Dolores Hidalgo, lugar considerado como la cuna de la Independencia de México, es el hogar del viñedo Cuna de Tierra, una de las vinícolas del Bajío que más destaca por la calidad de sus elíxires. Justo como un reconocimiento a los caldos que ahí se producen, se llevó a cabo la cuarta edición de Born to be wine, un festival que conjuntó vino, gastronomía y música para celebrar el nacimiento de las uvas que se convertirán en el vino de la cosecha 2018. Texto: Cindy Medel. 

Vino, maridaje y el proceso de cata

Con el fin de dar una perspectiva más amplia del proceso de elaboración del vino, maridaje y el proceso de cata, ofrecieron una serie de interesantes talleres. Entre ellos, destacó el titulado Del campo a tu copa. Donde a bordo de un camión recorrimos los campos de nebbiolo, cabernet sauvignon, merlot, syrah y cabernet franc, para descubrir el profundo respeto que le tienen a sus uvas, lo que se ve reflejado en buenos caldos.

Born to be wine

Luego visitamos la bodega en la que seleccionan las uvas de la mejor calidad y llevan a cabo el prensado, el cual se realiza personalmente por su enólogo Juan Manchónpara asegurarse que la presión sea mínima. El fin es no dañar las paredes celulares de la uva ni a la semilla. Posteriormente, la fermentación se hace en tanques de acero inoxidable, para luego llevar los caldos a sus barricas de roble francés, húngaro o americano.

El resultado final de este proceso son ocho etiquetas: Rosado, Torre de Tierra Blanco, Torre de Tinto, Cuna de Tierra Shiraz, Pago de Vega y Mistela. Entre las que destaca Nebbiolo, un ensamble con 60% de esta cepa, 20% malbec y 20% tempranillo.

En cata, pudimos comprobar por qué su cosecha 2015 fue distinguida con diversos premios. A la vista ofrece destellos violáceos y rubíes, mientras en nariz regala aromas a chocolate, té negro y vainilla, y en boca tiene un ataque intenso con taninos suaves y bien amalgamados.

Born to be wine

Mixología impartido por Mike Prado

Otro de los talleres estelares fue el de mixología, impartido por Mike Prado, embajador de licor Ancho Reyes, quién nos dio una clase para preparar los cocteles insignia de la marca, “gavilán” y “pepino Cuevas”.

El primero se consigue escarchando el vaso con toronja y sal, para después agregar dos onzas de Ancho Reyes, una de limón, refresco de toronja y mucho hielo. En el caso de “pepino Cuevas”. Se agregan dos onzas de licor, una de limón y media onza de miel de agave. Agrega trozos de hielo pequeño y  solo tendrás que dedicarte a disfrutar.

Fue así como Born to be wine y Cuna de Tierra cerraron exitosamente con una asistencia de 1000 personas, en la que el vino y la música fueron los protagonistas de la noche. No te pierdas su próxima edición en 2018.  borntobewine.mx

 

La leyenda china del origen del té cuenta que en el año 3,000 a.C., el emperador Shen-Nung se encontraba descansando a la sombra de un árbol grande. Hacía tanto frío que puso a hervir un poco de agua, cuyo calor provocó que algunas hojas en las ramas largas se secaran y desprendieran para caer justo en el caldero. El líquido se tiñó de un color dorado y se perfumó con un delicioso aroma al que llamaron Chá, que quiere decir “divino”. Aquí te presentamos seis sitios en la Ciudad de México donde puedes disfrutar de esta milenaria bebida.

Tomás Casa Editora de Té

TomásCasaEditoradeTe

Este lugar tiene la filosofía de que el té es una experiencia de aromas y sabores que se traducen en el bienestar para el cuerpo y la mente, por eso solo seleccionan variedades de té que son cultivadas por artesanos de China, Sri Lanka, Argentina, Japón, Sudáfrica e India. Allí encontrarás tés blanco, verde, amarillo, oolong, negro, pu-erh, mate, rooibos y tisanas.

Dónde: Av. Tamaulipas 66, Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

Maison Française De Thé Caravanseraï

Caravanserai té

Es una casa donde podrás aprender sobre la cultura, los sabores, los perfumes, los aromas y las sensaciones de esta planta. Cuenta con un menú selecto de bebidas que provienen de distintas partes del mundo: China, Taiwán, Japón, India, Sri Lanka, Asia Menor y África, las cuales puedes acompañar con distintas piezas de repostería francesa.

Dónde: Orizaba 101, Roma Norte, Cuauhtémoc.

La Esquina del Té

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En este lugar encontrarás un sitio acogedor y familiar que te permite disfrutar una gran variedad  de alta calidad. Fue una de las primeras casas de té y existe desde 2002. Además de las clásicas bebidas, prueba su té helado o una taza de tepuccino, preparado con tu infusión preferida.

Dónde: Ámsterdam 55, esquina con Sonora, Hipódromo Condesa, Ciudad de México.

Café Ruta de la Seda

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No es propiamente una casa de té, pero su menú cuenta con una amplia selección de té y tisanas orgánicas de diferentes regiones asiáticas. Además, podrás acompañar tus bebidas con pastelería orgánica y platillos sustentables. Prueba el Wuyi Oolong, con sabor frutal y ahumado distintivo.

Dónde: Aurora 1, esquina Pino, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán.

Theodor Maison de Thé

té

Puedes encontrar más de 100 mezclas de tés y tisanas que hacen honor a su origen parisino, porque son mezclas creadas con todo el esmero que requieren los cinco sentidos. Aquí el barista especializado te puede preparar algo dependiendo de tus gustos, ya sean florales, frutales o especiados.

Dónde: Temístocles 24, entre Emilio Castelar y Campos Elíseos, Polanco.

Té cuento

té

Aquí podrás elegir entre una amplia selección de tés de hoja entera, blends y refrescantes tizanas. Te recomendamos el negro con cardamomo y el blanco con frambuesas. Siéntate a disfrutarlos en sus sillas de estilo vintage, acompañados de una sublime facturita (pan dulce) con crema pastelera o un bocadillo de su carta de alimentos.

Dónde. Tlacoquemécatl 171, Del Valle Sur.

Descubrir el oolong es descubrir el lado más sofisticado del té… aunque también el de mayor complejidad. Oriundo de China, este tipo de té surge a partir de un peculiarísimo método de manufactura cuyos pasos, generalmente, se reservan en secreto por cada productor. Sí, querido lector, en el mundo del oolong todo y nada está escrito.

Asociado con tradiciones y costumbres milenarias, el oolong está catalogado como un té semi oxidado. La complejidad de este té, justamente, proviene de dicha cualidad; según su procedencia y grado de oxidación, que va de entre 20 a 80 por ciento, la infusión puede ofrecer suaves notas florales y de durazno, acentos tostados, destellos de nuez e incluso de leche o yogur.

¿Cómo se produce? Después de cosecharse, las hojas de camellia sinensis, la planta del té, se someten a los rayos del Sol y después se dejan marchitar en espacios interiores para promover su oxidación. El punto clave en todo el proceso productivo es determinar el momento para detener dicha oxidación; realmente, se requiere de muchísima experiencia para identificar el punto exacto.

té oolong

Una vez detenida la oxidación, las hojas de camellia se enrulan repetidamente, en todo tipo de formas de acuerdo a la tradición y conocimientos técnicos de cada productor, con el propósito de generar aromas, sabores y texturas particulares. Ya listas, son secadas al punto deseado con calor.

La amplitud aromática y gustativa del oolong, cuyo nombre puede traducirse literalmente como “dragón negro”, lo hace perfecto para la ceremonia china de té: Gong Fu Cha. Durante el ritual, el té se infunde en pequeñas teteras y repetidas ocasiones, siempre con mínimas cantidades de agua; cada infusión deriva en perfiles sensoriales distintos. Algunas variedades de alta gama pueden reinfundirse por hasta 12 o 14 veces.

¿Oolong es lo mismo que té azul?”. Sí y no. Tradicionalmente los oolong se clasifican en función a su forma, grado de oxidación y color. Existen estilos semi enrulados, semi abiertos y de hoja cerrada; de baja oxidación, con porcentajes que van de 20 a 50 por ciento, y de alta oxidación, de 50 a 80; verdosos, ocre, con tonalidades tierra y, por supuesto, los azules.

té oolong

En términos generales, el té oolong deriva en infusiones de color paja intenso, amarillo brillante e incluso ámbar. Sus notas aromáticas típicas corresponden a flores, lácteos, azúcar cruda o cocida, mientras que en boca suele ser dulce y astringente, con larga y agradable permanencia.

Qué probar. Aunque existen grandísimos blends a base de oolong, los puristas recomiendan iniciar con variedades puras, que permitan descubrir toda la variedad de aromas y sabores originales del té. Entre los grandes ejemplares se cuenta Oriental Beauty; este espécimen nació en Taiwán a finales del siglo XIX y fue rebautizado en Inglaterra por la Reina Victoria debido a su expresividad. Del terruño chino es posible destacar al Tieguanyin (“Tie Guan Yin” o “Ti Kwan Yin”), oolong con distintos niveles de oxidación y caracterizado por sus notas florales, herbacidad y astringencia. Actualmente, también se produce exitosamente en diferentes plantaciones del territorio taiwanés. Notará usted que, además de China, Taiwán es un importante polo productivo de este té.

Concluyamos pues con algunas recomendaciones para infundir oolong al punto. De la misma forma que el té blanco, negro, verde y pu-erh la sugerencia es utilizar 2.5 gramos por cada 200 mililitros de agua. Tiempo y temperatura del agua varían en función de las hebras y gusto particular, sin embargo, podemos apuntar a promedios de 85 a 90 °C, por 1 a 4 minutosescueladete.mx

Carlos Moro, figura del vino español y mundial, y ya a la cabeza de grandes nombres como Matarromera, Emina o Val de los frailes en la Ribera del Duero, Cigales y Rueda, se encuentra esta semana en México para presentarnos su nueva bodega: Carlos Moro. Este enólogo e ingeniero agrónomo lleva el vino en la sangre: del lado materno tanto como el paterno, ya se cultivaba la vid desde hace generaciones. Llevado por su amor a la tierra y a la innovación, Carlos Moro quiso experimentar los suelos de la D.O. Rioja, y trae a México dos etiquetas de tinto: Carlos Moro (D.O.Ca Rioja) y Carlos Moro Prestigio (D.O.Ca Rioja).

¿Por qué escoger Rioja para su nueva bodega?

Históricamente, la familia y mis viñedos se encuentran en Ribera del Duero. Ya contamos con bodegas en otras denominaciones prestigiosas de España, como lo son Ribera del Duero, Rueda, Cigales y Toro. Poca gente sabe esto, pero la uva mas plantada en el mundo es el tempranillo, y por supuesto que quise ir a ver en Rioja como se daría. Escogimos un lugar al norte del Río Ebro, pues los mejores vinos casi siempre se han producido al lado de los ríos. 

Carlos Moro

¿Cuál era su motivación en el momento de crear la bodega?

Este vino me refleja a mí, son vinos de autor. Siempre he sido el gerente, dueño, ingeniero agrónomo de todas mis bodegas. Matarromera ha sido un éxito impresionante, con bastantes premios, mucho reconocimiento del mercado, ¡hasta ha sido el vino de la boda del rey! Entonces con Carlos Moro, quise “devolver a la tierra todo lo que ella nos brinda”, trabajamos de manera limpia, hacemos mucha investigación. Hace 7 años, siendo especialistas en la plantación del tempranillo, la variedad reina, con expresiones diferentes en todas las regiones. Nos faltaba la zona importantísima de España que es Rioja. Quisimos crear entonces una bodega de alto nivel, con el criterio y calidad de Matarromera.

Carlos Moro

¿Cómo describiría a su bodega y sus vinos?

Estos viñedos se encuentran entre el Río Ebro y la montaña, el suelo es arenoso, mas calcáreo sobre los montes, pero nos traen la influencia maravillosa de los microclimas muy especiales de la zona. No es la más productiva, ni la más grande, pero es la mejor zona. ¡Son viñedos antiguos de 30 y 100 anos! Los compramos a agricultores y los adaptamos a nuestra manera de trabajar, nuestro estilo de poda y de cultivo de la viña. Me encanta ir ahí a pasear, ver la madurez de las uvas, etc. Solo habrán 4 vinos, y en México empezamos con dos: CM, de Rioja Alta, cultivado en San Vicente y CM Prestigio, cultivado en Labastida. Hay distintos grados de barrica en ambos vinos, con crianza en barrica totalmente nueva de roble francés y un poco de roble americano. CM es intenso, de buena estructura y muy equilibrado con excelente retrogusto. CM Prestigio pasa por las mejores tonelerías del mundo, es muy aromático, más complejo, largo y persistente en boca.

Carlos Moro

¿Dónde encontrar los vinos?

En el Valle de México, Puebla y Guadalajara con mayoristas especializados, y en tiendas como La Castellana y La Naval, con precios al público de $670 y $1,015 MXN.

 

La historia de México es un recorrido que se puede apreciar desde muchos ángulos: literatura, fotografías, zonas arqueológicas que transportan al pasado, anécdotas, objetos y muchas más cosas nos hablan de los orígenes, dejando espacio a la imaginación para construir una línea del tiempo y poder entender de dónde viene tanta riqueza. Sin embargo, sobre las mesas es donde podemos encontrar las pistas más evidentes, y si se presta especial atención a los productos líquidos que hay en ella, es decir, a las bebidas, es posible hablar de la evolución de nuestro país.

Si aún no has probado el pulque, el mezcal o el tepache, es buen momento para hacerlo. Experimentar sus sabores, conocer sus procesos de elaboración, su lugar de origen y su producción en la actualidad es importante no sólo por saber más sobre el valor de su riqueza, sino porque realmente representan modos de vida, trabajos, desarrollo de pequeñas y grandes industrias y un sentido de identidad muy profundo. Por ello, aquí te compartimos algunas de las bebidas alcohólicas más tradicionales de México.

Pulque, bebida de los dioses

Bebidas

Para quienes rascan el corazón del maguey y fermentan su aguamiel para convertirlo en pulque, la blanca bebida representa un vínculo entre la tradición y su conservación tras generaciones. De origen prehispánico, es la bebida del maguey, conocido como el árbol de las maravillas por su extenso aprovechamiento. El pulque, estimadísimo por sus virtudes nutritivas y medicinales, ha quedado indeleble en la cultura popular mexicana.

Tequila y mezcal para el mundo

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Destilados que se fundamentan en la magia del agave pero que surgieron con la herencia árabe en manos de los españoles, a partir del siglo XVIII. Para el mezcal se emplean las pencas y la raíz del maguey y en sus inicios también tuvo usos medicinales, pero siempre estuvo cerca de ceremonias y celebraciones, siendo aquella con la que se ofrenda. El tequila, con Denominación de Origen, es una bebida para brindar; esta bebida, que identifica a México en el resto del mundo, se obtiene a partir del agave azul Tequilana Weber y se produce en los estados de Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Michoacán y Tamaulipas.

Tepache de maíz, tepache de piña

Bebidas

Entre las bebidas fermentadas y sus infinitas variedades regionales, figura una bebida milenaria, el tepache, frío y refrescante. La primera versión se hizo con maíz y con frutas que la endulzaban. Con el paso del tiempo, la piña se incorporó y permitió realizar la bebida completamente a base de esta fruta. Piña, piloncillo y agua cuentan que durante la época prehispánica el tepache tenía un uso restringido y cierto prestigio dentro de las altas clases, apreciada en las temporadas más calurosas. En el norte del país el tejuino es una bebida similar, y en el sur se conoce el pozol, ambos aún elaborados a base de maíz.

Cerveza y desarrollo industrial

Bebidas

La cerveza arribó con la llegada de los europeos al Nuevo Mundo y con ella, el inicio de una nueva era industrial en el México independiente. Originaria de Medio Oriente, esta bebida inició un largo viaje y durante varios milenios se perfeccionó hasta convertirse en una de las favoritas no sólo en México, sino en el mundo. Fue en el siglo XX que la cerveza empezó a tomar forma en territorio mexicano, cuando las olas de inmigrantes europeos y estadounidenses impulsaron las grandes cerveceras. El establecimiento de la red ferroviaria marcó el inicio de la historia moderna de esta industria floreciente y con ella muchas otras como la del vidrio y del transporte. Hoy en día la producción de cerveza artesanal es una tendencia importante y muy visible.

De vino de consagrar a vino de siempre

Bebidas

Estas bebidas: el vino y la vid también llegaron en los barcos provenientes de España. Hernán Cortés en 1524 ordenó a sus conquistadores plantar 1000 vides por cada 100 nativos. Esta misión quedó en manos de frailes y misioneros, como parte importante de la conquista evangelizadora. Entre las vides silvestres que ya existían en México y las vides europeas, la labor comenzó en Parras de la Fuente, Coahuila. Casa Madero fue la primera casa vinícola en el continente americano. Los jesuitas lo llevaron a diversas zonas del Norte de México como a Sonora, Sinaloa y Baja California. Empresas como L.A. Cetto, Bodegas Santo Tomás, Monte Xanic o Domecq constituyen la máxima evidencia del magnífico terroir mexicano.

Beber una copa de vino es un placer. Sin embargo, para poder disfrutar plenamente de esta bebida, existe una gran variedad de copas que por su diseño, realzan las características únicas de los vinos de algunas cepas o regiones vinícolas específicas. Aquí te mostramos algunos ejemplos de copas creadas para los vinos de estas zonas europeas. 

Champaña: 

Es una copa alargada, con forma de tulipán y borde superior estrecho. Concentra el aroma de los vinos espumosos y a la vez facilita la formación del característico perlage.

copa

Burdeos:

Esta copa, por su gran volumen, promueve una buena oxigenación del vino y por lo tanto una completa expresión aromática; del mismo modo, permite que se perciba primero la dulzura de la bebida, enfatizando las cualidades frutales. Se utiliza para vinos tintos de buen cuerpo, complejos y ricos en taninos.

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Borgoña:

Para vinos tintos de taninos moderados, de buena acidez y un elevado contenido de alcohol. Su forma controla el flujo del vino, moderando las sensaciones ácidas y destacando las dulces. Su amplio cáliz favorece el despliegue de matices aromáticos.

copa

Chablis:

Es ideal para vinos blancos ligeros y de alta acidez, pues su cáliz pequeño y tallo alto, evitan que el vino se caliente. Su diseño propicia el equilibrio gustativo y la liberación de notas especiadas y minerales, así como una marcada percepción de frescura.

copa

Jerez:

Esta copa es pequeña y de forma ovalada con boca estrecha que concentra los aromas y equilibra el gusto. Se utiliza para vinos licorosos y generosos de textura densa.

copa

Sin importar qué copa se utilice, para poder apreciar adecuadamente las características del vino, no hay que olvidar lavarlas con agua tibia y limpiarlas con un trapo antes de usarlas, para evitar restos de grasa o suciedad.

La gente visita los países latinos y conoce sus mesas, su comensalidad y sus sabores. Prueba los platillos típicos y las bebidas conocidas internacionalmente, sin embargo, sólo unos cuantos buscan ir más allá y aventurarse a conocer las tradiciones más arraigadas, que en algunos casos, sólo se conservan en aquellos pueblos alejados de las grandes ciudades. Platón lo puso de esta manera en sus diálogos, el simposio es ese “lugar donde conviven (beben) los intelectuales. Por esta razón, te invitamos a conocer algunas de esas bebidas significativas, que relatan las historias más auténticas.

Tereré – Paraguay

bebidas

De origen guaraní, esta bebida refrescante, que en un principio se tomaba como una infusión, consiste en una mezcla de agua fría con yerba mate, hielo y hierbas medicinales como cedrón, menta, cola de caballo, entre otras. El nombre tereré es una onomatopeya relacionada con los últimos tres sorbos al succionar la bebida; el tereré es la versión del mate frío, que se popularizó en Paraguay cuando los soldados veteranos del Chaco comenzaron a beberlo para no encender fuegos que delataran su posición. Se toma en una guampa, el vaso donde se coloca la yerba mate.

Masato – Colombia, Perú y Venezuela

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Esta bebida precolombina es tradicional de la región andina, elaborada a base de yuca, arroz, maíz o piña. Los colombianos de Cundinamarca, Santander Tolima y Bocayá son expertos en elaborar masato con arroz, así como con trigo o maíz y mango o piña. En Perú se prepara con yuca y boniato o camote cocido y triturado; se dice que antiguamente, la forma de hacerlo era masticando la yuca y escupiéndola. Y en Venezuela, se prepara con arroz, especias y piña fermentada.

Pulque – México

bebidas

Es difícil mencionar sólo una bebida mexicana cuando se tiene una vasta variedad, desde el tequila hasta el atole, pasando por las aguas frescas, los diversos aguardientes y el mezcal. El pulque, tradicional del centro de México, es una bebida prehistórica conocida como “la bebida de los dioses”, resultado de la fermentación de la savia o aguamiel del agave o de las pencas del maguey. Lechoso, ligeramente espumoso y algo viscoso, el pulque se convirtió en un elemento de importancia social, económica y por supuesto, religiosa.

Mamajuana – República Dominicana

bebidas

Existen diferentes formas de preparar este licor, el más común es con ron, vino tinto y miel, en una botella con cortezas de árbol y diferentes hierbas. Otra forma de hacerla es con mariscos, que se retiran luego de un proceso de maceración de unos siete o diez días. Se dice que este brebaje taíno es un afrodisiaco, que se consumía desde antes de la llegada de los españoles con fines medicinales, por supuesto, sin alcohol. Debido al ron, el licor resultante adquiere un sabor dulce, fuertemente aromatizado e irresistible.

Canelazo – Ecuador

Esta es una de las bebidas andinas típica en Quito, la capital ecuatoriana y se prepara a partir del licor artesanal destilado de azúcar puro, llamado puntas, mezclado con una infusión de agua de canela y naranjilla. Se dice que el brebaje caliente solía compartirse durante las noches de fiestas quiteñas para aplacar el frío, en otras palabras, simboliza el pretexto para reunirse a conversar con los amigos. Para muchos, el sabor final de la bebida depende en gran medida del lugar de origen del aguardiente.

No se pueden olvidar las caipiriñas de Brasil, el pisco de Perú, la chicha o el café colombiano de aroma inigualable, el chocolate, los mojitos y las históricas cubas libres, la cerveza, y todos los aguardientes de alta graduación alcohólica, obtenidos por destilación de mostos o pastas fermentadas; porque donde hay bebida hay convivio y donde se convive, se vive.

Sí que vivimos un fin de semana fascinante en Oaxaca, donde vibramos la sexta edición de Experiencia Mezcal Amores llena de cultura, tradición, gastronomía local, mucha música, reencuentros y nuevas amistades que, sin duda, formaron un conjunto de estímulos para pasarla increíble en compañía de nuestros anfitriones.

¿Cómo comenzó la aventura?

El día esperado (11 de marzo) arrancó en el Parador Casa Espadín, en el poblado de Mitla. Precisamente aquí se halla uno de los cinco palenques de producción que tienen la marca, mismos que se suman a los tres que se ubican en Guerrero y uno más en Durango. Donde 12 maestros mezcaleros aportan su sabiduría para dar el sabor y carácter al destilado de la empresa.

Mezcal Amores

Luis Niño de Rivera y Mezcal Amores

En este punto de encuentro, Luis Niño de Rivera, encargado de Mercadotecnia, Ventas y Exportación de Mezcal Amores nos dio un tour cultural para mostrar el desarrollo alquímico. Por el que pasa la planta sagrada que obsequia esta bebida: espadín y cupreata forman la línea oaxaqueña.

Para su producción se someten a cinco pasos completamente artesanales: jima, cocimiento, molienda, fermentación y destilación, que da como resultado un producto con sabor ahumado ligero. Para que el consumidor sienta con gusto el lema de la marca: “Bebo del Sol su sangre”, porque para su elaboración utilizan agaves que absorben la energía solar de seis a 30 años.

Mezcal Amores

Mezcal y comida tradicional oaxaqueña


Después nos lanzamos a un campo repleto de dichas plantas, también en Mitla, donde Experiencia Mezcal Amores comenzó con un buffet de comida tradicional oaxaqueña y al caer el atardecer la música se hizo presente con el ritmo de “Furia con Lujuria”, para dar paso a DJ’s nacionales e internacionales como Nour Alsholi, Mandrake, Santi Ve, Eduardo Castillo y Nicolás Matar. Por la noche lucieron las piezas artísticas intervenidas por la norteamericana Olivia Steele y el oaxaqueño Sabino.


Como en todo viaje no puede faltar el sabor del lugar que visitamos, así que los amigos de Amores Mezcal nos consintieron con una comida en Patio Luvina, un espacio que propone dos restaurantes. El primero se llama Graciela, que ofrece una rica variedad de mariscos; la segunda lleva por nombre De Brasa Pura, que se especializa en cortes de carne.

Otro lugar que también nos abrió las puertas a sus delicias fue el bar Casa Estambul, que en épocas pasadas fue un burdel y ahora es un refugio para los amantes de la fiesta, la música, el arte y el buen comer, gracias a su chef Octavio Ramírez, quien toma los insumos oaxaqueños para crear su cocina de autor. Un detalle interesante de este espacio es la decoración que corrió a cargo de uno de los socios, el artista Dr. Lakra.


De esta forma cerramos una edición más de Experiencias Mezcal Amores, un encuentro que hace partícipe a sus invitados para celebrar a la tierra y a sus bondades: en este caso a la bebida destilada.

Especias y hebras de té hacen una de las mezclas más perfectas dentro del fascinante mundo de la camellia sinensis. Sí, nos referimos al masala chai, el gran ícono del subcontinente indio y uno de los blends de té más solicitados alrededor del mundo. Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Popularizado durante el Raj británico –Virreinato británico en los territorios que hoy ocupan India, Pakistán y Bangladesh, entre otros países–, el masala chai es una mezcla de especias y hojas de camellia sinensis (planta del té). Originalmente se trataba de una combinación de té negro de Assam, de gran potencia gustativa, y cuatro especias base: canela, cardamomo, clavo de olor y jengibre. Hoy es posible hallar diferentes expresiones regionales a base de té verde, pu-erh e incluso rooibos, aromatizadas con toda una variedad de especias.

chai

La historia del masala está plagada de creencias ancestrales e influencia occidental. Algunos investigadores apuntan a la infusión de especias como un remedio medicinal con más de 7 mil años de antigüedad. La palabra masala, traducida literalmente como “mezcla de especias”, también se vincula profundamente con la gastronomía local. Lo cierto es que, con el surgimiento de las primeras plantaciones en Assam, en la década de 1830, los ingleses fueron quienes dieron vida al aromático blend de té negro.

Pero la costumbre regional del masala chai es mucho más reciente. Realmente la infusión comenzó a masificarse a principios del siglo 20, gracias a una campaña de la Indian Tea Association que fomentaba su consumo entre las clases obreras indias. Es en este momento cuando el blend de té negro comienza a servirse al estilo británico: con leche y azúcar. Sí, tradicionalmente el masala chai se toma con leche, aunque también es delicioso solo.

chai

“¿Masala chai es lo mismo que té chai?”. Sí y no, querido lector. Aunque nos referimos a la misma infusión es importante decir que la palabra chai significa té, así que cuando llamamos a la bebida ‘té chai’ estamos cometiendo un pleonasmo.

Apuntemos a la correcta elección de este blend y, más importante aún, a su singular método de infusión. Si lo que quiere es probar un masala chai auténtico, la recomendación es adquirirlo en hojas sueltas o en sacos piramidales. Otra opción es comprar hebras de té negro y mezclarlas con las especias deseadas.

chai

¿Bebidas en polvo comercializadas bajo el nombre de té chai o chai latte?, generalmente se trata de emulsionantes con saborizantes artificiales, especias en polvo, extractos de té y azúcar. Por el contrario, un masala chai en hojas sueltas mantiene todo el aroma, sabor y, principalmente, los compuestos antioxidantes de la camellia sinensis.

Para infundir. El masala chai tiene la peculiaridad de prepararse como un cocido más que como una infusión. La recomendación es mezclar con agua o leche, a una temperatura promedio de 90 ºC, y dejar “cocer” por cinco minutos.