Etiqueta: Destinos en el mundo

Morelia encontró la fórmula para reivindicarse como uno de los destinos favoritos. Entre una nueva oleada de restaurantes, productores con mente y alma y emprendedoras cocineras tradicionales, Elsa Navarrete comprobó que la tradición puede ir de la mano con las tendencias.

Al lado del fogón, Juana Bravo muele con maestría el maíz blanco y luego el maíz azul en el metate. Amasa, tortea y pone sobre el comal sus famosas tortillas bicolores, que han sido su pasaporte para viajar y así enseñar su cocina, con lo que ha llegado hasta París y Nairobi. Originaria de Angahuan, comunidad de la meseta purépecha de Michoacán, es una cocinera tradicional que, con pasión y sabiduría, se ha encargado de salvaguardar la riqueza gastronómica de su tierra.

Observando cada movimiento de esta también artesana, Cynthia Martínez aviva el fogón al tiempo que remueve el contenido de las ollas de barro. Se trata de la chef propietaria de San Miguelito —un restaurante con 20 años de historia en Morelia— que comparte con sus comensales la verdadera esencia culinaria del estado a través de las clases de cocina tradicional (incluye visita al mercado) que se llevan a cabo en el taller. “Esto funciona muy bien porque las maestras cocineras invitadas sienten orgullo por lo que hacen, difundiendo su gastronomía y mejorando su calidad de vida al recibir un pago justo por lo que saben”, comenta con una sonrisa.

Hace 12 años atrás, Juanita salió de su casa junto con siete mujeres más para vender en una plaza de Uruapan churipos, corundas, atápakuas y otros guisos que provee la milpa. No fue fácil: no las dejaban hacer lumbre y no vendieron mucho. Pero volvieron, y poco a poco este pasaje fue el antecedente de los Encuentros de Cocina Tradicional que nacieron en Michoacán en 2004. Y éstos, a su vez, fueron la base para inscribir ante la UNESCO el expediente La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva –El paradigma de Michoacán. “La herencia de estas cocineras ha servido para revalorar y preservar la gastronomía y los alimentos del país”, afirma Cynthia con orgullo, mientras me da una bola pequeña de masa para continuar con la clase.

La riqueza de los tamales michoacanos empieza, de manera casi obligada, con las esponjosas corundas, hechas de maíz nixtamalizado con ceniza, esa gramínea que es alimento fundamental de los mexicanos. “Se preparan solo con masa de maíz y manteca de cerdo. Se pueden rellenar con salsa colorada o carne de puerco en trocitos”, me dice Juanita al tiempo que sus manos artesanas empiezan a darle forma triangular: pone un poco de masa en un extremo de una hoja de la planta del maíz (no de la mazorca), la cubre poco a poco y la enrolla magistralmente hasta conseguir que el panecillo de palacio —conocido así durante la Colonia— tenga cinco puntas. Por último, las pone a cocer a vapor en una ollita de barro.

En el plato ya hay varias corundas. Tomo una y la baño con la misma salsa, crema y queso; también se acostumbra comerlas con frijoles y jocoque. De asombrosa sencillez, este poliedro comestible es un lujo para el paladar. De la misma forma, Cynthia llega con la entrada estrella de San Miguelito, el plato mezcalero, “solo para conocedores” según la carta.

Ésta incluye cecina de la casa, que es seca, casi como chicharrón; queso Cotija; aguacate con salsa roja, naranja y sal de bugambilia. La combinación de sabores y texturas me resulta soberbia. Con un excelente sabor de boca, esta entrañable experiencia resulta un buen augurio para mi estancia en Morelia, cuyos cocineros están revalorando el vasto legado culinario para darle una nueva dimensión a la cocina local; Cynthia y Juanita confirman esta teoría.

Piensa local, consume local, sé local

La belleza de Morelia la aprecio desde el primer paso que doy en el Centro Histórico. Como buena ciudad colonial, está planificada del centro hacia afuera; así que recorrerla de esta manera es buena idea. Desde el primer cuadro, donde yace la Plaza de Armas y la majestuosa catedral, hacia las calles subsiguientes, el estilo barroco se expresa en todo su esplendor. Hay que caminarla sin prisas para apreciar el bello trazo de la ciudad y sus 1,113 edificios que, construidos con cantera, la piedra de color rosa característica de la región, son la razón de que fuera declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991.

Numerosas casonas de la llamada Ciudad de la Cantera Rosa han sido convertidas en hoteles y restaurantes. Tal es el caso del Hotel Casino, que aloja a Lu Cocina Michoacana desde hace siete años. Su chef, Lucero Soto, me recibe con una sonrisa y un abrazo cálido. Si hay alguien que ha enfocado sus esfuerzos en dar a conocer la cocina local, es ella. Su propuesta es honesta, reflexiva y de producto: no intenta imitar la cocina tradicional, sino servir algo que sea conmovedor y gratificante. Si bien se ha inspirado en los Encuentros de Cocineras Tradicionales, su objetivo principal es reivindicar los ingredientes. Esto se aprecia desde que te sientas y tienes en tus manos el menú que ilustra algunos productos con los que trabaja: la trucha salmonada y la zarzamora de Zitácuaro; la flor de Jamaica de La Huacana; el chile moreliano; el aguacate de Uruapan; el maíz purépecha de la Red Tsiri, y los quesos de Cotija y adobera de La Ruana.

“No somos sus mayores compradores, pero si tratamos de ser los mejores difusores”, asegura Lucero, quien le rinde homenaje a los frutos de los valles, campos, lagos y montañas de su estado nativo. Además de la carta fija, siempre ofrece un menú de temporada, pues le gusta recrear recetas con creatividad y proponer un viaje por las diversas regiones. En esta ocasión, tengo la fortuna de probar la ensalada de espinaca, manzana y maíz con tejas de queso Cotija, atápakua de calabaza de Castilla, trucha salmonada con atápakua de cacahuate y hierbabuena, y panqué de plátano con helado de nuez de macadamia. 

“La cocina es la red social más grande. Es tiempo de retomar los ciclos naturales, de saborear los frutos de temporada, de rescatar ingredientes y de apoyar al pequeño productor”, afirma. Cuando habla, como cuando cocina, la expresión de Lucero está llena de energía y optimismo. De esta forma, también ha promovido, junto con Gerardo Vázquez Lugo y Alicia Gironella, las ancas de rana de RANCAS, cocinándolas en una sopa, durante Morelia en Boca 2015. Esta marca colectiva engloba a 20 granjas en todo el estado que cultivan la rana toro americana. Además de ser una gran fuente de proteína y un cultivo sostenible, ha logrado que varias familias no abandonen su lugar de origen y mejoren su calidad de vida.

Información de viaje

La ciudad de Morelia, capital del estado de Michoacán, se encuentra en el Eje Neovolcánico Transversal. Predomina el clima templado con humedad media y tiene una temperatura promedio anual de 18°C.

Recursos

Secretaría de Turismo de Michoacán (visitmichoacan.com.mx) brinda información útil de Morelia y otras regiones del estado. Quick Tours (quicktours.mx) ofrece interesantes recorridos turísticos en todo Michoacán.

No te lo pierdas

Museo del Dulce De la Calle Real Visita esta tienda-museo, con historia desde 1840, y conoce desde la elaboración de los dulces de los conventos hasta la comercialización de las primeras dulcerías. El personal te recibirá vestido con ropa de la época del Porfiriato para iniciar el recorrido, en el cual observarás cómo se prepara el ate y adquirir laminillas, rollos de guayaba y jamoncillos de leche, entre otras centenas de delicias. Acueducto 1740, Centro. 01 (443) 324 9014.

Escapada a Pátzcuaro A 56 kilómetros de Morelia, este Pueblo Mágico es un obligado. Recorre la plaza Vasco de Quiroga, rodeada por los famosos portales donde se ubican cafeterías y las nieves de pasta, y llega hasta el embarcadero para visitar la isla de Janitzio. Durante el trayecto en lancha, apreciarás a los pescadores con sus redes tipo mariposa.

Encuentro culinario en Santa Fe de la Laguna La maestra María Inés Dimas te recibe en su casa para deleitarte con sus guisos que son un escaparate de los ingredientes que aún prevalecen en el ecosistema de la región de Pátzcuaro, como la col de árbol, las limas y los charales, que prepara en gorditas con nopales. 01 (454) 354 0164.

Dónde quedarse 

Hotel Casino Un clásico infalible por su ubicación inmejorable. Ubicado en el corazón del Centro Histórico y envuelto por el ambiente de los portales, se aloja en una casona del siglo XVIII y ofrece gran comodidad. Habitaciones dobles desde $60 USD. hotelcasino.com.mx

Hacienda Ucazanastacua Frente al lago de Pátzcuaro, este hotel boutique, construido con materiales locales, tiene siete habitaciones que gozan de una vista privilegiada; la Troje es especial al estar montada sobre el lago. Cuenta con restaurante y una piscina de ensueño. Habitaciones dobles desde $230 USD. haciendaucazanaztacua.com

Dónde comer

Lu Cocina Michoacana Un espacio relajado dentro del Hotel Casino. Su chef, Lucero Soto, hace uso de la tradición y la creatividad para transformar los ingredientes michoacanos en una cocina reconfortante. Prueba las saboreadas de mezcal (tres variedades) acompañadas de diferentes añadas de queso Cotija. (Ver Dónde quedarse).

Los Mirasoles La chef Rubí Silva muestra su pasión por la cocina michoacana con su menú de degustación de cuatro tiempos. En sus diferentes espacios, ya sea en alguno de los comedores con techos abovedados, su frondoso patio o su cava excepcional, no dejes de probar los charales de Cuitzeo, la patita de cerdo con cebolla caramelizada, las enchiladas placeras y los buñuelos. losmirasoles.com

Tata Mezcalería Cocina mexicana de autor hecha con productos locales es la propuesta del chef Fermín Ambás. En esta casona restaurada, donde también luce el mobiliario y el patio trasero, se le rinde culto al mezcal michoacano y destilados de agave. tatamezcalería.com

Chango En un ambiente moderno y ecléctico, el chef moreliano Daniel Aguilar tampoco sigue una línea en su cocina. Su inspiración proviene de su estancia en Querétaro y en Argentina y de los productos locales. Empieza con un mojito de la casa en la terraza. changorestaurante.com

San Miguelito Con 20 años de historia, aún conserva su estilo, aunque con el paso del tiempo se le van sumando elementos a su decoración colorida; el espacio favorito es el que está dedicado a San Antonio para aquellos que quieran pedir pareja. La chef Cynthia Martínez hace cocina mexicana con influencia regional. sanmiguelito.com.mx

La Azotea Ubicado en el hotel Los Juaninos, se caracteriza por su vista hacia la catedral, por lo que es imprescindible acudir los sábados para gozar del show nocturno de iluminación. Su cocina michoacana y mexicana contemporánea se traduce en platos épicos como albóndigas de chicharrón y trucha ahumada con hoja de aguacate. hoteljuaninos.com.mx

Elsa Navarrete y Charly Ramos viajaron a Morelia por cortesía de Lucero Soto y los proveedores de servicios mencionados.

Comprar tu despensa del mes jamás será lo mismo si visitas la nueva Soriana Híper Miyana, un auténtico centro urbano en el que de manera integral se fusionaron el buen gusto, los productos de alta calidad y una nueva oferta gastronómica gourmet que te encantará.

Ubicada en el complejo habitacional Miyana, en Polanco

Entre las calles Ejército Nacional y Moliere, esta nueva sede de Soriana, gracias a que cuenta con una fábrica exclusiva, te ofrecerá deliciosos quesos artesanales. Los cuales podrás maridar a la perfección con algunas de las más de 700 etiquetas de vinos de todo el mundo que tiene en su cava.

Exquisitos cortes de carne

Acude a su bodega de maduración, donde encontrarás una amplia variedad de este producto, con un exquisito sabor que te sorprenderá. Tampoco podrás evitar una visita al área de cervezas artesanales. Así como su panadería, en la que hallarás desde un recién horneado pan artesanal de especias hasta las típicas conchas de vainilla y chocolate.

Confort y de tranquilidad

Todo lo anterior se puede disfrutar en unas cómodas instalaciones que brindan una atmósfera especial de confort y de tranquilidad. Para que realices tus compras sin ninguna prisa; además, tendrás a tu alcance productos seleccionados dentro de un extenso catálogo gourmet, de importación, de especialidad, libres de gluten y otros con denominación de origen.

Soriana Híper Miyana gourmet

Si durante tus compras se te abre el apetito, Soriana Híper Miyana también recibe una nueva propuesta gourmet: Avenida 9. En la que podrás deleitarte con diferentes estaciones gastronómicas de México y de otros países. Pero si solo tienes antojo de un postre, visita Dulce Capricho, en donde será muy difícil decidirte por alguna de las delicias que ofrece: pastelillos, canelé de bordeaux, helados, flanes, cheesecake y, por supuesto, un delicioso café para acompañar.

Ahora ya lo sabes, todo lo que estás buscando para tu despensa con un toque gourmet, lo encontrarás en Soriana Híper Miyana, y ponle más estilo a tu vida.

La cocina de México es el resultado del mestizaje cultural que se ha desarrollado en el transcurso de los años a través de su gastronomía mexicana. Su esplendor, incluso reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, ha sido posible gracias a las aportaciones de otros países, con ingredientes tan básicos como el cerdo, los aceites, los lácteos e incluso el tamarindo. Aquí te mostramos cinco influencias que han contribuido con nuestro arte culinario.

Española

Es quizá una de las influencias más evidentes en nuestra gastronomía. En especial por el uso de la fritura y los lácteos en diversos antojitos nacionales. La cocina conventual es también un notorio ejemplo, pues las monjas y frailes solían hacer preparaciones de recetarios españoles con ingredientes mexicanos; fue en esos lugares donde surgieron algunos de los platillos más representativos de México, como el mole poblano y los chiles en nogada.

Inglesa

Reino Unido fue uno de los primeros países en reconocer a México como país independiente. Tiempo después, en la segunda década del siglo XIX, varios ingleses llegaron a Real del Monte, en Hidalgo, portando con ellos actividades y costumbres como el futbol, el consumo del té y el paste. Este último es una especie de empanada cuyo nombre proviene del inglés pasty; los originales se cocinaban con papa y picadillo de carne, y eran perfectos para los mineros, quienes necesitaban un alimento que se mantuviera caliente y a la vez sencillo de comer.

China

Los inmigrantes orientales llegaron de Estados Unidos, principalmente a las ciudades de Mexicali en el norte, Tapachula en el sur y a la Ciudad de México. Se instalaron en esos lugares con lavanderías, restaurantes y cafés, donde para el desayuno servían café destilado con leche hirviendo, acompañado de bisquets y “pan de chino”.

Francesa

La influencia de Francia en México comienza a finales del Virreinato, pero la etapa más clara y fuerte se dio durante el Porfiriato. Uno de los campos que más resonancia tuvo fue el de la gastronomía. Se comenzaron a tomar en cuenta el refinamiento para preparar y servir alimentos, así como los modales en la mesa y los protocolos de comportamiento. Desde entonces, es posible encontrar cafés y pastelerías que recuerdan a los bistrós, así como preparaciones francesas con ingredientes mexicanos, por ejemplo las crepas rellenas de huitlacoche.

Árabe

Luego de huir del Imperio Otomano en las últimas décadas del siglo XIX, los inmigrantes libaneses comenzaron a llegar a México. En la actualidad, las comunidades más grandes de éstos se encuentran en Yucatán y Puebla. Un claro ejemplo de su influencia son los tacos al pastor, los cuales probablemente nacieron en tierras poblanas como adaptación del shawarma árabe; se cambió el pan pita por tortilla, el cordero por el cerdo y los condimentos fueron sustituidos por achiote, vinagre y especias. ¿Qué te pareció esta nota sobre la gastronomía mexicana?

Para todos aquellos que amen ese delicioso olor a pan recién hecho, su crujiente sonido, y su suave textura, no podrán perderse la séptima edición de la Feria de la Panificación que se realizará del sábado 9 al lunes 11 de julio, días en los que el cielo de Acámbaro, municipio ubicado al norte de Guanajuato, se llenará del exquisito sabor y olor a pan dulce. 

En el evento participarán 12 panaderías que durante los días 9 y 10 elaborarán más de 150 mil piezas para que los 10 mil asistentes que se espera puedan disfrutar de una gran variedad de pan dulce entre los que encontrarán granillo de leche, ranchero, pan de muerto, cemitas, conchas, volcanes, picones y acambaritas.

El evento se llevará a cabo en el Atrio Parroquial del municipio conocido en el Bajío como “La Ciudad del Pan”, donde habrá diversas presentaciones artísticas y actividades para los visitantes.

Pero eso no será todo, ya que el último día de la feria lloverá pan del cielo… ¡Sí! Así como lo lees, ya que los panaderos peregrinarán por las principales calles del municipio y lanzarán pan empaquetado, en agradecimiento a la Virgen del Refugio por las buenas ventas que han tenido durante lo que va del año, y como obsequio a los amantes del pan que ahí se encuentren.

No podrás perderte las mojigangas ambientadas con música, que irán desde la Parroquia de Santo Ecce Homo hacia la Parroquia de San Francisco. La entrada al evento será completamente gratuita.

Los habitantes de Newport Beach se apasionan por las compras, pero también por los ingredientes de temporada, la cerveza artesanal y el vino estilo bordelés, dice Juan Pablo Montes.

Si existe una manera de describir esta pequeña ciudad, ubicada en Orange County, sería como una fantasía costera donde el Sol siempre brilla. El hecho de tener menos de 90 mil habitantes explica el porqué se considera un lugar fantástico para quienes gozan de las costas de California pero buscan sitios menos aglomerados que otras urbes del mismo estado. Caminando por la calle me doy cuenta de lo crucial que es estar a la moda para la gente que ahí vive, y la razón por la cual Fashion Island, un centro comercial propiedad de Irvine Company, es una de sus atracciones principales. Sin embargo, se trata mucho más que una parada obligada para comprar lo más nuevo, pues algunos de los mejores restaurantes del destino se encuentran dentro de esta isla de estilo y sabores, además de que también es un punto de reunión y el mejor lugar para una tarde tranquila de ocio.

Afortunadamente me hospedo a solo unos pasos de este espacio, en Island Hotel. Los cuatro diamantes que ostenta son bien merecidos: las amplias habitaciones con amenidades de lujo, las vistas a la costa y el servicio de primera crean una estadía placentera, que se potencializa con su restaurante Oak Grill, comandado por el joven chef Marc Johnson. Calmado y siempre sonriente, se nota que su pasión es la cocina en la que deja ver también su lado artístico. “Me gusta jugar en el plato, creo que los espacios en blanco también cuentan para llamar la atención, así que no siempre pongo el platillo en el centro”, me platica Marc. Su pasión por cocinar la heredó de su padre, pero fue con su maestro, el aclamado chef James Boyce, durante el tiempo que estuvo en el restaurante Cotton Row, que aprendió la importancia y valor de lo local, las estaciones y lo fresco.

“Me gusta que la gente sepa que somos más que un lugar de carnes. Claro que ésta es nuestra especialidad, pero existe un menú vasto para explorar”, señala Marc. Así que me arriesgo y, a recomendación del chef, pido la terrina de foie sobre pan brioche tostado con kumquats en escabeche, fresas y una salsa de maple de bourbon cuyos sabores contrastan y se enlazan creando un encuentro inesperado en boca. Mientras las vieiras con ñoquis de queso de cabra, tocino y vinagreta de albahaca crean una exquisita revolución al paladar, por el contraste de sabores y texturas.

Compras y mucha diversión

Despertar y admirar Fashion Island, con sus palmeras y el océano Atlántico que lo abraza, es maravilloso. La mejor vista se obtiene desde el piso 20 del hotel, donde se encuentra el Island Club. Ahí disfruto un desayuno ligero mientras me preparo para un día de compras. Los 85 mil metros cuadrados del centro comercial dan cabida a todos los tipos de tiendas para todos los gustos, entre las que destacan las prestigiadas Louis Vuitton, Neiman Marcus y Brooks Brothers. El diseño abierto con edificios de techos de dos aguas, bellas fuentes, pisos adoquinados y algunas vistas a la costa, es perfecto para el clima californiano; será por eso que a la gente le encanta caminarlo mientras disfrutan una bebida fría o algún helado.

Después de horas comprando y caminando entre las tiendas, hago una escala en True Food Kitchen. El concepto es del doctor Andrew Weils y como bien explica el chef Steven Mary, su filosofía se basa en que “tu alimento se convierta en tu medicina”. Ahí creen que comer correctamente beneficia al cuerpo y la mente. Muchas personas lo visitan no solo por el gran espacio rodeado de ventanales, sino porque comiendo sus productos orgánicos y naturales se sienten mejor. Empiezo con una honey bee ginger beer, la cual no es cerveza, pero su combinación de miel infusionada con jengibre, especias de chai, limón y agua mineral resulta revitalizadora y fresca.

“Todos los productos son de temporada, así que si estamos en primavera verán platos de mucho color y en otoño, colores ocres y anaranjados apetitosos”, añade Steven. Sigo el festín con vegetales rostizados de temporada que visten armoniosamente el plato o el humus acompañado de pan pita. Aquí sobran las opciones para vegetarianos y veganos, aunque las proteínas también son tentadoras, como el róbalo de pesca sostenible que sirven con champiñones rostizados.

Claro, parecería que las compras han terminado, pero cerca de ahí también se encuentra el Irvine Spectrum Center. El diseño es parecido al de Fashion Island pero con personalidad propia, cuyo camino de palmeras me da la bienvenida. Su mayor atracción, además del tren para los niños, es su rueda de la fortuna, la cual se eleva sobre el centro comercial y regala hermosas postales de la costa californiana; la mejor hora para subirse es justo al atardecer, pues los tonos naranjas, morados y azules rasgan el cielo y lo convierten en una pintura impresionista.

El Sol se oculta, el calor permanece y las pequeñas luces empiezan a iluminar la ciudad. Al bajar de la rueda de la fortuna, me dirijo a Cucina Enoteca. El ambiente relajado y las grandes mesas indican que éste es un lugar para compartir y divertirse. “Todo es fresco y al momento, creo que es el sello que identifica a cualquier gran restaurante”, me explica el chef Joe Magnanelli mientras lo observo elaborar queso mozzarella frente a mis ojos. Se trata del especial de la casa y es excelente, sobre todo en la pizza margherita, que lleva también jitomate San Marzano y albahaca fresca. Otro fuerte de la casa es la burrata, ya sea con ajo rostizado o en la ensalada caprese que preparan con jitomates heirloom, arúgula, aceitunas de Gaeta, vinagre balsámico añejado y prosciutto.

“Aquí nos tomamos el vino muy en serio, por eso nos aseguramos de tener siempre algo nuevo para los clientes”, menciona Joe. Las paredes están cubiertas con estantes colmados de botellas, las cuales no es necesario almacenar en cavas por su gran demanda, esto se debe a que siempre están promoviendo diversas etiquetas. Lo mejor son las degustaciones de vino, para las que se pueden escoger cuatro vinos diferentes con un tema, ya sean de notas terrosas, afrutados o rosados. Aquí se vale preguntar y contestan con entusiasmo, además de que se dan el tiempo de explicar cada uno de los vinos.

Al final me es imposible escaparme con las manos vacías, al encontrarme con un Sezzan Riserva de La Spinetta, una etiqueta italiana de una bodega boutique a muy buen precio. Antes de salirme, pido un tiramisú en frasco para así terminar la experiencia de una manera memorable.

La persistencia de lo bien hecho

Estando básicamente en el epicentro de esta ciudad, resulta bastante sencillo moverse de un lado para otro y curiosear en los alrededores, razón por la cual llegué a conocer Newport Beach Vineyards & Winery. Esta es la única bodega instalada dentro de los confines de la urbe, la razón es muy fácil: ninguna otra persona se atrevería a lograr tal hazaña a excepción de su dueño, Richard Moriarty. Aunque sin relación alguna con James, el personaje literario creado por Sir Arthur Conan Doyle, sí se puede decir que Richard goza de una gran inteligencia, un sexto sentido para resolver problemas de manera creativa y un toque excéntrico que le da una personalidad más que memorable.

“Lo hice porque podía, pero más que nada para demostrarle a la gente que era posible crear vinos con las típicas uvas bordolesas en un lugar como éste”, me platica Richard mientras señala alrededor de nosotros. En la hectárea y media que tiene a su disposición, este visionario cultiva cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, petit verdot, malbec y chardonnay. Las vides se encuentran distribuidas en terrazas, las cuales Richard logró tomando prestado el pavimento que un día los trabajadores dejaron a la orilla de su propiedad cuando estaban repavimentando una calle cercana. Nadie entendió por qué Richard deseaba quedarse con esto, pero se encontraban felices de no tener que llevarse los fragmentos de su trabajo.

Un paseo por su pequeño viñedo siempre termina en su bodega subterránea, que más que eso parece un búnker antibombas, cuestión que Richard encuentra divertida: “Podría sobrevivir aquí de una gran explosión y además tendría vino de sobra para disfrutar”. Las paredes de metal son bastante gruesas y cada puerta pesa más de una tonelada. Ésta es la fortaleza que custodia las barricas en las que Richard añeja su vino. Tal vez, su vino más emblemático es OC Estate Unobtanium, un meritage hecho al estilo de Burdeos cuya primera mezcla fue elaborada con sus propias uvas en 2010.

Al final del tour le pregunto a Richard si es verdad que sobre su cava personal descansa un Lamborghini, no me contesta y me guía hacia dentro de su magnífica casa que está en el centro de los viñedos. Abre la puerta y me dice: “Esto es a lo que te refieres”, mientras se hace a un lado para dejarme ver una centena de grandes vinos de todo el mundo y sobre éstos, el lujoso automóvil pegado a la pared.

Pero no todo es vino en Orange County; cerca de Newport Beach se encuentra el poblado de Anaheim y su creciente escena cervecera. Claro que la mayoría de las personas piensan en Disneyland al ser éste su hogar, antes de pensar en cualquier otra cosa, pero ha sido la ardua labor de Greg Gerovac y su esposa Barbara cambiar eso, y de toda la gente que se les ha sumado. Los dos se retiraron de la milicia para perseguir una segunda pasión, cuestión que Greg me explica: “Cuando me di de baja, realmente no sabía que quería hacer con mi vida, ser miembro del ejército es todo lo que había sido y quise ser; por lo menos hasta ese momento”. Al final se buscó un trabajo en una cervecería y se dio cuenta que eso lo emocionaba tanto o más que lo primero.

Ese sueño se lo transmitió a Barbara y ambos se mudaron a Bavaria, en Alemania, para aprender el arte de los estilos clásicos de cerveza, cuestión en la que sobresalen. Luego regresaron a California y decidieron comprar el espacio que ocupaba Anaheim Beer, antes de que cerrara para siempre en 1920, para así crear su propia cervecería: Anaheim Brewery. Mantuvieron el logo que encontraron en una desgastada charola de servicio, pero le dieron un giro moderno; de esa misma manera recrearon la cerveza Anaheim 1888, con una receta que se toparon en uno de los descuidados archiveros del edificio, que era el emblema de la cervecería y se convirtió también en el suyo.

“Cuando empezamos en 2011 esto estaba abandonado, era el antiguo distrito de envasado de la ciudad y todo mundo dudaba que funcionara”, menciona Greg mientras bebemos unas Anaheim 1888, de sabor frutal, con un toque cítrico y un final acaramelado. Ahora han abierto varias cervecerías más alrededor, cada una con su propio estilo de cerveza, por lo que no se ven como competencia sino como una hermandad que se apoya en todo momento.

A unos cuantos metros de distancia se encuentra The Packing House, un pequeño mercado gourmet con varias opciones de cocinas, lo que ha fortalecido el atractivo de este barrio que empieza a resurgir. “Todos somos familia y eso es lo importante”, recalca Greg para señalar que mientras a uno le va bien, a todos les va bien.

Al regresar a Fashion Island, me doy cuenta que todo el condado de Orange County es un lugar lleno de apasionados, tanto por las compras y el estilo, como por la comida bien hecha, la vitivinicultura y la cerveza. Sobre todo, gente orgullosa de ser parte de una comunidad que se sirve a sí misma y adora consentir a los visitantes en todos los sentidos.

Información de viaje

La moneda en Newport Beach, California, es el dólar (1 USD = 18.81 MXN). Es una ciudad costera ubicada en el condado de Orange County. El clima es mediterráneo y la temperatura es constante todo el año, así que cualquier época es buen momento para visitarla.

Cómo llegar

Southwest vuela directo de la Ciudad de México a Orange County, además de que el aeropuerto John Wayne se encuentra a solo ocho kilómetros de Fashion Island. Vuelo redondo desde $390 USD. southwest.com

Visit Newport Beach ofrece hoteles, restaurantes, actividades y experiencias para realizar en el destino. http://visitnewportbeach.comvisitnewportbeach.com

Dónde comer

Cucina Enoteca Es un restaurante de estilo italiano con toques californianos, donde destacan su queso mozzarella elaborado en casa y sus creaciones a la leña, además de su selección de vinos. urbankitchengroup.com

Oak Grill El restaurante del Island Hotel es reconocido por la vivacidad y creatividad del chef Marc Johnson, quien gusta de los productos frescos y de temporada. oakgrillnb.com

Andrea Es un restaurante, ubicado dentro del Resort at Pelican Hill, inspirado en los sabores del norte de Italia. El obligado es el risotto de parmesano que se prepara dentro de una rueda de queso parmigiano reggiano justo al lado de tu mesa. andreanb.com

Fig & Olive Este restaurante de corte francés, sobre todo con recetas del sur, tiene un menú diseñado por el chef Pascal Lorange, donde destacan sus diferentes aceites de oliva, las tartaletas de higo y gorgonzola y el carpaccio de calabacín. figandolive.com

Canaletto Es otro restaurante italiano que retoma sus sabores de la región del Veneto. Prueba las ostras frescas, el pennoni al ragu o los cannelloni di pollo. Ilfornaio.com

Dónde quedarse 

Island Hotel Sus 295 habitaciones ofrecen balcones o patios para disfrutar de las grandes vistas de California, su estilo moderno y minimalista lo vuelve sencillo y cuidado. Habitación Island King desde $209 USD. islandhotel.com

The Resort at Pelican Hill Parte también de Irvine Company, este resort de lujo descansa en más de 200 hectáreas de belleza absoluta que parece un mundo aparte. Su arquitectura se basa en el paladianismo italiano, ubicado principalmente en el Véneto, y conocida por su riqueza ornamental. Ya sea en un bungaló o en una villa, este lugar es ideal para hospedarse en familia o con amigos. Garden King desde $780 USD. pellicanhill.com

No te lo pierdas

Anaheim Brewery La antigua cervecería Anaheim Beer ha sido remodelada para dar paso a estilos clásicos de cervezas elaboradas por los maestros cerveceros Greg y Barbara Gerovac. anaheimbrew.com

Newport Beach Vineyards & Winery El excéntrico Richard Moriarty abre las puertas de su casa y sus viñedos a quienes avisen de antemano de su visita para disfrutar de sus vinos de estilo bordelés. nbwine.com

Fashion Island Es el centro comercial de Irvine Company más importante de Orange County, donde el lujo, el estilo y la comodidad se mezclan. Dentro de sus tiendas se encuentran Neiman Marcus, Nordstrom, Anthropologie, The Celect, Ivivva y K. Hall Designs. Además, tiene varios restaurantes de gran nivel. shopfashionisland.com

Irvine Spectrum Center Es otro centro comercial de Irvine Company, dentro de Orange County. Con más de 130 tiendas, restaurantes y actividades de ocio, es uno de los favoritos de los locales. Recuerda subirte a la rueda de la fortuna para admirar un atardecer lleno de colores. shopirvinespectrumcenter.com

Juan Pablo Montes y Charly Ramos viajaron a Newport Beach con apoyo de Irvine Company. 

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La gastronomía mexicana es diversa y su influencia no se limita al territorio nacional; por eso, no debería encasillarse en las recetas y sabores de siempre. Desde el sur de Estados Unidos y hasta el norte de Guatemala, te dejamos aquí cinco platillos mexicanos que también son un clásico del estilo culinario mexicano.

Asado de bodas

Es un guiso festivo que se sirve principalmente en las celebraciones matrimoniales. Se le considera un guisado de ranchos y comunidades rurales, aunque por su gran sabor se consume ampliamente en el país. Dependiendo de la región, algunos elementos de la receta cambian; por ejemplo, en Durango y Coahuila se cocina con carne de cerdo en salsa de chiles anchos, tomate verde, ajo, bolillo seco, chocolate, laurel y jugo de naranja. En San Luis Potosí la salsa es muy espesa, hecha principalmente con chiles anchos.

Tortas de huauzontles

La hierba usada en este platillo fue un importante cultivo en la época del emperador azteca Moctezuma, además de ser un producto con el que se pagaban tributos. De ésta se consumen hojas, ramas, flores y semillas. Se prepara en todo el país, pero es más común en el centro, en estados como Tlaxcala, Guerrero, Morelos y Ciudad de México. Las tortas de huauzontles se rellenan de queso, se capean y van acompañadas de un caldillo de jitomate o pasilla.

Caldo tlalpeño

Es una sopa hecha con pollo cocido en agua, ajo, cebolla, sazonado con jitomate y chile chipotle. Se puede acompañar con ejotes, calabazas, zanahoria, papas, garbanzo, epazote, crema, limón, aguacate, queso fresco y tortillas de maíz. El origen de este caldo se atribuye al pueblo de Tlalpan, en la Ciudad de México. Una variante en otras regiones del país consiste en usar carne de res.

Pastel azteca 

Este es uno de nuestros platillos mexicanos y se le conoce también como budín azteca, pastel de tortilla y torta azteca. Es un platillo ampliamente consumido en el país. Se elabora con tortillas en capas con algún relleno entre éstas. En Jalisco, se trata de carne molida de res y cerdo, adornado al final con aguacates, granos de granada roja y crema. No obstante, en otras regiones se acostumbra agregarle quesos Oaxaca y Chihuahua, rajas de chile poblano e incluso granos de maíz.

Esquites

Es parte de los ingredientes conocidos como la trilogía mexicana: chiles, maíz y frijol. Los esquites se venden en casi todas las esquinas del país. Su nombre proviene de la palabra náhuatl izquitl, que significa “tostar en el comal”. Su preparación básica incluye hierbas de olor, principalmente epazote, chile, maíz, cebolla y sal. La receta puede cambiar dependiendo de la región; por ejemplo, en Hidalgo se hacen con pulque y en Sonora con miel de piloncillo.