Si hay dos preparaciones que representan la variedad, antigüedad y complejidad de la cocina mexicana esos son, sin duda, los moles y pipianes. Con orígenes en las cocinas prehispánicas, y convertidos en el corazón de banquetes y convites a lo largo de los siglos, ambos platillos deben aparecer en la lista de degustación de cualquier conocedor y amante de la gastronomía nacional. Por suerte, ya no tienes que moverte de ciudad si quieres probar toda su riqueza y diversidad, ya que el reconocido chef Ricardo Muñoz Zurita ha preparado un festival que los celebrará durante todo un mes en los hoteles Quinta Real y Camino Real. Mira los detalles. Fotos: Luis Reyes, Daniel Mejía e Ignacio Urquiza 

 

Chef Ricardo Muñoz Zurita

 

Más de 37 años componen la trayectoria de Ricardo Muñoz Zurita como cocinero, investigador y difusor de los saberes gastronómicos de México, mismos que se pueden paladear en cada uno de sus restaurantes Azul. Sin embargo, su labor también alcanza para incluir la colaboración con otras marcas presentes a lo largo y ancho de la República. El ejemplo más reciente es la celebración del Festival Gastronómico Moles y Pipianes, que el chef ha organizado en alianza con Hoteles Camino Real y Quinta Real.

Del 26 de junio al 21 de julio, los hoteles Quinta Real de Acapulco, Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, Oaxaca, Puebla, Saltillo y Zacatecas, así como Camino Real Polanco, serán sede de este festival, el cual demuestra la importancia de ambos platillos.

«Queríamos crear un festival que le diera [a los moles y pipianes] el protagonismo que se merecen: son preparaciones complejas que, lejos de ser un acompañamiento, son el componente principal del plato más allá de la proteína«, explica en entrevista el chef Muñoz Zurita sobre la motivación de realizar este tributo.

 

Únicos e imprescindibles

 

Mole colorado del festival Moles y Pipianes de Muñoz Zurita

 

Compuesta por ocho moles y pipianes de diferentes partes de México, la carta del festival es el resultado de años de investigación y rescate de recetas. Sobre el desafío de recrearlas en los nueve hoteles participantes, Ricardo Muñoz Zurita explica: «La clave de todo está en la técnica; hemos medido con precisión hasta la cantidad de sal para que cada uno de los hoteles Quinta Real y Camino Real tengan recetas muy concretas y sólidas«.

Y aunque fueron reproducidas y supervisadas con minucia por el chef, él nos revela que los moles y pipianes de este festival fueron seleccionados por su simbolismo pero también por su complejidad.

«Por ejemplo, el Legendario Mole Negro ha traspasado las décadas y es el mole de las grandes fiestas. Por otro lado, el mole verde es el más distinto porque es el único que se hace con chile fresco, mientras que en el mole amarillo son protagonistas los chiles chilhuacles, que estuvieron en peligro de extinción y en cuya protección y rescate tuve el privilegio de participar«. Desde luego, también hay presencia del mole poblano, el cual, quizás, sea el que la mayoría de los mexicanos tenemos en la mente.

 

La elegancia de la pepita

 

Pipián verde

 

Respecto a los pipianes, el cocinero explicó que su aportación es brindar sabores sutiles. «Tendremos un pipián puramente papanteco, tan suave y tierno como para servirlo con pescado y camarón. También un pipián que llamo ‘atípico’ porque muy poca gente lo conoce: es el pipián rojo de achiote, originario de Yucatán«.

Finalmente, al preguntarle al chef Ricardo Muñoz Zurita sobre cuál de los moles y pipianes del festival recomienda probar para quien solo puede acudir una vez, él responde esbozando una sonrisa: «La respuesta depende de donde te encuentres. En este caso, ya que estamos en Camino Real Polanco, el ideal sería el pipián blanco. Es el pipián capitalino porque, de acuerdo con Guadalupe Marín, hija de Diego Rivera, es el mole que se servía en las fiestas que organizaban Frida Kahlo y Diego«.

 

Prueba los moles y pipianes de Muñoz Zurita

 

No dejes de aprovechar los días que estará vigente en los hoteles Quinta Real y Camino Real Polanco, hasta el 21 de julio. Durante estas semanas, podrás degustar los siguientes moles y pipianes:

  • Legendario Mole Negro de Oaxaca: Encabeza la clasificación de los siete moles de Oaxaca. De sabores complejos y tono negro brillante.
  • Mole amarillo de chile chilhuacle: Hecho con una receta tradicional, para su elaboración emplearon chiles chilhuacles amarillos, en peligro de desaparecer. Se acompaña con chochoyotes.
  • Mole Coloradito: También oaxaqueño, es una mezcla de chile chilhuacle rojo y guajillo. Tiene un ligero sabor dulce y picante.
  • Mole Verde: Elaborado con hierbas frescas, tomate y chiles verdes. Presenta una rica acidez y un toque picante.
  • Mole Poblano: Ícono de la gastronomía mexicana, se sirve con pollo o pavo y es almendrado.
  • Pipián Blanco de la Ciudad de México: Tiene una base de almendra y ajonjolí y se sirve con alcaparras y aceitunas. Sutil y suave al paladar.
  • Pipián Verde Papanteco: Originario de Veracruz, se hace con pepitas de calabaza criolla y cilantro. Se sugiere con carnes blancas.
  • Pipián Rojo de Yucatán: De textura y sabor delicados, es enrojecido con achiote. Se puede servir con pescados y mariscos.

 

Mole coloradito

 

 

Por último, para degustar de la mejor manera los platos del Festival Moles y Pipianes de Camino Real y Quinta Real, el chef Ricardo Muñoz Zurita ofrece una recomendación:

«Si acudes con más invitados, y cada uno pide un mole o pipián diferente, sugiero no mezclar. La razón es que cada platillo ha sido creado y balanceado para ofrecer un sabor distintivo, único», finaliza.

Para conocer más, no dejes de seguir las redes sociales del chef ni de los hoteles Camino Real y Quinta Real.

Por cierto, existe una especia fundamental en la elaboración de moles y pipianes pero que no es originaria de México. Si ya sabes de cuál te hablamos, mira aquí todo lo que debes saber sobre el clavo de olor.

Ubicado en la dinámica zona de Polanquito, el más reciente restaurante de Ricardo Muñoz Zurita, Azul y Oro Polanco, es el spot auténtico mexicano que le hacía falta a esta parte de Ciudad de México. Conócelo. Fotos: Cortesía y Arturo Torres Landa.

 

Un nombre que es garantía

 

Hablar de los restaurantes Azul (Azul Histórico, Azul Condesa) y Azul y Oro (UNAM) es referirse, de inmediato, a un concepto bien consolidado. Creada por el chef e investigador Ricardo Muñoz Zurita, esta marca ha sabido rescatar saberes y técnicas culinarias de todo México para presentarlas con refinamiento y modernidad en todas su sedes.

Así, a este nombre y apellido le hacía falta una ubicación acorde con los altos estándares puestos en su oferta culinaria: el cada vez más vibrante poniente de Ciudad de México. Afortunadamente, hoy Polanco ya cuenta con un restaurante Azul y Oro, situado prácticamente enfrente del siempre concurrido Parque Lincoln.

 

Azul y Oro Polanco

 

 

Para toda ocasión

 

Al igual que otros espacios culinarios de la zona, Azul y Oro Polanco ofrece una terraza abierta que complementa el salón interior, formado por un solo ambiente con un piso superior. Dentro, la decoración remite directamente al nombre del sitio, con materiales y texturas en colores azul marino y oro, así como detalles que recuerdan a la artesanía de varias partes de México. De este modo, se trata de un espacio versátil y agradable, que lo mismo se presta para agasajar a un invitado extranjero que para comer con amigos.

 

Azul y Oro Polanco: clásicos y novedades

 

Ensalada de jitomates de Azul y Oro Polanco

 

Desde luego, la carta abreva de numerosas tradiciones gastronómicas para ofrecer un panorama rico y complejo de las comidas de México. Además, ha retomado platillos clásicos y bien conocidos de los otros conceptos del chef Zurita.

Como entrante, la sugerencia es probar la ensalada de jitomates heirloom, lechugas y queso Idiazábal elaborado en Puebla. Formada por verduras de varios colores y texturas, regala frescos bocados que recuerdan la diversidad de la milpa mexicana.

Para continuar, lo mejor será acudir a un clásico de los restaurantes Azul, como la sopa de tortilla. Es considerada la «reina» de las sopas y potajes de Azul y Oro Polanco, y por ello posee su propio «trono»: una bella catrina de cerámica hueca, cuya parte inferior es el plato donde se sirve la sopa.  Se acompaña con pollo deshebrado, crema, queso panela, aguacate y tortilla picada, como debe de ser, vaya.

 

Catrinas para la sopa de tortilla

 

 

Los infaltables moles

 

Aprovechando que se ha entrado en la sección de «imperdibles», el siguiente tiempo debe contener alguno de los moles del chef Ricardo Muñoz Zurita, celebrados y deliciosos. Su legendario mole negro es de degustación obligada, pues se prepara siguiendo recetas tradicionales de Oaxaca. Se puede disfrutar con un medallón de pavo o una pieza de pavo a un lado, aunque también se vale comerlo a cucharadas, como aquí recomiendan.

Si se busca una alternativa más autoral, es decir, un plato surgido del repertorio del chef, la recomendación son sus buñuelos de pato. Rellenos con la carne rostizada de esta ave, van bañados con mole negro y se culminan con zarzamoras que rompen la grasa con su acidez. Un plato redondo, juguetón, que permite varias aproximaciones.

 

Buñuelos de pato rostizado

 

 

Para compartir en Azul y Oro Polanco

 

En el apartado de los postres, destacan aquellos con chocolate, como el tamalito de maíz bañado en salsa de chocolate. Sin embargo, para probar algo distinto, el nicoatole es la alternativa más acertada. Se trata de un esponjoso «flan» de maíz bañado en salsa de zapote negro. Delicioso.

Tanto el postre como los demás tiempos se pueden acompañar con aguas frescas, mezcales, tequilas o vinos y cervezas de factura nacional. Y como sucede en las demás sucursales, en Azul y Oro Polanco también se puede ver el trabajo de las mujeres artesanas que amasan y echan tortillas impresas con sellos de muitle.

 

 

Se trata del recordatorio más elocuente de que no hay mejor comida que la que se prepara a mano y al momento. Cheque promedio: $650 pesos. Dónde: Emilio Castelar 121, Polanco. azul.rest IG: @azulrestaurantes

 

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Los restaurantes Azul: Azul Condesa, Azul Histórico y Azul y Oro, siempre se han reconocido por su impulso a la gastronomía y aquellas recetas que ya son poco conocidas o se ha perdido la manera original de prepararlas.

Con un impulso hacia el norte del país, el chef Ricardo Muñoz Zurita, dueño de los restaurantes Azul, se unió al chef Óscar Cortazar para crear un menú inspirado en la cocina de las casas de Chihuahua y en la de las fiestas también.

 

restaurantes Azul

 

Suculento menú

 

La carta cuenta de 10 platillos, incluyendo dos postres, y también tendrán coctelería elaborada con sotol, como el asado que lleva sotol con jugo de piña asado, licor de chile ancho y jengibre.

Esta carta estará hasta el 31 de julio y la encontrarás en español e inglés en Azul Condesa, Azul Histórico y Azul y Oro (en este último serán solo los últimos cinco días del mes porque estará cerrado).

La idea de Ricardo y Óscar es que sean platillos para compartir, puesto que son para celebraciones o comida de reuniones, así que siempre se suele hacer bastante con la intención de que todo mundo disfrute.

 

restaurantes Azul

 

Dentro de lo que te recomendamos probar están las empanadas de Santa Rita, que son tres, vienen rellenas con picadillo de cerdo con pasas y nuez, espolvoreadas de azúcar. También caldo de chacales, que son maíces secados al Sol y quebrados.

El asado de bodas dentro de los Azul llevará porkbelly, además de su guiso de chiles de la tierra, guajillos y anchos además de diversas especias. Y la discada, llamada así por elaborarse antiguamente en los discos de arado, va en tacos y acompañada de guacamole, frijoles y rajas con queso.

Por último, no te debes perder el pay de nuez con helado de nata que es un cierre sensacional. Cheque promedio: $700. azul.rest

 

 

 

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