Carta Editorial Food and Travel > Junio 2016

 

Hay viajes acompañados de experiencias que nos hacen cambiar para siempre nuestra manera de percibir el mundo. Son una eterna invitación para abrir los ojos y hallar aprendizajes donde otros no ven más que un paisaje para ser capturado por una cámara.

Hace algunos años, un safari fotográfico en África me enseñó que no es necesario ir tan lejos para aprender a mirar, siempre y cuando estemos dispuestos a dejarnos sorprender por el entorno. 

A las 5 de la mañana el día me invitaba al juego de la espera, de los sentidos alerta. Las planicies verdes salpicadas por los árboles marula, el cielo con nubes de presencia voluble y la certeza de que aparecería un animal salvaje afirmaron que donde estemos, la naturaleza impera.

Ese fascinante panorama sudafricano me obligó a callar y a entender que todos estamos al acecho. Entre los arbustos apareció un rinoceronte negro de casi 1.70 metros de altura y 1,500 kilogramos de peso. Había visto elefantes, leones, leopardos, búfalos y hasta una danza aérea de luciérnagas, pero esa era la última vez que vería un rinoceronte negro de esas características. Un par de meses después, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró oficialmente la extinción de esa especie.

Ese viaje, que recuerdo mientras preparamos el cierre de esta edición con un especial de safaris fotográficos, me enseñó a vivir dispuesta a la sorpresa. Ahora, afino la curiosidad como una herramienta que me permite celebrar la vida, ya sea en parajes exóticos o en caminos conocidos. Siempre voy con una cámara mental lista para retratar un momento que quizá nunca más vuelva a experimentar. 

Las páginas de Food and Travel son una invitación para que ustedes sigan sumando memorias a esa cacería de experiencias inolvidables. 

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Mayo 2016

 

“Si diera algún consejo, sería salir de la cocina, viajar por el mundo para adentrarse y experimentar de cerca la cultura alimentaria de diferentes localidades”, me dijo hace ocho años Joël Robuchon, el chef con el mayor número de estrellas Michelin resplandecientes junto a su nombre. En ese momento, el tema de la entrevista que me interesaba era el perfil viajero del cocinero de quien todos hablaban. Sin saberlo, Robuchon también estaba aconsejándome, en mi oficio como escritora de viajes, a adentrarme a una cultura por medio de su comida. Y estaba acercándome al tipo de conversaciones que se convertirían en mi día a día como editora de Food and Travel, la primera revista en México dedicada a los viajes gastronómicos que hoy llega a sus primeras 50 ediciones.

Celebro este medio centenar de publicaciones reconociendo el compromiso y la pasión de quienes forman y formaron parte de la historia de este título, el trabajo de los cocineros de todo el planeta que inspiran nuestras páginas y, sobre todo, la curiosidad, el interés y la interacción de ustedes, que nos acompañan en cada viaje.

Le debemos a estas 50 ediciones un sinfín de memorias viajeras; interminables reportajes dedicados a destinos que nos han transformado como periodistas, viajeros y seres humanos; miles de fotografías que nos recuerdan el privilegio de saber mirar con ojos de sorpresa el universo que nos rodea, y horas y horas de entrañables conversaciones con chefs que nos enseñan todos los días que su labor rebasa los límites de la cocina. Gracias por inspirarnos a entregarles mes con mes las historias de los rincones mundiales que más nos conmueven y algunos otros ingredientes de las recetas: la creatividad, el respeto al producto y la generosidad de saber compartir.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Abril 2016

 

“Soy viajero, no turista”, me dice un mochilero que acabo de conocer en un trayecto de tren. Su afirmación es ya un lugar común que después de escuchar tantas veces me parece más pretenciosa que interesante. Para mí, todos los que nos aventuramos a descubrir un destino —remoto o cercano, hospedados en un hotel de lujo o en un campamento, degustando comida callejera o estrellas Michelin—tenemos al mismo tiempo un poco de turistas y un poco de viajeros.

Cada vez que decidimos iniciar la ruta hacia un sitio desconocido estamos aceptando, conscientes o no, dejarnos mecer por el azar. La naturaleza del viaje, ya sea con un itinerario definido o con un espíritu dispuesto a la aventura, siempre será la de desarrollar nuestra capacidad para aceptar los cambios, para manejar situaciones fuera de lo común y para dejarnos sorprender por realidades diferentes a la nuestra. La diferencia entre el buen viajero y el que no lo es radica en su capacidad de apertura, en su disposición para ir más allá de las zonas conocidas, en su atención a los detalles, en la capacidad de moverse sin prisas, aun con un itinerario de unos cuantos días.

El viajero consciente vive las transiciones geográficas, humanas y culturales de forma sutil y respetuosa; el viajero dormido juzga, compara y le resulta imposible adaptarse a satisfacer sus necesidades de la manera en la que los locales lo hacen. Este mes en Food and Travel, la invitación es a vivir en carne propia el proverbio tibetano que reza: “Viajar es un regreso a lo esencial”, mediante la experiencia de dormir bajo las estrellas en los desiertos más remotos del mundo, de un recorrido insospechado por la capital de Qatar; de una degustación por los atractivos de Vancouver y Baja California, y de nuestras recetas para saborear el mundo.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

Carta Editorial Food and Travel > Marzo 2016

 

Siempre he pensado que el deseo de viajar es una cualidad humana, estimulada por la curiosidad, las ganas de moverse, poner a prueba los miedos, cambiar perspectivas y hacer valer nuestro derecho de transformarnos en todos los sentidos. Más allá de un intento de fuga, de escape, el viaje es el mejor ejercicio para encontrarse con uno mismo, con el otro y con la sorpresa de un paisaje desconocido.

Muchos coincidimos en que no hay nada que despierte tantos recuerdos y tanta conciencia sobre el momento presente que estar parado frente a un nuevo paraje, degustando con todos los sentidos una cultura ajena. Desde tiempos antiguos, cuando la gente se reunía en torno al fuego para compartir alimentos, la palabra era tomada por aquellos que habían llegado más lejos, que habían visto lo que otros solo podían imaginar. Las vivencias del viajero están en la esencia del relato que a veces resulta anecdótico, otras informativo, unas más divertido o incluso presuntuoso, pero en el mejor de los casos logra reflejar una faceta –humana y espiritual– de cada destino.

Me gusta pensar en las páginas de Food and Travel como un punto de encuentro entre viajeros, apasionados de los sabores del mundo que, sin necesariamente entablar conversación, nos unimos en una comunidad de curiosos que busca inspirarse para trazar una nueva ruta o ver reflejada su propia experiencia en las crónicas que aquí vertemos. Compartir con ustedes nuestras vivencias al cruzar fronteras, al encontrar en un platillo el resumen perfecto de una cultura, al vivir encuentros inesperados que se convierten en el material perfecto para una entrevista es nuestro intento por dar a conocer una probadita de la inagotable diversidad del mundo. Un mundo que está ahí, a la espera de ser descubierto.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Febrero 2016

 

Viajar a solas tiene el contradictorio encanto de fortalecer el lazo con uno mismo, y al mismo tiempo detonar encuentros que, al menos durante la travesía, son tan profundos que parecen amistades añejas. Una de esas conversaciones viajeras me llevó a concluir que recordar ciertos momentos le dan una nueva connotación a lo vivido.  “Hace falta volver a casa y dejar pasar un tiempo para entender cómo este viaje nos transformará”, dijo esa desconocida que se convirtió en amiga aquella noche en Biarritz, el destino que inspiró esta portada.

Una es la experiencia que se vive en el destino y otra la percepción que se tiene cuando se evoca –o cuando se escribe, como es el caso de todos los que hacemos de cada viaje y de cada experiencia gastronómica una historia que se publica en estas páginas–. Saborear otra vez ese platillo o vivir de nuevo el instante que nos hizo reconocer la maravilla de un destino para compartirlo con ustedes hace que valoremos aún más el momento que se fue.

Saber que nuestras letras e imágenes invitan a tomar un avión, a probar nuevos sabores, a cocinar una receta o a fantasear con un sitio es un regalo que disfrutamos tanto como el viaje.

“Deja tu casa. Ve solo. Viaja ligero. Lleva un mapa. Ve por tierra. Cruza a pie la frontera. Escribe un diario. Lee una novela sin relación con el lugar en el que estés. Evita usar el teléfono. Haz algún amigo”, dice el escritor de viajes Paul Theroux a modo de mandamientos.

Quienes formamos el equipo de Food and Travel tratamos de seguir estas máximas en la medida de lo posible –para mí, eso de viajar ligera es una habilidad que perdí hace años–. Siempre encontramos en ellas una razón más para querer seguir haciendo maletas y buscar formas para invitarlos a que sigan acompañándonos a devorar el mundo.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Diciembre 2015 y Enero 2016

 

La calma después de la celebración. A unas horas de haber finalizado la premiación de los Food and Travel Reader Awards 2015, hay sentimientos encontrados: el alivio tras intensos meses de trabajo en equipo, la satisfacción de haber recibido más de 40 mil votos de lectores que dieron su opinión, y la obligación de enfrentar a las críticas. La polémica es una consecuencia natural de cualquier acto público. Como en todo lo que implica competir, siempre hay quienes terminan felices y quienes no. Lo sucedido en nuestra premiación me invitó a un análisis que tengo la oportunidad de compartir en este espacio (¡benditas cartas editoriales!).

Visto desde la perspectiva del Bhagavad Gita, el libro sagrado hindú, siempre hay que tener en cuenta la esencia y no lo que se consiga con ella: “Piensa en la obra y no en su fruto”, es la frase textual y más clara. El éxito es el triunfo del ser y no el del parecer, y esto es lo que me resulta tan interesante de los proyectos nominados y ganadores. Todos son ejemplos de que antes de cualquier ganancia, debe existir el amor a lo que se realiza.

Dicen los que saben que toda persona de éxito acepta el cambio, quiere que los otros triunfen, irradia alegría, asume la responsabilidad de sus fracasos, habla de ideas, es generoso con su sabiduría, aprende continuamente, se propone metas y planes de vida.

“La persona que hace solo lo que ama, es feliz, porque el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito”, dice Facundo Cabral. Cito estas palabras para despedir este año llena de agradecimiento por continuar haciendo día a día lo que amamos hacer, y para recibir el 2016 con la intención puesta en que todos estemos “benditamente condenados al éxito”.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

Carta Editorial Food and Travel > Noviembre 2015

 

Hay destinos que emiten un llamado al que es imposible desatender. La India era para mí un cúmulo de ensoñaciones que no lograba hacer realidad. Así que comencé a recorrer sus rincones, desde hace años, de diversas maneras: sosteniendo pláticas interminables con quienes ya habían estado ahí, leyendo todo lo posible sobre el destino, su cultura y sus manifestaciones espirituales, frecuentando el más cercano áshram (centro de meditación y enseñanza hinduista), uniéndome a un grupo de meditación con base en la India o esperando cada año ser la practicante más destacada, a la que mandarían un mes a estudiar con el Maestro, aunque nunca lo logré.

Dicen los que saben que hay viajes que no se realizan cuando se desea, sino cuando estás preparado, y que llegan de la manera en la que el camino sea el más sencillo de recorrer.

No estoy diciendo nada nuevo al afirmar que la India es ese lugar que no deja indiferente a nadie. Y eso mismo es lo que esperamos con este especial en el que les presentamos recetas indias, una crónica gourmet a través de los sabores callejeros y un reportaje en el que comenzamos con la idea de reseñar las postales clásicas del destino y terminamos relatando una travesía interna llena de lecciones aprendidas.

Los invitamos a ir de la India a Finlandia, y de ahí a la frontera entre Francia, Luxemburgo y Bélgica, para después recorrer, en 48 horas, Palma de Mallorca, Boston y Belgrado. Esperamos que inspiren su antojo con nuestras recomendaciones de restaurantes, las historias sobre ingredientes dignos de un alquimista –como el azafrán y la trufa–, y la colección de recetas. Saboreen cada una de estas páginas tanto como nosotros lo hicimos al crearlas pensando en ustedes.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Octubre 2015

 

Aunque los sabios enseñan que el tiempo en el fondo no cuenta y que ese concepto más que definir el número de veces que la Tierra gira alrededor del Sol, se mide en experiencias personales, no podemos dejar de sentir el vértigo de saber que, en términos mundanos, el tiempo corre rápido, muy rápido.

Los meses se nos van casi como se nos van las páginas de la revista. Entre crónicas de viajes, historias que nos llevan a recorrer destinos lejanos teniendo como principal pretexto degustar aquel platillo local que concentra la esencia de las tierras que visitamos, dialogar con cocineros o viajeros… Tenemos pocos momentos para hacer una parada. Pero cuando lo hacemos, entendemos que no hay tiempo: hay vida y cambio. “Si detienes el cambio, se acaba el tiempo”, dice una máxima; y de eso se trata: de permitir que las experiencias nos transformen y sean responsables de medir el paso de los meses.

Desde hace un año, octubre tiene un nuevo matiz para nosotros. Es el último mes de votaciones en los Food and Travel Reader Awards, cuando la lista final de nominados toma vida propia. Somos testigos de diversos puntos de vista en redes sociales, de acaloradas discusiones sobre posibles ganadores, del entusiasmo de nominados y votantes. Nosotros solo observamos, nos aguantamos las ganas de opinar, pero vivimos el mes felices de saber que, apenas en su segunda edición, los premios han cobrado toda esa energía con la que ustedes dan reconocimiento a las experiencias que los transforman y hacen que su vida esté llena de sabor y memorias de viajes.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Septiembre 2015

 

Al llegar a cada nueva ciudad, el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: «la extrañeza de lo que no eres o no posees más, te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos”, dijo Italo Calvino. Esas palabras me hacen pensar que revisitar un destino también invita al encuentro con la memoria.

Volver es reconocer esos rincones ya transformados y buscar en los recovecos mentales un momento que nos relacione íntimamente con el lugar. Regresar es mirar con otros ojos lo que pasa afuera y adentro.

¿Quién eras la última vez que tomaste un café en esa esquina parisina? ¿Quién te acompañaba física o espiritualmente? Puede que aquella taza de chocolate ya no parezca tan deliciosa como la recuerdas… ¿O acaso esta vez todo es más conmovedor?

Escribo desde Tabasco, tierra donde la naturaleza se revela en cada rincón y que no recorría desde hace casi 10 años. Soy la misma que anduvo por estos caminos; pero mucho se ha transformado, en el lugar y en mí. Volver ha sido regresar a mis recuerdos, a mis sitios consentidos y a la posibilidad de nombrar a mis nuevos favoritos.

La lista de nominados de los Food and Travel Reader Awards 2015 –que en esta primera etapa contó con más de 10 mil participantes–invita a lo mismo: a celebrar los destinos o restaurantes que nos traen recuerdos y nombrarlos como nuestros predilectos o salir en busca de una nueva experiencia para reconocernos en ella.

¡Gracias por esta primera etapa en la que tu voz decidió quiénes son los mejores! Te invitamos a votar por los ganadores en foodandtravel.mx/awards y a seguir haciendo de esta revista una experiencia compartida más allá de nuestras páginas.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial