¿Sabías que el 70% de los millennials compartimos imágenes de lo que comemos en Instagram y otras redes sociales? Este dato fue revelado por el periódico británico Daily Mail, y si tú también formas parte de la estadística, ¡esto te interesa! Aquí seleccionamos 3 cursos para aprender fotografía gastronómica con tu celular con información sobre costos, ubicación, cómo y qué necesitas para tomarlosFotos: Scoolinary y Unsplash.

 

Cursos de fotografía gastronómica con celular

 

Udemy: Las mejores fotos de comida con tu móvil

 

Fotografía gastronómica con celular

 

El primer curso de fotografía gastronómica con celular del que te hablaremos es el que puedes tomar a través de la plataforma Udemy. Este curso, titulado Las mejores fotos de comida con tu móvil, se lleva a cabo completamente en línea, e incluye 1.5 horas de video, cinco artículos de consulta, un recurso descargable y acceso de por vida a las sesiones.

Aquí aprenderás a preparar escenas de fotografía con comida, hacer fotos de comida con calidad profesional, además de decidir y controlar la mejor iluminación para la escena, editar las fotos y conseguir que tengan impacto en redes sociales. Todo usando únicamente tu smartphone.

El curso es impartido por Ale Sánchez Medina, ingeniero informático y amante de la fotografía quien diseñó el temario para todos aquellos que disfrutamos subir fotos de comida a nuestras redes sociales y que queremos que estas fotos salgan mejor. Costo: $1,099 pesos.

 

Doméstika: Food styling y fotografía para Instagram

 

Food styling con celular

 

El siguiente curso para convertirte en un experto de fotografía gastronómica es el que imparte Kimberly Espinel, food stylist, fotógrafa y escritora a través de Domestika. Se trata de un curso pensado en que aprendas a diseñar, fotografiar y retocar deliciosas fotos para redes sociales utilizando tu smartphone. Lo mejor es que este taller está enfocando en que descubras tu estilo personal y captures la belleza de tus platos favoritos.

El temario abarca desde la teoría del color y cómo emplearla para tomar fotos de comida atractivas, pasando por el proceso de elaboración de un mood board y la lista de tomas. Por último, planificarás y tomarás fotos de comida real experimentando diferentes ángulos. Cuando tengas todas tus imágenes listas, las editarás en la aplicación Lightroom, donde aprenderás a retocarlas.

No requieres tener ningún tipo de experiencia previa para realizar este curso. Lo único que necesitarás serán platos, bowls y cubiertos, además de los ingredientes para preparar tus recetas, y claro, un smartphone. Costo: $169 pesos.

 

Scoolinary: Fotografía gastronómica con smartphone

 

Fotografía gastronómica con celular

 

Finalmente, otra de las opciones de cursos de fotografía gastronómica con celular es el de Fotografía gastronómica con smartphone, disponible en la plataforma Scoolinary. En él aprenderás sobre conceptos teóricos y el emplatado, así como trucos de food styling que harán que las fotos tomadas con tu celular sean todo un éxito.

Este curso completamente en línea incluye una hora con 40 minutos de vídeo HD, y está dividido en 30 lecciones; además, incluye material complementario y un certificado del curso. Este taller fue diseñado por Jimena Agois, fotógrafa profesional y fundadora de AgoisFoto, quien ha trabajado con decenas de marcas, restaurantes, tiendas, revistas y libros. Entre ellos destacan Acurio Restaurantes y Central, de Virgilio Martínez, así como PromPerú y Vogue Paris.

El objetivo es que logres descubrir todas las opciones disponibles que tiene tu smartphone para facilitarte hacer fotos de comida. También contempla los conceptos teóricos de toda fotografía, el manejo de la luz natural a distintas horas del día, así como opciones de luz artificial portátil que ofrece el mercado y modificadores de luz que te ayudarán a mantener el control en condiciones poco favorecedoras. Costo: $397 pesos.

 

¿Cuál fue tu curso de fotografía gastronómica con celular favorito? Solo queda inscribirte a uno de ellos y comenzar a aprender de los expertos. Para inspirarte, no olvides checar las imágenes de estos 5 libros gastronómicos para saborear a través de sus imágenes.

Hay profesionales que se dedican a desarrollar recetas y preparar los alimentos para que éstos sean fotografiados posteriormente. ¿El objetivo? Que los platos parezcan tan sabrosos que se quieran obtener, cocinar o probar. Para esto se necesitan conocimientos estéticos junto a los culinarios y son los estilistas de alimentos y los productores los encargados de mostrarnos la comida más atractiva y apetecible. Fotos: Elsa Navarrete / Adobe Stock. 

Hoy en día se han popularizado las fotos de comida de tal forma que han inundado las redes sociales. Si te gusta, ya sea cocinar y luego tomarle fotos a tus recetas o capturar lo que pediste en un restaurante, debes saber que para hacerlo como experto tienes que desarrollar habilidades en la parte estética para conseguir que armonicen tanto la composición de la escena como el estilo y los materiales de los accesorios, los colores y los ingredientes, que todo esto reunido se le llama estilismo de comida. La idea de las fotos de alimentos es que capten una escena de la forma más natural y que todo a la vez luzca apetecible.

Toma nota de estos tips para practicar el estilismo de comida y así encontrar el equilibro perfecto en la composición, el ángulo desde el que se va a realizar la fotos, así como el estilo, el tipo de luz y la importancia de cómo lucen los ingredientes.

 

La comida

 

Estilismo de comida

 

Lo primero que debes de saber, aunque parezca obvio, es que lo más importante en este tipo de fotografía es la comida, por lo que se debe apreciar perfectamente la textura de los ingredientes. La prioridad es hacer que éstos luzcan exquisitos, mientras que los props (vajilla, cubiertos, servilleta y otros elementos) solo nos ayudarán a enriquecer la escena. Siempre piensa qué es lo más importante del platillo y haz que esto destaque. Por ejemplo, si es un corte de carne, puedes cortar un trozo para que se vea el interior.

 

Define tu estilo

 

Estilismo de comida

 

Elige entre fotos luminosas, más oscuras o con tonos vintage, con una propuesta más sencilla para mostrar la pureza de los alimentos o con los suficientes props para lograr tomas más inspiracionales. Esto dependerá de tus gustos, pero un buen ejercicio es empezar reflejando tu personalidad y, luego, experimentar poco a poco para hacer algo diferente. No te conformes con una sola toma, intenta propuestas diferentes. No dejes de mantenerte al tanto de las tendencias que revelan las revistas gastronómicas, los recetarios y las redes sociales de los food stylists, que son una gran fuente de inspiración.

 

Echa mano de diversos utensilios

 

Estilismo de comida

 

Otro de los tips para practicar el estilismo de comida, es que debes utilizar platos, tazones y vajilla más pequeños de lo que normalmente usarías a la hora de comer. De esta forma, el platillo se verá más generoso y, por lo tanto, más apetitoso. Al mismo tiempo habrá más espacio para otros elementos, de otro modo tendrías platos con mucha superficie sin información.

 

Identifica el centro de interés

 

Fotografía gastronómica

 

Para empezar a componer, que no es más que organizar los elementos que constituyen la escena, hay que saber desde el principio cuál es el centro de interés, para después colocar lo demás en torno a éste. Puedes utilizar la regla de los tres tercios, es decir, traza una cuadrícula imaginaria de 3×3, y coloca el elemento principal en algunas de las cuatro intersecciones. Una buena composición conseguirá proyectar el interés visual hacia donde te interesa.

 

Elige la perspectiva de tu toma

 

Estilismo de comida

 

En el estilismo de comida es muy importante elegir correctamente la perspectiva de la toma, para sacarle el máximo provecho tanto al platillo como a la composición que realizaste. Los ángulos más populares es el cenital, donde la imagen se toma de arriba hacia abajo, ideal cuando se quiere mostrar varios elementos en el encuadre pero elimina el volumen del plato.  A 45º que resulta muy atractivo porque vemos el plato como si estuviéramos sentados en la mesa, y es perfecto para platos hondos, y a ras o ángulo recto solo hay que estar en paralelo y a la altura del objeto, siendo muy  útil para elementos altos como pasteles. En los últimos dos, puedes ubicar el platillo protagonista como primer plano para centrar toda la atención en éste, desenfocando el resto de los planos.

 

Utiliza solo productos frescos

 

Productos frescos

 

Unos de los puntos claves es usar productos frescos y que los platos estén recién cocinados o preparados, para que la frescura, el color vibrante de todos los ingredientes y la textura natural se perciban. Cuando vayas a utilizar fruta picada siempre barnízala con un poco de jugo de limón para retrasar la oxidación, y en cuanto a las verduras solo hay que blanquearlas (cocinar por un par de minutos y sumergir en seguida en agua con hielo) para que estén firmes y de un color brillante. Y para evitar que la carne presente un aspecto seco y oscuro una vez fuera de la sartén, podemos pincelarla ligeramente con un poco de aceite.

 

Buen manejo de la luz

 

Producción gastronómica

 

La luz lo es todo en la fotografía. Si ésta es artificial o natural, dependerá de tus gustos y equipo, pero la segunda dota de más naturalidad a las fotos, aunque puede ser irregular al ir transcurriendo el día. Si te decides por ésta, coloca el plato junto a una ventana luminosa que proporcione una luz indirecta y suave, y del otro lado -si es posible- monta una superficie gruesa de color blanca (como papel cascarón) para que refleje la luz. Al aire libre, ten cuidado de que el sol no apunte directamente sobre tu escena, porque ésta es dura y puede quemar la toma. En los amaneceres y atardeceres, la luz es suave y cálida, realzando las texturas. Eso sí, no tomes fotos en tu cocina o comedor con la luz de arriba.

 

Apps para foodies

 

Apps para foodies

 

Para darle un plus, puedes hacer uso de ciertas apps en tu celular. Tal es el caso de Foodie en la que encontrarás más de 30 filtros variados, diseñados especialmente para comida, como Yummy, Tropical, Sweet, Fresh, Chewy, Crispy, BBQ y Romantic. Con este tipo de selección obtendrás un mayor contraste y saturación. Aunque la recomendación general es utilizar los filtros con mesura. Para un retoque ligero y profesional, descarga la app de Lightroom de Adobe.

 

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Ignacio Urquiza: sabores para contemplar

“En mi vida todo es cocina”, asegura Ignacio; quien comenzó a recorrer México a la edad de seis años, de la mano de su padre. De él heredó el gusto por la fotografía y por la comida mexicana. “Luego de un viaje, llegábamos a casa y revelábamos juntos las imágenes que habíamos tomado”, recuerda el artista.

Fotos: Cortesía Ignacio Urquiza. 

 

Ignacio Urquiza

Aunque cuando comenzó su carrera hizo fotografía de todo tipo, el destino lo llevó a Italia, donde descubriría su amor por la fotografía gastronómica mientras trabajaba como asistente de Renato Sala. “Él era cocinero antes que fotógrafo; cocinaba y luego fotografiaba lo que cocinaba, era todo un espectáculo”.

De aquella etapa de trabajo intenso, Ignacio aprendió grandes lecciones: “me enseñó cómo llevar al espectador al punto donde está el antojo, porque ese es el chiste; que aún en la tarde después de haber comido veas una foto y vuelvas a salivar.

Y eso solo está en un punto de la foto, hay que encontrarlo con la cámara para que el espectador lo encuentre con su ojo”. Y explica que eso solo se puede lograr con técnica y un buen manejo de luces y texturas.

 

Ignacio Urquiza

 

Ignacio Urquiza es un viajero empedernido

Además de fotógrafo, Ignacio Urquiza es un viajero empedernido. Por ello, cuando regresó de Italia a finales de los años 80 y la chef Patricia Quintana lo invitó a participar en el libro Taste of México, aceptó gustoso. “Entonces no había ningún libro de arte o recetario con fotos de nuestro país”, nos explica.

Aquella experiencia, que lo acercó al mundo de locaciones insospechadas, platillos típicos y grandes cocineros, la define como un parteaguas en su vida.

Como buen curioso, en cada viaje siempre encuentra algo para sorprenderse. Nos cuenta que hace poco, en un recorrido que realizó por Quintana Roo con el chef Ricardo Muñoz Zurita, visitó a una señora que vivía en la selva.

Entre puras piedras cultiva sus ingredientes: chiles, epazote, hoja santa, maíz, axiote y plátano. Tiene puerquitos, gallinas y laguito de dónde saca sus pescados. Ella es autosuficiente y cocina delicioso, conocerla me impresionó mucho”.

 

Ignacio Urquiza

 

De todos los lugares que en los que ha trabajado, confiesa que la Península de Yucatán es su favorito. “Me gusta la gente, los colores, la alegría, la luz, los días largos, el Sol que quema.

Allí todavía se resguarda mucha tradición en los atuendos y la indumentaria, son cosas que busco retratar antes de que se pierdan. El paisaje también es muy bueno, la comida es muy rica, no solo en sabores, sino estéticamente”.

Sin embargo, Italia tiene un lugar especial en su corazón: “Yo viví en Venecia y cada vez que puedo me voy para allá. Italia es muy fotogénico, sus paisajes, comida y gente. Es como mi segundo hogar”.

 

Sabores de Mónica Patiño

Entre sus proyectos más recientes, se encuentra la segunda edición del libro Sabores de Mónica Patiño, cuya producción fotográfica estuvo a su cargo. También trabajó en México Celebra, una fascinante recopilación de las festividades de nuestro país, para el que tuvo que viajar durante un año entero recorriendo cada estado, región y pueblo.

“Durante ese tiempo, me encontré con muchísimas celebraciones que francamente no esperaba estuvieran tan bien conservadas. Pero ahí están, nada más es cosa de salirse de las ciudades e ir en la fecha indicada. México está vivo y está lleno de tradición.

Lo mejor es que tenemos todo eso a la vuelta de la esquina”, comenta Ignacio, ansioso por dar a conocer la cultura de nuestro país.

 

 

Para Ignacio es de gran importancia captar la naturalidad en cada disparo, “cuando tomo una fotografía, quiero transmitir al espectador lo que estoy viviendo. Si algo me llama la atención, busco captar su esencia para regalarla a quien verá la foto.

Es cosa de maña, de gusto y de cierta habilidad que se va desarrollando”. Por ello, Callos de Lobina estilo Culiacán, es una de sus imágenes favoritas: “quise mostrar el puesto callejero en el que fue tomada, el lugar dónde se está picando el pepino, los limones ya exprimidos, la salsa Guacamaya…”.

Y nos cuenta que la tabla que aparece en la foto, se la compró después al señor y fue su compañera de aventuras durante muchos años, hasta que se le perdió.

 

Fotografía gastronómica

Este artista asegura que la fotografía gastronómica en las redes sociales es una tendencia inevitable.Me resulta muy curioso que gran parte del contenido en Instagram sea gastronómico. La gente fotografía lo que se va a comer y lo comparte, es muy divertido”.

Pero considera que hay que destacarse con fotografía de más calidad, con ángulos distintos y otros lenguajes. “La foto cenital está de moda, pero no transmite antojo”. Por lo tanto, recomienda “buscar un ángulo que sea más parecido a cómo ve el comensal, es decir a 45 grados.

Desde ahí se puede comenzar a transmitir más realismo: plasmando el volumen, la altura, la caída y todo lo que desde arriba no se ve”.

 

Ignacio Urquiza

 

Actualmente, Ignacio hace fotografía publicitaria y editorial para ilustrar libros, recetarios y revistas. “Me fascinan las publicaciones periódicas porque son muy actuales y creo que van marcando muy bien la pauta de lo que se está haciendo, pero me gustan más los libros porque son proyectos más grandes con mucho tiempo para tomar fotos”.

Asimismo, se dedica a dar cursos de estilismo y fotografía de alimentos en su taller, el estudio Urquiza. Y no descarta la idea de sacar su propio recetario en el futuro, en el que incluya platillos que le encanta preparar y comer.