Si los años hacen al maestro, imagina beber vinos que se han especializado por aproximadamente un siglo. Así es, Bodegas Emilio Moro, una bodega española que ha logrado convertir los frutos de sus longevos viñedos en icónicos vinos. ¡Te compartimos cuatro de sus excelentes etiquetas! Fotos: Cortesía.

 

Bodegas Emilio Moro: linaje vitivinícola

Viñedo de Bodegas Emilio Moro

 

Tradición es sinónimo de Bodegas Emilio Moro. En 1831, en Pesquera de Duero, en la provincia de Valladolid, nació el precursor de este legado familiar: don Emilio Moro. Se cuenta que las primeras producciones fueron para consumo personal y para los habitantes de la región. Años después, en 1932, con la llegada de su hijo Emilio Moro, cambiaría la dirección del viñedo. Los dos “Emilios” pasaron a ser la columna vertebral del futuro de la bodega

Hoy en día, la tercera y cuarta generación son quienes dirigen la empresa. Cada uno de los integrantes ejecuta sus tareas para seguir posicionando a esta marca; en esta familia, en vez de correr sangre en las venas, corre vino.

 

Los blancos: Polvorete y El Zarzal

 

Para los adeptos (y no tanto) al vino blanco, los de Bodegas Emilio Moro son una refrescante sorpresa. Los viñedos están en El Bierzo, una región en la que se da de forma idónea la variedad de uva godello, que se distingue por tener un perfil aromático complejo. Para adentrarte en los peculiares sabores de los blancos, tienes que probar: 

 

Polvorete 2021, un amable acercamiento

 

Vino Polvorete

 

«Juvenil, divertido y simpático», así es como podemos definir a este vino de Bodegas Emilio Moro. De principio, su color amarillo paja atraerá tu atención, pero lo que te acabará flechando es su aroma sutil a frutas blancas con ligeras notas cítricas. En boca tiene una sensación mineral y se distinguen notas herbales; además, cuenta con una consistencia tersa. Empata genial con productos del mar y ensaladas (resalta la frescura de los alimentos). Costo: $389 pesos en vinoteca.com.

 

El Zarzal 2019, elegante y armonioso

 

Vino El Zarzal

 

La complejidad de este elixir de Bodegas Emilio Moro se consigue al fermentarlo a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable, para después realizar la crianza sobre lías en fudres de roble francés. Lo que se obtiene es un vino con presencia de flores blancas (como manzanilla) y frutas frescas (tal como el durazno). Por su estupenda untuosidad, equilibra de manera fenomenal las grasas; queda bien con los platillos mexicanos, por ejemplo, unas carnitas o tacos con gran presencia de proteína. Costo: $549 pesos en vinoteca.com

 

Los tintos: Emilio Moro y Malleolus

 

Ribera del Duero es una región que siempre tendrá un especial lugar en nuestro país. Y los vinos de Bodegas Emilio Moro siguen defendiendo ese espacio privilegiado en las mesas mexicanas. Sus tintos son amor a primera vista; hipnotizan sus rojos profundos y aromas maduros especiados

El vino nace para que la gente lo disfrute, para que goce de beber. Queremos llevar al mundo nuestros vinos, que conozcan que nuestra calidad proviene de las uvas.”, nos confiesa Alberto Medina Moro, director comercial para América de Bodegas Emilio Moro.

 

Emilio Moro 2019: el ícono de la bodega

 

Bodegas Emilio Moro

 

Desde el nombre de esta etiqueta tendrás la garantía de genialidad en cada sorbo. Como homenaje a su fundador, este tinto representa el carácter de la familia de Bodegas Emilio Moro. 100% tempranillo, se elabora con uvas de viñedos de entre 20 y 30 años. A la vista es rojo con tintes violetas. Lo siguiente a destacar es su esencia tenue a flor de jamaica y frutas negras maduras. En boca tiene gran cuerpo, proporcionado por sus taninos maduros y sedosos. Será tu aliado en eventos especiales o para consentir a tus seres queridos; por sus características, acompáñalo con carnes rojas, como la ternera. Costo: $739 pesos en liverpool.com.mx

 

Malleolus 2019, el broche de oro

 

Vino Malleolus

 

Este vino fue más allá de las clasificaciones del tiempo en barrica. Se le valora pensando en la longevidad de los viñedos de los que procede, pues tienen de entre 25 y 75 años de vida: ¡de los viñedos más antiguos de la bodega! Este tempranillo es un imperdible gracias a su color rojo cereza, aromas a fruta madura, especias (pimienta, clavo y vainilla) y a su grata sedosidad y elegancia en boca. Haz de un asado algo singular con una copa de esta bebida espirituosa. Costo: $1,169 pesos en vinoteca.com

¿Ya sabes por cuál vino de Bodegas Emilio Moro empezar?, conoce más sobre ellos en su página web.

 

También lee: D.O Ribera del Duero: nuevos retos para la región vinícola

Los que saben dicen que beber una copa de vino tinto al día es bueno para el corazón. Pero nosotros comprobamos que pueden ser dos o tres, siempre y cuando el entusiasmo por el vino nos lleve directito al terruño que ve crecer la uva, y nos acerque a aquellos que consagran su vida al saber hacer del vino, como en Ribera del Duero.

Nunca un sorbo de este elixir de la tierra será el mismo que cuando se está frente a los viñedos, en los que la uva lucha por sobrevivir en condiciones que, de tanto parecer adversas, resultan ideales. Por eso, realizar un viaje por la cuenca del río Duero, al sur de la provincia de Burgos, por Castilla y León, justo en Aranda, es bueno también para el alma.

 

Virtudes otorgadas

 

El verdadero protagonista de este viaje es el río Duero, que nace en los Picos de Urbión, en Soria, y después de completar 897 kilómetros, desemboca en la ciudad portuguesa de Oporto, bañando a su paso el paisaje y los campos.

La Ribera del Duero nos lleva, a lo largo de 115 kilómetros, por caminos de una comarca esencialmente agrícola, donde se cultivan cereales, betabel y vid. La ganadería más conocida de esta zona son los rebaños de ovejas, a los que les rendiremos honor en los restaurantes locales que ofrecen los famosos y deliciosos corderos lechales asados.

 

Ribera del Duero silos

 

En medio de las condiciones naturales más convenientes para la elaboración del vino, vamos descubriendo que solo algunas de las zonas de la ribera del río forman parte de la Denominación de Origen (D.O).

Se trata de una región donde confluyen ciertas características: tierras arcillosas; 450 milímetros de lluvia al año; veranos tan cálidos que alcanzan los 40 grados centígrados, e inviernos tan fríos que pueden llegar hasta menos 18 grados, nos cuentan desde el Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero, un organismo creado en 1982 con la finalidad de garantizar la calidad del vino.

 

Cientos de bodegas

 

Recorremos la franja vinícola de Ribera del Duero, que acoge a unas 300 bodegas, con tanta curiosidad como ganas de catar las diferentes versiones de una misma uva, la tempranillo, que es el alma de la zona, y a la que el consejo regulador ha admitido ensamblarla con otras variedades como cabernet sauvignon, merlot, malbec y garnacha, o la única blanca, la albillo (eso sí, en 25% como máximo).

Y mientras catamos estas joyas vinícolas de intenso color púrpura, notas a cereza y cuero, de textura aterciopelada, sabemos que estamos guardando para siempre las postales de estos viñedos y abrazando entrañables bodegas, moldeadas por su carácter histórico y por la encantadora personalidad de su gente.

 

Bajo el cobijo del olivo: Tr3smano

 

En el municipio de Peñafiel, en Valladolid, una bodega mimetizada en el desnivel natural de su parcela, construida con materiales de la tierra e iluminada con luz del Sol, nos obliga a hacer una parada, en la que descubrimos la presencia más deslumbrante de nuestro recorrido: un maravilloso olivo de más de 1,500 años.

El olivo domina, soberbio, la bodega de Tr3smano y relata la historia de Valladolid como valle de olivos. Construida por el estudio de arquitectos Konkrit Blu, y soñada por tres hombres amantes y expertos en vino, la bodega integra de manera conmovedora la capacidad técnica, la historia y el arte que dan como resultado un vino de gran calidad cuya esencia es la uva tempranillo.

 

Ribera del Duero Tr3smano

 

José Ramón Ruiz y Antonino Sierra González, socios de La Europea, la empresa líder de importación de vinos del mundo en México, tejieron su sueño de hacer un vino inolvidable en la Ribera del Duero, y para ello, se unieron a Fernando Remírez de Ganuza y a Pedro Aibar, grandes personalidades del mundo del vino.

Toma nota: Pago de las Bodegas, s/n 47314 Padilla de Duero, Valladolid, España. tresmano.com

 

Cuando el vino corre por las venas: Emilio Moro

 

Nunca se podrá catar un vino de la misma manera que recorriendo las bodegas donde cada viticultor le da su toque personal, y donde se entablan encendidas conversaciones alrededor de la mesa con las familias que por generaciones, han dedicado su tiempo y energía a ver nacer y desarrollar cada una de sus etiquetas de Ribera del Duero.

“Uno de los recuerdos más antiguos que conservo es el olor del lagar. Cuando era niño, acompañaba allí a mi padre para ayudarle a prensar la uva. Y en los descansos comíamos patatas con las manos impregnadas de vino. ¡Estaban deliciosas! Ése es un recuerdo imborrable”, nos cuenta lleno de orgullo y pasión, en cada palabra que enuncia, José Moro, tercera generación de viticultores, y actual presidente de las legendarias bodegas Emilio Moro.

 

Ribera del Duero Emilio Moro

 

José nos recibe en esta bodega, localizada en Pesquera del Duero, en Valladolid, cuya historia se remonta a más de medio siglo de amor al terruño. “La primera generación se entregó a la tierra, la segunda inculcó a la tercera el saber hacer, y ésta última, ha construido una marca de nivel internacional”.

A todas estas generaciones las une la pasión por el vino y a esta bodega de 200 hectáreas propias, las cuales ven crecer las uvas que dotan de personalidad a su variedad de tinto fino. Las experiencias enoturísticas que ofrecen son ideales para conocer en primera persona todo el proceso de elaboración del vino, desde el cultivo de las cepas en el viñedo hasta su degustación.

Toma nota: Carretera Peñafiel-Valoria, S/N. Pesquera de Duero, Valladolid, España. emiliomoro.com

 

Entorno en armonía: Alonso del Yerro

 

En una ruta enoturística por Ribera del Duero, atravesamos los municipios de las provincias de Soria, Segovia, Valladolid y Burgos, donde se le dan vida a vinos rosados, roble (tintos jóvenes), crianzas, reservas y grandes reservas.

Es en la Finca Santa Marta, en Burgos, donde sobre los viñedos que rodean a la hermosa casona, un arcoíris nos da la bienvenida. La conversación gira en torno al concepto del terroir y a las prácticas antiguas en las que la agricultura, además de un oficio, era una filosofía de vida.

 

Ribera del Duero Barricas

 

Los vinos de esta bodega de Ribera del Duero se realizan partiendo del cuidado del entorno de la planta, observando la calidad que cada año ofrecen los distintos suelos y realizando una vinificación respetuosa. Aquí hacen todo lo posible por dejar que el terruño se exprese de manera clara y poderosa. Las labores son artesanales, realizadas a mano y prescindiendo totalmente de productos de síntesis; el único aporte es una composta elaborada por ellos mismos.

Toma nota: Finca Santa Marta, carretera de Roa hacia Anguix, kilómetro 1. 8, Roa, Burgos, España. alonsodelyerro.es

 

Joya histórica de la viticultura: Dehesa de los Canónigos

 

Lo que en la antigüedad fuera la residencia de 22 monjes canónigos se convirtió en esta bodega, localizada en una de las fincas de mayor importancia histórica de la zona. Además, sus paredes guardan uno de los relatos más conmovedores de la historia del vino: después de la filoxera, una terrible enfermedad que aquejó a la vid europea en el siglo XVIII, ésta fue la primera bodega en Ribera del Duero en replantar sus tierras con injertos de vides procedentes de América.

 

Dehesa de los Canónigos

 

Así que estamos frente a una leyenda del mundo del vino en España. Para llegar a esta encantadora finca de 500 hectáreas, de las cuales 60 están totalmente consagradas al viñedo, recorremos el valle del Duero, dentro de la llamada Milla de Oro de la Ribera, nombrada así por ser enclave privilegiado para el buen desarrollo y maduración de las uvas.

Toma nota: Carretera Renedo-Pesquera kilómetro 39, Pesquera del Duero, Valladolid, España. dehesadeloscanonigos.com

 

Experiencias inolvidables: Finca Villacreces

 

Siglos atrás, este páramo fue el sitio donde religiosos se dedicaban a la oración y al cultivo de la tierra en Ribera del Duero. Ya para esos tiempos existía un pequeño viñedo donde nacía uva que era utilizada para el consumo propio y de otros monasterios cercanos.

Localizado también en plena Milla de Oro de Ribera del Duero, este sitio dueño de un entorno natural conmovedor con un bosque de centenarios pinos, viñedos y el fluir del río, es ideal para realizar experiencias de enoturismo. En Finca Villacreces han sabido llevar este concepto que une al mundo del vino con el del turismo más allá de cualquier expectativa. Se puede elegir entre catas de vino y queso, recorridos en bicicleta por la finca y los viñedos, pícnics a la orilla del río o experiencias gastronómicas en los extraordinarios comedores de la finca.

Toma nota: Carretera Soria, en el kilómetro 322, Valladolid, España.villacreces.com

Pasión por el terruño: Grupo Pesquera

 

La imagen del arco y de la torre de Pesquera del Duero es el símbolo del grupo Pesquera; con él, Alejandro Fernández busca reflejar el vínculo y el amor por su tierra natal y por el terruño que ve crecer a las uvas con las que le han dado vida, desde hace cuatro décadas, a sus míticos vinos Tinto Pesquera.

Son cuatro las bodegas que componen el legado vinícola de Alejandro Fernández, en la D.O de Ribera del Duero se encuentran Tinto Pesquera y Condado de Haza, todas reconocidas y alabadas en las catas más importantes del mundo. Todas están abiertas al enoturismo y organizan visitas y catas bajo reservación previa.

 

Ribera del Duero grupo Pesquera

 

“Alejandro Fernández, quien desde su infancia era un amante del terruño y alimentó su sueño bodeguero, es considerado desde el principio de su incursión en el mundo de los vinos como un visionario en la elaboración de caldos en la Ribera del Duero”, nos cuenta Olga Fernández, directora de la bodega Condado de Haza.

Toma nota: Calle Real 2, Pesquera de Duero, Valladolid, España. grupopesquera.com

 

Ícono del Duero: Balbás

 

La sexta generación de la familia Balbás está al frente de estas bodegas que nacieron en 1777. Catar sus vinos es probar parte importante de la historia de la Denominación de Origen, pues esta bodega, junto con otras ocho, fue fundadora en 1982 de la D.O. de Ribera del Duero.

La serie de regulaciones surgieron tras la iniciativa de una serie de viticultores y bodegueros preocupados por impulsar los viñedos y la calidad de los caldos de la Ribera del Duero. Todos aquellos vinos que ostenten el sello de la D.O. deben ser sometidos y superar un proceso de calificación desarrollado por el consejo regulador.

 

Ribera del Duero Botellas

 

A lo largo de su historia, Bodegas Balbás se ha convertido en ícono de calidad, conscientes de que la perfección requiere dedicación, esfuerzo y pasión. Algunas de sus cepas tienen más de 90 años, y actualmente cuenta con 102 hectáreas en producción en las que se cultivan tempranillo, cabernet sauvignon y merlot.

Toma nota: La Majada, s/n, La Horra, Burgos, España. balbas.es

 

Bodega legendaria: Cillar de Silos

 

Esta bodega debe su nombre a los monjes encargados de la cillería o despensa en la que se encontraba el vino. Muy cerca de aquí, se encuentra el monasterio de Santo Tomás de Silos, que data del siglo X y era muy famoso por sus celestiales cantos gregorianos.

Actualmente, Cillar de Silos cuenta con 68 hectáreas de viñedo, donde se cultiva principalmente la tinta tempranillo con la que se crea un caldo memorable. Tan memorable como su espectacular bodega subterránea, a la que llegamos caminando por el encantador pueblo. Con las condiciones ideales de humedad y temperatura, la bodega data del siglo XVII y se ha convertido en un atractivo del destino.

 

Cillar de Silos

 

Aunque Cillar de Silos se inauguró en 1994, fue desde 1970 que su propietario, Amalio Aragón, comenzó a comprar diferentes parcelas, y ahora dirige la bodega con sus hijos.

Toma nota: Calle Ribera del Duero, Quintana del Pidio, Burgos, España. cillardesilos.es

 

 

También lee: Puntos básicos para conocer la D.O. Ribera del Duero 

Cabrito lechal con puré de berenjena

 

Toma nota de esta exquisita receta de cabrito lechal con puré de berenjena,

del chef argentino Dante Ferrero, un auténtico gurú de la carne.

 

Porciones: 4 porciones

Ingredientes:

  • 1 kg de riñonada de cabrito lechal
  • Sal de grano, al gusto
  • 2 cdas. de aceite de oliva

 

Para el puré de berenjenas

  • 3 berenjenas
  • 1 pizca de pimienta negra molida
  • 1 pizca de sal
  • ½ cda. de vinagre
  • ½ cda. de jugo de limón
  • 1 cda. de aceite de oliva

 

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 180º C. Espolvorear suficiente sal gruesa sobre el cabrito. Meterlo al horno y dejar cocer a 180º C durante 1 hora y media, revisando constantemente que el dorado de la piel sea uniforme.
  2. Para el puré, colocar las berenjenas en la parrilla caliente y cocer durante 40 minutos, o hasta que la piel esté crujiente y el centro suave. Abrir la berenjena con un corte vertical del rabo al tallo y retirar con una cuchara todo el centro suave del fruto, sin poner cuidado con la parte tatemada de la piel, pues ésta, en cantidades pequeñas, aporta un sabor ahumado y una textura deseada.
  3. En un mortero, moler la pulpa con la pimienta negra molida, la sal, el vinagre, el jugo de limón y el aceite de oliva.
  4. Montar la riñonada del cabrito sobre una madera y colocar el puré en un plato hondo para acompañar.

 

 

Maridaje Food and Travel:

Vino tinto argentino con aromas de fruta madura, especias, café y tabaco; equilibrado en boca.

Sugerencia: Emilio Moro, Malleolus