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Nada que complemente mejor tu verano que disfrutar de un exquisito helado, y si algo caracteriza a este delicioso postre es su variedad de sabores, los cuales pueden disfrutarse a la sombra de un árbol en un día caluroso. Y como los clásicos ya los conocemos, aquí te mostramos cinco de los helados más raros del planeta.

De tocino

El concepto surgió en 1973, en un show de comedia de la televisora británica BBC llamado The Two Ronnies. A pesar de que no existe una receta completamente tradicional, la primeras surgieron en 1992; desde entonces algunos de los ingredientes comunes son tocino caramelizado, vainilla, café, ron y almendras. Incluso, el chef inglés Heston Blumenthal realizó una esferificación de este helado para servirlo en su restaurante. En la actualidad, puedes probarlo en diversos países, principalmente en Estados Unidos (San Francisco) y España.

Cubierto con oro

La localidad de Kanazawa, en Japón, está considerada como la Ciudad de Oro, pues desde el siglo XVI sus artesanías han impresionado a locales y visitantes. Allí se elabora este tipo de postres, con delgadas hojas de oro cuyo grosor es de menos de un milímetro. Además de usarlas en vasos, ornamentos, templos y santuarios, la heladería Hakuichi las utiliza para cubrir su helado de crema.

Mochi

Este postre tiene una apariencia particular; tiene su origen en Japón, con una compañía coreana de confitería llamada Lotte. Se hace con una capa de arroz aglutinado y machacado —que a su vez puede contener otros ingredientes—y se rellena con helado de diferentes sabores. Por lo general, el tamaño de estos helados es el de una pelota de golf y se puede comer directamente con las manos.

Black Diamond

Es el helado más caro del planeta y, como es de esperarse, puedes comprarlo solamente en Dubái, en el hotel Burj Al Arab. Está preparado con vainilla de Madagascar, azafrán iraní y trozos de trufas negras italianas; por si fuera poco, está rociado con cintas de oro comestible de 23 quilates. Se elabora al momento con nitrógeno líquido y se sirve en un juego de copa y cuchara de Versace.

Affogatto

Es un postre elaborado con un shot de café espresso y helado de vainilla, aunque puede haber variaciones con diferentes sabores, incluso con licores como el amaretto. No se sabe exactamente desde cuándo existe, pero su nombre, que en italiano significa “ahogado”, comenzó a aceptarse en el mundo en 1920.

Haz de tu verano un momento delicioso con los exquisitos helados de alguno de estos encantadores lugares de la Ciudad de México, y dale el toque refrescante a tus vacaciones.

Ricerca

La idea es simple: ofrecer los mejores gelatos de la ciudad. Así fue como el chef José Luis Cervantes volvió a México, tras una larga estadía como repostero en un restaurante italiano con tres estrellas Michelin. Además de técnicas de alto nivel y materia prima inmejorable, la propuesta incluye postres al plato que resaltan el sabor de los helados. El gelato de aceite de oliva fue el que comenzó la historia, por lo que al probarlo descubrirás la motivación detrás del local. La inquieta mente del repostero lo llevó a experimentar con ingredientes tan variados como el chile guajillo. CH: $50, Avenida Toluca 1151, Olivar de los Padres. @RicercaGelato

Bella Nonna

Su historia se inició con un ingeniero mecánico que se enamoró de los gelatos y quiso rendir homenaje a su abuela italiana a través de este proyecto. Su apego por los métodos tradicionales italianos con productos nacionales creó sabores como el sorbete de guayaba rosa o el de galleta de vainilla con avellana y cocoa. Pero si hay un gelato patrocinador de sonrisas es mamba negra; una mezcla de chocolates italianos con nuez tostada y cereza, que resulta adictivo. Hay que entrar a su pagina para descubrir en qué evento encontrarás sus carritos heladeros, o si quieres por lo menos tres litros, ellos te los llevan casa. CH: $35. @bellanonnamx

Yomma

Todos recordamos aquel carrito que anunciaba su llegada al grito de “¡hay paletas!”, acompañado por el sonido de las campanas que colgaban del manubrio. Dicha postal inspiró la creación de Yomma, que busca revivir el amor por las paletas. Sus ingredientes despiertan al niño que llevamos dentro. Por ejemplo, la de mango con Pulparindo o la de fresa con chamoy cubierta con Miguelito. Sabores que nos darían como recompensa por habernos portado bien. El local Dulce Barrio en la
Roma cuenta con un carrito, pero como la tradición manda, también las encuentras en diversos puntos de la ciudad. CH: $25. Durango 338, Roma. @haypaletasyomma