Descubrimos siete lugares de la colonia Roma que deleitan el paladar de sus visitantes y vecinos, pero no lo hicimos solos, nos valimos de la experiencia de Sabores México, que invita a explorar distintos puntos gastronómicos y culturales de la ciudad.

Nuestra guía fue la encargada de relatarnos hechos históricos y mostrar detalles arquitectónicos del barrio, pero su tarea principal fue sonsacarnos a la degustación en cada punto del tour, comenzando por Tres Galeones, que se especializa en productos del mar, con un toque muy mexicano. Aquí probamos un sopecito de camarón al mojo de ajo y un taco de carnitas de pescado, sin faltar una fresca agua de jamaica con canela.

Sabores México

Ya que calentamos motores, la siguiente parada fue Galia Chef, un bistrot francés que nos recibió con queso robuchon y pavé de cabra, orgullosamente elaborados en Jalisco, mismos que acompañamos con el vino tinto de la casa, un Château Les Arromans.

Café de Raíz

Dejamos atrás la atmósfera europea para adentrarnos al ambiente huasteco de la Roma, simbolizado por el Café de Raíz, donde comimos un tamal de frijol con salsa de árbol, “picoso, pero muy sabroso”. No dejamos este espacio sin antes leer la frase que forma parte de su decoración: Tlazkamati Pampa Ti Tech Paxaloko, oración en náhuatl que agradece nuestra visita.

Sabores México

La Graciela, taller de  cerveza artesanal

Tanta caminata bajo el calor despertó la sed que saciamos en La Graciela, taller de  cerveza artesanal, que nos sorprendió con cuatro distintos sabores de esta bebida espumosa que ahí mismo fabrican. Nuestra memoria gustativa grabó el sabor de Conciencia, con su estilo dry stout.

Después de chocar los tarros, la caminata nos condujo hasta un pequeño establecimiento llamado La Tlayudería de la Roma, para vibrar los olores y sabores de Oaxaca con la pura degustación de una tlayuda de tasajo. Mientras que Escollo nos siguió recordando esta tierra con su exclusivo mezcal de agave arroqueño y espadín, que maridamos con una quesadilla de hoja santa.

Sabores México

Cata de cafés en Espressarte

Nuestra gran experiencia no podía tener mejor final, una cata de cafés en Espressarte, donde su barista y socia @aprilroaster. Quien nos enseñó el paso a paso para hacer este ejercicio, que acompañó con una clase de todo lo que hay que saber acerca de esta aromática bebida.

Nos alcanzó la lluvia, que contemplamos al interior de este espacio con un expreso, mientras Rodrigo López, director de Sabores México, nos compartió que con la serie de experiencias que ofrecen, se posicionaron como la actividad número uno de la capital, de acuerdo a TripAdvisor. Más información en: saboresmexicofoodtours.com

Al pasar las puertas del Mercado Roma, se encuentra Ummo, un rinconcito de pizzas hechas a mano con ingredientes nacionales e internacionales cuidadosamente seleccionados por su propietario Hilel Bistre quien desde hace ya algunos años, ha hecho de las pizzas su forma de vida no solo para complacer a sus comensales sino por el placer de ofrecer productos de calidad.

En un pequeño espacio en donde apenas caben dos personas, cada uno de los productos que salen del horno de Ummo, tienen un toque especial: queso ahumado en madera de nogal que le dan un sabor irresistible al paladar.

Por si eso fuera poco, desde la barra podrás ver el proceso de preparación que comienza con una danza en las manos que eleva al aire la masa “para generar bolsas de oxígeno” y obtengan el crunch necesario para cuando lleguen a la mesa.

Entre el estilo neoyorquino y el italiano (que no napolitano) las pizzas de Ummo tienen un sabor especial por lo que, después de dos años, los comensales ya tienen a sus favoritas como la Ummami que se compone de queso mozzarela ahumado, jitomates deshidratados, queso azul, tocino ahumado, pimienta, albahaca y aceite de oliva italianos; o la Prosciutto, que lleva queso mozzarella ahumado, salsa de tomate, arúgula, balsámico, aceite de oliva y prosciutto italiano.

Para saciar el antojo, está el mac & cheese, que se sirve en sartén de hierro y que destaca por su delicada textura en boca y su expresivo sabor. Los imperdibles son el de tocino, cebolla y pimiento, que lleva macarrones, salsa a base de crema, mantequilla, queso parmesano, queso Monterrey Jack y queso cheddar con tocino, además de cebolla morada y pimiento rojo; o el de short rib que se prepara con macarrones, salsa a base de crema, mantequilla, tres quesos y está montado sobre una cama de short rib braseada durante ocho horas en cerveza oscura.

Una refrescante cerveza artesanal hará el maridaje ideal. CH. $350. Dónde. Querétaro 225, Roma Norte. ummo.mx

El restaurante del chef Matteo Salas se ha convertido en la excusa ideal para visitar uno de los rincones más hermosos del país. Jacinto 1930, ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, celebra su primer año de vida, un año de inspiración mexicana, notable en cada una de sus creaciones.

El cocinero de origen italiano pero con alma mexicana, junto a Israel Loyola, se ha entregado a la labor de curar. De manera excepcional, platillos tradicionales mexicanos. En los que la constante es el profundo respeto por los procesos y productos milenarios, desde una dimensión innovadora.

Jacinto

El menú

La fecha que conforma su nombre, 1930, se debe a que fue un año que marcó la historia de México; una década de reforma, de cambios, de crecimiento cultural, artístico y agrícola, una época de oro y esplendor. El menú, que gira en torno al maíz, hace honores al pasado con sentimientos de nostalgia y orgullo. Y al presente, dejándose llevar por la dualidad entre la gastronomía nacional, tal y como es, esencial y aparentemente sencilla, y los complejos procesos de preparación.

El concepto ha logrado posicionarse en poco tiempo en el gusto de los paladares amantes de la buena cocina. Evidencia de ello es el haber sido galardonado poco tiempo después de su apertura. Y fue como Mejor Restaurante Nuevo en los pasados premios de Food and Travel Reader Awards, y Mateo Salas como Chef Revelación.

Jacinto

Dentro del equipo de Jacinto 1930 se encuentra Adrian Evans, a cargo de la mixología; su trabajo es desarrollar cocteles exclusivos mezclando sabores icónicos de la cocina mexicana, como el chile jalapeño, el mole o el chocolate, con destilados típicos como el tequila y el mezcal, además de otros ingredientes aromáticos como el romero o la crema de cassis, para crear deliciosas combinaciones con tonos mexicanos y detalles europeos.

La arquitectura del espacio, por Alberto Laposse, de aceros y cobres recuerda a las típicas cocinas mexicanas, sin perder una pizca de elegancia. Además, la cocina totalmente abierta y una barra en la que se procesan las masas de maíz son solo una probada de la riqueza de este lugar, que sin duda, tiene aún un largo camino por recorrer y su historia apenas comienza a escribirse.

Jacinto

Jacinto 1930 es cocina mexicana con enfoque contemporáneo, de herencia familiar, de sabores que enamoran, de mucha vida por delante.

El vino uruguayo se caracteriza principalmente por dos cosas: por la emblemática uva tannat y por gozar de notas potentes y tánicas. Para descubrir más de la versatilidad de los mismos, nos reunimos con La Europea y Bodega Garzón, que organizaron una interesante cata de cinco de sus etiquetas.

La visión del empresario Alejandro P. Bulgheroni dio vida en el 2008 a los viñedos de Bodegas Garzón, vinícola que desde entonces se ha posicionado como uno de los mejores destinos enológicos de toda Latinoamérica por su alta calidad y diseño.

¿Cómo comenzó la cata?

Para comenzar con la cata, nos recibieron con la etiqueta Pinot Grigio, estate 2016: es delicado, refrescante y con aromas que recuerdan a las manzanas, peras y cítricos.

La Europea

De acuerdo con Germán Bruzzone – enólogo de Bodega Garzón desde hace ocho años-, todos los vinos están hechos con uvas de su propio viñedo, lo que asegura el excelente cuidado en cada etapa del proceso de elaboración del vino.

Albariño reserva 2016

Pasamos a otra etiqueta, esta vez albariño reserva 2016, una de las dos variedades a las que más prestan atención en Bogedas Garzón. En nariz nos recuerda al durazno y a frutos cítricos, mientras que en boca lo sentimos fresco y mineral, característica que obtiene debido a la influencia del Océano Atlántico –situado a 20 kilómetros en línea recta de los viñedos-.

La Europea

El tannat es la cepa emblemática de Uruguay

Y también de esta bodega, por eso y para comprobar sus diferentes perfiles de sabor comenzamos con los tintos. La primera etiqueta, Tannat de Corte, estate 2015, un ensamble de tannat, marselan, cabernet franc y petit verdot, resulta sencillo al paladar con aromas a frutos rojos y sutiles taninos.

Para subir en complejidad, continuamos con Tannat reserva 2015, compuesto 100% de esta uva la cual maduró de 6 a 12 meses en barricas de roble francés sin tostar, que aportan un tanino maduro pero respetuoso de los recuerdos a ciruelas y frambuesas. Perfecto para maridar con un corte de carne.

La Europea

Tannat 2015, Single Vineyard

Finalmente catamos Tannat 2015, Single Vineyard, un vino complejo con notas a tabaco, chocolate, frambuesas, ciruelas y cerezas, de gran permanencia en boca y sabor más fuerte que los anteriores. “En todas nuestras creaciones buscamos que tengan la expresión auténtica del terruño del municipio de Garzón”, comenta Germán. quien antes de terminar nos revela una primicia: la primera botella de la primera añada de la nueva etiqueta Balasto, un vino complejo y goloso que sin duda sobrepasa cualquier expectativa.

Todos los vinos están disponibles en La Europea, desde $199 MXN. @LaEuropeaMéxico

 

La chef mexicana nos abrió su corazón y nos contó sus secretos más íntimos en torno a cómo desde muy pequeña su vida estuvo marcada por la gastronomía, misma que hasta la fecha le ha dado las más duras y gratas experiencias.

Además de permitirle combinar su pasión por la cocina con la gran labor de ser madre. ¡No te pierdas todo lo que nos platicó!

 

El destino en torno a la cocina

El amor a la cocina empezó desde muy chiquita, mi tía tenía un restaurante en Guadalajara y yo crecí yendo para allá. Todos los veranos me mandaban sola en avión.

Mi tía me llevaba a los mercados, me la pasaba en un banquito cortando limones, poniendo la horchata en las bolsas, haciendo todo lo de la cocina…

 

Círculos a la cocina

Yo quería ser abogada, mi papá es abogado y a mí me gustaba el pleito, siempre ganaba, tenía el carácter fuerte para ganar como mi papá.

Pero ya cuando nació mi niño, llegó un punto en el que me pregunté: ¿voy a ser abogada porque quiero o porque mi familia lo espera de mí? Mi vida siempre le daba círculos a la cocina.

Yo les daba de comer a mis cinco hermanos, llegaban mis amigos y les hacía de comer; soy la mamá de todos. Llegué al punto que decía: a lo mejor sí puedo hacer algo de esto, a lo mejor sí puedo ser chef.

 

 

La batalla por hacer lo que se ama

Cuando  cumplí 18 años me metí a la escuela de cocina en San Diego, y como ya tenía a mi hijo me tuve que concentrar mucho en estudiar y correr a la casa.

No era de hacer amigas, era media calladita. La chef que me tocó en el primer semestre me vio que era la callada, estudiosa, y me hizo su souschef, y desde entonces supe que podía hacer una carrera en esto.

Luego, tuve a mi niña a los 21; era mamá soltera con dos hijos, en una carrera que no paga. Estaba de repostera en ese entonces, los primeros 7 años, ganando lo mínimo, trabajando tres turnos y tratando de sostener a mi familia.

 

Slow Food

Mis hijos se acostumbraron a no verme, porque trabajaba para mantenerlos. Con el apoyo de mi mamá seguí la carrera y aprendí a cortar un animal de nariz a cola, un cerdo entero, una vaca entera… me metí a aprender panadería artesanal.

Completamente me fui de dulce a salado y ahí es donde todo cambió. Trabajé  en Rancho Venado en San Diego y de ahí me fui a Jsix en el Downtown de San Diego, haciendo cosas muy padres, fue cuando Farm-to-Table estaba empezando lo de Slow Food.

 

Mentores de vida

Yo no fui a España o Francia, yo me tuve que quedar en San Diego; tengo dos hijos y era la única proveedora para los niños, entonces mi trayectoria fue diferente.

 

Denisse Trois

Denisse Trois fue la primera chef de la escuela que me dio la oportunidad de estar de chef en Rancho La Puerta en Tecate, de Gavin Kaysen que acababa de competir en el Bocuse d’Or, y luego le dieron el Top Ten de Food & Wine en Estados Unidos y su trayectoria fue de nada a premios James Beard.

 

Javier Plascencia

Después conocí a Javier Plascencia y fue un terremoto, yo era muy rígida y él no; me echaba ingredientes cuando estaba cocinando le echaba puños de otro ingrediente… Me enseñó a dejar las cosas fluir: si no tienes, ponle  otra cosa.

Y eso me ayudó mucho a crecer como cocinera, cocinas con tu corazón, con tu estómago, me decía.  Si te gusta cocínalo, si no te gusta no lo hagas, me ayudó a ser más de instinto, más visceral.

 

 

Viajes que transforman

Me acuerdo muy bien que me quería ir a Nueva York y conseguí  una entrevista con la compañía de Daniel Boulud y la chica que me entrevistó  me dijo: “tienes dos hijos, no la vas a hacer aquí, vas a trabajar muchísimas horas, tus hijos van a tener que ir a una escuela muy lejos y si no tienes alguien que te ayude aquí, que esté contigo, te va a comer Nueva York”.

Regresé a San Diego con la cola entre las patas y dije pues aquí me quedo. Años después, cuando mi esposo acababa de regresar de Afganistán, le dejé a los niños y le dije: me tengo que ir, no tengo inspiración, regresas con una esposa vacía.

 

La cocina mexicana

Y me fui a Barcelona, a Lisboa y a Marrakesh, ahí todos los fogones se prendieron otra vez. Me quedé con una chef que estaba en Marrakesh y ella me llevaba a los mercados, me enseñó cómo hacer lo que hacían en el hotel y pensaba: esta es la cocina mexicana, usan todo animal, nada se desperdicia, los sabores están en tu cara, no se aguantan, las especias…

Regresé muy inspirada, más que nada con la cocina mexicana, bueno he cocinado francés, americano, italiano… pero hay que regresar a las raíces.

 

Retorno a la fuente

Cuando abrimos Bracero (restaurante de comida mexicana en San Diego), queríamos enseñar la gastronomía mexicana como es, no aguantarnos.

Javier (Plascencia) decía: échale cuatro habaneros si se te antoja,  y que  les pique, que no regresen si no quieren, pero aquí no vamos a aguantarnos. Y si teníamos un taco que estaba más caro por los ingredientes y la técnica, pues ya lo entendería el comensal de San Diego.

Bracero fue una buena escuela para seguir mi propio rumbo: ir a México, a Oaxaca, a San Miguel de Allende… mi familia es de Guadalajara, tengo una buena fundación y entiendo la comida de Jalisco y de Tijuana.

Pero como el país es tan grande, quería saber sobre las siete regiones que son tan ricas en raíces, saber por qué pasan las cosas, por qué lo que crece en un lugar no crece en otro, quería conocerlo todo y eso hice.

 

 

Amores que impulsan

Mucha de la inspiración y de la razón de porque hago las cosas es mi esposo. Me apoya en todo, me elabora horarios para que nos organicemos en los viajes, con Top Chef ni se la pensó dos veces, dijo: está bien, vete.

Sé que es para tu carrera y desarrollo personal, te apoyo 100%. Tener la oportunidad de ir a conocer porque mi familia me deja, está padrísimo.

 

Cocina de instinto

Para mí es muy importante darle al comensal o a quien esté dándole de comer, parte de mí. Si no estoy de buen humor, si no me siento bien, no me sale la comida, no siento orgullo por ese plato.

La cocina tiene que ser de instinto y visceral, y a veces es incómodo, tienes un día malo y haces cosas más agresivas, pero es el instinto.

Hasta la fecha creo que me sirve mucho poder cocinar, aunque sea frijoles y arroz, pero con mucha intención de hacerlos rico. Siempre cocino como yo quiero comer.

 

Honrar al ingrediente

Se siente gacho saber que el cerdo que saludaste ayer hoy está en tu plato, pero hay que honrarlo cocinándolo completamente.

Todos tenemos un camino en este mundo y tal vez ese cerdito vino para alimentarte, lo que podemos hacer es mostrar respeto al animal y cocinarlo totalmente y al final del día dar gracias que podemos comer eso.

Hace como cuatro años fui a Tanzania, a un pueblito debajo de Kilimanjaro, para ayudar a que la gente de ahí desarrollara sus huertos, no tumbaran árboles, y cultivaran verduras, las vendieran y alimentaran a su familia.

Cuando llegué le enseñé fotos a mi familia y les dije: tienes que saber de dónde viene tu comida, honrar a los ingredientes y si no te gusta, no lo cocines pero tampoco lo desperdicies.

 

 

La experiencia Top Chef

Top Chef fue una experiencia muy bonita porque me enseñó lo que podía lograr, a ser luchona. Regresé como mejor mamá, mejor cocinera, mejor amiga; lo lazos que hicimos son de la vida, muy bonitos.

Todos somos cocineros y fue una competencia, pero al final del día sabemos que todos hacemos lo mismo y nadie es mejor que el otro.

 

Como la guerra

Llegas a la casa como traumado, no puedes estar en grupos de gente, me daba ansiedad bien feo, y mi esposo (que es militar) me decía que es como un trauma de guerra: “la misma relación que tú tienes con ellos, que los extrañas y que no puedes hablar ni conmigo, es porque ustedes tuvieron ese trauma juntos e hicieron un círculo como los soldados en la guerra”.

 

 

El jurado de Top Chef

Creo que Mikel, Juanxo y Guillermo tienen un gran espíritu de mentor, te dicen “me gustó”, “le faltó algo” o “no me gustó”, y no es una crítica que te agüite, es una crítica que sabes que no les gustó por razones de técnica, de sabores, de no combinar bien o integrar los ingredientes juntos.

Eso te deja un aprendizaje. Estos chefs con la carrera que han tenido, no nos decían esos comentarios para hacernos sentir mal, sino porque quieren vernos en sus zapatos en unos 15 años, desarrollarnos como chefs, hacernos mejores, no quieren vernos fracasar, quieren decir: parte de la fortuna o la carrera que tiene es porque me hizo caso, le enseñé algo.

 

La lección de Top Chef

Me fui de Top Chef sabiendo lo que puedo hacer, lo que puedo lograr, que puedo ser una inspiración para mis hijos, porque al final esa es la razón por la que entré a Top Chef, para decirles a mis hijos: «inténtalo, si no lo intentas no lo vas a poder hacer, pero si lo intentas y no lo logras pues qué importa, solo sigue tus sueños”.

 

Aunque los vinos de Viña Ardanza ya existían desde 1890, cuando cinco familias fundaron la bodega en el Barrio de la Estación de Haro, fue el 28 de septiembre de 1942 cuando D. Leandro Ardanza registró la marca. Texto: con información de Montserrat Romero. 

Fue la filoxera lo que llevó a mucha gente a construir a finales del siglo XIX en el Barrio de la Estación, esto se debió a la llegada de comerciantes y enólogos franceses, siendo el caso particular de Viña Ardanza, el de Monsieur Albert Vigier. Esto se notaba en las mezclas bordelesas del momento, y en las etiquetas que llevaban referencias como: Estilo Medoc, Estilo Sauternes o Estilo Borgoña, este último era el que se ocupaba en la bodega Ardanza. Hoy, 75 años después, dicha bodega ha llevado prestigio a la Rioja Alta a través de sus etiquetas.

Viña Ardanza

Por esas razones, y otras que iríamos descubriendo poco a poco, La Europea trajo al enólogo Julio Sáenz para realizar una cata vertical de algunos de los mejores añadas de Viña Ardanza: 1989, 1994, 2001, 2004 y 2008.

Julio nos contó la historia de la bodega y cómo ha evolucionado el estilo de los vinos. Explicó que ellos apuestan y siempre han apostado por la mezcla de diferentes variedades y parcelas. Por un lado tempranillos de la Rioja Alta: elegantes, finos, con gran potencial de envejecimiento y, por el otro están garnachas con su gran potencia y estructura; además de que obviamente no hay una receta fija, sino la que el enólogo decida. Además, todo se añeja en barricas de roble americano.

Viña Ardanza

El primer vino que nos presentó fue el Reserva 1989 de un color rubí mate y lágrima densa. En nariz encontramos humo, madera envinada y cerezas, aunque en boca se apreciaban mejor las especias y tostados. El primer sorbo resultó potente y el retrogusto largo y agradable.

El siguiente fue el Reserva 1994, que era 75% tempranillo y 25% garnacha. La nota a humo también estaba ahí, aunque ahora se podía degustar también tabaco, tierra y grosellas. Además de que su color rubí y textura suave lo hicieron más llamativo. Julio entonces resaltó: “Los vinos de la Rioja Alta saben envejecer bien, y los de Viña Ardanza evolucionan excelente en botella”.

Al llegar al 2001, explicó que ese fue tal vez el cambio reciente más notable. Los tonos eran más vivos, los aromas más frescos, aunque se mantuvo la sensación especiada y no tanto la frutal. Luego aclaró que no son vinos que se elaboren año con año, sino cuando las cosechas de tempranillo y garnacha son excepcionales; lo cual solo pasa cinco o seis veces en 10 años.

Viña Ardanza

Julio nos señaló que entre el Reserva 2001 y el 2004, justo no hubo vino, pero que luego se dieron excelentes condiciones durante el año para crear una mezcla de 80% tempranillo y 20% garnacha. Su color era rojo picota, en nariz había más vainilla, chocolate, madre y frutas negras. En boca era más equilibrado, fresco y de retrogusto largo.

Tal vez el cambio más reciente, es que el reserva 2008 fue de uvas procedentes de viñas de las que Viña Ardanza es propietaria. El tempranillo provino de las fincas Motecillo y La Cuesta, por su parte la garnacha por primera vez provino de la finca La Pedriza de Tudelilla. En nariz la cereza, el café, el caramelo y la vainilla estaban presentes. En boca también era equilibrado con un claro dulzor fresco. Al ser el último vino, Julio cerró diciendo: “Viña Ardanza cumple 75, tiempo en el que nos hemos adaptado al consumidor sin perder la calidad de los vinos de la Rioja Alta”. laeuropea.com.mx

Lo que buscamos como comensales en un restaurante, además de buena comida, es la creación de una experiencia. Regresamos siempre a donde nos hacen sentir como en casa; tal es el caso de Eloise —el clásico francés comandado por Abel Hernández, Eduardo Morali y Laura Santander— y ahora Loretta, su nuevo bistró de inspiración mediterránea.

En el menú se reconoce la huella golosa de Eloise —véase la entrada de dátiles con sobrasada, tocino y balsámico—, pero el tono general del menú es fresco, sin perder potencia en los sabores.

Loretta

La carta de Loretta

En su carta destaca más la influencia de las costas griegas que de las francesas, desde el hummus, la crema de berenjena y el dip de pimiento rojo estilo tirokafteri con los que te dan la bienvenida, hasta el postre estrella: baklava con pistaches, naranjitas chinas y helado de flor de azahar.

Lo que pidas llegará a la mesa en su punto, como los ostiones a las brasas, la pesca del día en mojo verde o el pecho de res braseado en cerveza. Todo con un servicio atento y una terraza imperdible. Vayan pronto: volverán. CH: $400. Dónde. Av. Revolución 1426, Guadalupe Inn.

Loretta

Hace algunos años, un artículo dedicado al Pu-erh invadió kioscos y anaqueles de la Ciudad de México. Una frase, en medio de aquel texto, provocó una marejada de compradores de té nunca antes vista: “es un té que acelera el metabolismo y, por lo tanto, quema la grasa corporal”. ¡Pum! Fotos: Escuela Mexicana de Té.

Té Pu-erh

En las últimas décadas el Pu-erh ganó fama internacional gracias a esta virtud. ¡Sí!, realmente tiene la capacidad de quemar “ciertas grasas”. Sin embargo, este icónico té chino es mucho más que eso.

Considerado uno de los tés más enigmáticos del mundo, el Pu-erh ha sido apreciado desde tiempos ancestrales por su complejidad gustativa. Nativo de la región homónima, en la provincia de Yunnan, es el único té que se fermenta.

Té Pu-erh

Históricamente, este peculiar té se utilizaba para facilitar la digestión de carnes y leches muy grasas, razón por la cual los mongoles lo valoraban tanto. Hoy, el Pu-erh responde a una denominación de origen y sigue produciéndose y consumiéndose día a día, como hace miles de años, por los pueblos de Pu’er.

“¿A qué sabe el Té Pu-erh?”. En términos generales, el Pu-erh ofrece una variedad muy amplia de sabores y aromas, desde notas vegetales y herbáceas, hasta dulces con recuerdos de madera, tierra, musgo y paja. Existen dos grandes variedades: Sheng (crudo) y Shou (maduro), cada uno con perfiles completamente distintos en taza.

Otra de las grandes peculiaridades de este té es su capacidad para mejorar con el paso del tiempo. El añejamiento es muy valorado en el Pu-erh y es que, los años de guarda permiten potenciar sus aromas y sabores. Sensorialmente: las hebras más jóvenes tienden a infusiones transparentes y cristalinas, plagadas de notas vegetales, mientras que las variedades más añejas derivan en líquidos de color intenso y sabores de musgo, tierra, hongos.

Té Pu-erh

En el mundo del Pu-erh, la forma también importa. Tradicionalmente, este té se prensaba en forma de discos, ladrillos o nidos para estandarizar su peso y facilitar su transporte. Hoy, es posible adquirir hojas sueltas o moldeados con todo tipo de formas y de todo tipo de calidades. ¿Cómo elegir?, hay que probar. Los grandes pu-erh llegan a dar hasta 15 infusiones, disminuyendo su potencia gustativa de forma gradual pero manteniéndose en buen estado.

“Pero, ¿realmente quema la grasa?”. Vayamos pues. Investigaciones avaladas por agencias y organismos gubernamentales alrededor del mundo, entre ellos el Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos, han documentado la facultad del Pu-erh para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, y favorecer el proceso de quema de grasas a nivel subcutáneo y en sangre. Lamentablemente, querido lector, tampoco se trata de un producto mágico; es necesario beberlo con frecuencia para, después de meses y junto a una dieta equilibrada, uno pueda ver algunos resultados. ¿Lo bueno? Es un té placentero y delicioso, reservado sólo para verdaderos conocedores del tema.

Té Pu-erh

Por cuarta ocasión, arrancamos en México los Food and Travel Reader Awards. Tras la convocatoria exitosa de las ediciones anteriores, estamos felices de anunciar tres categorías que se suman a nuestros premios. Mejor Restaurante de Hotel, Mejor Spa y Mejor Programa de Lealtad: son la prueba de que seguimos inspirando a viajar, a descubrir experiencias especiales y a buscar sabores vibrantes.

Si alguna propuesta culinaria te ha seducido, cierto destino se ha transformado en un recuerdo entrañable o algún hotel se ha convertido en tu retiro predilecto, cuéntanos. Recuerda que lo que caracteriza a estos premios es que tú decides quiénes son los favoritos en la industria de los viajes y la gastronomía de México y el mundo. Las nominaciones son abiertas y la votación final es tuya.

Nuevamente queremos que tu voz se escuche y que quienes se lo merecen, cuenten con tu reconocimiento. Al hacerlo también participarás en la rifa de un viaje a Perú para conocer las bellezas que ofrece Lima, Cusco y el Valle Sagrado. Nuestra intención es seguir fomentado ese noble entusiasmo de explorar el mundo.

Hoy inició la primera etapa y ya puedes proponer libremente a tus favoritos en cada una de las categorías, hasta el 28 de julio. Las propuestas más populares definirán a los nominados en cada categoría. La segunda etapa comenzará el 7 de agosto, y podrás votar por tus nominados en nuestra página web. Esta fase culminará el 20 de octubre.

Finalmente, en noviembre anunciaremos a los ganadores durante una cena de gala en la Ciudad de México.

Categorías Food

  • Mejor Chef
  • Mejor Chef Revelación
  • Mejor Restaurante en la Ciudad de México y Área Metropolitana
  • Mejor Restaurante del Interior de la República
  • Mejor Restaurante Nuevo de México
  • Mejor Restaurante Consolidado de México
  • Mejor Restaurante de Hotel
  • Mejor Espacio Gourmet de México
  • Mejor Espacio Dulce de México

Categorías Travel

  • Mejor Destino de México
  • Mejor Destino Gourmet de México
  • Mejor Destino Internacional
  • Mejor Destino Gourmet Internacional
  • Mejor Aerolínea Nacional
  • Mejor Aerolínea Internacional
  • Mejor Hotel en la Ciudad de México
  • Mejor Hotel Urbano en el Interior de la República
  • Mejor Hotel de Playa en México
  • Mejor Hotel en Pueblo Mágico
  • Mejor Hotel Ecológico en México
  • Mejor Spa
  • Mejor Naviera
  • Mejor Agencia de Viajes de México
  • Mejor Programa de Lealtad