Carta Editorial Food and Travel > Febrero 2016

 

Viajar a solas tiene el contradictorio encanto de fortalecer el lazo con uno mismo, y al mismo tiempo detonar encuentros que, al menos durante la travesía, son tan profundos que parecen amistades añejas. Una de esas conversaciones viajeras me llevó a concluir que recordar ciertos momentos le dan una nueva connotación a lo vivido.  “Hace falta volver a casa y dejar pasar un tiempo para entender cómo este viaje nos transformará”, dijo esa desconocida que se convirtió en amiga aquella noche en Biarritz, el destino que inspiró esta portada.

Una es la experiencia que se vive en el destino y otra la percepción que se tiene cuando se evoca –o cuando se escribe, como es el caso de todos los que hacemos de cada viaje y de cada experiencia gastronómica una historia que se publica en estas páginas–. Saborear otra vez ese platillo o vivir de nuevo el instante que nos hizo reconocer la maravilla de un destino para compartirlo con ustedes hace que valoremos aún más el momento que se fue.

Saber que nuestras letras e imágenes invitan a tomar un avión, a probar nuevos sabores, a cocinar una receta o a fantasear con un sitio es un regalo que disfrutamos tanto como el viaje.

“Deja tu casa. Ve solo. Viaja ligero. Lleva un mapa. Ve por tierra. Cruza a pie la frontera. Escribe un diario. Lee una novela sin relación con el lugar en el que estés. Evita usar el teléfono. Haz algún amigo”, dice el escritor de viajes Paul Theroux a modo de mandamientos.

Quienes formamos el equipo de Food and Travel tratamos de seguir estas máximas en la medida de lo posible –para mí, eso de viajar ligera es una habilidad que perdí hace años–. Siempre encontramos en ellas una razón más para querer seguir haciendo maletas y buscar formas para invitarlos a que sigan acompañándonos a devorar el mundo.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Diciembre 2015 y Enero 2016

 

La calma después de la celebración. A unas horas de haber finalizado la premiación de los Food and Travel Reader Awards 2015, hay sentimientos encontrados: el alivio tras intensos meses de trabajo en equipo, la satisfacción de haber recibido más de 40 mil votos de lectores que dieron su opinión, y la obligación de enfrentar a las críticas. La polémica es una consecuencia natural de cualquier acto público. Como en todo lo que implica competir, siempre hay quienes terminan felices y quienes no. Lo sucedido en nuestra premiación me invitó a un análisis que tengo la oportunidad de compartir en este espacio (¡benditas cartas editoriales!).

Visto desde la perspectiva del Bhagavad Gita, el libro sagrado hindú, siempre hay que tener en cuenta la esencia y no lo que se consiga con ella: “Piensa en la obra y no en su fruto”, es la frase textual y más clara. El éxito es el triunfo del ser y no el del parecer, y esto es lo que me resulta tan interesante de los proyectos nominados y ganadores. Todos son ejemplos de que antes de cualquier ganancia, debe existir el amor a lo que se realiza.

Dicen los que saben que toda persona de éxito acepta el cambio, quiere que los otros triunfen, irradia alegría, asume la responsabilidad de sus fracasos, habla de ideas, es generoso con su sabiduría, aprende continuamente, se propone metas y planes de vida.

“La persona que hace solo lo que ama, es feliz, porque el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito”, dice Facundo Cabral. Cito estas palabras para despedir este año llena de agradecimiento por continuar haciendo día a día lo que amamos hacer, y para recibir el 2016 con la intención puesta en que todos estemos “benditamente condenados al éxito”.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

Carta Editorial Food and Travel > Noviembre 2015

 

Hay destinos que emiten un llamado al que es imposible desatender. La India era para mí un cúmulo de ensoñaciones que no lograba hacer realidad. Así que comencé a recorrer sus rincones, desde hace años, de diversas maneras: sosteniendo pláticas interminables con quienes ya habían estado ahí, leyendo todo lo posible sobre el destino, su cultura y sus manifestaciones espirituales, frecuentando el más cercano áshram (centro de meditación y enseñanza hinduista), uniéndome a un grupo de meditación con base en la India o esperando cada año ser la practicante más destacada, a la que mandarían un mes a estudiar con el Maestro, aunque nunca lo logré.

Dicen los que saben que hay viajes que no se realizan cuando se desea, sino cuando estás preparado, y que llegan de la manera en la que el camino sea el más sencillo de recorrer.

No estoy diciendo nada nuevo al afirmar que la India es ese lugar que no deja indiferente a nadie. Y eso mismo es lo que esperamos con este especial en el que les presentamos recetas indias, una crónica gourmet a través de los sabores callejeros y un reportaje en el que comenzamos con la idea de reseñar las postales clásicas del destino y terminamos relatando una travesía interna llena de lecciones aprendidas.

Los invitamos a ir de la India a Finlandia, y de ahí a la frontera entre Francia, Luxemburgo y Bélgica, para después recorrer, en 48 horas, Palma de Mallorca, Boston y Belgrado. Esperamos que inspiren su antojo con nuestras recomendaciones de restaurantes, las historias sobre ingredientes dignos de un alquimista –como el azafrán y la trufa–, y la colección de recetas. Saboreen cada una de estas páginas tanto como nosotros lo hicimos al crearlas pensando en ustedes.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Octubre 2015

 

Aunque los sabios enseñan que el tiempo en el fondo no cuenta y que ese concepto más que definir el número de veces que la Tierra gira alrededor del Sol, se mide en experiencias personales, no podemos dejar de sentir el vértigo de saber que, en términos mundanos, el tiempo corre rápido, muy rápido.

Los meses se nos van casi como se nos van las páginas de la revista. Entre crónicas de viajes, historias que nos llevan a recorrer destinos lejanos teniendo como principal pretexto degustar aquel platillo local que concentra la esencia de las tierras que visitamos, dialogar con cocineros o viajeros… Tenemos pocos momentos para hacer una parada. Pero cuando lo hacemos, entendemos que no hay tiempo: hay vida y cambio. “Si detienes el cambio, se acaba el tiempo”, dice una máxima; y de eso se trata: de permitir que las experiencias nos transformen y sean responsables de medir el paso de los meses.

Desde hace un año, octubre tiene un nuevo matiz para nosotros. Es el último mes de votaciones en los Food and Travel Reader Awards, cuando la lista final de nominados toma vida propia. Somos testigos de diversos puntos de vista en redes sociales, de acaloradas discusiones sobre posibles ganadores, del entusiasmo de nominados y votantes. Nosotros solo observamos, nos aguantamos las ganas de opinar, pero vivimos el mes felices de saber que, apenas en su segunda edición, los premios han cobrado toda esa energía con la que ustedes dan reconocimiento a las experiencias que los transforman y hacen que su vida esté llena de sabor y memorias de viajes.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Septiembre 2015

 

Al llegar a cada nueva ciudad, el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: «la extrañeza de lo que no eres o no posees más, te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos”, dijo Italo Calvino. Esas palabras me hacen pensar que revisitar un destino también invita al encuentro con la memoria.

Volver es reconocer esos rincones ya transformados y buscar en los recovecos mentales un momento que nos relacione íntimamente con el lugar. Regresar es mirar con otros ojos lo que pasa afuera y adentro.

¿Quién eras la última vez que tomaste un café en esa esquina parisina? ¿Quién te acompañaba física o espiritualmente? Puede que aquella taza de chocolate ya no parezca tan deliciosa como la recuerdas… ¿O acaso esta vez todo es más conmovedor?

Escribo desde Tabasco, tierra donde la naturaleza se revela en cada rincón y que no recorría desde hace casi 10 años. Soy la misma que anduvo por estos caminos; pero mucho se ha transformado, en el lugar y en mí. Volver ha sido regresar a mis recuerdos, a mis sitios consentidos y a la posibilidad de nombrar a mis nuevos favoritos.

La lista de nominados de los Food and Travel Reader Awards 2015 –que en esta primera etapa contó con más de 10 mil participantes–invita a lo mismo: a celebrar los destinos o restaurantes que nos traen recuerdos y nombrarlos como nuestros predilectos o salir en busca de una nueva experiencia para reconocernos en ella.

¡Gracias por esta primera etapa en la que tu voz decidió quiénes son los mejores! Te invitamos a votar por los ganadores en foodandtravel.mx/awards y a seguir haciendo de esta revista una experiencia compartida más allá de nuestras páginas.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Julio y Agosto 2015

 

Cuatro años de Food and Travel en México suponen una sucesión de pequeñas celebraciones. Sabores o aromas que nos han sorprendido o acercado a nuestros recuerdos más preciados. El asombro de ver un lugar por primera vez o de regresar, transformados, después de algunos años. El regalo de sostener una entrevista que se torna en una conversación entrañable.

La satisfacción de una foto que logra aprehender un platillo o un paisaje que los inspire. La sonrisa sutil que se nos escapa cuando nuestras recetas son aplaudidas en una mesa. La fascinación de ser testigos del proceso detrás de una copa de vino o una taza de café.

El festejo silencioso que trae un nuevo sello en el pasaporte… Pero sobre todo, hallar la palabra adecuada que los acerque a nuestras vivencias y los tiente a recorrer el mundo a probaditas y, desde hace nueve meses, lo conmovedor de transmitir nuestra pasión desde una cabina de radio sabiendo que, durante una hora al día, nos permiten entrar a sus vidas.

Nuestro aniversario coincide con el verano: tiempos de vendimia, cuando es tradición agradecer y celebrar el principio de una buena cosecha. Nuestro número de aniversario festeja a su manera, con un especial del vino por el mundo. También coincide con mi llegada al equipo de Food and Travel hace dos años, cuando al final de la entrevista con mi ahora publisher, Raúl Sayrols, tuve clara aquella antigua enseñanza: “Cuando dudes entre hacer y no hacer, escoge hacer. Si te equivocas, tendrás al menos la experiencia”. Ser parte de este equipo que admiro y del que aprendo a diario está siendo una de las experiencias más enriquecedoras. Por ello, hay que agradecer y abrazar los nuevos retos que cada ciclo trae consigo.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

 

 

Carta Editorial Food and Travel > Junio 2015

 

Fotos que casi nunca volvemos a ver, souvenirs que compramos emocionados y hoy no sabemos dónde arrinconar; incontables cuadernos de viajes y hojas sueltas con apuntes de sitios lejanos que ahora nos dicen poco… Los viajes son lo único que adquirimos para conservarlos únicamente en la memoria.

 Durante las horas de espera en los aeropuertos he visto que la mirada de quienes van nunca es la misma de quienes regresan. La curiosidad, la emoción y la incertidumbre del principio del recorrido son reemplazadas por un rostro que, detrás del cansancio, conserva encuentros, vivencias, sabores… Se regresa con la sutil nostalgia de haber abandonado, tal vez para siempre, un destino que nos transformó.

Nos forzamos a volver a lo cotidiano pensando que todo fue una exageración: el atardecer del último día, la plática sostenida con un desconocido, ese platillo que nos hizo levitar por un segundo o nuestros pasos por parajes desconocidos.

Lo cierto es que vendrán otros destinos, otros compañeros, otros sabores; pero nunca serán lo mismo.

En Food and Travel, cuando volvemos, tratamos de compartir cada itinerario vivido y darle un nuevo significado: el de la invitación al viaje. A través de imágenes y palabras, los inspiramos a volar hasta Sudáfrica para recolectar de la tierra los ingredientes de los platillos que cocinarán al atardecer; los acercamos a vivir los ritos de las tribus de Papúa Nueva Guinea, una cultura tan temible como atractiva, y los llevamos a los rincones más remotos para darse un respiro en los spas más paradisiacos del planeta.

 Sí, hay viajes más reveladores que otros, pero todos ofrecen un regalo: devolvernos transformados.

Cecilia Núñez  > Directora Editorial

¡Que llevar tus juguetitos a los viajes no sea un impedimento! Más del 50 por ciento de las mujeres poseen un vibrador y millones de hombres también son dueños de juguetes sexuales; por ello, te damos algunos tips para que no pases un bochorno en el avión. Es muy importante que sepas que el tamaño, la forma y la higiene, aquí, sí importa.

  • Esposas de pelucheEnvuélvelos: Empaca todo en bolsas transparentes, además de ser una práctica higiénica, esto lo hará fácilmente reconocible y no tendrán que sacarlos enfrente de todos.
  • No se te ocurra llevar esposas: Si aparecen unas esposas en el escáner del aeropuerto, aunque sean de plástico y cubiertas de peluche, seguramente tendrás que abrir tu maleta y dar una explicación creíble.
  • El tamaño sí importa: Para los agentes de seguridad el tamaño sí importa, incluso el reglamento de la TSA (Transportation Security Agency), indica que únicamente “herramientas” por debajo de los 17.5 centímetros de largo pueden ser transportados en tu maleta.
  • Quita las baterías: Ya sea que los hayas documentado o los lleves como carry on, debes sacarles la pila. Además, si se las dejas, se pueden encender y generar curiosidad si empiezan a vibrar o a sonar.
  • Objetos de feticheSé lo más honesto posible: No existe ninguna regla que prohíba expresamente viajar con juguetes sexuales, pero si tuvieras alguna duda con respecto a la forma, tamaño o dimensiones de tu compra, lo mejor es avisar al agente en cuestión.
  • Contrata  paquetería: Si la idea de que algún agente revise tu juguete en público te provoca un ataque de pánico, lo mejor siempre será mandarlo  por correo a tu destino final.
  • Limpia tus juguetes: Toma en cuenta limpiar tus juguetitos, porque si te apena que los vean, imagínate que estén sucios.
  • Busca formas sutiles: Procura que tus juguetes no tengan formas fálicas tal cual, los hay de varias figuras y formas.
  • Juguetes con formas diferentesAguas con los líquidos: Recuerda que en equipaje de mano, sólo se pueden llevar líquidos en envases de menos de 100 mililitros empaquetados en una bolsa transparente de plástico, con auto cierre.  Así, se pueden embarcar sin problemas los aceites para una mejor lubricación.
  • Acomódalos bien en tu maleta: Coloca todos tus aditamentos sexuales juntos en una cajita o en una bolsa, para que si los ven sospechosos no desarmen toda tu maleta y parezca  mercado o sex shop.

Mucho ojo: Debes tener muy en cuenta que los juguetes sexuales no son aceptados en todos los lugares del planeta. Algunos países y regiones tienen  la prohibición de tu amiguito vibrador, como: la India, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.

 

Seguramente alguna vez te has preguntado qué significa ir a brunchear o ir a un brunch. Para que no te tomen desprevenido, te decimos todo lo referente a esta  tendencia gastronómica, que va en aumento en varias partes del mundo.

Mesa de brunchViene de las palabras anglosajonas desayuno-  breakfast  y almuerzo –lunch.
Hay varias versiones sobre su origen, aunque todas coinciden en establecerlo en el siglo XIX. La primera referencia escrita data de 1895, cuando el periodista Guy Beringer lo dio a conocer en el semanario Hunter’s Weekly, describiéndolo como una combinación de desayuno y comida, que algunas familias de la alta sociedad tomaban tras volver de su jornada de caza dominical.

Un año después ya había menciones del brunch  en Nueva York, donde ya se había puesto de moda y para ser “cool” había que practicar el brunch el fin de semana. Como ejemplo está una cita del semanario  “Punch”, publicada en 1896 acerca del brunch: “To be fashionable nowadays, we must brunch” (“Para estar a la moda hoy en día, uno debe brunchear”). Aunque la realidad era que más que para ser “cool”, se hacía para compensar los excesos gastronómicos y etílicos del fin de semana.

En los años 30 del siglo XX, las estrellas de cine que recorrían Estados Unidos en tren, tenían como hábito parar los sábados en Chicago para hacer un desayuno tardío. Esa costumbre se extendió al resto del país, y los domingos, ya después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas mujeres se habían incorporado al mercado laboral, la costumbre se popularizó como momento de reunión  y descanso familiar.

De cualquier manera es ya una costumbre extendida por todo el mundo, adaptándose a las peculiaridades de cada país.

Pancakes¿En qué consiste  el brunch?

Se basa en hacer una comida antes de la hora normal del almuerzo o bien un desayuno tardío, preferentemente el domingo.Se realiza  entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde.

¿Qué incluye un brunch?

Bebidas: Jugos naturales, infusiones, café, leche y agua. Para los mayores, y como se estila en los brunch clásicos, un cóctel; los más habituales son el bloody mary (vodka, jugo de jitomate, limón, salsas worcestershire y tabasco) y la mimosa (licor grand marnier, jugo de naranja y cava).

Pan: De barra, tostado, bisquets, integral, baguette, hot cakes y pan francés.

Para untar: Miel, mantequilla y mermeladas naturales de sabores variados.

Bloody MaryFruta fresca: Manzanas, fresas, peras, melones (fruta de temporada)

Ensaladas: Distintos tipos de ensaladas y verduras frescas.

Quesos y embutidos: Quesos variados, salchichas, jamón y salmón fresco.

Carnes: asadas  o alguna pieza de carne horneada.

Aves, Mariscos, Sopas, Pizzas 

Algo que no puede faltar en ningún brunch tradicional son los huevos benedictinos: pochados y servidos sobre pan tostado con tocino y salsa holandesa.

El brunch generalmente está montado en forma de buffet, para que las personas se sirvan al gusto.