Cincuenta asistentes se deleitaron con un menú street food de nueve tiempos al estilo Cachava, es decir, a las brasas y a la leña. Club Premier crea Experiencias únicas y memorables para sus Socios y en esta cena los transportó a las calles y los mercados de México. ¡Descubre cómo se vivió! Fotos: Charly Ramos.
Curado por Food and Travel, Street Food fue un evento de Club Premier, el programa de recompensas que premia a sus Socios con Puntos Premier por sus viajes y compras, para convertirlos en Experiencias únicas y memorables. Y esta cena en el restaurante Cachava fue una de ellas, la cual fue exclusiva para los Tarjetahabientes Santander Aeroméxico.
“Estamos felices de estar en estas Experiencias Premier, de estar cerca de ustedes, nuestros Socios. En esta ocasión, esta Experiencia de Street Food se creó de la mano de Food and Travel Experiences y del restaurante Cachava”, comentó como bienvenida Ariana Díaz, Líder de Experiencias y Relaciones Públicas de Club Premier.
Street Food en steakhouse cosmopolita
Al frente de los fogones de Cachava, uno de los restaurantes de Grupo Carolo, se encuentra Miguel Ángel Dávila mejor conocido como “Mike”, quien sirve una cocina de mar y tierra a las brasas y a la leña, perfecta para compartir. “Cachava es un lugar con carácter y contexto de humo. No solo se trata de cortes de carne, sino que también parrillamos pescados, mariscos, vegetales y hasta postres”, nos comentó Mike en una entrevista exclusiva para Food and Travel.
Artífice de la cena
Este joven chef de 33 años, que se enroló a Grupo Carolo hace tres años para llevar la cocina de Cachava, ha tenido un crecimiento exponencial. Actualmente es chef ejecutivo de otras dos marcas de este grupo restaurantero: La Popular —taquería sofisticada— y Blanco Bistró —de comida griega afrancesada—, llevando a su cargo cinco restaurantes en total.
“México es uno de los países con la mayor riqueza de comida callejera. Culturalmente estamos acostumbrados a comer en la calle”, afirmó Mike, al revelar que enaltecer la comida mexicana debería ser el motivo para todo cocinero mexicano. La misión fue hacer comida callejera presentada en un restaurante, pero conservando su esencia. Para Mike Dávila, no se trató de descubrir el hilo negro, solo se enfocó en recetas tradicionales, en estofar y cocinar con amor, en hacer street food al estilo Cachava.
Aguas frescas
Como preámbulo, en Street Food se desarrolló una Experiencia con agua Sta. María para evocar a las aguas frescas que se encuentran en los mercados. Los asistentes vertieron esta agua pura de manantial en unos pequeños vitroleros que contenían concentrados de jamaica con anís estrella y de limón con pepino y menta, para disfrutar así de unas frescas aguas de sabor.
Frescura al paladar
Después de un agua de maíz, los Socios de Club Premier disfrutaron de un menú callejero, el cual enalteció desde el principio al producto de Sinaloa y Ensenada a través de las tostadas de kampachi con aguachile verde, de callo de hacha, camarón, abulón y veneno, y de atún de aleta azul con vinagreta de piña rostizada. Estas entradas frescas, donde solo se buscó que el comensal apreciara la calidad de los frutos del mar, fueron acompañadas con la champagne Mumm Cordon Rouge, de chardonnay y pinot noir, que destacó por su frescura, acidez marcada y una fuerte persistencia.
El amuse bouche de bienvenida de la casa también se sirvió en el menú de Street Food. Se trata de un aguacate tatemado servido con salsa ponzu y acompañado con una tortilla sobaquera de Monterrey para taquear. Luego, siguió una concha con almeja chocolata de Baja California y ostión, servida con un rasurado de chiles encurtidos, aceite de oliva y jugo de limón. Este bocado muy fresco, que rememora a las carretas de Ensenada, se acompañó con el típico cantarito de Jalisco, pero ahora hecho con Monkey 47, un gin complejo que destaca por sus aromas de flores como el jazmín, notas a pimienta y toques cítricos.
Bocados sustanciosos
Y como el taco es un básico de la comida mexicana callejera, no podía faltar en el menú de Street Food de Club Premier y Santander. El chef Mike Dávila puso el pork belly en salmuera por 12 horas y luego lo confitó durante 10 horas, para servirlo en un taco, resultando crunchy por fuera y suave por dentro. Se sirvió con cebolla encurtida y la famosa salsa Lorenza de chile morita.
Otro de los tiempos fue el panucho de cochinita pibil, uno de los platos preferidos del chef porque lo aprendió a preparar con la chef Carmen “Titita” Ramírez. Este bocado típico se armonizó con Eclipse de El Cielo, vinícola de Valle de Guadalupe. Hecho con nebbiolo, tempranillo y cabernet sauvignon y con 12 meses de barrica, este vino tinto joven y afrutado tuvo el soporte necesario para hacer el maridaje tanto con el panucho como con el taco de pork belly.
Para la quesabirria, la birria es ahumada primero y luego braseada, para después prepararla con queso asadero de Chihuahua y tortilla de harina. Para este tiempo, Eli Martínez, Directora de Barras de Grupo Carolo, diseñó un tepache de 10 días de fermentación con Chivas Regal 18 años, canela, piloncillo, chiles y especias, haciendo homenaje al oficio del tepachero.
El último bocado del menú salado de Street Food llegó a la mesa en forma de huarache de maíz azul de Tlaxcala con láminas de entrecot de carne del norte de México y queso fresco. Éste se acompañó con el coctel dry spritz con gin Monkey 47, champagne Mumm y jugo de mandarina.
Broche de oro
La misión de limpiar el paladar la tuvo el fresco sorbete de limón amarillo flameado con mezcal y sal de gusano para darle el paso al postre. Así, el buñuelo de rodilla de durazno con guayaba en almíbar y helado de nata cerró el menú de Street Food en Cachava.
Para acompañar, también llegó a la mesa una caja sorpresa de la cual salió un humo, hecho con una infusión de naranja, canela y mezquite, y hielo seco, que evocó a la neblina escocesa que baja de las colinas. Esto con la finalidad de resaltar las notas cítricas, especiadas y afrutadas del whisky Chivas Regal Ultis, la primera mezcla de puras maltas de la casa Chivas, el cual también fue acompañado de un chocolate semiamargo con sal del Himalaya.
“Las bebidas que incluimos en este menú son bebidas que podemos encontrar en la calle, y el café de olla es uno de ellos”, afirmó Eli Martínez, al servir este trago como colofón de Street Food con coñac Martell y especias, simulando a un carajillo.
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