Ya le hemos compartido algunos tips para reconocer un té en hojas sueltas de gran calidad. Después de la compra, ¿cómo almacenar correctamente sus hebras para sacarles el máximo provecho? Siéntese, relájese y descúbralo en esta entrega. Fotos: Escuela Mexicana de Té.
Conserva el aroma y sabor del té
¡Sí!, el correcto almacenamiento del té es fundamental para preservar todos sus aromas, sabores y, principalmente, propiedades benéficas para el organismo.
Factores como la luz solar, el contacto directo con el aire y la humedad pueden afectar notablemente la expresión de tés puros, blends e incluso tisanas. La exposición continua al aire, por ejemplo, favorece la pérdida de cualidades aromáticas. Mientras que la humedad excesiva puede provocar la aparición de moho, hongos y demás microorganismos.
Empecemos por el principio:
El té en hojas sueltas debe guardarse en recipientes herméticos que impidan el paso del aire y, principalmente, el contacto directo con los dañinos rayos ultravioletas.
¿Latas para té?, ciertamente son una magnífica elección, aunque también pueden emplearse bolsas herméticas de plástico oscuro o metalizadas. En bolsas de papel o cartón plastificadas, recipientes de cerámica de baja porosidad, frascos de vidrio de color ámbar o marrón oscuro…
No está de más recordar que el contenedor elegido debe mantenerse siempre limpio y seco.
Aromas del té
Si bien recuerda, el té tiene la capacidad de absorber todo tipo de olores, por lo que también debe mantenerse alejado de fuentes de contaminación: grasas o aceites, café molido, especias de gran intensidad y demás productos típicos de cocina.
Hojas y brotes de camellia sinensis, de distintas variedades, también pueden intercambiar aromas entre sí; nunca, estimado lector, guarde sus preciados tés puros en el mismo contenedor donde almacenó blends esenciados, rooibos o tisanas.
¿Dónde puedes guardar el té?
Donde sí. La alacena de casa puede convertirse en el espacio ideal para guardar sus hebras, especialmente en sus áreas más secas y distantes de la luz del Sol. Es importante verificar que las hojas y brotes de camellia también estén libres de cambios bruscos de temperatura y olores. Los gabinetes situados encima de su estufa no son, definitivamente, el sitio ideal.
“Y, ¿por cuánto tiempo puedo guardar mis diferentes tipos de té?”. ¡Excelente pregunta! De forma genérica podemos decir que, entre mayor sea el grado de oxidación, más largo será también su tiempo de vida. Los tés blancos, verdes y oolongs de baja oxidación, por ejemplo, tienden a mantenerse en buen estado por cortos periodos de tiempo, entre 2 y 3 años; tés negros y oolongs de alta oxidación y secado son mucho más longevos, llegando a vivir hasta 8 años en condiciones adecuadas de almacenamiento. El pu-erh es particularmente interesante en este sentido dado que, al igual que algunos vinos, incluso se beneficia con el añejamiento controlado.
Concluiremos apuntando a los sacos, sin duda alguna la forma más cotidiana y popular del consumo de té. Aquí las cosas no cambian en lo absoluto; sin importar si se encuentran dentro de pequeñas bolsas de papel, plástico, latas o cajas de cartón, los sacos de té deben almacenarse en un lugar seco, alejado de la luz del Sol, libre de cambios bruscos de temperatura y olores. ¡Punto!