El gas natural es una de las fuentes de energía más empleadas, por lo que proyectos como el gasoducto Puerta al Sureste, buscan su abastecimiento y el desarrollo económico. Pero, ¿qué implicaciones medioambientales lleva la distribución de este recurso a nuestros hogares y fábricas? Sigue leyendo y conoce más al respecto. Fotos: Adobe Stock.

 

¿Qué es el gasoducto Puerta al Sureste?

 

Este proyecto planea instalar un ducto de gas natural que combina tramos terrestres y submarinos con el fin de abastecer de energía al sureste del país. Fue desarrollado por TC Energía y la Comisión Federal de Electricidad y tendrá una extensión de 715 kilómetros y 36 pulgadas de diámetro.

 

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El tramo partirá de la estación compresora de TGNH, ubicada en Tuxpan, Veracruz, y continuará por el océano hasta volver a tocar tierra en Coatzacoalcos, en Veracruz y Dos Bocas, en Tabasco. Así, este proyecto está planeado para empezar a operar en 2025 con una capacidad para transportar 1,300 millones de pies cúbicos del hidrocarburo por día.

Peligro para los arrecifes veracruzanos

 

En la investigación submarina en el Golfo de México, a bordo de Arctic Sunrise de Greenpeace, encontraron ecosistemas arrecifales en la zona norte de Veracruz, que tiene proximidad al plan del gasoducto Puerta al Sureste. Este trabajo concluyó a finales de mayo y en él documentaron arrecifes con especies nunca antes estudiadas.

 

 

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Los académicos involucrados manifestaron que la construcción del gasoducto Puerta al Sureste representa una amenaza por las maniobras de construcción. Así como por los accidentes, como fugas y explosiones, que puedan suceder una vez en funcionamiento, puesto que son comunes en estas infraestructuras. A su vez, se relaciona con el impacto que puede tener para las comunidades cercanas que dependen de la pesca.

Además, aunque el gas natural es el combustible fósil que menos gases de efecto invernadero genera, sigue siendo una fuente no renovable. Sobre todo, porque genera fugas de metano que sí contribuye a acelerar el cambio climático.

 

¿Cómo ayudar?

 

Greenpeace México, a través de sus investigaciones, pone en la mesa que «el desarrollo de este gasoducto pone en riesgo los ecosistemas marinos del estado y a las comunidades que dependen de ellos». Por ello, está llevando a cabo una recolección de firmas para presentar la petición para proteger los arrecifes veracruzanos.

 

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Foto: Greenpeace / Ivan Castaneira.

 

A su vez, proponen participar como un activista digital para alzar la voz con las autoridades que aprobarán el proyecto. Entre ellos está la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). ¿Quieres conocer más? Visita: greenpeace.org

 

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Desde hace más de un año, el foco de atención ha sido la crisis derivada de la pandemia que seguimos viviendo en la actualidad. Sin embargo, el resto de los problemas que atacan al mundo no dejaron de avanzar y afectar a millones de personas en todo el planeta. A continuación, te contaremos sobre las crisis mundiales que la  pandemia por COVID-19 no detuvo. Fotos: Unsplash / Adobe Stock.

 

 

Pobreza en aumento

 

Crisis pandemia

 

De acuerdo con el Informe sobre la situación y perspectivas económicas mundiales de 2021 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la pandemia ha empujado a 114,4 millones de personas a la pobreza extrema en todo el mundo. Esto sucedió debido al confinamiento y a la pérdida de puestos de trabajo en el sector de servicios.

Según cifras del Banco Mundial, hasta el 2018, el 40% de las personas en pobreza vivían en economías afectadas por los conflictos y la violencia. Sin embargo en 2021, está cifra está cambiando para situar a los pobres en entornos urbanos. Esta organización formada por 189 países estima que los efectos económicos de la actual crisis seguirán vigentes hasta 2030.

 

 

Alimentación

 

Crisis pandemia

 

Otra de las crisis que la pandemia por COVID-19 no detuvo es la alimentaria. Debido a los climas extremos y a la pandemia actual, hay 20 millones de personas más que en 2019 con inseguridad alimentaria aguda. En total sumaron 155 millones de personas en esta situación en 2020, según el Informe Global sobre Crisis Alimentarias de Global Network Against Food Crises.

Del total de personas a nivel global en inseguridad alimentaria, 11.8 millones habitan en El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua. Y 133 mil personas en 2020 estaban en una situación catastrófica de inseguridad alimentaria en Burkina Faso, Sudán del Sur y Yemen.

 

 

Cambio climático

 

Pandemia

 

El cambio climático es una de las crisis que el COVID-19 no detuvo. La Organización Meteorológica Mundial tiene 28 años advirtiendo sobre este tema. En 1993 lanzaron el primer informe sobre el estado del clima debido al aumento significativo en las temperaturas de la tierra y el océano. El 2020 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene registro. La temperatura media global fue de 1.2ºC por encima del nivel preindustrial.

Para evitar un resultado catastrófico, esta organización asegura que los países deben recortar las emisiones globales en un 45%, tomando como punto de comparación los niveles de 2010, antes del año 2030.

De acuerdo con Greenpeace, en 2020 la contaminación atmosférica causó 160 mil muertes en Tokio, San Pablo, Ciudad de México, Los Ángeles y Shanghai. Según la ONU, el aire contaminado causa siete millones de muertes cada año a nivel mundial. Esto también causa la pérdida de 52 millones de toneladas de cultivos cada año.

 

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