Desde hace más de 50 años, el Restaurante El Lago es uno de los lugares gastronómicos más lujos de la Ciudad de México, enclavado en el Bosque de Chapultepec. Y nosotros lo visitamos para conocer su más reciente remodelación.

Arquitectura de El Lago

Al llegar, observarás una enorme fuente ubicada en la entrada del lugar, caracterizado por su arquitectura paraboloide hiperbólica. En la que destacan techos en forma de parábola que brindan una sensación de elegancia y amplitud.

El Lago

La nueva imagen del restaurante está conformada por un cambio radical en la mantelería, sillas forradas con telas de color azul grisáceo y beige que combinan armoniosamente con los sutiles detalles en tonos dorados del lugar, así como la vajilla y cristalería que tienen un estilo minimalista y moderno.

En el salón principal se adaptó un pequeño lounge, ideal para pequeñas reuniones de negocios. Este salón está acomodado de manera escalonada con vidrios de piso a techo con vista al lago y conectado a la terraza donde también se encuentra el muelle, que te invita a disfrutarlo a medio día con una cerveza, un coctel o una copa de vino con platillos para picar como carpaccio de calabaza con aceite de olivo, queso parmesano y arúgula acompañado de pan tostado o alitas de pollo en salsa de mezcal y habanero servidas con dip de queso azul y apio.

El Lago

La gastronomía del Restaurante El Lago ha sido renovada a lo largo de su historia, y hoy en día se caracteriza por su cocina mexicana contemporánea con toques internacionales. Por ello, probamos como entrada las tostaditas de hongos con recado rojo y frijoles que son propuestas en su menú de temporada. Además del crujiente de pato que se sirve a modo de empanaditas acompañadas de mole poblano. También degustamos rollos de queso de cabra con jamón serrano, pesto de hoja santa y jalea de tomate.

Platillos estrella son:

El filete en costra de café espolvoreado con cacao acompañado con puré de papa, y el filete de salmón con chapulines sazonado con alioli de chipotle y salsa ponzu, mismos que puedes acompañar con algún vino de su cava que cuenta con más de 200 etiquetas, y de las cuales el 80 por ciento son mexicanas.

El Lago

Para cerrar la tarde con una vista muy relajante hacia el lago de Chapultepec, nos deleitamos con una trilogía de helados con sabor a lavanda, café y limón amarillo elaborados artesanalmente en el restaurante. Cheque Promedio: $600. lago.com.mx

 

 

¡Vivamos por un día al estilo de Grease! Usa tu chamarra de cuero, tu falda brillante con vuelo, péinate con altos copetes y visita alguno de estos restaurantes retro. Todos están en la Ciudad de México y te harán sentir como en los años 60. ¿Listo para sentir el ritmo del rock and roll?

Barracuda diner

restaurantes retro

En cuanto entras a este sitio te sentirás en Estados Unidos de la década de los 60. Tiene numerosos gabinetes, una barra larga y mesas individuales. La música te ayudará a viajar aún más en el tiempo. Te recomendamos pedir el pepito barracuda, hecho con carne de res, pan estilo chapata, guacamole, frijoles refritos y chile chipotle. Dónde: avenida Nuevo León 4-A, Condesa.

El merendero

restaurantes retro

Su interior está decorado con tonos azules, blancos y neones, además de detalles que recuerdan al ajedrez y algunos más con motivos mexicanos y vintage. En esta fuente de sodas te recomendamos pedir el platillo Orson Welles: pescado rebozado, acompañado de patatas bravas y aderezo sriracha. Actualmente tiene diferentes sucursales de restaurantes retro, sin embargo la original es la de Coyoacán. Dónde: Higuera 22, Coyoacán.

Candy Blue

Es un sitio relativamente discreto por su tamaño y ubicación en la Roma; sin embargo destaca porque los fines de semana ofrecen clases de baile rock and roll. Mientras aprendes, puedes disfrutar algunos de sus platillos como crepas, hot dogs, sándwiches y ensaladas. Dónde: Campeche 171, Roma Sur.

Retro Classic Diner

restaurantes retro

Tiene un ambiente 100% retro y convencional para familias. Del menú te recomendamos pedir la hamburguesa King Kong, con doble carne de res, cebolla asada, chiles toreados, champiñones, jamón, tocino, queso y guacamole. Dónde: Emrson 157, Polanco.

Be bops diner

restaurantes retro

Aquí puedes comer en una mesa con forma de carro convertible de los años 60, mientras meseros ambientados a la época te atienden amablemente. Prueba sus hamburguesas o el bagel buick 1946, con carne de res, tocino, aguacate, aderezo y piña. Dónde: Medellín 188, Roma Norte.

La Ciudad de México no sería lo mismo sin sus panaderías, obradores donde manos expertas trabajan la masa desde antes de que salga el Sol para ofrecer pan fresco y delicioso. Mucho se les debe a los maestros del alimento de cada día; el arte con la que mezclan, amasan y hornean es un talento que pocos tienen, por esta razón, te invitamos a conocer y probar los tesoros artesanales y los rincones que los fabrican.

Rosetta

panaderías

Esta es una de las panaderías en las que el pan y los postres vuelan. Propio de la chef Elena Reygadas, este establecimiento con dos sucursales ha conquistado los corazones y el paladar de todos los capitalinos. La panificación se lleva a cabo mediante procesos manuales y con harinas de diversos cereales; por supuesto, el ingrediente principal es la masa madre, la cual aporta levaduras naturales que mejoran la calidad del producto final: un pan de fácil digestión, de costra crujiente y un interior aireado y suave. En ambas tiendas se puede acompañar al pan con café, proveniente de pequeños productores mexicanos, té, jugos y otras bebidas. Los croissants con almendra son una delicia obligada. Dónde. Colima 166, Col. Roma, y Havre 73, Col. Juárez.

Amado

panaderías

Esta dulcería y panadería es un reflejo claro del concepto artesanal. Deliciosos panes rústicos y dulces tradicionales de México y Europa se encuentran en Amado, dentro del Hotel Hyatt Regency Mexico City. “La sal para la panza y el azúcar para el corazón” es un dicho que suele citar el chef Miguel Gómez, a quien el amor por la panadería le nació al tomar la taza de café cada mañana, acompañada con pan dulce. Aquí todos los productos están a la vista del comensal y el aroma es maravilloso. Dónde. Campos Elíseos 204, Col. Polanco Chapultepec.

Maison Kayser

panaderías

Toda la técnica del pan francés se hace evidente en Maison Kayser, una de nuestras panaderías favoritas. Su historia comenzó a escribirse en París, por Eric Kayser, quien desde muy joven adquirió los valores de un buen pan tradicional: sencillez, honestidad y pasión. Aprendió de los mejores chefs panaderos sobre la disciplina y la búsqueda de la excelencia en cada hogaza, en cada baguette. Pan de masa fermentada que se compra por los ojos y hace volver al comensal por el sabor. El croissant con macarons es imperdible, así como los diversos panqués y el exquisito chocolate para acompañar. Dónde. Av. Paseo de la Reforma 408, Col. Cuauhtémoc (También en Perisur, Parque Delta, Aeropuerto, Insurgentes, Coyoacán, Arcos Bosques, Madero, Plaza Tolsa y Virreyes).

La Bohême

panaderías

Venir aquí en un día lluvioso o en una mañana soleada es un deleite total. El movimiento bohemio en Francia inició por artistas a principios del siglo y es bajo este concepto que esta panadería existe y evoluciona, perfeccionando sus productos y haciendo de la panadería todo un arte. Las vitrinas hablan por sí solas y el aroma que sale del horno de piso invita a probarlo todo, además de la variedad de tartas de frutas, éclaires y pasteles. Un chocolatín con un café orgánico o un jugo se disfruta aquí como en ningún otro lugar. Dónde. Querétaro 219, Col. Roma Norte, Alejandro Dumas 125, Col. Polanco, Prado Norte 531, Col. Lomas de Chapultepec, Torre Virreyes, y Pedregal 24, Col. Lomas de Chapultepec.

Da Silva

Con 15 años de tradición, la reconocida panadería Da Silva continúa elaborando pan de la mejor calidad. Empezó vendiendo pasteles, galletas y chocolates sin gran éxito hasta que comenzó a producir croissants y baguettes rústicos a partir de levadura fresca y masa madre. Los cronuts son una de las especialidades en las que se refleja la atención al detalle más pequeño. Con seis tiendas en la Ciudad de México, Da Silva mantiene su propósito: llevar el pan a la mesa y compartir su pasión. ¿Qué te pareció nuestra lista de panaderías? Dónde. Oscar Wilde 12, Col. Polanco, Prado Norte 349, Col. Lomas de Chapultepec, Plaza Zéntrika, Lateral Autopista México-Toluca 1235, Bolívar 18, Local A. esq. 5 de Mayo, Col. Centro, Fresco en Jesús del Monte, Av. Jesús del Monte 271, Huixquilucan, y Michoacán 134, Col. Condesa.

Obtén una dosis extra de energía al despertar con estos platillos coloridos, equilibrados y deliciosos.

Nunca más pensarás en saltarte esta comida.

¡Qué calor tengo! Si ya has dicho más de una vez esta frase, te caería bien una refrescante paleta. Por eso, aquí te dejamos cuatro paleterías de la capital mexicana, donde las encontrarás de diferentes sabores, pero todas deliciosas y de gran calidad.

Blend Poptails

Paleterías

En sus diferentes sucursales encontrarás paletas con ingredientes 100% naturales, creadas con la idea de ser un coctel congelado. Disfruta de una mimosa, un mojito o una perla negra, hecho con los mejores licores y destilados. Si prefieres no ingerir alcohol puedes pedir la de té chai, té verde o limonada rosadaDónde: Disponibles en Mercado Roma y The Shops at Downtown.

La pantera fresca

Paleterías

Fue fundada en 1996 y desde entonces ha desarrollado innumerables combinaciones de ingredientes para sus paletas. También tienen opciones bajas en calorías y hechas con edulcorantes, además de que son certificadas Kosher, gracias a su materia prima de primera calidad. Nuestras recomendaciones: fresas con crema, carajillo, limón y coco. Tienen diferentes sucursales en la ciudad. Dónde: Puebla 311, Roma.

Bendita Paleta

Paleterías

La tradición paletera en México se actualiza con esta paletería donde los ingredientes son cuidadosamente seleccionados para crear novedosas y deliciosas ideas congeladas. Nuestras favoritas: mandarina con albahaca, coco con dulce de leche, yogurt con frutos rojos y chocolate bajo en azúcarDónde: Querétaro 225, Roma Norte.

Manhattan

Paleterías

Es una franquicia de nuestra lista de paleterías de origen tapatío y fue pionera en elaborar paletas con ingredientes 100 % naturales. Sus diferentes sucursales tienen un estilo retro. Te invitamos a probar las de mandarina, fresa, tuna y pitaya. Recuerda que no siempre tienen los mismos sabores, ya que usan fruta de temporadaDónde: Avenida de las fuentes 28, local 10. Tecamachalco.

Para disfrutar de los sabores que el océano ofrece, no es necesario salir de la capital mexicana. En estos días de cuaresma, conoce estas cinco sugerencias en la Ciudad de México para refrescarte a bocados. ¡Buen provecho!

Contramar

bocados

Es perfecto para encontrar el sabor auténtico de la comida tradicional y playera de nuestro país, en un ambiente familiar y sin pretensiones. Te recomendamos pedir para comenzar, las tostadas de atún o su aguachile de camarón; para algo más sustancioso pide su pescado a la talla, estilo Contramar: con chile rojo y perejil. Comprobarás que es un verdadero oasis en la metrópoli capitalina. Dónde. Durango 200, Colonia Roma. Tel. 5514 9217.

La Docena

bocados

Su nombre alude a la cantidad que querrás de cada uno de sus productos: ostras, ostiones, almejas, callo de hacha, entre otros. Este concepto original proviene de la ciudad de Guadalajara y su idea siempre ha sido proveer mariscos de la mejor calidad en un ambiente cálido e informal. Dónde. Álvaro Obregón 31, Roma. Tel. 52 080 748.

Litoral

bocados

Tiene una propuesta gastronómica auténtica y sin demasiada estridencia. Aquí el chef Azari Cuenca se esmera por respetar a los ingredientes y sus sabores naturales, aunque sus preparaciones tienen claras influencias españolas, mexicanas y francesas. Del menú pide los mejillones de cultivo: son de Ensenada y van al vino blanco, aromatizados con té de limón y acompañados con mayonesa casera y papas a la francesa. Dónde. Avenida Tamaulipas 55, Condesa. Tel. 52 86 2025.

Conde del mar

bocados

Aquí encontrarás un ambiente relajado y juvenil, perfecto para cenar deliciosos bocados costeros antes de salir de fiesta por la Ciudad de México. Te recomendamos comenzar con sus papas conde, van gratinadas con queso y aderezadas con salsa cremosa de chipotle. Pide también el aguachile de camarón en salsa tradicional sinaloense: de chile, pepino, soya y cebolla morada. Dónde. Tamaulipas 223, Condesa. Facebook: @Condedelmar.

La Pescadería

bocados

Aquí encontrarás una deliciosa variedad de platillos preparados con productos del mar de gran calidad. Aprovecha su terraza, donde te sugerimos abrir el apetito con la tostada de atún fresco, acompañada de poro frito, aguacate y ajonjolí. Continúa con sus tacos de marlin, son de estilo al pastor: con cebolla, piña y cilantro. Encontrarás cuatro sucursales en la Ciudad de México y alrededores: Roma, Satélite, Lerma y Del Valle. Dónde. Avenida Oaxaca 137, Condesa. Tel. 4160 7962.

Egresados del Instituto de Arte Culinario Coronado y cimentados en una gran amistad, Diego Niño y César Vázquez comenzaron su carrera juntos al asociarse para formar Duo Catering.

Nexo Wine Bistrot: evolución culinaria

Luego de su éxito, en 2015 decidieron abrir Nexo y un año después recibieron el premio Jóvenes Talentos en Millesime. En su trayectoria en solitario, César —oriundo de Tijuana— trabajó como jefe de cocina para Tec- Emotion, distribuidor de texturas para Albert & Ferran Adrià, donde aprendió técnicas de cocina molecular y fue ganador del concurso Joven Chef en 2013.

Por su parte, Diego Niño —originario de la Ciudad de México— siempre se ha retado participando en concursos como Cocinero del Año 2017, en el que ganó el tercer lugar. Además, ha trabajado en espacios como Estudio Millesime y el desaparecido D.O.

 

¿Cómo defines la propuesta de Nexo?

César: Es una cocina libre con técnicas abiertas al mundo, Diego y yo cocinamos lo que nos gusta, puede ser, por ejemplo, un taco elaborado con técnicas francesas, asiáticas o cualquier otra. No estamos cerrados a nada.

Diego: Es algo fresco y libre, es una unión que hacemos César y yo al crear platos con un estilo de cocina único y a la vez vanguardista. Nexo es un alma libre.

 

 

¿Cómo es el proceso creativo para la preparación de platillos?

César: Me gusta mucho ser teórico y analítico, no cocinar por inercia. Cuando platico con Diego de platillos nuevos, ponemos todo sobre papel y partimos de un ingrediente principal, como la coliflor con mole de Xico que tenemos actualmente en la carta.

Llegamos a combinaciones de sabores por los referentes de cómo hemos comido la coliflor y tomamos en cuenta sus matices de sabor y aroma. Desnudamos al ingrediente para encontrar las diversas formas de prepararlo. Al final del ejercicio, tenemos un mapa conceptual de la coliflor con infinidad de caminos y posibilidades para cocinarla.

A esto le llamo paladar mental, herramienta que todo ser humano tiene, pero que es diferente en cada uno por lo que has comido en tu vida. Cocinamos con la mente y nos ahorramos horas en pruebas, es ir un paso adelante.

Diego: Todo se basa en la idea de qué platillo queremos cocinar: entrada, plato fuerte o postre. Casi siempre nos enfocamos en hacer preparaciones con productos de temporada.

Iniciamos analizando los matices que tiene e ideamos las sensaciones que nos puede brindar el producto en el plato. De ahí ramificamos posibles combinaciones y técnicas de preparación para obtener una cocción perfecta.

Por ejemplo, el cerdo: comenzamos recordando cómo lo hemos comido: confitado, en carnitas o braseado; definimos la cocción y luego los ingredientes que acompañarán nuestro ingrediente principal, recordando con qué guarniciones lo hemos probado.

Esto es biblioteca de sabores, nos imaginamos las combinaciones de los alimentos que van a ensalzar nuestro nuevo platillo.

 

 

¿Cómo han manejado la transición de jóvenes promesas para consolidarse como chefs?

César: Siento que sigo en transición y con retos constantes. Sé que cada día debo ser más disciplinado y cada reconocimiento es indicador de mayor exigencia como chef.

Diego: Estoy haciendo lo que me gusta y en Nexo lo estamos mostrando a los comensales. La verdadera satisfacción es que regresen al restaurante y prueben nuestra propuesta.

 

 ¿Cuáles son los ingredientes que no pueden faltar en su restaurante?

César: Soya, sal, mantequilla y aceite de oliva. Son potenciadores de sabores: la mantequilla aporta una sensación única a las verduras, el aceite de oliva es esencial para aliñar cualquier preparación y la soya es uno de mis ingredientes preferidos, ya que aporta mucho umami.

Diego: Además de los ingredientes que menciona César, me gusta el ajo. Lo puedo comer en todas sus variantes y texturas, me fascina que su sabor es fuerte pero no agresivo. En Nexo debes probar el crudo del día, preparado con un aceite de ajo y chips de ajo.

 

 

¿Cuáles son las novedades de Nexo en los próximos meses?

César: Acabamos de cambiar 95% de la carta, solo mantuvimos el jurel, los ravioles, el pato, el brioche y la tartaleta de yogurt. De los nuevos platillos tenemos crudo del día con aguacate y umeboshi, que es una ciruela fermentada japonesa, pulpo con miso y cerveza, y el pollo orgánico marinado y rostizado con poro escalivado, salsa holandesa y velouté de pollo.

 

¿Cuántos chefs han venido a Nexo a cocinar?

 César: Al abrir Nexo invitamos a chefs como Juana Maya, cocinera tradicional de Oaxaca, y Paco Molina de Evoka. Y en el aniversario invitamos a Mario Espinosa de Rosas 32, José Luis Estevan de Millesime, y Mao Montiel de Dolcenero, entre otros.

Diego: Han sido más de 18. Compartir nuestra cocina con estos chefs es sinónimo de enseñanza y amistad, no hay envidias. Invitarlos a cocinar involucra aprender de ellos y cada visitante deja un granito de arena, no solo en César y en mí, sino también en la familia Nexo, nuestro equipo de cocina.

 

 

¿Qué significa para ustedes crear este tipo de nexos con otros chefs?

César: Es compartir más que el gusto de cocinar: somos amigos y representa una hermandad. Es padrísimo contar con esta gente que piensa igual que tú y que en grupo nos apoyamos y hacemos crecer a la gastronomía nacional para poner en alto el nombre de México.

Diego: Es un clic grupal y todos tenemos la cosquilla de aprender unos de otros y apoyarnos para seguir creciendo. Al final de todo, compartimos una gran amistad.

 

Hace cinco años que trabajan juntos. ¿Cómo se conocieron?

César: Nos conocimos en Coronado. Diego estaba en el turno de la tarde y yo en la mañana, nos presentó el chef David Iniesta y nos puso como equipo para participar en un concurso de cocina en Monterrey, de ahí nació la amistad.

En esa competencia estaba haciendo frijoles chinos y por presumirle mi platillo al jurado se me cayeron al piso. Además en la primer etapa de ese concurso me rebané la uña y no podía cocinar, me tocó hacer masa de tamal, pero como no podía amasar, Diego me apoyó.

Diego: Nos conocimos en un concurso, íbamos en la escuela. Comenzamos a hacer buena mancuerna hasta lograr el equipo de trabajo que tenemos hoy y que se permea en una amistad muy pura.

 

 

¿Cómo eres cuando no estás en Nexo?

César: Soy relajado y tranquilo. Me gusta estar en casa con mi familia, disfruto de pasear con mi novia que también es chef, vamos a muchos restaurantes a probar platos nuevos.

Diego: Me gusta divertirme y hacer actividades que involucren la cultura y las artes. Comer me encanta, es el momento cuando salgo de Nexo buscando conocer qué hay fuera y me propongo ir a restaurantes para probar lo que otros amigos y colegas están cocinando.

El nuevo Pujol, una luminosa casa de estilo mexicano contemporáneo diseñada por los arquitectos Micaela de Bernardi y Javier Sánchez, armoniza con una propuesta culinaria en continua renovación, cada vez menos rebuscada y llena de referencias entrañables para los comensales locales, que son descubrimientos para los extranjeros. Texto: Una Pérez Ruiz.

El diseño de Pujol

El amplio salón con tragaluz, mesas de parota y sillas inspiradas en Clara Porset, el ventanal de pared a pared, el patio con huerto y asador para echar toda la carne, el salón privado con tornamesa para disfrutar de la colección de viniles de Olvera: todo conspira para acercarse a la idea de que un gran restaurante en verdad te hace sentir en casa.

Pujol

En la barra de Pujol se sirve un surtido taquero

Con clásicos como el de barbacoa, contrastes deliberados como la infladita de maíz con caviar, y versiones en taco de platos del menú regular. El menú de degustación del número 20 en los The World’s 50 Best Restaurants, consta de cuatro tiempos con cuatro opciones cada uno, además de botanas y el mole madre/mole nuevo como clímax dramático y único plato inamovible.

Con su sobriedad cromática y geométrica —dos círculos concéntricos, el exterior de mole madre, el interior de mole nuevo, redondeados por una tortilla con hoja santa—, y su mezcla ya muy afinada de chiles y condimentos (sin proteína animal, para garantizar su longevidad), el aromático mole madre cumple más de tres años en la carta, y es el plato-proyecto gastronómico más serio, el más profundo de un conjunto juguetón, con logros como el chayote blanco con salicornia y sal de gusano, la coliflor con salsa macha de almendras, el papadzul con quintoniles y huevo de codorniz y el nicoatole de postre.

Pujol

17 años de su inauguración

Siguiendo la tendencia mundial de locales más informales y divertidos —pensemos en la evolución de El Bulli a Tickets, de los hermanos Adrià— y retroalimentado por sus hermanos menores (Eno, Manta, Moxi, Cosme y Atla en Nueva York, y un futuro establecimiento en Los Ángeles) Pujol demuestra que salió más que fortalecido de su cambio de piel. Dónde. Tennyson 133, Polanco. (55) 5545 4111. Cheque Promedio: $2000 MXN. pujol.com.mx

Grupo lampuga: pasión en armonía

 

Emmanuel Zúñiga dirige con precisión y maestría el entramado de Grupo Lampuga. Enfocando su atención en cada detalle, el chef sabe que lo más bello en la vida requiere dedicación, apertura al cambio y compromiso absoluto.

Texto: Alejandro Mendoza / Producción: África Badillo / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley. 

 

Grupo Lampuga

Así como un reloj marca las horas sin inmutarse de lo que lo rodea, la experiencia de sentarse a la mesa en un restaurante con una trayectoria consolidada como Lampuga, pareciera que está dada, que surge natural y espontánea. Pero pocas personas saben que culminar en este punto requiere horas de esfuerzo, depurar ideas y escuchar a la gente. Sobre todo, requiere velar por los detalles que permiten crear un discurso culinario, una atmósfera y un servicio únicos.

Para Emmanuel Zúñiga, chef ejecutivo de Grupo Lampuga, llegar al restaurante y revisar estos pilares se ha convertido en una disciplina, misma que le ha permitido cumplir 11 años al frente de las cocinas del grupo.

 

Emmanuel Zúñiga chef ejecutivo

¿Cómo se definen las piezas que permiten dirigir un proyecto como Lampuga? En palabras de Emmanuel, la clave empieza con plasmar lo que a uno le gusta, para lograr transmitir una idea clara al comensal. Para él, abrir un restaurante es prometer a la gente que siempre saldrá contenta y satisfecha con los platillos y el servicio.

“Para esto solo hay una frase: estar en el negocio. Estar en tu cocina, revisar los pormenores de cada día, recordarle las tareas y responsabilidades al personal y escuchar sus puntos de vista”, apunta Emmanuel.

Desde la iluminación hasta el volumen de la música, sin olvidar la calidad de los insumos y la ejecución de los platillos, cada pieza es fundamental en la operación de las tres locaciones de Lampuga. Cada uno responde a la personalidad del barrio que los acoge: en la Condesa, el mural de un pulpo remite a un espacio hogareño y cálido; en Polanco, una cava de vidrio logra una atmósfera de elegancia, mientras que en la Roma, los elementos art déco combinan con los edificios y el estilo de vida que lo rodean.

 

Un espacio hogareño y cálido

Alcanzar un estilo culinario atemporal e identificable ha sido uno de los ejes de Lampuga. Emmanuel sostiene con claridad su filosofía de trabajo: “Al personal siempre le digo: recuerda que nuestra comida es sencilla pero sabrosa. Tiene que tener el concepto de sencillez, llevado a la calidad en el producto”.

Para lograr que Lampuga mantenga su esencia al ofrecer platillos con productos del mar, Emmanuel reflexiona sobre los cambios que ha tenido que adoptar a través de los años, desde reconocer que el perfil de los cocineros que se formaban antes no es el mismo que el de los de ahora, hasta identificar que las nuevas generaciones de cocineros comparten valores de la generación millennial, que busca retos y reconocimiento.

“Cambié mi chip de ser exigente y estar siempre encima de la gente buscando la perfección. Hoy la perfección se entiende de otra manera”, reconoce Emmanuel.

 

Influencias de vida

El ritmo de la cocina, tan demandante, pide a quienes se dedican al oficio pausas para reflexionar. En esos momentos, Emmanuel recuerda lo que lo inspira: “Vives para el servicio. Me inspira hacer sentir bien a la gente. Cuando ves a un cliente y te sabes su nombre; cuando la gente, antes de ir al hospital a que nazca su hijo, cena en Lampuga; la cantidad de peticiones de mano que he vivido… Hay clientes que se vuelven tus amigos. Para lograrlo, busco hacer sentir contento al comensal”.

Emmanuel ha recibido varias influencias en su vida. Personas como Guillermina Torres, quien fue su principal mentora en la universidad. “Fue como una sensei, siempre me presionaba para ser mejor”.

Además de su esposa, Marianela Morón, que también es cocinera: “Ella es la parte relajada y tranquila, donde todo siempre sale a tiempo”. De Mónica Patiño aprendió el concepto de sencillez que ahora aplica en su cocina.

Emmanuel sabe que la perfección absoluta no existe. Sin embargo, entiende que cuidar el aspecto humano de la operación de un restaurante es piedra angular para generar un ambiente creativo, del cual surja una propuesta culinaria que invite a los comensales a regresar.

Con esto en mente, se mira en el futuro al frente de un grupo cada día más consolidado y, con suerte, con el tiempo suficiente para viajar con más frecuencia a la playa.

lampuga.com.mx