La evolución de la humanidad no se podría dar si no fuera por los maestros, educadores y expertos apasionados por generar conocimiento, compartir y ver trascender su saber en los ojos del alumno hambriento por aprender. Como en toda disciplina, en la cocina hay mentes geniales que se han entregado a formar a otros genios. A ellos les agradecemos infinitamente y por esta razón, celebramos su existencia. Aquí los maestros de la cocina mexicana que se han consagrado a la enseñanza de la manera más generosa.

 

Ricardo Muñoz Zurita – El antropólogo y portavoz

 

maestros de la cocina mexicana

 

Gastronomía Mexicana

Encabezando la lista de los maestros de la cocina mexicana, y con varios libros especializados, entre ellos el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, Muñoz Zurita se ha convertido en uno de los más grandes conservadores de la cocina nacional.

Razón suficiente para que la revista Time lo haya nombrado “profeta y preservador de la tradición culinaria”.

Su pasión lo ha llevado a recorrer el país y adentrarse en los ingredientes de su tierra, para descubrir su raíz y extraer el arte que caracteriza cada sabor. Es notable su labor en cada platillo de sus restaurantes Azul Condesa, Azul Histórico y Azul y Oro.

 

Yuri de Gortari – Maestro de tradiciones

maestros de la cocina mexicana

 

Premio Nacional de Gastronomía

Especialista e investigador de la tradición culinaria mexicana, Yuri de Gortari se ha preocupado de manera fundamental por la difusión del contexto cultural de la práctica gastronómica, por medio de la historia, las artes y la antropología. En 2003 recibió el Premio Nacional de Gastronomía, otorgado por la Real Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa de España. Fundó en 2007 la Escuela de Gastronomía Mexicana, Historia, Arte y Cultura, y es conductor del programa “En la Cocina Tradicional Mexicana” de Canal Once TV, del Instituto Politécnico Nacional.

 

Patricia Quintana – Poeta de historias

maestros de la cocina mexicana

 

Cocina tradicional

Patricia Quintana es una incansable viajera y embajadora de México, que ha dedicado su vida al rescate de la cocina tradicional, labor que la llevó a ser reconocida con el título de Embajadora Culinaria por la Secretaría de Turismo. Entre investigación de campo y la producción de libros que son un referente de técnicas, productos, recetas. Ha creado obras que documentan historias de vida girando en torno a nuestra dinámica gastronomía. La destacada chef ha dejado un gran legado de apreciación a los ingredientes como símbolos de identidad.

 

Eduardo García – Sabores verdaderos

maestros de la cocina mexicana

 

Su cocina es sencilla y magnífica a la vez, constante en el respeto al producto y siempre imaginando experiencias únicas en su mente. Muchos estudiantes de gastronomía lo admiran, no sólo por su historia de vida, sino por su talento para crear platillos increíbles al poner en alto un ingrediente. Aprendió con Enrique Olvera en su restaurante Pujol, y posteriormente abrió su espacio junto con su esposa; en Maximo Bistrot. Aquí se conjuga la maestría de la técnica francesa con productos tradicionales mexicanos, resultando en la fascinación por sabores únicos en cada plato.

 

Enrique Olvera – Vanguardia y esencia

maestros de la cocina mexicana

 

Con varios proyectos en las manos, Enrique Olvera no se detiene, continúa descubriendo, planteándose nuevas ideas y demostrando todo el potencial que tiene México, su gente y su tierra. Al pensar en la comida mexicana puesta en la escena nacional e internacional, se piensa de inmediato en Enrique Olvera, el nombre que ha puesto en alto la riqueza de nuestros productos y sus posibilidades, a través de preparaciones que reconfortan y sorprenden a la vez.

La lección más grande de Olvera, es ser parte de la vida cotidiana de sus clientes, y “buscar ser el restaurante favorito de la gente, no el mejor restaurante”, menciona uno de los maestros de la cocina mexicana.

La birria es un platillo con sabor tapatío. Jalisco es famoso por su variedad de platillos regionales, entre ellos el pozole, el pollo a la valenciana y las tortas ahogadas de pan birote, así como el distinguido guisado de carnes diversas como chivo, res, borrego, cerdo y conejo, condimentada y cocida a vapor en hornos de adobe, llamado birria. El Mercado de San Juan de Dios en Guadalajara, conocido como Mercado Libertad, es un destino obligado para probar el auténtico sabor de este platillo.

La historia de la birria se remonta a principios del siglo XVII y de ella derivaron varias versiones. Se hizo muy popular en los altos de Jalisco, en Zacatecas y en Atequiza, conocida como la capital del mundo de la birria, servida siempre con torillas hechas a mano, frijoles caldosos, cebollita y cilantro. Sin embargo, es posible disfrutar un buen plato de birria sin salir de la Ciudad de México, aquí te dejamos algunas recomendaciones.

La Polar

birria

Desde 1934, los dueños de este lugar se refieren a su birria como “la mejor birria de México”. Conservando la receta original desde hace 79 años, conquistando los paladares más exigentes. Sólo se vende birria que se puede acompañar con una orden de queso o de aguacate, los 365 días del año. Dónde. Guillermo Prieto 129, Col. San Rafael.

Licha

Licha empezó a vender birria durante la remodelación de San Camilito en los años 80. Hoy es una de las clásicas de Plaza Garibaldi, por su buen sazón, por su pozole y sus tacos de machitos, pero más que nada, por su servicio. Dónde. Plaza Garibaldi 14, Col. Centro, locales 1 y 2.

El Michoacano

birria

Hace 25 años abrió el comedor de birria más famoso del sur de la ciudad, siendo un localito callejero que creció, gracias al auténtico sabor de sus platillos y a la preferencia de sus clientes. Birria de estilo michoacano, de carne surtida o maciza, acompañada de aguacate, salsa, cilantro y cebolla, y sus quesadillas también dan de qué hablar. Dónde. San Guillermo, Coyoacán.

Birriería El Rancho

birria

Aquí es tal como se hace en Jalisco. También hay tacos y una gran variedad de platillos para compartir, como los molcajetes. Buen ambiente y a veces música en vivo, hacen de este lugar, ideal para recuperarse de una buena fiesta. Dónde. Dr. Carmona y Villa 31, Col. Doctores.

Salón Tenampa

birria

Tenampa quiere decir “en los muros” o “lugar amurallado”. Este lugar abrió sus puertas en 1925 y conserva toda una tradición en la Plaza Garibaldi, siendo su birria una de sus especialidades. También ofrecen pozole hidalguense y chamorro adobado. La receta de la birria creada por su fundador, proveniente de Cocula, Jalisco, se eleva al disfrutarse mientras toca el mariachi. Dónde. Plaza Garibaldi 12, Col. Centro.

Baja California es otra de las joyas culinarias de nuestro país, y aunque lo más sonado de su gastronomía es su excelencia vinícola, aquí encontrarás algunos de los mejores sitios que existen para comer en México. Aquí te dejamos seis imperdibles, tres lugares para comer en Tijuana y Ensenada. ¡A saciar el apetito!

La Querencia

Es un concepto innovador que combina el sabor oriental con el mediterráneo, usando ingredientes regionales y del mar. Aquí el chef es Miguel Ángel Guerrero, quien plasma una personalidad específica a cada uno de los platillos que prepara. Prueba la tártara de atún con salsa de aguacate, va con cebolla, pimiento rojo y lechugas frescas. Si prefieres algo más terrenal, prueba los tacos de pato, acompañados de portobello y flor de Jamaica.

Dónde: Avenida Escuadrón 201, Tijuana.

Teléfono: 01 664 972 9935.

 

Tortas del wash Mobile

No se trata precisamente de un restaurante, pero si de un sitio donde encontrarás algunas de las preparaciones más deliciosas que existen: las tortas. Inaugurado en 1964, a lado del primer car wash de la ciudad, este establecimiento es una verdadera leyenda gracias a sus tortas hechas con carne asada que marinan por más de 12 horas.

Dónde: Avenida de las Ferias 22044, Hipódromo Tijuana.

Teléfono: 04664 255 2349.

 

La Guerrerense

Aquí, las tostadas son legendarias, tanto como su creadora: Sabina Bandera, quien ha atraído los reflectores del mundo gracias a sus deliciosas invenciones. Cualquier tostada que pruebes será inolvidable, ya que usa ingredientes frescos y locales sazonados con distintas salsas exclusivas de la casa.

Dónde: Avenida Adolfo López Mateos 998, Zona Centro, Ensenada.

Teléfono: 01646 174 0006.

Finca Altozano

Entre más local y cercano, mejor; esta es la filosofía del chef Javier Plascencia quien utiliza en este restaurante únicamente productos e ingredientes de los huertos, mares y ranchos más próximos. Te sugerimos dos imperdibles: la trucha de criadero a las brasas o la codorniz local asada en encino. Para maridar puedes elegir vinos regionales y cervezas artesanales.

Dónde: Carretera Tecate – Ensenada kilómetro 8, Ejido Francisco Zarco Valle de Guadalupe, Ensenada.

Teléfono: 52 646 156 8045.

 

Casa de la langosta

La langosta estilo Puerto Nuevo es una referencia culinaria de Baja California desde principios de los años 80. Para saborear una de sus mejores representaciones, prueba la que hacen en este restaurante ubicado a 30 minutos al sur de Tijuana, específicamente en Rosarito. La preparan de la forma tradicional: con frijoles, arroz y tortillas de harina: simplemente inolvidable.

Dónde: Avenida Rentería 3 , Kilómetro 44, Puerto Nuevo, Rosarito.

Teléfono: 661 614 1072.

 

Corazón de tierra

El cambio constante contribuye a la innovación. En este sitio cambian su menú dependiendo de la cosecha de su propio huerto y a la disponibilidad de productos de pequeños negocios locales. Siempre hay algo nuevo pero no te preocupes, el chef Diego Hernández te sorprenderá repetidamente.

Dónde: Rancho San Marcos, sin número, El Porvenir, Ensenada.

Teléfono: 01 646 156 8030.

 

 

Imagina una casa de campo de colores neutros, situada frente a un lago con patos y un prado donde los niños y perros pueden correr y divertirse. Esta es la esencia principal de Bistró Chapultepec, restaurante que desde hace dos años ofrece una experiencia casera e inspirada en la cultura europea, pero también en las bonitas costumbres mexicanas.

Situado frente al Lago Mayor de la segunda sección del Bosque de Chapultepec, este sitio es perfecto para comenzar el día con un desayuno y una caminata por el parque o para relajarte y pasar la mayor parte de tu mañana. Aquí cada detalle está muy cuidado para mimarte, empezando por la decoración y pasando por el menú y el servicio.

Bistró Chapultepec

En su carta encontrarás imperdibles como el medio pollo al grill, de sabores honestos pero con un giro inesperado que obtiene por el adobo de cilantro en el que reposa toda la noche. También puedes disfrutar de una ensalada verde mixta, la preparan con espinaca, mezcla de lechugas, champiñones rebanados y salmón curado por 10 horas en camas de sal y azúcar. Pero, para calentar el alma en tiempos de lluvia, pide la crema poblana, va con chicharrón, maíz, queso y rajas de poblano.

Bistró Chapultepec está comandado por el chef Mauricio Velarde, quien se encarga de que todo esté perfecto: desde el pan que es horneado en casa, hasta la mermelada que ellos mismos confeccionan. Antes de irte te sugerimos pedir el pastel de chocolate, decadente y equilibrado gracias a la mermelada de cassis que tiene integrada.

Bistró Chapultepec

Tip: te recomendamos ir con tu mejor amigo peludo el tercer sábado de cada mes. ¡Tienen sorpresas para ellos! Dónde: Calle Lago Mayor sin número, Miguel Hidalgo, Molino del rey. Teléfono: 5273 2599. bistrochapultepec.com

Durante un brunch vasco organizado en Eneko by One Aldwych de Londres, se anunció la próxima sede de la gala más importante de la gastronomía, con la asistencia de cocineros de restaurantes que lideran la reconocida lista, como Elena Arzak, Brett Graham, Isaac McHale y Eneko Atxa: The World’s 50 Best Restaurants 2018.

The World’s 50 Best Restaurants 2018

Por vez primera, España acogerá la ceremonia, y concretamente Bilbao, se convertirá en el epicentro gastronómico mundial durante la edición 2018 de los distinguidos premios.

La ceremonia, celebrada en Londres desde su instauración, ha viajado en los últimos dos años a Nueva York y a Melbourne, Australia.

 

The World’s 50 Best Restaurants 2018

 

Vanguardia en gastronomía

William Drew, editor del Grupo de The World’s 50 Best Restaurants, ha dicho que están encantados de ser recibidos en Bilbao y de que España sea nueva sede. Porque “como país ha estado siempre a la vanguardia de la gastronomía y la región vasca, en particular, tiene una cultura culinaria increíblemente rica”.

La región española en cuestión se ha destacado por su extraordinaria gastronomía, razón por la cual The World’s 50 Best Restaurants se encuentra colaborando con la Diputación Foral de Bizkaia, para llevar a cabo sus prestigiosos eventos en conjunto.

San Sebastián también acogerá algunos eventos paralelos a la presentación de la lista, elaborada por más de 1000 miembros de la academia, como las conferencias 50BestTalks y el Banquete de los Chefs.

 

The World’s 50 Best Restaurants 2018

 

Turismo y Promoción Exterior

El director foral de Turismo y Promoción Exterior, Asier Alea, dijo que es un privilegio que Bilbao sea la anfitriona de los premios en 2018.

Ya que “es un paraíso culinario liderado por una nueva generación de la cocina vasca en cuya base se encuentran unas fuertes raíces tradicionales con una proyección moderna mundial”. Y aseguró que trabajarán para que todos los visitantes, cocineros, periodistas y gourmands de todo el mundo, se sientan “como en casa en Bizkaia y en el País Vasco”.

El ranking que coronó:

  • En varias ocasiones al revolucionario restaurante de Ferran Adrià, elBulli.
  • Este año ubicó en el primer puesto al restaurante neoyorkino Eleven Madison Park, del chef Daniel Humm.
  • Seguido por la obra maestra de Massimo Bottura, Osteria Francescana en Módena, Italia.
  • Y en tercer lugar, al Celler de Can Roca de los hermanos Roca, ubicado en Girona.

 

The World’s 50 Best Restaurants 2018

 

Actualmente la provincia de Bilbao cuenta con cuatro restaurantes entre los premiados: Asador Etxebarri, Mugaritz, Arzak, Azurmendi. Será entonces en estas tierras donde se llevará a cabo la reunión anual más importante del mundo culinario del año venidero.

A Ben Tish le gusta cocinar con carbón. El chef del restaurante Ember Yard ha estado perfeccionando estas recetas durante años para que tú también puedas usarlas en casa. 

Recetas y fotografías tomadas del libro Grill Smoke BBQ de Ben Tish.

Fotografías de Kris Kirkham.

Maridaje: Miguel Ángel Cooley.

En las leyendas del pueblo vasco, la tierra de origen de los chefs Mikel Alonso y Gerard Bellver, Ama Lurra, la Madre Tierra, es la divinidad más importante: la dadora de vida, la poseedora de toda la fuerza vital, el receptáculo ilimitado de abundancia en Restaurante Lur. Fotos: Charly Ramos, Rogelio Rojas y Ceci Núñez. 

Lur, de alma hogareña

Lur en euskera significa Tierra y en la Ciudad de México es el nuevo proyecto encabezado por los creadores de Biko, uno de los restaurantes que ha puesto a la escena gastronómica mexicana en el foco de atención.

Pero este nuevo proyecto, localizado en el número 86 de la avenida Masaryk, apela a la tierra como elemento, como planeta, como el gran generador de vida, de la existencia de todo lo que nos nutre pero sobre todo de la Tierra como el hogar, el eterno regreso a aquel lugar en el que nos sentimos cómodos, reconfortados.

 

Restaurante Lur

 

A través de olores y sabores, de platillos honestos y suculentos, Lur se encarga de remontarnos, sin banderas de identificación, al concepto de hogar, ese que rebasa los límites de la patria y nos da sentido de pertenencia.

 

Mikel Alonso

Platicamos con Mikel Alonso, quien con los pies en la tierra, nos cuenta de su nueva casa, desde donde no se pretendió crear un concepto novedoso, sino rendirle culto a aquellos manjares que apapachan.

 

Reinterpretarse a uno mismo > Restaurante Lur

Gerard (Bellver) y yo hablamos hace mucho tiempo de la inquietud de un proyecto alterno a Biko, que nos impulsara a salir de nuestra zona de confort y regresar a nuestros orígenes tradicionales.

Queríamos materializar un concepto que fuera totalmente diferente, movernos de lo que veníamos haciendo, conectar con lo hogareño.

Hace poco más de año y medio, pasamos por un mal momento anímico por lo que implicó para nosotros la obra de Mazaryk.

No sé si fue la única responsable, pero sí influyó. Nos puso a pensar que teníamos que movernos, reinterpretarnos y conectarnos.

Yo llegué a México haciendo cocina tradicional española y llevaba 18 años haciendo cocina de mantel largo, pero no quería trabajar con los orígenes, quería ejercer el mestizaje. Queríamos hacer platos de hogar profesionalizados.

 

Restaurante Lur

 

Identidad de hogar

 

Profesionalizar la cocina hogareña: ese es el tema que más nos ha costado y nos va a seguir costando. ¿Cómo hacer que la gente aquí se sienta en un restaurante pero cuando salga algo en su mente diga: “comí como en casa”?

Este hueco de 350 metros cuadrados se convirtió en el sitio donde se hizo realidad ese anhelo de hacer algo en un lugar desenfadado.

Creo que es muy grave el problema de la identidad, lo fácil es hacer un restaurante de bandera, y nosotros empezamos a trabajar sobre un restaurante que no la tuviera.

Cuando entres a Lur no te tiene que remitir a ningún país. En la carta tienen que convivir platos de diferentes países, la identidad es cocina de hogar. Es una cocina con olor a casa de cualquier parte del mundo.

 

Revestirse de Tierra > Restaurante Lur

 

Estamos revestidos de una de las últimas creaciones de Héctor Esrawe y Nacho Cadena. Teníamos claro que queríamos concebir un restaurante reconfortante tanto en la textura visual del lugar como en el de la comida, con una sazón reconocible y deliciosa.

Al principio, queríamos que fuera más tirando a un bistró neoyorkino que francés.

Pero después preferimos ser un poco más mexicanos porque sabíamos que aunque no quisiéramos poner una identidad de bandera precisa, queríamos trabajar con productos y productores mexicanos, desde la estética y la decoración hasta el alma del lugar.

Seguimos el hilo conductor de la tierra, el campo donde nace el fruto.

Sabíamos que queríamos hacer algo como en casa, entonces decidimos, junto con la arquitecta Cristina Pérez, que tendría mucho sentido tapizar todo en madera de Tzalam, mexicanas, y mandar hacer los suelos en Oaxaca con artesanos tradicionales. En el restaurante ves motivos de la tierra y de lo que nace de ella.

El suelo está lleno de motivos que aluden al triángulo alquimia, pero es el suelo que recuerda al de mamá, al de la abuela. Digamos que nos teníamos que conectar, aunque parece la frase muy romántica, necesitas ese romanticismo para empezar a construir una identidad.

 

Restaurante Lur

Saborear los recuerdos en Restaurante Lur

 

No pensamos en crear platillos, sino en poner en la mesa platos que hayamos probado y que nos traen gratos recuerdos.

Puedes encontrar un guiso cotidiano, o una bandeja de aguachile que puede remitir a un domingo en la playa, o un pollo rostizado que puede ser la festividad en un hogar, incluso hasta una sopa de cebolla que en muy pocas casas se llega a preparar, pero reconforta.

Todos nuestros platos tienen una textura visual, olfativa, bucal y todo eso suma un recuerdo. No es lo mismo poner un pollo deshilachado a poner un pollo rostizado en una cazuela de barro, ya desde el simple hecho de ponerlo en la mesa, el patillo te remite a algo y entiendes de qué estamos hablando.

Por ejemplo, los canelones que servimos es la preparación catalana que se da en San Silvestre el día después de Navidad con las sobras de la cena.

Gerard dijo “uno de los platos más ricos que he probado en mi vida y que más recuerdos me traen son los canelones”. Así que hay que tener canelones en la carta.

 

Restaurante Lur

Platillos indelebles en Restaurante Lur

 

Al probar un manjar, el cerebro segrega muchos neurotransmisores y en automático le saca una fotografía al plato para recordar si volverá a comerlo o no. Es una defensa animal. La mayoría de las comidas no llegan a fotografiarse porque no llegas a emocionarte.

Cuando te emocionas quiere decir que tú lo viste, lo oliste y todo empezó a marchar, sabes que tiene el peso visual y todo tiene sentido. Cuando tú sazonas tienes que hacerlo para emocionar, porque de ahí nace la fotografía. Si tú fotografías el momento, nunca te vas a olvidar y vas a ser un embajador del restaurante en el que viviste esa experiencia.

 

Sazonar para honrar al producto

 

En la manera de sazonar está entender cómo es el sabor primario. El producto está sazonado de origen, luego lo sazonan las bacterias y al final el chef. El animal primero se autosazona: un pescado del Pacífico que comió puro plancton, solito se puso rico.

Si es una lubina salvaje pescada en Galicia, la tienes que dejar nueve días, porque tiene que añejarse, cuando generalmente te dicen: “los pescados los tienes que comer frescos”. Un chuletón es mejor con 20 días de curación, es la segunda sazón, la bacteriológica, luego el cocinero y le pone tantita pimienta, sal, chile y ya está.

 

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Restaurante Lur

 

Biko se pone casero

 

Hemos disfrazado a Biko de Lur, hemos traído todo el Biko aquí y lo disfrazamos de casa. Es una fachada de hogar y atrás está todo el rigor de Biko.

Esto nos permite regresar a las raíces, aunque nunca las perdimos en Biko, pero ahí todos los platos empiezan de forma tradicional y se terminan de forma vanguardista, con el arte al plato.

Queremos captar a los clientes de Biko que quieren algo más relajado, barato e incluso llamar a quienes no iban a Biko.

Pensamos que la tranquilidad gastronómica, arquitectónica y visual invita a decir: “hoy no quiero excesos, solo quiero sentarme, comer bien, pagar justo e irme… O quedarme, arriba tenemos una terraza maravillosa, es como un oasis en Polanco.

 

Restaurante Lur

Triunfar o morir en el intento > Restaurante Lur

 

En esta búsqueda de consolidarnos desde la trinchera de Lur tenemos ese libre albedrío de triunfar o morir en el intento. Pero seguimos pensando que la cocina honesta, esté vestida de gala o no, triunfa.

La gente no es tonta, desde que nace mama leche y si algo sabe hacer el ser humano es comer. Es cuestión de que la gente, usando el sentido común, sepa que aquí tiene su esquina.

 

 

¡Checa el video!

 

 

 

 

El objetivo de Pedro Evia es causar impacto con una acertada combinación de texturas y sabores intensos. En K’u’uk se divierte transformando productos, creando platillos llamativos y haciendo cocina de vanguardia. Texto y producción: Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos.

Cuando se habla de lo que está pasando en la escena gastronómica de Mérida, se habla indudablemente de Pedro Evia y el equipo de K’u’uk. Quienes le han dado a la cocina yucateca otra dirección. Intentando salirse de la bolsa de restaurantes tradicionales y ostentar la creatividad como bandera, está a cargo de un concepto culinario que explora los productos locales y usa las técnicas de vanguardia al máximo.

Pedro Evia

El desafío de la cocina

Pedro Evia y su socio Eduardo Rukos asumieron totalmente un desafío: encontrar en el paladar a un Yucatán distinto, una versión moderna que ofrezca sabores nuevos y una embestida de estímulos.

Este estado no solo es cochinita pibil y panuchos. Los comemos todos lo días con la misma alegría. Pero también deben de existir más propuestas”. Comenta este emprendedor de origen yucateco, quien desde hace cuatro años trabaja para convertir a este restaurante en un referente gastronómico.

Para comenzar, la ubicación es una de las piedras angulares, tanto por su dirección, frente al Monumento a la Patria, como por su locación. Se trata de una casona con más de 150 años  de vida que ahora aloja un bar en su antigua capilla, una biblioteca que funciona como estudio de diseño de sabores y un punto de reunión, un laboratorio con decenas de aparatos, una cocina en la cual transformar es la acción que impera y tres diferentes salones donde una colección de arte de artistas mexicanos remata la experiencia de 50 comensales.

Otro elemento de la fórmula es la sociedad con Eduardo, quien planea, organiza y administra, mientras que Pedro opera la cocina y el comedor. Llevan ya 19 años trabajando juntos y lo han hecho a través de diferentes tipos negocios. Sus comienzos con la industria restaurantera se remontan a cuando estuvieron a cargo de los servicios de una construcción termoeléctrica en Vallladolid, incluyendo el comedor. Ahí servían desayuno, comida y cena a tres mil obreros que provenían de diferentes lugares: locales, del centro y norte del país, de Estados Unidos y Japón.

“Encontrar el gusto de cada uno de estos grupos y mantenerlos contentos fue mi primer reto culinario”, añade este mercadólogo de profesión. Así empezó a involucrarse cada vez más: investigando y cocinado. Este momento intensificó el viejo gusto por la cocina que tenía desde muy joven cuando solo lo hacía para la familia y amigos. Finalmente, el primer restaurante lo abrieron hace 15 años y lo llamaron Time. Luego, estrenaron Cosa Nostra y empezaron a desarrollarse como restauranteros hasta tener 25 cocinas distintas; muchas de éstas son las franquicias de cocina japonesa de Sensei, que las operan en distintas ciudades como la Ciudad de México.

 

Siempre en busca de algo más, Eduardo y él decidieron viajar e ir a conocer a algunos de los grandes templos gastronómicos del mundo. De regreso, llegaron a la conclusión de que Yucatán, un sitio tan completo turísticamente hablando, puede llegar a ser también una capital culinaria receptora de paladares curiosos. Apelando a estas peregrinaciones que suelen hacer los viajeros para vivir este tipo de experiencias, le dieron vida a K’u’uk, en donde buscan complementar la oferta tradicional del destino.

La idea principal era descubrir más productos de la tierra yucateca. El contacto con los proveedores, con la gente que siembra el campo y que cría los animales, también hizo que se encaminaran hacia la cocina de vanguardia sustentada por la investigación y con fines activistas. “En esta búsqueda nació la necesidad de dar a conocer lo que hacen y de encontrar nuevas formas de comercialización”, dice Pedro Evia, mientras muestra con orgullo a la pequeña y en rumbo a la extinción cebolla de Ixil, proveniente del municipio homónimo.

Pedro Evia

Esta especie de cebolla endémica aún es sembrada por muy pocas familias, pues se requieren casi 10 meses para cosecharlas y luego ser vendidas a solo $5 el kilogramo. Gracias al programa de desarrollo, comercialización y comercio justo, llegan a venderla hasta $75 el kilogramo, y no solo la hacen encurtida: encontraron otras preparaciones en conjunto con Pedro y su equipo, que van desde un chicle de cebolla hasta un aderezo, pasando por una mermelada y una soda.

El laboratorio de investigación de K’u’uk es único en Latinoamérica”, afirma Pedro. Liofilizadores, deshidratadores, centrifugadoras, rotavapores y otras herramientas coexisten junto a un mapa del estado de Yucatán, en el que están identificados los tesoros gastronómicos de los 106 municipios. Con estos artilugios transforman los productos para potenciar sabores, fortalecer propiedades e innovar texturas. El objetivo: sorprender al comensal, causar impacto.

Pedro Evia

El proceso creativo es el siguiente: a la cabeza está Pedro, quien investiga y diseña; luego se encuentra Ricardo Cortez al frente del laboratorio, donde se aplican diversas técnicas para conseguir distintos subproductos. Con éstos, Pedro y el jefe de cocina desarrollan platillos. Pasan las recetas por el filtro de su estilo personal a tal punto que se vuelven bocados genuinos debido a una gran combinación de texturas y sabores intensos. No oculta su ambición, tanto en las sensaciones como en la estética.

A este procedimiento se le suma el “hardware” que provee Eduardo, quien diseña los platos y los accesorios. Es tal la importancia del tema del montaje, que las vitrinas resguardan 25 tipos de cubiertos y 20 platos diferentes, listos para el servicio. Actualmente, está experimentando con moldes de nitinol, un metal que se termoconforma. “La idea es que te llegue un plato plano, se le agregue el caldo y se transforme”, añade Pedro.

Pedro Evia

Eduardo también trabaja con productores locales, como la cerámica que elaboran en la hacienda San Francisco Tzacalha y la madera de Dzitya, un pueblo de artesanos que talla este material desde hace varias generaciones. De esta forma, diseñó unas manos de cerámica, las cuales tienen nombre y apellido. Se trata de una ofrenda a la gente que trabaja en el campo, y en éstas, Pedro monta un homenaje a la milpa.

Esta entrada es uno de los 14 tiempos de degustación que llega a la mesa. Sin embargo, también existe la opción de carta fija. Si bien en ésta utiliza productos locales y ciertas técnicas sofisticadas, el estilo es mucho más franco y coloquial, con sabores muy yucatecos en una versión contemporánea. Por otro lado, en el menú de degustación la propuesta de vanguardia está de lleno. Aplica todo lo investigado y desarrollado en el laboratorio y emplea técnicas de cocina molecular. Aunque no la cataloga como tal, porque también incorpora tradición a través de la cocción a carbón, leña o en el horno enterrado.

Pedro Evia

Hay mucho que asimilar —en el buen sentido de la palabra— en cada uno de estos platillos de diseñador que buscan despertar paladares. Una versión haute cuisine de una cocina con tanta tradición como la yucateca es la aportación de Pedro Evia, un auténtico visionario.

Es difícil pensar en una mejor forma de comenzar el día que comiendo unos sustanciosos chilaquiles. Los hay rojos, verdes, con pollo, huevo o incluso chorizo. ¿Ya se te antojaron? A nosotros sí, y específicamente de estos cinco lugares, donde los preparan de forma exquisita. Tal vez en uno de ellos encuentres los mejores chilaquiles de la Ciudad de México, de acuerdo a tu gusto.

Fonda Mayora

chilaquiles

 

 

Este sitio es uno de nuestros preferidos para desayunar en la Condesa. Aquí preparan la sopa seca de chilaquiles de estudiante, van con huevo, chiles serranos, jitomates, cebolla, crema, queso Cotija y aguacate. ¡El delicioso sazón mexicano! Dónde: Campeche 3222, Hipódromo Condesa.

Pasillo de Humo

chilaquiles

Situado sobre el Mercado Parián Condesa, este restaurante es perfecto para ti, si lo tuyo es el sabor sureño. El chef Alam Méndez Florián imprime personalidad oaxaqueña en sus chilaquiles, preparándolos con salsa de frijol, o con mole amarillo o incluso mole verde. Todos los puedes complementar con tasajo o huevo estrellado. Dónde: Avenida Nuevo León 107, Hipódromo Condesa.

Chilaquilotas

El dúo perfecto son los chilaquiles con el café de olla y más si son de este sitio. Aquí te los servirán verdes o rojos, con huevos, pechuga de pollo, bistec o incluso cochinita pibil. Si tienes un gran atojo te recomendamos pedir la torta: su pan está hecho exclusivamente para ellos y tiene la textura y sabores memorables. Dónde: José F Gutiérrez 180, Ángel Zibron, Azcapotzalco.

Público Comedor

chilaquiles

Con poco más de un año de vida, la propuesta más relajada del chef mexiquense Pablo Salas, ha logrado que sus desayunos y comidas sean de verdaderos campeones. No te puedes perder sus chilaquiles, van con cecina o pollo en salsa verde y acompañados de queso crema, cebolla y crema. Para complementar recuerda que puedes pedir café y jugo fresco del día. Dónde: Moliere 50, Polanco.

El Cardenal

chilaquiles

Este restaurante ya es un clásico de nuestra capital y aquí podrás encontrar chilaquiles con auténtico sabor casero. Suelen prepararlos con pollo deshebrado cebolla, queso fresco, crema y salsa verde o roja; además los acompañan con una decente porción de frijoles refritos. Dónde: Palma 23, Centro Histórico.