El valle de Cuatrociénegas, en el norteño estado de Coahuila, es un destino especial por donde lo mires. Es el corazón del Desierto Chihuahuense, pero no es cualquier parte del desierto, se trata de un oasis con manantiales que forman numerosas pozas, lagunas y riachuelos que brotan del suelo y se comunican por canales subterráneos; todo rodeado de sierras y montañas. ¡Conoce este paisaje que es espectacular! Fotos: Elsa Navarrete y Cortesía de Grupo Hotelero 1800.
Cuatrociénegas: Patrimonio natural invaluable
Ubicado a tres horas y media del aeropuerto de Monterrey (Nuevo León) y a una hora de Monclova (Coahuila), el Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas —donde nació y creció Venustiano Carranza— se levanta entre la Sierra La Madera y la Sierra La Fragua. Sus pequeñas casas con puertas antiguas que esconden patios sombreados, se encuentran a unos pasos del Área Natural Protegida de Cuatrociénegas, un humedal de importancia internacional.
En el valle de Cuatrociénegas se respira una magia única. Para empezar, en sus numerosos cuerpos de agua —se cree que hay 500—, que han sobrevivido al paso de los milenios, coexisten los estromatolitos con cianobacterias que fueron los responsables de producir el oxígeno de la Tierra; algunos vivos y otros ya fosilizados. De ahí que muchos científicos vienen a estudiar aquí el origen de la vida: según la Nasa, este valle muestra la evolución de la Tierra. Además, es considerado la Galápagos de México debido a la diversidad de especies endémicas como la tortuga de concha blanda y la mojarra de mintle.
Inmersión a través de experiencias
Toda esta riqueza natural se puede vivir con las experiencias que tiene —y las que está planeando— el Grupo Hotelero 1800 a través de su touroperadora Conoce4C. ¿Qué puedes hacer? Ser parte de un pícnic para ver al atardecer en las Dunas de Yeso, contemplar las estrellas para después ver el video mapping en las Minas de Mármol, abordar un Safari Truck para conocer parques naturales y nadar o hacer kayak en el río San Marcos, entre otras experiencias.
Dunas de Yeso
Estas dunas, que son una mezcla de silicio y sulfato de calcio hidratado, abarcan 800 hectáreas y han sido moldeadas por el viento, las lluvias y la humedad a través del tiempo. Hace millones de años, este territorio estaba bañado por las aguas del mar Tetis, pero al evaporarse y retirarse ese océano, dio como resultado estas rocas salinas.
En esta arena tan blanca que podrías confundirla con la nieve, una de las actividades imperdibles que ofrece el Grupo Hotelero 1800 es un pícnic al atardecer. Incluye un paisaje arrebatador, una botella de vino, una tabla de queso y dos panini (precio: $2,600 por pareja). Al caer la noche, disfruta tanto del cielo estrellado como de las dunas, estos vestigios de épocas tan remotas que brillan de forma espectacular bajo la luz de la luna debido a la cantidad de cristales.
En América existen dos áreas con estas características, y una de ellas se encuentra en Coahuila. Entre estos montículos de yeso también se levanta una réplica de un tiranosaurio rex hecho de fibra de vidrio a tamaño real por Arturo González, director del Museo del Desierto, ubicado en Saltillo.
Poza Azul
A nueve kilómetros del pueblo de Cuatro Ciénegas, se encuentra la Poza Azul, una zona protegida con agua rica en minerales —lo que le da un color único— que forma parte de una red de manantiales subterráneos (entrada: $100).
Aquí se pueden observar, además de una gama hipnotizante de colores que van del azul zafiro al turquesa, los estromatolitos con las primeras cianobacterias que produjeron el oxígeno de la Tierra. Para apreciarla mejor, sube al mirador para después obtener una foto que seguramente causará furor en Instagram.
La recomendación más atinada es visitarla con un guía especializado para que te cuente estos y otros datos curiosos que revelan lo especial de esta maravilla natural de cinco metros de profundidad. Una opción es abordar el Safari Truck del Grupo Hotelero 1800, cuyos recorridos incluyen guía y acceso a los parques como Poza Azul, Minas de Mármol y Dunas de Yeso.
Río San Marcos
Otra de las atracciones es el río San Marcos, llamado también Mezquite, que en realidad es una poza alargada de cinco kilómetros, con hasta cuatro metros de profundidad. El cauce es suave y la temperatura del agua puede llegar a 28ºC. En sus aguas cristalinas podrás nadar, hacer kayak y stand up paddle (entrada: $150).
También se puede rentar una palapa a la orilla del río para disfrutar de los alimentos y bebidas que ahí sirven, como unos deliciosos boneless, los burritos de deshebrada o la torta de pierna, junto con una cerveza o el coctel fresca mezcal, parecido a una paloma.
Minas de Mármol
A cielo abierto, las Minas de Mármol impactan por su belleza y sus vistas al valle de Cuatrociénegas. Con grandes paredes de esta piedra blanquecina, que sobresalen entre todo ese desértico entorno, se trata de otro de los spots totalmente fotogénico que roba el aliento. Solo imagina que en uno los gigantes bloques está incrustada una réplica de dinosaurio llena de arte huichol.
¿Plan para la noche en Cuatrociénegas? Primero contempla el cielo estrellado y después ve el video mapping «El Origen de la Vida» que desarrolló el Grupo Hotelero 1800 y que se proyecta en las paredes. Con 15 minutos de duración, se está llevando a cabo viernes y sábados a las 20:00 horas (entrada: $250).
Más actividades
Además de la gran extensión de dunas blancas, pozas azules con especies endémicas y observatorios de mármol, hay mucha diversión donde se combina el contacto con la naturaleza y la aventura. Tal es el caso del recorrido en razor (vehículo todoterreno) por todo el valle de Cuatrociénagas y el atractivo conocido como El Cañón, cuyas paredes irregulares de roca son el escenario ideal para disfrutar de una caminata guiada por el sendero, la vía ferrata y el descenso en rapel.
También puedes ser parte de una velada astronómica. Después de pasar un momento agradable contemplando la bóveda celeste a través de un telescopio, podrás deleitarte con un menú de seis tiempos maridados con cinco vinos de Coahuila; entre las delicias a degustar se encuentran la tostada de chamorro braseado, las flautas de mole prieto y el pulpo con arroz cremoso.
Hacienda 1800
El lugar ideal para hospedarse en el poblado de Cuatro Ciénegas es Hacienda 1800. En sus 38 habitaciones, que incluye una villa con piscina privada, encontrarás confort y podrás recargar energías para la siguiente aventura en el valle. Otro de sus puntos a favor es su piscina familiar rodeada de hamacas y tumbonas; también cuentan con una solo para adultos a lado del bar.
Por su parte, su restaurante Palmeira sirve una cocina local norestense con productos locales (como lácteos, carne seca), a cargo del chef Daniel Peña. Habitación desde $3,240 MXN. La reservación incluye desayuno en Palmeira y entrada de cortesía a dos parques. hacienda1800.com
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