La filosofía de Pacari hace lucir a Latinoamérica en el mundo del chocolate. Esta empresa fundada en Ecuador, por Santiago Peralta y Carla Barbotó, es un ejemplo de cómo se puede conseguir que un producto y su ambiente se respeten en todos los niveles de su producción. Conoce más de la marca y descubre su trasfondo orgánico y de sustentabilidad. Fotos: cortesía.

 

Cacao orgánico

 

 

El cacao de Pacari proviene de una cantidad enorme de agricultores de pequeña escala (cerca de 3,500) que se encuentran principalmente en Ecuador, pero también en Colombia y Perú. «Viene de gente que está en temas de cuidado y equilibrio, personas autosuficientes que no necesitan del exterior, de la forma vieja de vivir», nos dijo en entrevista Santiago Peralta. Este experto en el tema también nos contó que comenzó a gestar el proyecto hace 20 años junto a su esposa, Carla Barbotó. En ese entonces, los productos orgánicos no eran comunes en Latinoamérica, pero en pocos años lograron ponerse en la mira internacional.

 

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Así, Pacari inició con un sueño que busca generar un impacto positivo en el mundo por medio del chocolate. «Comenzamos hablando con los agricultores, generando la relación y conexión, porque ellos tenían miedo de que ya les habían prometido tantas cosas y no les habían cumplido. Llegamos con la plata, hablando y generando la confianza, una confianza ciega. Ahora tenemos una fila de agricultores que quieren trabajar con nosotros y eso genera algo que mueve todo un continente. El chocolate nos compete, es nuestro producto, es histórico latinoamericano. Esto no es algo que puede ser Europeo y ahora estamos jugando en sus canchas y ganando. Es de los más premiados en el mundo y eso genera una sensación de que Latinoamérica tiene que redescubrirse por los propios latinoamericanos«, continúa el cofundador de la marca.

Las prácticas orgánicas, el comercio justo y la biodinámica como una práctica agrícola también son parte de la filosofía de Pacari. Esto está certificado por USDA Organic y la Regulación Orgánica 2092/91 de la Unión Europea, así como está reconocida como en el top 10 de Mejores Empresas B para el Mundo por la fundación B Lab, por su compromiso como agente de cambio.

 

Pacari: sustentabilidad global

 

«Todos los problemas que tenemos son globales y deberíamos hablar de una comunidad global. Cómo no voy a estar con el tema de lo orgánico y de la sustentabilidad, del veganismo o de todas estas filosofías que nos van a permitir vivir un siglo más en este mundo. Es cuestión de coherencia, de comercio directo, de consciencia y de consumo responsable», afirma Santiago. Además, asegura que esto es lo que ha sido clave en el crecimiento de la marca. Por supuesto, en su país de origen es un parteaguas en la industria: «En Ecuador es una religión y el 80% del chocolate oscuro consumido es Pacari. Hemos generado un culto al cacao, a nuestros sabores y a lo que somos».

 

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Todo este trabajo ha ido de la mano con el reconocimiento, y prueba de ello es que han adquirido 376 premios por su calidad. Esto es justo para sus creadores, puesto que «el que tiene el mejor cacao, tendrá el mejor chocolate», dice convencido Santiago.

Pacari muestra la diversidad de Latinoamérica a través de los sabores con los que juega en sus diferentes presentaciones. Algunos ejemplos de los ingredientes con que se combinan sus barras es la rosa andina, sal de Maras, maracuyá, chile o hierba limón. De esta forma, ofrecen cacao de alta calidad que va del árbol a la barra, y lo hace pensando en el medio ambiente. Para ello, han modificado sus empaques y son la primera empresa de su tipo en utilizar empaques biodegradables.

 

Disponible en México

 

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Los chocolates de Pacari han ganado categorías de oro, plata y bronce en los International Chocolate Awards en distintas ediciones, y está presente en 42 países. Ante un pequeño freno tras el inicio de la pandemia, Pacari ahora retoma su presencia en México y es posible que pruebes su sabor con trasfondo de comercio justo y sustentabilidad. Santiago afirma que poco a poco irán entrando a más ciudades: «es un proceso para que la gente nos vaya encontrando y nos vaya entendiendo, es una educación», finaliza.

A partir de mayo, puedes encontrar los chocolates de Pacari en Costco y en más de 30 locales de La Europea, ¡no dudes en probarlos! Costo: desde $90. Conoce más en su página web.

 

 

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Aunque algunos dicen que el 13 de septiembre es el Día Internacional del Chocolate, esto por el nacimiento de Roal Dahl, escritor de la novela Charlie y  la Fábrica de Chocolate, mientras otros que es hoy 7 de julio, creemos que todos los días son perfectos para festejar la existencia de esta delicia. Y no hay mejor forma de celebrar que conociendo más sobre su historia, y claro, derritiendo una deliciosa porción de este manjar en nuestra boca. Texto: Ana Karen García. 

México ha dado una gran diversidad de productos al mundo, entre ellos se encuentra el chocolate, el cual, tuvo sus orígenes en las culturas prehispánicas, aunque no se consumía de la forma en que ahora lo hacemos.

Cuenta la leyenda que fue Quetzalcóatl quien robó el árbol de cacao del jardín de los dioses, para dárselo a su pueblo y que no tuvieran hambre, además así podrían dar rienda suelta a su creatividad e inteligencia.

Después de plantar el arbusto pidió a Tláloc que enviara lluvia para que este creciera y luego visitó a Xochiquetzal, quien es la diosa de la belleza y el amor. Ella hizo crecer unas  vainas muy bellas, llenas de semillas, dando así origen al cacao.

 

Chocolate

 

Tesoro prehispánico

 

Existen investigadores que afirman que el descubrimiento de esta semilla fue accidental, pues fermentaron una vaina, con la cual crearon una bebida estilo cerveza, pero desechaban las semillas. Tiempo después comenzaron a molerlas y así preparaban un agua de tonos amargos pero muy energizante. Por ello, se consideraba que esta bebida era solo para guerreros o personajes de un estatus social alto.

La importancia del cacao era tal en aquellos tiempos, que incluso era utilizado como moneda, de las cuales Moctezuma logró sumar 160 millones de bayas. Fue en la mesa de este emperador azteca que Hernán Cortés conoció este manjar.

 

Bienvenida al Viejo Mundo

 

Los exploradores del Viejo Continente no conocían la semilla de cacao y sus primeros acercamientos no fueron tan satisfactorios, pues le parecía una bebida muy amarga, sin embargo decidieron llevarla hacia su lugar de origen.

Al llegar a España dieron a probar esta bebida a los reyes, quienes propusieron que se agregara azúcar y canela para aligerarla, dando paso a lo que hoy conocemos como el chocolate de mesa.

 

 

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En los siglos XVI y XVII esta bebida se popularizó por España, Italia y Francia, hasta llegar a Suiza, donde en 1820 Luis Cailler hizo la primera tableta de chocolate, descubriendo así una nueva forma de disfrutar este producto, quitando el amargor y explorando nuevas posibilidades de consumir esta semilla, convirtiéndola en el dulce más disfrutado por todo el mundo.

 

Chocolate en constante evolución

 

Después de este gran descubrimiento, el chocolate y las técnicas para su producción no han parado, logrando siempre una mejora, además de lograr innovación e investigación para conocer más sobre este producto.

Por ejemplo, ¿Sabías que ahora además de las clásicas presentaciones, existen chocolates rubí (de tonos rosas) y dorados? Estos son elaborados con el cacao Ruby proveniente de Costa de Marfil, Ecuador y Brasil, que presenta naturalmente tonos color rosa intenso y sabores afrutados. 

 

 

No te quedes con las ganas de probarlo, ya sea en barra, chips, bebido o a mordidas, el chocolate siempre estará para llenarte de energía, aportarte nutrientes e incluso ponerte de buenas en esos días lluviosos. No por nada ha sido llamado el nuevo oro del mundo. 

 

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