Ingrediente que puede disfrutarse en cualquier temporada y en varias formas; no por nada cuenta con una tradición ancestral en la cocina europea, dicen Clarissa Hyman y Mariana Vega. Estilismo de alimentos y recetas: Linda Tubby / Fotos: Angela Dukes / Maridaje Miguel Ángel Cooley. 

El bacalao es una de las principales especies que habita el agua fría del Norte del Atlántico, y su popularidad en los países nórdicos se remonta a la prehistoria. De acuerdo con algunos vestigios arqueológicos, fue un alimento importante en Noruega durante la Edad de Piedra y los documentos más antiguos se refieren a su consumo desde el siglo IX; el bacalao seco sirvió de provisión a los vikingos en sus viajes de conquista.

En el medievo, cuando el continente europeo se vio inmerso en terribles y fatales épocas de hambruna, aumentó la demanda y el gusto por el bacalao salado. Asimismo, jugó un papel importante en el comercio de Estados Unidos, pues se canjeaba por la melaza de las Indias Occidentales, que a su vez se utilizaba para preparar el ron de Nueva Inglaterra. Y en África, hubo un tiempo en que los esclavos eran “comprados” en monedas españolas, ron o cierta cantidad de bacalao salado.

En la actualidad, uno de los principales productos de exportación de Noruega es el bacalao; y eso no es casualidad, pues durante siglos ha estado estrechamente ligado a las costumbres de los habitantes de las zonas costeras.

En lugares como Ålesund, su pesca y procesamiento aún son una tradición familiar que se lleva a cabo con un cuidado meticuloso. La sustentabilidad del producto está implícita, pues luego que la sobrepesca casi lo extinguiera por completo en la década de los años 80, se implementaron mejores prácticas de producción, avaladas por la Marine Stewardship Council (MSC).

 

Para todo el año

 

Los países nórdicos son fanáticos del bacalao fresco. En México no somos tan afortunados, pues no es fácil conseguirlo; más bien el que abunda es el seco y salado (o klippfisk, como se le conoce en Noruega), pero con la ventaja de que se encuentra en cualquier época del año en tiendas especializadas y en algunos centros comerciales, las cuales lo distribuyen empacado en atmósferas modificadas.

Antes de que nuestra tan entrañable cena de Navidad esté protagonizada por el formidable bacalao a la vizcaína, el pescado atraviesa un largo proceso de transformación.

Luego de la pesca, y aún dentro de los botes, los bacalaos son desangrados, y sus cabezas y entrañas, removidas. Más tarde, ya en tierra firme, las espinas son extraídas y los filetes se transfieren a contenedores con salmuera, se refrigeran y, una vez listos, se escurren y se cubren con sal.

Finalmente, se colocan en forma manual en túneles de viento, para secarlos. Como parte de las prácticas sustentables, los desechos del bacalao son reutilizados en distintas industrias, como la farmacéutica.

 

Noble y adaptable

 

La mayor parte de las especies de bacalao pertenecen a la familia de los Gadidae. Entre éstas, posiblemente sea la más popular la Gadus morhua, producida principalmente en las costas de Irlanda, Noruega, Groenlandia y América del Norte. Aunque otras especies como el Gadus macrocephalus, el Gadus ogac y el Molva molva (que forma parte de la familia Lotidae) también son bastante apreciadas.

En general, el bacalao se caracteriza por su cuerpo alargado y una línea lateral blanca y curva. En estado salvaje, estos ejemplares viven hasta 40 años y pesan hasta 60 kilogramos.

Sin embargo, el bacalao que se pesca para consumo humano tiene un peso promedio de entre cinco y 12 kilogramos. Su carne es firme, magra, de grandes hojuelas y sabor suave; además, es una gran fuente de proteína, aporta vitaminas A y B12, así como selenio y yodo.

Este pescado se adapta a la mayoría de las técnicas de cocción; ya sea que se fría, escalfe, cocine al vapor o se hornee, siempre es una delicia. La recomendación es no cocinarlo demasiado: las hojuelas deben ser firmes pero tiernas, húmedas y blancas. Y hay muchas recetas para explorar: desde el bacalao polaco horneado con crema agria o el danés confitado con mantequilla y mostaza, hasta el bacalao de Galway que se sirve con mejillones o berberechos.

 

Diversidad de recetas

 

Pero más allá de las clásicas recetas europeas, el bacalao ofrece un sinfín de posibilidades culinarias. Por ejemplo, el chef Guillermo Rosas, del restaurante Dipao (Valle de Bravo), lo prepara en pizza, con hojuelas de papa y romero. Y si de realizar platillos mexicanos se trata, el bacalao también es un gran elemento.

Así lo demuestran la chef Paulina Alazañez, de Los Girasoles, quien lo cocina en chilorio y como relleno de gorditas, y la mayora Patricia Rodríguez de Odeón, quien cada mes patrio lo utiliza para elaborar deliciosos chiles en nogada. Tú también deja volar tu imaginación y descubre la versatilidad de este fruto del mar.

 

Notas Sabias

 

En Noruega se conoce como skrei al bacalao que migra para desovar. Su carne es más firme, como resultado del viaje.

 La temporada de pesca de bacalao se realiza entre enero y abril.

 Según la leyenda, el explorador Leif Erikson descubrió América alrededor del año 1000, llevando consigo bacalao seco como alimento para su travesía.

 Más de 90% del bacalao noruego proviene del Mar de Barents.

 

 

 

 

 

Checa también nuestro recetario de bacalao y La Europea. 

Pon a prueba tus habilidades de origami con este vibrante platillo, acentuado con chile y balanceado con coco y menta.

 

Receta: Bacalao horneado con costra de coco, chile y cilantro en hoja de plátano

 

Porciones: 6.

 

Ingredientes

 

  • 6 lomos de bacalao, sin piel (aproximadamente 1.2 kg en total)
  • 50-75 g de coco fresco, finamente rallado
  • 1 limón, sin cáscara y sin semillas, picado
  • 4 dientes de ajo, finamente rallados
  • 3 chiles verdes grandes, sin semillas y finamente picados
  • 50 g de cilantro fresco, picado
  • 25 g de hojas de menta fresca, picadas
  • ½ cdta. de comino en polvo
  • 1 cdta. de sal
  • 1 cdta. de azúcar
  • ¾ cdta. de semillas de fenogreco, en polvo
  • 2 hojas de plátano grandes

 

Para la raita

  • 150 ml de yogurt natural
  • ½ pepino, sin semillas y en cubos pequeños

 

Procedimiento

 

  1. Colocar todos los ingredientes, excepto el bacalao y las hojas de plátano, en el recipiente de un procesador de alimentos, y moler hasta obtener una pasta muy fina. Si es necesario, utilizar un poco de agua para aflojar la mezcla. Cubrir y dejar reposar hasta que esté lista para usarse. Para hacer la raita, mezclar el yogurt con poco de sal de mar y agregar el pepino. Cubrir y reservar en refrigeración.
  2. Cortar cada hoja de plátano en tres partes y desechar el borde más duro. Bañar con agua hirviendo y secar cuidadosamente con papel de cocina. Colocar las hojas con la parte suave y lisa hacia arriba, untar la parte superior de los lomos de bacalao con la pasta y colocar cada pescado encima de una hoja. Doblar los bordes laterales para cubrir y atar con hilo de cocina. Envolver con papel aluminio grueso.
  3. Preparar la parrilla y, cuando esté muy caliente y los carbones se hayan vuelto grises, moverlos hacia un lado. Colocar los paquetes sobre la rejilla de la parrilla, bajar la tapa y cocinar durante unos 8 minutos. La alternativa es utilizar un horno precalentado a 190 °C.
  4. Servir sobre la hoja de plátano y acompañado de un poco de raita.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino blanco color amarillo brillante, con reflejos verdosos, aromas a vainilla, especias y tostados de barrica; en boca, textura cremosa, carácter frutal y mineral.

Recomendación: : Chalk Hill y Rodney Strong.

 

 

Chef: Chema Alatorre 

 

recetas con bacalao

 

Originario de Madrid, decidió buscar suerte en tierras mexicanas importando un concepto gastronómico que ya era un éxito en España. En su restaurante, plasma a través de preparaciones tradicionales sus recuerdos de infancia mientras cumple todos los antojos de sus comensales. Afirma que sus pescados predilectos para cocinar son el rodaballo y el bacalao.

Restaurante: Degustando Avándaro, Dónde. Plaza Andaro. Del Carmen s/n, lote 7, Avándaro, Valle de Bravo. Estado de México. 

Porciones: 1

 

Ingredientes

 

  • 200 g de lomo de bacalao con o sin piel, desalado y en trozos
  • 35 g de harina, más extra para enharinar
  • 1 huevo, ligeramente batido, con una pizca de sal
  • 150 g de papa, hervida y cortada en rodajas de 1 cm
  • 1/2 cebolla grande o 1 mediana, picada
  • 2 dientes de ajo, finamente picados
  • Caldo de pollo
  • 1 pizca de azafrán
  • 10 g de perejil
  • Aceite de oliva

 

Preparación

 

Colocar la harina extra y el huevo en dos recipientes por separado. Enharinar el bacalao y reservar. Aparte, sumergir las rodajas de papa en el huevo y luego pasar por la harina, hasta que queden totalmente cubiertas.

Calentar en una sartén profunda el aceite y freír primero el bacalao y luego las papas. Retirar del fuego y dejar escurrir sobre papel absorbente.

Conservar el aceite en la sartén y añadir el ajo y la cebolla.

Cocinar a fuego bajo, hasta que estén tiernos sin llegar a dorarse. Incorporar los 35 g de harina y cocinar durante 5 minutos más, hasta que la mezcla adquiera la consistencia de una pasta suave y homogénea. Agregar el caldo de pollo y revolver bien, evitando que queden grumos. Se debe formar una salsa un tanto espesa.

Para conseguir una mejor textura, se puede pasar por un colador fino y luego regresar al fuego. Sazonar con el azafrán y el perejil. Mantener a fuego bajo por

5 minutos más. Añadir el bacalao, las papas y cocinar por unos 7 minutos. Servir.

Con la llegada de los españoles a México, también llegaron el bacalao y la tradición de comerlo en Cuaresma y Navidad. Y aunque el bacalao se arraigó con fuerza en las mesas mexicanas, lo consumimos solo en esas épocas. Por eso, La Europea, junto con 48 restaurantes tanto de la Ciudad de México como de Querétaro, Toluca y San Luis Potosí, organiza la segunda edición del Festival del Bacalao Langa, con el objetivo de demostrar la versatilidad y riqueza de este manjar.

A lo largo y ancho del océano Atlántico, especialmente alrededor de Noruega, se encuentra una de las especies marinas más populares: el bacalao. Los pescadores noruegos, desde tiempos inmemoriales, han compartido esta riqueza con el mundo para convertir este pescado en uno de sus principales productos de exportación y en el mejor del planeta.

Bacalao

La Europea regaló un kit con bacalao noruego auténtico de su principal proveedor, Norge, a cada restaurante participante, esto para llevar a cabo un menú durante las llamadas Quincenas del Bacalao Langa, disponibles desde junio hasta el 31 de octubre.

Además, se realizará un concurso para los estudiantes del Cordon Blue de la Universidad Anáhuac campus Norte y Sur, quienes serán evaluados por diversos chefs. Y para quienes quieran conocer las propuestas culinarias que se realizaron en la primera edición, La Europea publicó un libro conmemorativo: El primer Festival de Bacalao Langa, con más de 100 recetas en las cuales el producto estrella es el bacalao. laeuropea.com.mx

Sedes del 2º Festival Bacalao Langa:

16 al 30 de junio

  • La Otra
  • Cerro Viento
  • Palmares
  • Jaso
  • Winston Churchill
  • Candela
  • Trasdos (Querétaro)

1 al 15 de julio

  • Ivoire
  • Sud 777
  • Mar del Zur
  • Emilia (Querétaro)
  • Live Aqua
  • Pajares
  • Cielo Tinto (San Luis Potosí)

15 al 31 de julio

  • Grupo Hunan
  • Guadiana
  • Nobu
  • Silvestre

1 al 14 de agosto

  • Argentalia (Querétaro)
  • Mayorquina
  • Carmela
  • Amaranta (Toluca)
  • Zibu (Acapulco)

15 al 31 de agosto

  • Zibu (Acapulco)
  • Cassta
  • Las Verdes Matas (Toluca)

1 al 15 de septiembre

  • Cantina La Piedra
  • Mayora
  • Nicos
  • Centanni (San Miguel de Allende)
  • Blackstone
  • D.O.

15 al 30 de septiembre

  • Balcón del Zócalo
  • La Única
  • Trashumante (San Luis Potosí)
  • J by José Andrés
  • Bacoa
  • Los Veleros (Valle de Bravo)

30 septiembre al 16 de octubre

  • Miguel Ángel
  • Aytana
  • Alaia
  • Marengo (San Luis Potosí)
  • Maison Famille

17 al 30 de octubre

  • Serrano
  • Grupo Presidente
  • Bajo La Tintorera

* Los restaurantes se ubican en la Ciudad de México, al menos que se indique lo contrario.