se empezarán a formar piezas cristalinas más oscuras, por lo que es importante mezclarlas con las burbujas para que nada se pegue al fondo de la cacerola. Calentar de 8 a 10 minutos más, revolviendo hasta que espese. Retirar del fuego y deja reposar la mezcla durante 5 minutos.
Engrasar un molde para hornear de 12.5 x 12.5 x 4 centímetros de profundidad. Con ayuda de una batidora eléctrica, batir la mezcla anterior de leche en la cacerola durante unos 8 minutos, hasta que esté espesa y esponjosa. Verter en el molde preparado y dejar reposar por 10 minutos; luego cortar en 25 cuadrados. Dejar enfriar y refrigerar para que cuaje durante toda la noche. Retirar del molde y cortar los cuadrados marcados. Guardar en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 semanas.
Para congelar, envolver bien en papel encerado, luego en papel aluminio y guardar en un recipiente con tapa hermética o en una bolsa para congelador (para garantizar que no entre humedad dentro del envoltorio) hasta por 3 meses. Para descongelar, sacar la bolsa o recipiente del congelador y transferir al refrigerador por unas horas.
NOTA: Para usar toda la lata de leche condensada, hacer 2 tandas, usando azúcar refinada para una y azúcar morena para la otra, lo que aporta un color un poco más oscuro. Puedes congelar cualquier dulce sobrante; será un gran regalo.
Maridaje F&T
Té chai, París. Aromas concentrados y especiados; en boca, la mezcla de cardamomo, canela, jengibre, anís, laurel y clavo se hace presente.
Sugerencia de la sommelier Sandra Fernández: Kashmir Tchaï, Kusmi Tea.
Aquel 6 de marzo de 1985, cuando Tere Cazolavendió sus primeros pays a sus amigas, no imaginó que ese pequeño emprendimiento motivado, principalmente, para ayudar a la economía familiar, se convertiría en toda una leyenda, pues con sus, ahora, más de 100 productos de alta reposteríaconquistó los corazones de México, porque el postre y más los de ella, van directo al corazón. Platicamos con ella y nos reveló algunos momentos y secretos que marcaron su historia. ¡Te contamos! Fotos: Cortesía.
Tere Cazola, de mamá y maestra a famosa repostera
1. Se casó a los 16 años y ya estando casada y con cuatro hijos descubrió su pasión por la repostería, aunque creció entre fogones, ya que a su madre y abuela les encantaba cocinar, solo que ella encontró el mismo entusiasmo que sus antecesoras, pero en el lado dulce.
2. Antes de comercializar sus famosos pays, solía llegar a cumpleaños y reuniones con un pay familiar para compartir. De hecho, los elogios de sus hijos, familia y amigos fueron un motor clave cuando decidió lanzarse a la aventura de venderlos.
3. La idea de vender sus pays salió de una plática matutina con sus amigas el 5 de marzo de 1985. Al día siguiente, con una inversión de solo 250 pesos, hizo en la cocina de su casa sus primeros pays para comercializarlos y los vendió todos.
4. Los pays con los que incursionó, hace casi 39 años, eran de queso y manzana de tamaño individual. Por cierto, esa fue la primera vez que Tere Cazola los preparó de ese tamaño.
5. Las recomendaciones de boca en boca y los comentarios de sus clientes, la impulsaron a buscar lugares donde pudieran ofrecer sus pays. Así, con charola en mano, comenzó a ofrecerlos en diferentes negocios del centro de Mérida, muchos de esos establecimientos ya contaban con popularidad en la ciudad.
Tere Cazola: La reina de la repostería
6. La primera vez que le hicieron un pedido del pastel de fudge, aunque lo había preparado muchas veces, pues era uno de los favoritos de sus hijos, nunca lo transportaba, así que lo empacó y lo llevó a entregar, pero cuando lo sacó de la cajuela del auto estaba completamente chorreado. No sabía que debía refrigerarlo por lo menos dos horas para que el pan absorbiera el jarabe con el que se baña.
7. A los seis meses de que comenzó su negocio, decidió dejar su plaza federal de maestra para entregarse de lleno a la repostería y así pasar de sus ya famosos pays de diferentes frutas, a pasteles, bolitas de queso, roscas y una gran variedad de productos.
8. Su incursión en los brownies fue algo forzada, ya que una cliente le preguntó si sabía hacerlos, Tere Cazola les respondió con un contundente sí, pero en realidad no sabía, así que, sin pensarlo mucho, buscó la receta y le dio su toque. Desde entonces están incluidos en su repertorio de postres y son considerados los mejores brownies de Mérida.
9. Su crecimiento fuera de Yucatán se dio por casualidad. Primero, cuando su hijo se fue a vivir a Villahermosa, Tabasco, y le propone abrir un punto de venta allá. Dos años después, su hija se casa y se muda a Cancún y, también deciden llegar a ese mercado y luego, su hermano, se va a Campeche y entonces las creaciones de Tere Cazola comienzan a conquistar a los campechanos.
10. Las redes sociales hicieron que volteara a ver a la Ciudad de México. En una ocasión, una de sus nietas le comentó que en las redes hablaban mucho de los productos de Tere Cazola y que los capitalinos querían que llegaran a la ciudad. Entonces, comenzó distribuyendo los dulces productos de Tere Cazola por Uber eats y los enviaban diariamente por avión desde Mérida, pero la demanda fue tanta que requirió abrir espacios. Con su nueva sucursal en la colonia Roma Norte, ya cuenta con ocho espacios en la capital del país y más de 100 puntos de venta localizados, principalmente, en el sureste mexicano.
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