Entre el Atlántico y el Río de la Plata, Elsa Navarrete saboreó Uruguay a través de un recorrido que la llevó de la vibrante Montevideo a las playas más deseadas de Punta del Este, en un viaje marcado por el famoso asado, vinos de uva tannat y otros deleites. Fotos: Leonardo Correa del Ministerio de Turismo y Elsa Navarrete.

Entre los dos colosos de Sudamérica, Argentina y Brasil, Uruguay marcha a su propio ritmo, con calma y confianza. La mayoría de sus tres millones de habitantes se muestran satisfechos por los logros sociales y económicos, entre ellos, 99% de alfabetización y bajos índices de pobreza e indigencia. Se trata de una de las sociedades más progresistas del continente. Y este contexto próspero es uno de los tantos encantos del segundo país más pequeño de América del Sur.

Parece que Uruguay compensa su tamaño con un ritmo de vida apacible y gente hospitalaria. Las personas lo visitan con la convicción de encontrar un verdadero remanso de paz. Con esta misma idea en la mente, viajo hacia el Cono Sur donde se encuentra esta tierra, que además de ser un refugio de prosperidad, le ofrece al viajero inagotables paisajes naturales (a pocos kilómetros de distancia uno de otro), interesantes expresiones culturales y una gastronomía donde la carne y el vino son los reyes. Ésta es la crónica de un recorrido  –desde su capital, Montevideo, hasta las playas de Punta del Este– para saborear la esencia relajada de la que tanto se habla.

Uruguay

De gusto carnívoro

Es sábado, a mediodía, y estoy en el lugar correcto en el momento idóneo. Si hay un ícono gastronómico en Montevideo, ése es el Mercado del Puerto. Entre risas, trovadores y los choques de las copas, cruzo la puerta hacia esta estructura de hierro que data de 1868. Enseguida, mis sentidos se inundan de los aromas suculentos que surgen de las parrillas. Pese a su apariencia turística, es uno de los lugares preferidos de los montevideanos, y no me cuesta imaginar por qué.

Antiguamente funcionaba como mercado de abasto para las embarcaciones que atracaban en la bahía, pero actualmente es un animado complejo que abraza a más de una docena de pequeños restaurantes. ¿La especialidad de todos ellos? A pesar de tener excelentes mariscos y pescados, los comensales vienen en busca del emblema nacional: el asado uruguayo.

Comienzo, como debe ser, acomodándome en la barra de Roldós para probar el trago que le dio fama. En una copa me sirven, mitad de vino blanco seco y mitad de vino espumoso. El llamado medio y medio es perfecto para terminar de abrir el apetito. Ahora sí, desfilo por los estrechos pasillos empedrados para decidirme por Cabaña Verónica. Tomo asiento y ordeno mi primer corte de carne: un asado de tira. Tras el primer bocado, surge ese placer que generan los alimentos auténticos: cuando lo que comes se conecta contigo y hasta te sensibiliza. Qué sabor, qué suavidad… es en lo único que puedo pensar.

Montevideo

Aquí la ganadería es un arte y un estilo de vida, con 400 años de tradición. Basta saber que Uruguay no solo es uno de los principales productores de carne del mundo, sino también el país que más la consume, con 98 kilos per capita por año, y que hay cuatro vacas por cada uruguayo.

“Lo único que se desperdicia es el mugido”, dice el parrillero, orgulloso de ser carnívoro. “Respetamos el sacrificio del animal usando toda su carne, desde la nariz hasta la cola”, prosigue mientras le da la vuelta a los lomos, bifes, mollejas y tripas, entre otras piezas. Además de preocuparse por no desperdiciar, me cuenta que crían al ganado con buenas prácticas: pasa sus días a cielo abierto, en condiciones naturales, con un clima templado, en tierras fértiles y con gran abundancia de agua.

El arte del asado no solo es poner la carne al fuego, sino saber utilizar todo el animal. Y eso exige verdadero conocimiento. Por esta razón, el Instituto Nacional de Carnes (inac) creó Mi Museo Interactivo como instrumento educativo para la divulgación del sector cárnico. Me dirijo al barrio llamado Ciudad Vieja, donde se ubica este nuevo espacio lúdico que se visita en su totalidad con lentes 3D. Tras un recorrido por las salas, los visitantes reconocen el papel de este alimento en su vida cotidiana, ya sea desde la vivencia local y la identidad nacional, o desde el exterior, descubriendo sus bondades y su entorno cultural.

“Y, ¿cuál es el secreto?”, le pregunto a Beatriz Luna, coordinadora del museo, recordando el sabor de aquel pedazo de carne. “Cada animal tiene disponible para sí una superficie de pasturas equivalente a dos canchas de futbol, y está prohibido por ley el uso de hormonas y antibióticos”. Uruguay es el único país que ha diseñado un sistema electrónico de información y de trazabilidad para rastrear los animales desde su origen hasta que la carne llega al refrigerador. “Quién es el criador, dónde fue criado, qué comió… La inversión en tecnología va en un sentido: brindar productos de excelente calidad, con gran sabor y poder nutricional”, comenta Beatriz, cuyo discurso también radica en: “Eres lo que comes, lo que comió y cómo vivió tu alimento”.

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Capital de vibrante nostalgia

El día se ilumina con los primeros rayos del Sol en Uruguay, y es buen momento para iniciar un paseo en la Ciudad Vieja, un barrio renovado que funciona como punto de partida. Hace unas décadas, Montevideo no aparecía en el radar de los viajeros. Pero esto ha cambiado, es visible y sorprende para los que se deciden recorrerla y disfrutarla. Es una urbe vibrante, que si bien evoca una ciudad europea, le da vida al carnaval más largo del mundo.

“Éstas son las corrientes que cubrieron la ciudad en las distintas épocas”, anuncia Carlos García, nuestro guía, mientras señala los edificios de estilo colonial español, neoclásico, neogótico y moderno que se hallan alrededor de la Plaza Independencia; muchos de ellos recién restaurados.

Ahí, entre esas maravillas arquitectónicas del casco antiguo, observo la Puerta de la Ciudadela: el único recuerdo de aquella ciudad que algun día estuvo protegida por murallas de piedra.

Dejándome llevar por la multitud de la gente, camino por la calle peatonal Sarandí, flanqueada por boutiques, restaurantes, galerías, bares y puestos de cuero. Me detengo en la librería Más Puro Verso, alojada en un edificio art noveau de 1917. Su enorme vitral, escalinata de mármol y un ascensor antiguo llaman mi atención. Abierta desde 2008, se ha convertido en un favorito de propios y extraños que llegan en busca de un buen libro y un café, ya que cuenta con un pequeño restaurante en el primer nivel.

Uruaguay

Otra joya es el Teatro Solís que, con una fachada neoclásica, ha sido testigo de la historia del país. Considerada como la máxima obra desde 1830, hoy en día es un teatro de lujo que resplandeció como nunca en 2013 al ser Montevideo, por segunda vez, Capital Iberoamericana de la Cultura. Después de fotografiar a este bello coliseo, sigo mi camino para perderme entre las alegres plazas, como Matriz, y seguir curioseando.

No muy lejos de ahí, descubro el Café Brasileiro, el más antiguo de la ciudad desde 1877. La atmósfera lo es casi todo, exhala un aire bohemio reforzado por detalles art noveau. Y no podría ser de otra forma, si era frecuentada por grandes escritores uruguayos como Eduardo Galeano y Mario Benedetti, quien fuera uno de sus clientes más asiduos. Evocando a esas épocas donde “había tiempo para perder el tiempo”, ordeno un café y el famoso chivito uruguayo, que es una especie de sándwich redondo al que se le agrega, además de carne: lechuga, jitomate, pimiento, huevo cocido, jamón, tocino y queso mozzarella. No voy a mentir, es un alimento abundante, pero de un sabor reconfortante. Sentada al lado de la ventana, solo disfruto el momento.

En la tranquilidad de una tarde de verano austral, me dirijo a lo que los uruguayos llaman mar de cariño. Pero no lo es, se trata del Río de la Plata, que rodea la ciudad de punta a punta. Los locales disfrutan de su vista a través de una rambla (una suerte de malecón) de 30 kilómetros de largo, en la cual hay parques, canchas de futbol y voleibol de arena, playas, un puerto y un bello letrero que reluce el nombre de la capital uruguaya.

Entre acordes interpretados por músicos, aromas frescos que emanan del agua y el atardecer sobre el horizonte, las parejas y los amigos acompañan sus charlas o su libro con toda una tradición, un ritual: tomar mate. En este rincón del mundo al que se ha bautizado como rioplatense, Argentina y Uruguay no solo comparten el afluente, sino también el amor por esta bebida de yerba mate. Aunque también Paraguay y Brasil la beben, Uruguay es el máximo consumidor. Como bien lo dijo el antropólogo uruguayo Daniel Vidart, y para entender mejor el papel del elemento más antiguo de esta cultura: “Tras el ademán litúrgico de preparar y tomar mate hay una concepción del mundo y de la vida… El mate empareja las clases sociales”.

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Información de viaje

Con costas sobre el océano Atlántico y el Río de la Plata, Uruguay cuenta con un clima templado subtropical. Las temperaturas en verano oscilan entre 21°C y 28°C, de diciembre a marzo, mientras que las invernales, de junio a septiembre, van de 6°C a 17°C. La moneda es el peso uruguayo (1 MXN = 1.70 UYU) y el huso horario es GMT-3.

Cómo llegar

LAN (lan.com) vuela de la Ciudad de México a Montevideo con escala. Vuelo redondo desde $800 USD.

Recursos

Ministerio de Turismo (uruguaynatural.com) proporciona información práctica de hospedaje, actividades y eventos.

No te lo pierdas

Casapueblo En Punta Ballenas, el taller del artista Carlos Páez Vilaró es ahora un museo que coexiste con una galería, un hotel y un restaurante. La construcción te transportará hasta Santorini, mientras que la ceremonia del Sol al atardecer es un obligado. carlospaezvilaro.com.uy

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Dónde quedarse

Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa Ubicado en el exclusivo barrio de Carrasco de Uruguay, este recinto de belleza palaciega, además de resguardar una impresionante historia desde 1921, cuenta con 116 habitaciones con vista al Río de la Plata, el restaurante 1921 que conjuga cocina francesa y lo local, y un gran spa. Habitación doble desde $280 USD. sofitel.com

The Grand Hotel Este nuevo y sofisticado hotel, ubicado frente a la playa, es una gran opción para hospedarse en Punta del Este. En un ambiente moderno, ofrece 120 amplias habitaciones, servicio en la playa, piscina interna y externa, spa, una sala de cine y un restaurante mediterráneo. Habitación doble desde $230 USD. puntagrand.com

Estancia Vik José Ignacio Abierto de noviembre a mayo, este hotel boutique de lujo te permite vivir la experiencia de una estancia tradicional. Desde las 12 habitaciones, intervenidas por artistas, se obtiene una magnífica postal que incluye campo, un arroyo y la laguna. Además de relajarte, podrás montar a caballo, andar en bicicleta, navegar en kayak y jugar polo. También conoce sus hoteles hermanos en José Ignacio: Playa Vik y Bahía Vik. Habitación doble desde $550 USD. vikretreats.com

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Dónde comer

Sacramento Con 15 años de experiencia, se trata de uno de los favoritos del barrio Punta Carretas. El chef ejecutivo Sebastián Marcos sirve un entrecot con salsa de vino tannat de antología. sacramento.com.uy

Mercado del Puerto En él predomina la parrilla y en ella, las mejores carnes de la capital. Comienza con un medio y medio y elige un corte; los más populares: asado de tira, churrasco y bife. Claro, todo acompañado de un vino tannat. mercadodelpuerto.com

Jacinto Abierto desde hace cuatro años, este restaurante jovial y en tendencia, liderado por la chef Lucía Soria, se aloja en la Ciudad Vieja. Sirve cocina de autor, con influencias italianas y españolas, y cuenta con panadería. jacinto.com.uy

Bodega Garzón Ubicado en lo alto del cañón con una gran vista, el nuevo restaurante de la bodega recrea platos tradicionales con productos de temporada, acompañados de sus vinos y aceites de oliva. bodegagarzon.com

Bodegas Juanicó Recorre sus viñedos, bodega, antiguas edificaciones de piedra y cava subterránea. Luego, pasa al comedor y disfruta de su menú maridaje que comprende cinco de sus vinos, tabla de quesos y fiambres, degustación de aceite de oliva y tres tiempos. juanico.com

 Checa el artículo completo en nuestra edición impresa de marzo o en su versión digital. 

Más allá de su son, historia y playas, Veracruz es una de las regiones cafetaleras más importantes del país. A través de la Ruta del Café, conoce, siente y saborea sublimes granos de altura para percibir la magia y los paisajes que los envuelven.

¿Qué hay detrás de una taza de café? Además de generar placer por sus propiedades organolépticas, activarte y beneficiar al organismo, su producción es un arte que todo cafetero de corazón debe experimentar.

Recorre la zona montañosa de Veracruz en busca de los aromas y sabores que provee un buen café. La Ruta del Café te ofrece ser parte del proceso –desde colaborar en la pizca hasta tostar los granos–, además de aprender a catarlo, deleitarte con productos derivados y adquirir curiosas artesanías hechas con este grano. Por supuesto, la comida regional y el arte popular coronarán esta experiencia sensorial.

Ruta del Café Veracruz

Entre parajes frondosos, llegarás hasta las haciendas cafetaleras como la de Guadalupe, en Amatlán de los Reyes, en donde se cree que fue plantada la primera mata del aromático grano en este país, o al Beneficio de San Bartolo, una pequeña comunidad cobijada por verdes montañas con tan solo 72 habitantes.

Adéntrate al mundo del café, o como mejor lo llaman los poetas, “el néctar negro de los sueños blancos”, producto de consumo que actualmente es el más comercializado del mundo, superado solo por el petróleo.

Día 1 Placer a la taza

La primera parada de esta ruta aromática en Veracruz es el recientemente nombrado Pueblo Mágico de Orizaba. Un paseo de ocho minutos arriba de su teleférico –el tercero más largo y el segundo más alto de México–, te colocará en la cima del histórico Cerro del Borrego, que brinda una bella panorámica.

Las ruinas de un antiguo fuerte y su pequeño museo dan cuenta de la batalla que se realizó ahí entre el Ejército Mexicano y el francés en 1862. Al bajar, el Palacio de Hierro, catalogado como uno de los máximos exponentes de art nouveau en el país, te espera para contarte la historia que hay detrás de su estructura metálica. Diseñado por el ingeniero francés Gustave Eiffel, fue traído en 1891 desde Europa en diversos bloques de hierro para ser ensamblados ahí mismo e inaugurarse en 1894 como Palacio Municipal; actualmente es un museo.

Veracruz

Tras recorrer este peculiar y bello edificio es tiempo de ir directo al grano. De Orizaba te trasladarás a Córdoba, lugar por donde se introdujo el café al país en 1796, procedente de Cuba. El primer sorbo a esta bebida la darás en la cafetería Calufe, una empresa familiar con más de 30 años de historia que te adentrará al mundo del café a través de una sesión con vistosos procedimientos, que ocupan instrumentos parecidos a los de un laboratorio para preparar infusiones y tratar de recuperar la mayor cantidad de sabores y propiedades del grano.

Día 2 Paraíso cafetalero

Te dirigirás hacia la región de las Altas Montañas, específicamente a San Bartolo, una comunidad de tan solo 72 personas. Son 22 familias en total dedicadas al cultivo, cosecha y transformación del café, cuyo cultivo tarda de cuatro a cinco años en generar su fruto. Los habitantes de Veracruz te contarán el proceso mientras caminas entre los cafetales; notarás que cada pizcador recolecta la llamada cereza de manera manual, una por una. Después, se despulpa y pasa al secado, que tarda cinco días, hasta obtener el café pergamino, que contiene solo 12% de humedad y se puede guardar seco durante semanas sin deterioro de su calidad. El recorrido finalizará con una taza de café humeante y unas galletitas de café y mantequilla que previamente habrás preparado.

Ruta del Café Veracruz

Al caer la tarde, en Amatlán de los Reyes explorarás la Hacienda de Guadalupe que data del año 1600 y que actualmente tiene 60 hectáreas que resguardan cultivos de mango, plátano y café, entre otros. Se dice que aquí fue plantada la primera mata del aromático grano en México, proveniente de las semillas que introdujo el entonces dueño, el español Juan Antonio de Guevara en 1796, traídas desde Cuba.

A través de un tour guiado por la hacienda, que además es un punto clave en la historia de la esclavitud en México, conocerás los plantíos y sus procedimientos, así como las variedades de granos. Una tertulia con bocadillos, café y el sonar del piano enmarcará esta experiencia que, sorbo a sorbo, te hará disfrutar más este brebaje.

Día 3 Experiencia de altura

Para cerrar esta ruta en Veracruz, alístate para subir muy temprano al Pico de Orizaba, la elevación más alta del país con 5,747 metros sobre el nivel del mar… Pero no te asustes, lo harás a bordo de una camioneta. Empaca un termo con café y no olvides una bolsa de dulces. Recorrerás parte de la sierra de Veracruz, pasando por las comunidades de Coscomatepec y Cacahuatepec, mientras subes para llegar al volcán.

Veracruz

Te encontrarás con muchos niños que salen de sus casas al pie de la carretera para gritar: ¡dulces! Los alpinistas suelen llevar y de regreso regalan algunos. Con esta hermosa postal del Pico de Orizaba, las caritas felices de los niños al recibir dulces y el fascinante café veracruzano, cerrarás esta aventura aromática que hará que el café se convierta en un ritual, más que una rutina, por la mañana.

Imperdibles en Veracruz

Portal de Zevallos Escenario de la firma de los Tratados de Córdoba en 1821 que marcaron el inicio de la Independencia. Actualmente alberga cafés y restaurantes en sus arquerías.

Museo Tatsugoro Se localiza en el municipio Fortín, a 30 minutos de Córdoba. Es el primer museo bonsái en México y Latinoamérica, con más de 1,000 pequeños árboles de hasta 500 años. tatsugoro.com

Cafetería Calufe Fundada en 1986 en el centro de Córdoba, ofrece café y productos derivados, como licores, galletas, dulces, gomitas, natillas, crema y panes de café.

A la carta

Café

  • El Patio de la Abuela Cerca de la catedral de Córdoba, este lugar se especializa en comida tradicional, como los triángulos orientales de pollo y atún, las tostadas de pata, el jocoque y el champurrado.
  • Crepas y Carnes Los 30s Desde 1983 es una tradición comer ahí. Su especialidad son las crepas dulces y saladas, y cuentan con una terraza al aire libre.
  • El Balcón de Zevallos
    Si se te antoja comer cortes de carne en Córdoba, este es el sitio ideal. Acompaña tu parrillada con pasta y disfruta de la vista de la catedral y del Palacio Municipal.
  • El Mesón de la Jaiba Loca Localizado en Córdoba, ofrece una gran variedad de comida del mar. Los favoritos: el consomé de jaiba y los camarones a las brasas.

Parque Cerro del Borrego

Hazlo realidad 

Totonal Viajes brinda experiencias de viajes sustentables por México donde la naturaleza y la cultura son los protagonistas. Realiza Sabores y cultura en la Sierra del Café durante tres días desde $2,690 por persona. El precio incluye: dos noches de hospedaje, desayunos americanos, visitas guiadas, cena especial en balcón con vista panorámica, taller gastronómico con cooperativa rural, cata de café, entradas a sitios mencionados y transportación interna durante itinerario. Teléfonos: (222) 888 5627 o (229) 900 6887. totonal.com

Ideales para preparar tartas, guisos y sopas, estas hortalizas coloridas son uno de los alimentos más saludables del mundo, dicen Clarissa Hyman y Juan Pablo Montes.

Adiós a la kale, ¡hola a las acelgas! El año pasado las hojas rizadas tuvieron su momento de esplendor y su influencia en las alacenas de muchas personas, pero ahora la situación ha cambiado. Hoy te tenemos una selección de hojas y tallos tecnicolor que lucirán increíbles en tus platos. Estas plantas son conocidas en el mundo botánico como Beta vulgaris cicla var. flavescens, y sus orígenes se remontan a los Jardines Colgantes de Babilonia.

La mayoría de la gente alguna vez dijo la frase: “No me gustan las espinacas, a pesar de que nunca las he tenido que probar”, y varios más deben admitir que pensaron lo mismo la primera vez que comieron acelgas. Llenas de vitaminas, minerales, fibra dietética y proteínas, probablemente sean la súper hortaliza del 2016, y le quiten a la kale el puesto que se ganó en tu corazón el año pasado.

El sabor toma por sorpresa la primera vez: complejo y terroso, y a la vez sedoso y refinado. Los tallos, cocinados por separado como los espárragos, son delicados y distintivos. El hecho de que las acelgas sean una fuente inagotable de nutrición y uno de los alimentos más saludables del mundo, es un bono extra.

Las acelgas podrían recordarte a la remolacha azucarera y al betabel, pero poseen hojas grandes y tallos carnosos, en lugar de raíces en forma de bulbos con mucha sustancia. Se les conoce por varios nombres, tales como hojas de betabel, betabel blanco, espinaca de betabel y acelgas.

Se han encontrado escritos que hablan  de esta planta desde Mesopotamia, aunque son muchos más frecuentes las menciones en el mundo árabe, donde se utilizaba para preparar tajines, platillos con arroz y rellenos.

Aunque también la usaban como planta medicinal. La colocasia es un plato egipcio que se cocina tradicionalmente con acelgas, ajo y cilantro fresco.

En algunas preparaciones romanas y medievales, eran consideradas un ingrediente esencial, y todavía es parte de muchas recetas mediterráneas y griegas, ya que era una planta que se encontraba a la orilla del mar. Son la base imprescindible para preparar la popular tarta provenzal, tourte aux blettes. La receta mantiene el toque medieval en su mezcla de hojas de acelga, pasas, manzanas, piñones, limón y queso. Una vieja receta de Auvernia, en Francia, llamada le pounti, es un budín
de acelgas con jamón, al que también se le pueden agregar ciruelas y pasas.

De acuerdo con el chef Ricardo Muñoz Zurita y El pequeño Larousse de la gastronomía mexicana, las hojas comestibles que se encuentran en México son grandes, ovaladas, de color verde oscuro y con nervaduras blancas. Sin embargo, también puedes obtenerlas en otras tonalidades, que van desde el fucsia, el verde jade hasta el marfil pálido.

Su temporada de cultivo es todo el año, e incluso cuando las hojas hayan sido cortadas, la planta puede regenerarse y continuar produciendo brotes sanos. Las acelgas mixtas, conocidas como acelgas arcoíris, poseen una gran gama de colores. En la cocina, las de color rojo brillante, rosa y tallos amarillos, lucen espectaculares. Las acelgas ruibarbo tienen hojas verdes y tallos de color rojo, mientras que las acelgas rubí tienen hojas y tallos color rojo.

Las hojas jóvenes también se pueden utilizar para preparar ensaladas; al igual que las espinacas, son ideales para cocinarlas con aceite de sabor y especias. De hecho, las espinacas son un buen punto de referencia para saber cómo preparar acelgas, para utilizarlas en tartas, guisos, sopas, pastas y como envoltura en platillos como los dolmades griegos. Sus compañeros naturales son el huevo, los tomates, las lentejas, el aceite de oliva, el limón y las especias, así como todo tipo de quesos. En México se añade a las sopas con verduras y diversos guisados con carne de cerdo o pollo.

El cocinero irlandés Denis Cotter ideó una receta de berenjenas rellenas de acelgas y piñones y salsa de pimiento asado. Aunque, como él dice, si las acelgas son lo suficientemente grandes, puedes saltear los tallos aparte con un poco de aceite de oliva y vino blanco, hasta que estén suaves y suculentos.

Piensa en las acelgas como un betabel con mejor actitud, cuyas hojas brillantes y suaves tallos de colores son tan bellos como lo es una obra de arte. Sin duda, éste podría ser el comienzo de una nueva historia de amor, si deseas serle infiel a la kale este año.

NotaSabias

 Ya que la acelga posee menos ácido oxálico que las espinacas, su contenido de nutrientes es absorbido más fácilmente por el cuerpo. Aun así es recomendable hervirlas para remover lo más posible este ácido, que dificulta la absorción de los nutrientes.

Se mantienen un poco mejor que las espinacas, pero lo más recomendable es cocinarlas máximo dos días después de haberlas comprado, ya que los tallos comienzan a endurecerse y las hojas pierden su dulzura.

La palabra acelga proviene del vocablo árabe al-silq, que significa cardo o betabel verde.

Entre otras cosas, las acelgas contienen dos carotenoides. En algunos estudios se indica que pueden ayudar a proteger contra los problemas de visión.

Recetas

Tofu frito y marinado con acelgas arcoíris y hongos

Migas de acelgas arcoíris, gorgonzola dolce y piñones

Lentajas con acelgas y jitomates

 

Albóndigas asiáticas

Tofu frito y marinado con acelgas arcoíris y hongos

 

Toma nota de esta deliciosa receta de tofu frito y marinado con acelgas arcoíris y hongos, te encantará.

 

Porciones: 4 porciones

Ingredientes:

  • 270 g de tofu firme
  • 250 g de acelgas arcoíris
  • 3 cdas. de aceite de girasol
  • 2 dientes de ajo, rebanados finamente
  • 175 g de hongos japoneses (shiitake, shimeji y enoki)
  • ½ ramo de cebollas de Cambray, rebanadas finamente en diagonal
  • 6 tallos de cebollín, picados

 

Para la marinada

  • 3 cdas. de salsa de ostras
  • 3 cdas. de salsa de soya ligera
  • 1 pizca de azúcar
  • 1 cda. de aceite de ajonjolí

 

Procedimiento:

  1. Colocar el tofu en un plato, cubrir con plástico autoadherible y colocar algo pesado encima para hacer presión. Equilibrar el plato de manera que los líquidos escurran por un solo lado del recipiente. Dejar escurrir así por
  2. 3 horas. Escurrir el tofu y cortar el bloque en 20 piezas.
  3. Mientras tanto, separar las hojas de los tallos de las acelgas. Cortar las hojas en tiras de 4 centímetros y los tallos en piezas de
  4. 2 centímetros. Reservar.
  5. Mezclar los ingredientes de la marinada en un plato grande y reservar.
  6. Calentar un wok y añadir dos cucharadas de aceite. Freír el tofu (por partes) hasta que esté dorado. Sumergir estas piezas en la marinada y dejar reposar por 20 minutos.
  7. Limpiar el wok con papel de cocina y calentar a fuego medio. Añadir la última cucharada de aceite, agregar el ajo y revolver hasta que empiece a crepitar. Agregar los tallos de acelga y revolver por dos minutos. Agregar los champiñones y saltear por dos minutos. Sumar las hojas de acelga y cocinar por dos minutos más. Después las cebollas de Cambray, el cebollín y el tofu marinado. Tapar y cocinar por un minuto más.
  8. Servir caliente.

 

Maridaje Food and Travel:

Vino tinto francés de uva pinot noir, aromas de ciruelas y frambuesas, notas animales y terrosas, taninos sedosos y de gran frescura, retrogusto largo y elegante.

Sugerencia: Aloxe-Corton Domaine Latour

Albóndigas asiáticas de carne de cerdo con acelgas en caldo de pollo agridulce

 

Aprende a preparar esta exquisita receta de albóndigas asiáticas en el que el ingrediente especial son las acelgas.

 

Porciones: 4 porciones

Ingredientes:

Las albóndigas pueden servirse también con fideos, sin necesidad de hacer el caldo.

Para el caldo

  • 8 o 10 alas de pollo
  • 2 l de agua
  • 2 tallos de hierba limón, ligeramente aplastados para liberar el sabor
  • 2 hojas de limonero
  • 50 g de jengibre, lavado y picado
  • 8 cebollas de Cambray, troceadas
  • 2 cdtas. de kapi (pasta de camarones tailandesa)
  • El jugo de un limón

 

Para las albóndigas

  • 2 dientes de ajo grandes, picados finamente
  • 1 tallo de hierba limón, picado finamente
  • 8 echalotes grandes, picados finamente
  • 1 hoja de limonero pequeña, sin tallo, picada finamente
  • 2 cdas. de salsa de pescado
  • 500 g de carne de cerdo molida
  • ½ cdta. de cúrcuma en polvo
  • 1 cdta. de pimienta negra molida
  • 1 chile rojo, sin semillas, picado finamente
  • 20 g de hojas de cilantro, sin tallos, picadas finamente
  • 2 cdas. de aceite de girasol, para freír

 

Para las acelgas

  • 250 g de acelgas chinas (pak choi)
  • 1 cda. de aceite de girasol
  • 100 g de fideos de arroz cocidos
  • Rodajas de limón, para servir

 

Procedimiento:

  1. Preparar el caldo y las albóndigas con un día de antelación. Colocar las alas de pollo en una olla grande y cubrir con el agua. Añadir los demás ingredientes, excepto el kapi y el jugo de limón. Llevar a ebullición a fuego alto, y cuando comience a hervir, reducir a fuego bajo, tapar y cocinar por media hora. Agregar el kapi y cocinar por 30 minutos más.
  2. Colar el caldo en un tazón. Cuando esté frío, refrigerar durante toda la noche. Al día siguiente, retirar toda la grasa que se haya formado en la superficie y calentar.
  3. Para las albóndigas, moler el ajo, la hierba limón, los echalotes, la hoja de limonero y la salsa de pescado, hasta obtener un puré fino.
  4. Colocar la mezcla en un recipiente y añadir la cúrcuma, la pimienta negra, el chile, el cilantro picado y un poco de sal (no mucha, ya que la salsa de pescado también aporta salinidad). Mezclar con las manos hasta integrar perfectamente los ingredientes.
  5. Hacer 16 albóndigas con la mezcla y colocarlas en un plato. Tapar y refrigerar durante toda la noche. Al día siguiente, mientras el caldo se recalienta, freír las albóndigas en aceite a fuego medio por cuatro minutos, dándoles vuelta para que se cocinen de manera uniforme. Transferir a un plato cubierto con papel de cocina.
  6. Para las acelgas, cortar los tallos más gruesos en trozos de 2 cm. Luego cortar las hojas a la mitad a lo largo. Calentar el aceite en un wok; saltear los tallos por dos minutos a fuego medio. Luego añadir las hojas, tapar y cocinar por tres minutos. Retirar las acelgas del aceite y transferir al caldo, junto con las albóndigas. Agregar el jugo de limón al caldo justo antes de servir.
  7. Colocar los fideos en un recipiente y verter encima agua hirviendo para recalentar; escurrir y dividir en cuatro platos. Servir con las albóndigas, las acelgas y el caldo.

 

Maridaje Food and Travel:

Vino rosado francés, seco, fresco y expresivo, aromas de fresas, cerezas y ciruelas, notas minerales.

Sugerencia: Miraval Rosé Côtes de Provence

Adentrarse en la Amazonia peruana a bordo de un crucero de lujo es el escape perfecto para dejarse mecer por la apacibilidad del río más caudaloso del mundo, maravillarse con la riqueza de su flora y fauna y comprender de cerca el modo de vida de comunidades que han hecho de este pulmón verde su hogar.

Pensar en Perú como un destino más allá de los clásicos Machu Picchu, Cusco o Puno, supone un reto interesante al momento de planear tu siguiente viaje. Por esto, te proponemos explorar una de las caras menos conocidas pero más fascinantes del país sudamericano: la Amazonia peruana, una opción donde el lujo y la naturaleza se conjugan para crear una experiencia única.

Amazonia peruana

El punto de partida para adentrarse en los misterios de este enclave remoto es Iquitos, una ciudad a la que solo se puede acceder por vía fluvial o aérea. Desde aquí, navegarás por los ríos Marañón y Ucayali, que al converger dan origen al nacimiento del curso principal del río Amazonas, y así empezar una travesía río arriba en una sofisticada embarcación.

Degusta un pisco sour en la comodidad de la cubierta del crucero Zafiro, mientras te relajas escuchando solo el sonido de la selva. Después, embárcate en diversas aventuras a bordo de botes que se internan entre riachuelos donde podrás pescar pirañas o nadar con delfines rosas. ¿Lo mejor? Conversar con las personas que habitan y conocen los secretos de una selva que te maravillará por su majestuosidad y riqueza.

Días 1 y 2 Herencia colonial 

Amazonia peruana

Llega a Lima desde la Ciudad de México para apreciar la belleza colonial que irradia la capital peruana. Ahí visitarás la Plaza de Armas, donde se erigen la Catedral, el convento de San Francisco –un conjunto religioso del siglo XVII donde se puede descender a sus catacumbas–, el Palacio de  Gobierno, la casa del Oidor y el Palacio Municipal. También recorrerás las principales calles y avenidas para llegar a los barrios de San Isidro y Miraflores.

Otro atractivo es perderse entre la colección de piezas de oro y plata, cerámica y textiles del Perú antiguo que aloja el Museo Larco Herrera, una mansión colonial del siglo XVIII en cuyas salas pueden comprenderse más de 3 mil años de historia. Finalmente, volarás hacia Iquitos, donde el lujoso crucero Zafiro te espera.

Días 3 y 4 El Amazonas aguarda

Amazonia peruana

En el crucero Zafiro te alojarás en una suite con diseño sofisticado y bien equipada con una cómoda cama con sábanas de algodón, baño privado, aire acondicionado, y un balcón privado para las que se encuentran en la cubierta alta. Además, siempre navegarás acompañado por los guías naturalistas de la embarcación.

Con tu primer amanecer en el río, la belleza de la selva te maravillará. Será momento de realizar tu primera excursión abordando un bote para llegar a la reserva nativa de kukuma, donde verás aves y monos.

A tu regreso al crucero, podrás deleitarte con un abundante desayuno buffet que cuenta con una selección de platillos tradicionales, especialidades peruanas, pan recién horneado y jugos frescos. Posteriormente, Zafiro continuará por la Reserva del Pacaya.

Amazonia peruana

Samiria para que abordes otro bote que te llevará al punto donde confluyen los ríos Marañón y Ucayali. Ahí nace el río Amazonas, una naturaleza casi virgen que vibra al sonido de las golondrinas de pico, halcones, tangaras grises, pericos y loros de cola corta, y se embellece con el lirio nativo que posa sobre sus aguas.

Después del almuerzo, te dirigirás al río Marañón y uno de los guías hará la lectura de la filosofía que rige la idiosincrasia, creencias y pensamientos de la gente de la Amazonia. También conocerás el riachuelo de Nauta, en una zona de la reserva conocida como la selva de los espejos, gracias al efecto que produce el brillo de las aguas, especialmente al atardecer. Prepara tu cámara, pues aquí podrás divisar tucanes, guacamayos, iguanas y monos entre las copas de los árboles.

Días 5 y 6 Los misterios del agua

Mientras surcas los ríos Yanayacu y Pucate descubrirás diversos riachuelos y lagunas dentro de una de las zonas mejor preservadas y protegidas de la Reserva Nacional del Pacaya Samiria. Este día tendrás la oportunidad de nadar con los famosos delfines rosados del Amazonas, una gran experiencia que se concluye con una charla sobre la hidrografía de la región.

Sigue admirando la fauna a través de una caminata hacia el lago San Jacinto, en la cual también aprenderás sobre plantas medicinales. Al día siguiente, tomarás un bote para recorrer el río Samiria y sus afluentes. Entre la espesa selva, llegarás a la comunidad amazónica de San Martín de Tipishca y su lago para conocer mejor cómo es la vida en la Amazonia.

Días 7 y 8 ¡A pescar se ha dicho!

Amazonia peruana

Con los tenues rayos de Sol, te adentrarás en el río Marañón en un bote para continuar con el avistamiento de la fauna local. Luego, en tu agenda tendrás la expedición para pescar pirañas en el río Shiriyacu, seguido de una caminata por la selva para conocer a los nativos y aprender acerca de la medicina amazónica.

Finalmente, volarás hacia Iquitos y regresarás a casa con una gran memoria impregnada con los aromas de un extenso territorio de bosque tropical virgen, los sonidos de una asombrosa vida salvaje y las sonrisas de las remotas comunidades.

El rostro de la selva

Iquitos Esta ciudad se encuentra en la selva norte de Perú, a orillas de un brazo secundario del río Amazonas, por lo que está rodeada de ríos y canales menores. Visita la Casa de Hierro, primera vivienda prefabricada de América, diseñada por Gustave Eiffel y traída desde Europa por partes para ser ensamblada ahí mismo.

Río Amazonas Nace en lo alto de los Andes peruanos, a 5 mil 598 metros sobre el nivel del mar, para dirigirse hacia el este. Posee 1,100 afluentes y el récord del mayor volumen de agua transportada, con una descarga de 219 mil metros cúbicos por segundo.

Amazonia peruana

Reserva Nacional Pacaya Samiria Ubicada en el departamento de Loreto, se trata del área de bosque húmedo tropical inundable más extensa de la Amazonia peruana y posee 2 millones de hectáreas.Presenta tres cuencas principales: Pacaya, Samiria y Yanayacu-Pucate. En la reserva se han registrado 527 especies de aves, 102 de mamíferos, 69 de reptiles, 58 de anfibios, 269 de peces y 1,025 especies vegetales; algunas de las especies protegidas son el lagarto negro, el manatí, la charapa, el maquisapa y el lobo de río.

Delfín rosado Una de las cinco especies de delfines de río que existen en el mundo; estos no son iguales a los que habitan en los mares, incluso, pertenecen a familias diferentes. Estos delfines viven en el río Amazonas, aunque es posible encontrarlos en las cuencas del Orinoco y en la parte alta del río Madeira. La mayoría de ellos son rosados; sin embargo, también se observan en gris claro o marrón.

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Organiza este viaje por la Amazonia peruana de ocho días y siete noches desde $3,689 USD por persona. El precio incluye boleto de avión México-Lima-Iquitos-Lima-México; traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto; una noche de alojamiento en Lima con desayuno; city tour por Lima y Museo Larco; dos noches de alojamiento en Iquitos con desayuno; cuatro noches de alojamiento en el crucero Zafiro con pensión completa; excursiones descritas en el itinerario; seguro de asistencia en viaje y guía habla hispana.

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La belleza de este territorio de majestuosos escenarios naturales, de vinos de fama mundial y de un gran legado cultural es interminable. Con tres experiencias únicas, razones suficientes para viajar hacia el país más largo de norte a sur, caerás rendido ante su cara más genuina. Chile pareciera una tierra surgida de un abrazo entre gigantes; por un lado, está bordeado por la Cordillera de los Andes y del otro, por el océano Pacífico. Del encuentro se dibuja un rostro alargado de 4 mil 200 kilómetros de longitud, donde se concentran algunas de las bellezas naturales más imponentes del continente americano.

Chile

Se trata de una tierra compleja y diversa, solo basta saber que los territorios de Chile que abarcan desde la Isla de Pascua en la Polinesia hasta la Antártida, sin olvidarnos del territorio continental, por lo que a cada paso encontrarás escenarios inimitables que harán latir tu corazón con fuerza.

Viajar significa construir experiencias memorables para la posteridad y en Chile podrás vivir tres momentos que llenarán tu viaje con naturaleza en su mayor esplendor, sabores auténticos y tradiciones que los habitantes de esta tierra han conservado a través del tiempo.

  1. Tras las huellas del puma: safari fotográfico NATPHOTO

Chile

Chile es sinónimo de naturaleza sorprendente, y uno de los sitios imperdibles para vivir al máximo este atributo es el Parque Nacional Torres del Paine, pero aquí te sugerimos conocerlo de una manera diferente con la expedición fotográfica “Explorando el territorio del puma”.

En compañía de dos guías y de dos rastreadores especializados en esta especie, vivirás días de intensa emoción buscando capturar con tu lente al felino más grande del país. Además de seguirle la pista, las actividades de esta expedición de siete días te harán sentir la fuerza de la región patagónica: fotografiar amaneceres y atardeceres en escenarios idílicos como la laguna Amarga, el lago Nordenskjöld o el lago Sarmiento; observar a guanacos, zorros, patos y huemules; contemplar la belleza de ríos, lagos y lagunas, así como de los glaciares que conforman el rostro agreste del parque y sin duda alguna, llevarte postales estremecedoras del Macizo del Paine.

Si tienes suerte, también llevarás contigo imágenes de este felino, aunque la travesía de internarte en la Patagonia chilena es grandiosa por sí sola.

2. Recorrido de sabores: por Santiago y los viñedos del Valle de Casablanca

Chile

Al aterrizar en Santiago, la ciudad más poblada del país, se respira un aire cosmopolita, con los Andes como telón de fondo. Prepara tu paladar e inicia la aventura culinaria con Chilean Food & Wine Escapade!

Mientras caminas por sus calles contemplando edificios icónicos como la Catedral, adéntrate en los sabores de la capital, al recorrer cafeterías y heladerías tradicionales como Emporio La Rosa, o wine bars como Boca Nariz, donde el maridaje de tapas y vino son el aperitivo perfecto para tu viaje. Con el terruño chileno como pretexto, un chef te acompañará al Mercado Central y La Vega para elegir lo más fresco en pescados, mariscos, frutas y verduras, y después preparar deliciosos platillos típicos.

La odisea de sabores continúa en Chile hacia el oeste cuando te dirijas al valle de Casablanca, donde se producen algunos de los mejores vinos sauvignon blanc y chardonnay del país. Ahí, la magia emerge al caminar o andar en bicicleta entre los viñedos de bodegas como Matetic y Viña Emiliana, y al aprender sobre la filosofía detrás de la agricultura orgánica y biodinámica.

La travesía foodie culmina en la ciudad costera de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003. Caracterizada por sus colinas y la conservación de su pintoresca traza urbana, su vibra bohemia te invitará a disfrutarla con pasos calmados, para rememorar así los sabores nuevos que has guardado en tu memoria gustativa.

3. Autenticidad del campo: un día en la vida de un baqueano

Chile

Sin abandonar la región patagónica, la aventura continúa para finalmente conocer su rostro humano. Herederos de un estilo de vida que se remonta al siglo XIX, los gauchos baqueanos –llamados así por su profundo conocimiento de los recovecos que dibujan el paisaje y de su labor para darle vida a una región que se podría antojar inhóspita de primera mano– conservan intacta la sabiduría que resulta del trabajo duro y del contacto directo con la tierra.

Conocerás los secretos de la región directamente de sus habitantes en la experiencia que el Hotel Las Torres Patagonia ofrece a sus huéspedes, al experimentar un día en la vida de estos vaqueros. Ponte tus botas, abrígate bien y emprende las labores que realizan estos hombres cada día en la estancia: cuidar y herrar caballos, salir a recorrer el sitio, cosechar y cocinar los productos que siembran y sobre todo, contemplar el mundo que los rodea, sabiendo que son privilegiados de poder proteger un entorno como las Torres del Paine. Al final del viaje, llevarás contigo un testimonio verdadero que te hará regresar a una de las zonas más estremecedoras del continente y del mundo.

 Chile a primera vista

Chile

Tierra diversa Repartida en una franja de 4 mil 200 kilómetros de longitud y 756 kilómetros cuadrados de superficie, hallarás escenarios únicos como el desierto de Atacama –el más árido de la Tierra– o los Campos de hielo, la tercera mayor extensión de hielos del mundo.

Para amantes del vino En 2015, el país produjo 1,286 millones de litros de vino, principalmente de las uvas cabernet sauvignon y sauvignon blanc.

Belleza a cada paso Visitarlo significa tener disponibles 36 parques nacionales, 49 reservas naturales y 16 monumentos naturales, que en total cubren casi el 20% del territorio nacional.

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Sabemos que la aventura comienza desde que empiezas a imaginarla, por eso te acompañamos en todo el proceso de planeación, compartiendo nuestra experiencia y recomendándote opciones únicas y personalizadas para disfrutar al máximo cada destino.

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Estas frutas carnosas eran básicas en la antigüedad. Hoy en día, son protagonistas tanto de platillos salados como dulces, dicen Clarissa Hyman y Juan Pablo Montes.

Seguro has visto aquellas palmeras gruesas y altas de la Ciudad de México que adornan los camellones y algunas casas, y puede que hayas dado por hecho que se trata de cocoteras; sin embargo, todas ellas son de dátiles. Al empezar noviembre, los grandes racimos en donde crecen estos frutos comienzan a aparecer, pero no es recomendable que los bajes, pues en el mejor de los casos, sólo algunos estarán maduros y los demás seguirán ácidos y duros, debido a que el clima no es el apropiado para lograr que maduren adecuadamente. Además, la mayoría de estas palmeras crece entre 20 y 30 metros de altura, por lo que la caída puede ser más que dolorosa.

Los dátiles son un alimento básico de las regiones desérticas, ya que sus raíces pueden alcanzar agua en lugares profundos a los que otras plantas no llegan, y necesitan que la temperatura sea superior a los 32°C. De ahí que los cinco productores comerciales principales sean Egipto, Irán, Arabia Saudita, Pakistán e Irak, aunque también se cultivan en Israel, California y Baja California. La palmera datilera crece en todo México, aunque sus frutos sólo se dan bien en Mexicali, debido a su terreno árido y calor extremo.

Hay una enorme variedad de dátiles

Tan sólo en Basora, Irak, se han contabilizado 350, entre ellas las más comunes a nivel mundial: Barhi, Dayri, Halawi y Maktoom. Los dátiles más jugosos y suaves comúnmente se cultivan para comerse frescos, mientras los más duros se emplean para deshidratarlos y así poder disfrutar de este fruto todo el año. En México, la mejor época para consumir dátiles frescos va de septiembre a febrero. Para almacenarlos, es recomendable guardarlos en un recipiente hermético; a temperatura ambiente te durarán un par de semanas, pero en refrigeración puedes conservarlos hasta un año, siempre y cuando estén secos.

Los dátiles deshidratados son dulces y pegajosos —claro que, para ciertas personas, eso es parte de su encanto—, pero también tienen un maravilloso y complejo sabor a caramelo, azúcar morena y mantequilla.

En México, una de las variedades que se cultiva es el dátil Medjool. Recién deshidratados son voluptuosos y tienen una textura carnosa que los hace tan exquisitos que no querrás cocinar con ellos. En lugar de esto, combínalos con un pedazo de queso manchego semicurado o con algún otro queso suave y fresco. Son algo costosos, sí, pero son tan grandes y ricos, que no necesitarás demasiados. En la Ciudad de México puedes encontrarlos en la Central de Abastos, en los pequeños mercados y en los supermercados…

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El País Vasco francés resguarda en Biarritz el fulgor de su pasado real, el encanto de haber sido un antiguo pueblo pesquero y los ingredientes que definen a la incomparable cocina vasca, dice Cecilia Núñez. 

Conducimos hacia el emblemático Hôtel du Palais, con dirección al “último lugar puro”, como solía referirse Ernest Hemingway a esta zona del suroeste francés.

Los caminos que miran a la costa del Cantábrico sumergen en la paz de los pequeños pueblos vascos, donde el azul del mar y el verde en todos sus matices se funden con el blanco y el rojo de las construcciones más tradicionales.

En el trayecto, compartimos opiniones sobre la personalidad tan definida de esta región que une a dos países: España y Francia, que la convierte en un destino inigualable y un verdadero paraíso gastronómico. Lucie Mourcely, mi compañera de viaje, concluye: “Si me preguntas, soy vasca, primero, y después francesa”. Su afirmación fortalece la idea de que este es un universo aparte, que escapa a cualquier límite fronterizo.

Biarritz

Hacía casi 10 años que no pisaba la región vascofrancesa y esta vez la miraría desde una perspectiva muy distinta: la esencia imperial de Biarritz que proviene del pasado más lejano.

Formada en su mayoría por casonas y mansiones que solo se habitan durante el verano, su naturaleza refinada se mezcla de manera curiosa con la despreocupada cultura surfera, que tiene el mismo arraigo que la presencia de la monarquía. De hecho, muchos dicen que la introducción del surf en Europa sucedió aquí, en las playas de Côte de Basques en 1957.

La historia sobre la realeza es un cuento de hadas que no tiene tanto que ver con el amor entre la emperatriz Eugenia de Montijo y el mismísimo Napoleón III, sino con el profundo romance de la reina con el que aquel entonces era un pueblo ballenero. Enamorada de los seis kilómetros de playas de fina arena, dramáticos acantilados y agua marina terapéutica, la emperatriz mandó construir, a mediados del siglo XIX, una residencia palaciega de verano junto al mar, llamada ahora Hôtel du Palais.

Biarritz

Este hermoso edificio es el responsable de que el antiguo puerto se convirtiera en el destino de vacaciones ideal entre la aristocracia de la época, y es el sitio donde me alojaré.

Antes de caer en el encanto de los antiguos aposentos reales, Lucie, que pronto se convierte en la guía local soñada, me lleva por un breve recorrido entre las calles empinadas de la ciudad que presumen casonas decoradas con contraventanas rojas y verdes, y las antiguas villas que delatan su noble pasado.

Llegamos al palacio cuya arquitectura, vista desde el cielo, forma una letra E (una prueba más de que Napoleón III consentía a su amada Eugenia con todo tipo de detalles). Nos recibe Isabelle Guide, gerente general del hotel, quien me asegura que este sitio me transformará. “El verdadero lujo del Hôtel du Palais va más allá de lo obvio, su magia es más sutil que su elegancia, ya lo verás”, dice amablemente.

Apenas respiro la brisa del mar que llega al amplio balcón de la suite en la que me hospedaré, cuando Lucie me dice que ya tiene preparado el itinerario gourmet con el que me mostrará las delicias de su tierra. Me prometo volver temprano para descubrir los misterios de este sitio que ha hechizado a tantos.

Sabores privilegiados

Biarritz

Tras 20 minutos de recorrido por las verdes montañas del País Vasco, desde la costa hacia el interior, llegamos a la encantadora ciudad de Bayona. Nuestra primera parada, Maison Montauzer (montauzer.fr), es el santuario del célebre jamón curado, perteneciente a la región de Adour. Ahí, Christian Montauzer, representante de la tercera generación que ha dedicado su vida a esta afamada casa de jamón, nos recibe con tal calidez que me cuesta discernir qué valoro más de ese momento: si degustar ese jamón curado artesanalmente con sales obtenidas de las salinas del río Adour o el mismo encuentro con Christian.

“Desde 1946, somos la referencia que las familias locales buscan porque hacemos las cosas con amor. Preparamos la charcutería que realizaban nuestros abuelos”, comenta Christian, ofreciéndonos también una copa de vino y encaminándonos hacia el bar más cercano. El cantinero no tiene el menor problema de que llevemos nuestras propias bebidas y pintxos (tapas) desde Maison Montauzer, e incluso comparte la mesa con nosotros.

En esta primera parada, entiendo que la culinaria es la bandera con la que aquí disfrutan la vida. Lo que era una visita rápida para comprar un poco de este jamón multipremiado, se convierte en una tarde entera comentando todas las delicias del país vascofrancés –y probando varias de ellas–. No hay prisa, ni otra conversación que la que gira en torno a la comida local: el festival del jamón que se hace en estas mismas calles en Semana Santa (al que me prometí regresar), el queso de oveja (fromage de brebis, en francés, o ardi gasna, en euskera) que tiene aquí su propia Denominación de Origen: Ossau-Iraty; los vinos de la región de Irouleguy, con Denominación de Origen desde 1970, y el gran protagonista: el pimiento de Espelette, en la provincia de Labourd, a medio camino en la ruta entre Bayona y Saint Jean Pied de Port (donde empecé mis andanzas por el Camino de Santiago hace 10 años), y a donde decidimos ir al día siguiente.

Biarritz

Logramos interrumpir la plática para ir antes de la hora del cierre a L’Atelier du Chocolat (atelierduchocolat.fr). Se trata del paraíso para los amantes del chocolate, donde también se imparten talleres para aprender las creaciones de los artesanos locales (con todo y las preparaciones que incluyen pimiento de Espelette).

Desde hace más de cuatro siglos, el chocolate forma parte de la vida de esta ciudad, y se nota en el gran despliegue de talleres y chocolaterías centenarias que se levantan casi a cada paso en las estrechas callejuelas del casco viejo.

“Bayona es la primera villa chocolatera de Francia. La historia se remonta hasta el siglo XVII, cuando los judíos expulsados de Portugal se instalaron en el barrio de Saint Esprit, introduciendo el arte de la elaboración de este producto. Los primeros talleres se localizaron a las orillas del río Adour, y en 1661 nace la primera unión de chocolateros de la localidad”, cuenta Lucie mientras probamos creaciones como los feuilletés (hojaldrados), croustillants (crujientes) y las rocas, elaborados con cobertura de cacao proveniente de países como Ecuador o Venezuela. Hay más de 150 técnicas para preparar el chocolate solo en las calles del centro… Por si faltaran pretextos para visitar esta ciudad.

No logro cumplir mi promesa de volver al Hôtel du Palais a buena hora. La fiesta nos toma desprevenidas en Pero Que Sí, un bar que me confirma que, en esta región, l’art du vivre se convierte en la fête du vivre.

Biarritz

Tampoco faltaron pretextos para dirigirnos a Espelette, donde la emoción por el paisaje natural se fusiona con el gozo gastronómico. El protagonista de su identidad culinaria es el ezpeletako piperra, en vasco, o piment d’Espelette, en francés, cuyo aroma intenso inunda todo el ambiente, así como las blancas fachadas de las casas adornadas con larguísimas guirnaldas del icónico pimiento. Nos dirigimos a Atelier du Piment (atelierdupiment.com), donde nos recibe Ramuntxo Pochelu, otro de los rostros que brillan en la escena gastronómica del País Vasco francés. Ramuntxo logra enamorarnos del proceso del pimiento, desde su nacimiento hasta la degustación.

“Después de su cosecha, en la que el proceso tuvo que ser orgánico, el pimiento ha de tener un mínimo del 50 por ciento de su superficie roja, se seca al aire libre, se introduce al horno hasta cascarlo y, por último, se hace polvo”, dice al finalizar el recorrido por su fantástica propiedad, explicando con detalle, maestría y carisma cada parte del artístico proceso.

En media hora estamos de regreso en Biarritz, armadas con varios tarros de cristal llenos del mítico pimiento. Aunque hay mucho por descubrir en los poblados cercanos, la tentación de regresar al Hôtel du Palais es imposible de resistir.

Una inolvidable cena en la que el chef Alain Ducasse denominó “la mejor mesa de Francia”, noches escuchando el vaivén de las olas del Atlántico bajo el tenue destello del faro de Biarritz o la tarde que vi caer en el sillón del acogedor salón Eugénie del Spa Imperial fueron algunas formas en las que se manifestó la magia que hechiza para siempre a quienes se hospedan en el Hôtel du Palais. Regresé transformada, como predijo Isabelle Guide.

Información de viaje

Biarritz

Biarritz se localiza al suroeste de Francia, en la costa vasca. La ciudad está situada en el departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania, cerca de la frontera con España.

Cómo llegar

Air France cuenta con frecuencias diarias desde la Ciudad de México a París, y desde ahí parten vuelos locales a Biarritz. airfrance.com.mx

Rail Europe Desde París se puede llegar por tren en un trayecto de alrededor de cinco horas. raileurope.com.mx

Recursos 

Atout France ofrece información útil para planear tu viaje, con consejos e itinerarios propuestos. america.france.fr

Dónde quedarse

Hôtel du Palais El monumento histórico más emblemático de Biarritz data de 1854, fue la villa residencial de verano de la esposa de Napoleón III.

En la actualidad, es un hotel palacio de 130 habitaciones y 33 suites con vistas al océano Atlántico, tres reconocidos restaurantes (ver Dónde comer) y un spa inolvidable: Imperial Guerlain Spa. hotel-du-palais.com

Dónde comer

Biarritz

Halles de Biarritz Desde 1885, el mercado gourmet de la ciudad es el paraíso para comprar producto regional y para comer en alguno de los locales consentidos, como L’Ecaillerie y Maison Balme. Está dividido en dos edificios: uno donde se ofrece carne, frutas, verduras, pan, quesos y otras especialidades vascas, y otro dedicado a los frutos de mar. halles-biarritz.fr

Au Bouchon Basque Imperdible de Bayona, donde el ambiente acogedor, la decoración original y la cálida iluminación enmarcan la propuesta gustativa del maestro restaurantero Pierre Barat. Cocina vasca contemporánea, arraigada en la tradición, refinada y generosa, inspirada en la frescura y la personalidad de los productos locales. aubouchonbasque.fr

Le Surfing Ideal para celebrar el espíritu surfero, vintage y refinado de Biarritz. Se come rico y relajado –cortes de carne, atún sellado, célebres hamburguesas– mientras se disfruta de la vista a la playa más concurrida por surfers: Côte de Basques. lesurfing.fr

Hôtel du Palais La faceta gourmet del hotel está a cargo del famoso chef Jean-Marie Gautier. Tres restaurantes logran una experiencia inolvidable: Villa Eugénie, galardonado con estrella Michelin, ofrece cocina francesa tradicional con pinceladas de modernidad; La Rotonde, nombrada “la mejor mesa de Francia” por Alain Ducasse, ofrece delicias vascofrancesas, y L’Hippocampe, ideal para almorzar junto a la piscina. hotel-du-palais.com

Cecilia Núñez visitó Biarritz gracias a Atout France y al Hôtel du Palais