Ensalada de berenjena a la parrilla, granos de trigo y queso feta con aderezo de granada

 

Prepara esta rica ensalada de berenjena a la parrilla, granos de trigo y queso feta con aderezo de granada y disfrútala en un día de campo.

 

Porciones: 6 porciones

Ingredientes:

  • 200 g de granos de trigo
  • 2 berenjenas medianas, rebanadas finamente
  • 75 ml de aceite de oliva
  • ½ cebolla morada, rebanada
  • 2 jitomates medianos, picados en trozos grandes
  • 75 g de cerezas ácidas deshidratadas
  • 200 g de queso feta, desmoronado
  • 1 puñado de menta fresca
  • 1 puñado de hojas de cilantro

 

Para el aderezo de granada

  • 2 cdas. de jugo de granada
  • 4 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cdtas. de jarabe de granada

 

Procedimiento:

  1. Lavar los granos de trigo y colocar en una cacerola con agua fría. Añadir una pizca de sal y dejar hervir. Cocinar a fuego bajo, sin tapar, de 25 a 30 minutos, o hasta que los granos estén tiernos pero firmes. Escurrir y enjuagar con agua fría. Escurrir y transferir a un tazón.
  2. Untar las rebanadas de berenjena con aceite y asar por tres o cuatro minutos de cada lado. Transferir a un tazón grande y dejar enfriar.
  3. Verter agua hirviendo sobre la cebolla y dejar reposar durante 20 minutos; escurrir y secar.
  4. En un recipiente, mezclar todos los ingredientes para el aderezo de granada. Sazonar al gusto.
  5. Añadir los granos de trigo, la cebolla, el jitomate, las cerezas y el queso feta a las berenjenas. Esparcir algunas hojas de cilantro y de menta; mezclar bien. Servir con aderezo de granada.

 

Maridaje Food and Travel:

Champaña rosada, seca, buena acidez, burbuja fina y constante, notas de frutos rojos, cítricos y bollería, retrogusto largo y amable.

Sugerencia: Taittinger Prestige Rosé

Tarta de queso ricotta y parmesano con ensalada de pimientos asados

 

Saborea esta exquisita tarta de queso ricotta y parmesano con ensalada de pimientos asados en un día soleado para ir de picnic.

 

Porciones: 8 porciones

Ingredientes:

  • 280 g de pasta quebrada laminada y lista para usar (conseguir en panaderías o pastelerías)
  • 400 g de queso ricotta
  • 3 huevos batidos
  • 150 ml de crema batida
  • 75 g de queso parmesano recién rallado
  • 3 pimientos grandes (rojo, amarillo y naranja)
  • 200 g de jitomates cherry, partidos a la mitad
  • 2 cdtas. de vinagre de vino blanco
  • ½ cdta. de azúcar
  • 4 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • Hojas de albahaca
  • Sal y pimienta, al gusto
  • 1 molde para tarta de 23 cm de diámetro

 

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 200°C y colocar adentro una charola para hornear. Forrar el molde con la pasta quebrada. Pinchar la base con un tenedor y refrigerar durante 20 minutos.
  2. Forrar la superficie de la masa con papel encerado y colocar sobre la charola que se encuentra en el horno; cocinar por 10 minutos.
  3. Retirar el papel y volver a hornear durante otros 10 o 12 minutos, hasta que la masa esté crujiente y dorada. Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
  4. Para el relleno, en un tazón batir el queso ricotta, los huevos, la crema batida y un poco de sal y pimienta. Agregar el queso parmesano.
  5. Verter la mezcla al molde. Hornear por
  6. 25 minutos o hasta que el centro esté firme y ligeramente dorado. Retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.
  7. Aumentar la temperatura del horno a 220°C. Colocar los pimientos en una charola y rostizar por 45 minutos, dando vuelta dos veces hasta que estén un poco carbonizados y suaves. Transferir a un recipiente y dejar enfriar.
  8. Pelar y retirar las semillas de los pimientos sobre un recipiente para obtener sus jugos. Cortar los pimientos en tiras, colocar en un tazón junto con sus jugos y agregar los jitomates cherry.
  9. Mezclar el vinagre, azúcar y el aceite; sazonar con sal y pimienta, y a continuación revolver junto con los pimientos.
  10. Para servir, colocar la ensalada de pimientos asados encima de la tarta y decorar con hojas de albahaca.

 

Maridaje Food and Travel:

Vino tinto italiano, aromas de cereza silvestre, taninos suavez, buena acidez, persistencia afrutada, retrogusto largo.

Sugerencia: Spezieri Toscana IGT, Col D’Orcia

Tartas de queso de cabra con moras azules y lavanda

 

Si estás planeando salir de día de campo prepara estas tartas de queso de cabra con moras azules y lavanda, ideales para disfrutar entre la naturaleza.

 

Porciones: 6 porciones

Ingredientes:

  • 175 g de galletas de jengibre o especias
  • Nueces variadas, trituradas
  • 75 g de mantequilla, derretida
  • 225 g de queso de cabra
  • 100 ml de miel clara
  • La ralladura y el jugo de un limón
  • 300 ml de crema batida
  • 200 g de moras azules
  • 4 cdtas. de azúcar
  • 2 cdtas. de flores de lavanda comestibles (opcional)
  • 6 moldes para tarta de 10 cm de diámetro

 

Procedimiento:

  1. Colocar las galletas en un procesador de alimentos y triturar hasta moler finamente. Añadir la mantequilla derretida y revolver hasta mezclar de manera uniforme.
  2. Distribuir esta mezcla en los moldes para tarta, presionando firmemente sobre la base y a los costados para formar una base homogénea. Refrigerar durante 15 minutos.
  3. Mezclar el queso de cabra, la miel, la ralladura y el jugo de limón hasta obtener una pasta cremosa y suave. Refrigerar hasta utilizar.
  4. En una cacerola, calentar a fuego bajo las moras azules, el azúcar y las flores de lavanda hasta que la fruta comience a abrirse. Retirar las moras y colocar en un tazón.
  5. Subir el fuego y dejar reducir los jugos durante 2 o 3 minutos, hasta obtener un almíbar. Verter sobre las moras y dejar enfriar.
  6. Justo antes de partir al pícnic, dividir el relleno entre los moldes para tarta.
  7. Antes de servir, verter encima una cucharada de la mezcla de moras y adornar con flores de lavanda al gusto.

 

Maridaje Food and Travel:

Vino tinto fortificado, buena estructura y acidez, taninos sutiles, notas de frutos negros, especias y madera suave.

Sugerencia: Real Companhia Velha Royal Oporto 10 Años

 

Dani García, gastronomía andaluza

Durante Madrid Fusión, este cocinero andaluz con dos estrellas Michelin afirmó que sus restaurantes reflejan su esencia, lo que fue, lo que es y lo que seguirá siendo, cuenta Cecilia Núñez

 

El sabor como protagonista

Soy del sur de España, donde impera una cocina tradicional. Mantenemos esa línea y la unimos a la vanguardia, a la técnica, a la filosofía y al concepto, pero sin perder el sabor. Para nosotros lo fundamental son los sabores: que sean muy reconocibles. En ese caso, seguimos siendo fieles a lo que hemos sido siempre.

 

El brillo de Marbella

En una población sumamente pequeña de 100 mil personas —aunque en verano se multiplique por tres, gracias al turismo— es una barbaridad que haya cuatro restaurantes con estrellas Michelin: tres con una y nosotros con dos.

Así que podemos inferir que a nivel de alta cocina estamos muy bien cubiertos, pero a nivel de tradición también, con todos esos chiringuitos en la playa que tienen mucha fuerza en España, y también en el mundo.

 

Chef Dani García

 

Narrar un cuento

Ofrecemos una carta llena de juegos y contrastes con los sabores tradicionales y vanguardistas de la gastronomía andaluza. BiBo es mi esencia, lo que he sido, soy y espero seguir siendo. Tomo las cosas de mi tierra siempre como base, y lo que he ido aprendiendo en los rincones del mundo que he visitado. Mi carácter es lúdico y también es disciplinado, y creo que eso se refleja en los platillos.

 

Lo esencial es invisible al ojo

Un menú no solo son los platillos; también el servicio, la atmósfera, la amenidad de las recetas y la historia que cuentas. Ahora, servimos un menú basado en El principito, donde dejamos saber que el sabor es invisible al ojo: es vital dentro del mundo gastronómico ese punto gustativo.

 

Inspiración en casa

La mayor inspiración en nuestros platillos es Andalucía, pero también viajamos mucho, y eso hace que conozcamos más ingredientes y nuevos sabores que añadimos a nuestro recetario, pero, sobre todo, los usamos para potenciar lo nuestro.

 

Chef Dani García

 

Andalucía para devorarse

Me gusta mucho la forma de comer en Andalucía: esa manera de tapear, ir de bar en bar, comiendo en barras… Eso es muy andaluz y muy sevillano. En Sevilla es obligatorio ir a probar los embutidos y el pescado frito que, aunque no le llegue el mar, es algo típico.

 

El mundo para saborear

He ido a muchísimos lados, pero podría mencionar México, Perú y Japón: son tres países que me motivan, que tienen mucho que aportar y que creo que son los que más han influido en todos los sentidos en cualquier cocina. El mundo es grande y, en ese sentido, hay miles de destinos impresionantes que disfruto visitar en un recorrido gastronómico, pero Tokio y Nueva York son dos ciudades a las que me gusta ir cada año.

Roles de pistache y frambuesa

 

La palabra roulade significa enrollado, y se refiere a un método, no a un tipo de masa o sabor específico. Puede prepararse con otras frutas de temporada o con las que más te gusten. Es un lienzo en blanco para que puedas experimentar con tus sabores favoritos. Recetas y fotos tomadas del libro The French Baker de Jean Michel Raynaud. Fotos: Steve Brown.

 

Porciones: 15 porciones

Ingredientes:

  • 1 kg de masa de croissant fría (comprar hecha en una panadería)
  • 300 g de crema de pistache (ver receta)
  • 300 g de frambuesas congeladas
  • 2 huevos, batidos ligeramente
  • con una pizca de sal
  • Pistaches, sin cascarilla y sin sal, picados finamente, para decorar (opcional)
  • Frambuesas frescas o liofilizadas, picadas finamente, para decorar (opcional)

 

Procedimiento:

  1. Con un rodillo, extender la masa en una superficie ligeramente enharinada hasta formar un rectángulo de 25 x 50 centímetros; espolvorear con harina extra cuando sea necesario para asegurar que la masa no se pegue a la superficie. Si no se logra un rectángulo perfecto con el rodillo, utilizar las manos para estirar la masa.
  2. Cubrir dos charolas para hornear con papel encerado y reservar.
  3. Antes de empezar a cortar la masa, levantar ligeramente con las manos para permitir que el gluten se relaje y evitar que los roles se encojan para que no pierdan su forma durante el proceso de corte.
  4. Extender la crema de pistache sobre toda la masa, hasta los bordes, y espolvorear las frambuesas congeladas de manera uniforme sobre la crema.
  5. Enrrollar de manera uniforme a lo ancho, hasta obtener un rollo compacto. Cortar la pieza en rodajas para obtener piezas de tres o cuatro centímetros de espesor.
  6. Colocar en las charolas forradas, dejando un espacio de 10 centímetros entre cada pieza. Cubrir los roles con un paño limpio y húmedo; dejar reposar en un lugar cálido por dos horas o hasta que dupliquen su tamaño.
  7. Precalentar el horno a 180ºC. Para comprobar si los roles están listos para hornear, presionar ligeramente con el dedo índice: la masa debe sentirse suave pero elástica a la vez; si no regresa a su forma original, dejar reposar unos minutos más y repetir el proceso.
  8. Untar la superficie de cada rol con una cantidad generosa de mezcla de huevo, y hornear en el estante inferior del horno por 25 minutos o hasta que las bases estén doradas.
  9. Si la superficie se dora muy rápido, sobreponer un trozo de papel aluminio encima de los roles y continuar la cocción hasta que estén listos.
  10. Retirar del horno y transferir a una rejilla. Dejar enfriar por 20 minutos. Espolvorear con pistaches y frambuesas antes de servir.

 

Maridaje Food and Travel:

Champaña rosada, seca, frutal y elegante, fresca en boca, aromas de fresas, cerezas, ciruela roja y grosella, notas de bollería, minerales y semillas.

Sugerencia: Ruinart Rosé Brut

 

Haz que tus postres luzcan como salidos de una vitrina parisina con estas recetas del reconocido chef pastelero Jean Michel Raynaud, para crear estas irresistibles obras de arte que enamoran al primer bocado.

Siempre existe una ocasión perfecta para dejarse llevar por el delicioso y reconfortante arte de la repostería. Cuando era niño, cada año en el día de San Miguel visitaba la mejor pastelería de Marsella, donde me permitían comer tantas tartas y pasteles como quisiera. Ahí comenzó mi pasión por la repostería y aprendí el oficio. Entonces, me di cuenta de que lo verdaderamente importante era lograr que algo tan complejo como mis tartas de crème brûlée de lavanda, parecieran algo muy sencillo.

Mi familia nunca fue muy entusiasta en el tema de la cocina. Algo extraño en un típico francés, lo sé. Sin embargo, recuerdo que siempre me han gustado las cosas dulces, en especial por lo que representan. La pastelería está íntimamente relacionada con cada momento feliz en mi vida. El olor de los croissants horneándose es suficiente para traerme un grato recuerdo de las mañanas de sábado junto a mi familia. Aquí te presento algunas recetas para que los recuerdos estén siempre en la mesa. Recetas y fotos tomadas del libro The French Baker de Jean Michel Raynaud. Fotos: Steve Brown.

Recetas

Tarta de peras

Tarta de ganache de chocolate

Roles de pistache y frambuesa

Buñuelos

Creme Brulee

Tartas de crème brûlée de lavanda

 

Este postre es más parecido a una natilla que a un flan, y se requiere un poco más de cuidado durante el proceso de cocción. Para hacerle justicia a esta tarta, necesitarás un soplete de cocina y así lograr un terminado crujiente y caramelizado uniforme. Recetas y fotos tomadas del libro The French Baker de Jean Michel Raynaud. Fotos: Steve Brown.

 

Porciones: 12 porciones

Ingredientes:

  • 8 yemas de huevo
  • 200 g de azúcar refinada
  • 250 ml de leche entera
  • 250 ml de crema para batir
  • 2 vainas de vainilla, partidas a la mitad a lo largo, raspar las semillas
  • 900 g de pasta quebrada (ver receta)
  • Esencia de lavanda para repostería, al gusto
  • Flores de lavanda, para decorar (opcional)
  • Soplete de cocina
  • 12 moldes para tartas de 7.5 cm de diámetro

 

Procedimiento:

  1. En una cacerola, colocar la leche, la crema, las semillas y las vainas de vainilla; dejar hervir. Retirar la cacerola del fuego.
  2. Colocar las yemas de huevo en un recipiente resistente al calor; agregar la mitad del azúcar y batir hasta combinar.
  3. Sin dejar de batir, verter poco a poco la crema caliente sobre la mezcla de huevo. Colar la mezcla con un colador de malla fina. Dejar enfriar y devolver las vainas de vainilla a la mezcla. Refrigerar por dos horas.
  4. Extender la pasta sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un espesor de cuatro milímetros. Espolvorear con un poco de harina extra para evitar que la pasta se pegue a la superficie. Utilizar un cortador redondo de 12 centímetros y cortar
  5. 12 círculos de pasta. Forrar los moldes cubriendo perfectamente la base y las paredes; acomodar en una charola para hornear y refrigerar por otros 30 minutos.
  6. Precalentar el horno a 180ºC. Forrar cada molde con papel aluminio, asegurándose de que toda la pasta quede cubierta; encima colocar arroz o frijoles crudos. Hornear las bases de tarta por 20 minutos o hasta que la base esté dorada. Retirar el aluminio y los granos crudos, y dejar reposar las bases hasta que se enfríen.
  7. Reducir la temperatura del horno a 90ºC. Retirar la crema del refrigerador y desechar las vainas de vainilla. Añadir unas gotas de esencia de lavanda al gusto y mezclar perfectamente (tener cuidado con la cantidad, ya que las esencias son muy concentradas y pueden opacar al resto de los sabores).
  8. Acomodar las bases de tarta en una charola para hornear. Verter el relleno de crema en las bases de tarta, cuidando de no rellenar demasiado para evitar derrames. Hornear por 30 o 40 minutos, o hasta que el relleno esté ligeramente cuajado. Retirar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente. Refrigerar las tartas por tres horas.
  9. Sacar las tartas del refrigerador 15 minutos antes de servir, y espolvorear el azúcar restante de manera uniforme. Flamear el azúcar con el soplete de cocina hasta caramelizar.
  10. Decorar con las flores de lavanda y servir.

 

Maridaje Food and Travel:

Champaña semidulce, aromas de frutos secos, orejones, manzana caramelizada, nuez, almendras, notas minerales y de levaduras, fresco en boca, burbuja fina y elegante, retrogusto largo.

Sugerencia: Veuve Cliquot Demi-Sec

 

 

 

Entre Medellín y Roma con Jean Michel Lorain

Para conocer los sabores de un país, hay que acudir a sus mercados. Ese sitio lleno de colores e ingredientes donde los habitantes realizan sus compras y se relacionan con los comerciantes, incluso creando lazos íntimos. Food and Travel acompañó a Jean Michel Lorain, chef francés del restaurante La Côte de Saint Jacques que brilla con dos estrellas Michelin; en su recorrido a dos mercados emblemáticos de la Colonia Roma.

Jean Michel, chef originario de la región francesa de la Borgoña, caminó entre los laberintos de sabores del Mercado Medellín y del Mercado Roma. Comenzamos presentándole al chef  la base alimentaria mexicana: el maíz.

Justo enfrente del Mercado Medellín se encuentra una tortillería tradicional, donde se realiza, desde el proceso de nixtamalización y molienda, hasta la creación de la tortilla. Ahí observamos el ritmo constante de ocho trabajadores del maíz. Todos esperábamos probar el aroma que flotaba en el aire. Fue el chef Jean Michel Lorain el primero en darle una mordida al clásico taco de tortilla con sal.

 

Jean Michel Lorain

 

Los colores encendidos del Mercado de Medellín ya estaban ejerciendo su fuerza de atracción, así que comenzamos a recorrerlo sin prisa y con tiempo para que el chef descubriera cada ingrediente local. Jean Michel Lorain, me cuenta que el platillo que más le sorprendió fue el mole, por lo nuevo y extraño que le parecía.

Pero otro  ingrediente que logró también seducirlo, fue el que más comemos los mexicanos: el chile. Jean Michel se dejó llevar por su curiosidad y definió el aroma de cada uno de los chiles que se le presentaba; el chile pasilla le pareció “sweet”, el chile mulato  “smokey” y el chile morita le recordó al pasilla pero un poco más “spicy”.

 

Jean Michel Lorain

 

Debido al interés del chef sobre el mole y su preparación, degustamos las pastas de tres de sus tipos: oaxaqueño, almendradito y pipián rojo. Los sabores entre uno y otro fueron tan diferentes que fue necesario preguntar sobre cómo experimentar con la pasta original para modificarla y llegar a una receta propia.

Caminábamos entre los pasillos del mercado, mientras nos explicaban que muchos de los comerciantes son familias y generaciones que han estado ahí toda la vida, por eso existen personas famosas entre ellos, como El yucateco, dueño de un establecimiento cuyos productos son del sureste mexicano.

Ahí encontramos el achiote y las salsas de habanero. Para mi sorpresa, Jean Michel Lorain se animó a probar la salsa y la definió como picante pero tolerable. Además, los chapulines le causaron tal sorpresa, que regresamos sobre nuestros pasos para que se llevara algunos hasta Borgoña.

 

Jean Michel Lorain

 

Al adentrarnos más, llegamos a un área esotérica, donde el chef se emocionó al encontrar el ajo negro que usó esa misma noche como ingrediente en su isla de caviar,  el primer tiempo que sirvió para la cena en la embajada francesa en el marco de Good France, evento organizado para promover la región de Borgoña en Francia.

Como última parada en el Mercado Medellín, fuimos a Cremería Lupita un local que vende productos lácteos, ahí nos dieron a probar cuatro diferentes quesos: el Chihuahua, Oaxaca, Cotija y de Chiapas. Siendo los primeros dos los favoritos de la mayoría, incluyendo al chef, quien comenzó a preguntar en qué se usaban principalmente.

 

Jean Michel Lorain

 

De ahí, nos fuimos a la faceta más contemporánea del concepto de mercado, el Mercado Roma, ubicado en la calle de Querétaro 225. La diferencia entre ambos espacios, uno tradicional y el otro vanguardista, fue una de las primeras cosas que el chef notó, sin embargó mencionó que los pasillos angostos le parecían una constante.

Ahí  empezamos con un pozole con maíz de Pátzcuaro y carne de puerco, al que prefirió sin limón; continuamos con la clásica torta de milanesa y una de bacalao, acompañada de agua mineral y un licor de chiles secos.

Las grandes mesas de madera del Mercado Roma fue donde disfrutamos de los últimos momentos en los que el chef agradeció por el recorrido y el acercamiento a los productos mexicanos. Nos dijo que la próxima vez sería nuestro turno de conocer la Borgoña, y le tomaremos la palabra

Pasta fregula con salsa picada de betabel, espinacas, pollo y queso feta

 

Prepara esta innovadora receta de pasta fregula con salsa picada de betabel, espinacas, pollo y queso feta. Aquí te decimos cómo.

 

Porciones: 2-4 porciones

Ingredientes:

La pasta fregula es originaria de Cerdeña; se trata de bolitas de pasta de semolina tostadas con un sabor anuezado. Puedes utilizar cuscús gigante sin tostar o maftoul.

  • 2 pechugas grandes de pollo, con piel
  • 1 cda. de aceite de oliva

 

Para la salsa picada de betabel

  • 1 betabel golden, cocido, en cubos pequeños
  • 1 betabel rojo, cocido, en cubos pequeños
  • 2½ cdas. de piñones tostados
  • 1½ cdas. de alcaparras
  • 1 chile rojo grande, sin semillas, picado finamente
  • 1 diente de ajo grande, machacado con un poco de sal hasta obtener una pasta
  • 3 hojas de salvia, picadas finamente
  • 3 cdas. de perejil de hoja lisa, picadas
  • 75 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 limón partido en cuatro, para servir

 

Para la pasta fregula

  • 100 g de pasta fregula
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • La ralladura y el jugo de un limón
  • 100 g de hojas de espinaca baby

 

Procedimiento:

  1. Para la salsa, mezclar todos los ingredientes en un recipiente y verter el aceite de oliva. Reservar.
  2. Para el pollo, precalentar el horno a 200ºC. Colocar una de las pechugas entre dos hojas de papel encerado y aplanar hasta obtener 1.5 centímetros de grosor; repetir con la otra.
  3. Frotar las pechugas con aceite y sazonar. En una sartén, cocinarlas con la piel tocando la sartén, durante tres minutos a fuego medio. Dar la vuelta y cocinar por un minuto más.
  4. Transferir las pechugas a una charola cubierta con papel para hornear con la piel hacia arriba. Cocinar durante ocho minutos. Retirar del horno y dejar reposar otros ocho minutos.
  5. En una cacerola, colocar la pasta fregula con una cucharada de aceite de oliva; calentar a fuego medio y revolver durante dos minutos. Añadir 300 mililitros de agua fría con una pizca de sal, y cocinar por cinco minutos más o hasta que el agua se haya absorbido casi por completo. Añadir 100 mililitros más de agua, el jugo de limón y la ralladura; tapar y cocinar a fuego bajo por 10 minutos o hasta que la pasta esté cocida. Añadir otra cucharada de aceite y las espinacas, tapar y dejar cocinar por un par de minutos. Mantener caliente.
  6. Picar el pollo en trozos más o menos pequeños y servir junto con la pasta fregula, la salsa picada de betabel y los limones a un lado para exprimir sobre la salsa.

 

Maridaje Food and Travel:

Vino tinto argentino, complejo, aromas de frutos rojos, flores, especias y minerales, gran frescura, taninos sedosos y elegantes.

Sugerencia: Chacra Cincuenta y Cinco Pinot Noir