El Club des Croqueurs de Chocolat seleccionó por quinta ocasión a José Ramón Castillo y a QUE BO!, Chocolatería Mexicana Evolutiva como una de las mejores del mundo y la incluyeron en la guía 2017-2018.

Este club está conformado por los más grandes profesionales apasionados del chocolate y del cacao en Francia, cuya misión es velar por la calidad del chocolate en la Unión Europea.

 

QUE BO! Chocolatería Mexicana

José Ramón Castillo es el único mexicano en contar con esta prestigiosa mención en la guía, y para la edición 2018, el Club des Croqueurs de Chocolat volvió a otorgarle la calificación de la barra completa (calificación máxima).

 

 

Club des Croqueurs de Chocolat

“Es un honor seguir representando a México en ‘Club des Croqueurs de Chocolat’, es una gran responsabilidad. Me llena de orgullo el poner en alto a mi país, al caco mexicano y a toda mi gente de QUE BO!», expresó el chef Castillo.

Esta es la forma en que Le Guide de Croqueurs de Chocolat describe a los chocolates de QUE BO!:

“José Ramón Castillo trabaja con cacao orgánico de plantaciones en el país con un deseo de mostrar apoyo al cacao mexicano. El resultado es mixto. La apariencia es hermosa y refinada, pero la textura es densa y el equilibrio de sabores es perfecto”, es como se lee en la guía.

 

 

 

Cacao Mexicano

Este reconocimiento es solo uno de los muchos de los que se ha hecho acreedor el chef José Ramón Castillo, ya que también fue nombrado por Sagarpa como el máximo exponente del Cacao Mexicano y maestro chocolatero. Además, ha sido calificado como el máximo representante del cacao a nivel latinoamericano.

Destacando que los productos de QUE BO! son de origen 100% mexicano.

El Club des Croqueurs de Chocolat se fundó en 1981 y se encuentra conformado por los más grandes profesionales del chocolate y del cacao en Francia.

Todos los integrantes se encargan de degustar cada año más de 1000 chocolates y productos derivados del cacao. Ninguna asociación en el mundo cuenta con esta experiencia.

Son las ocho de la noche y el agradable clima veracruzano, sumado al cielo estrellado, me dan la bienvenida afuera de DOS Restaurante, ubicado en Boca del Río, Veracruz. Ahí el chef Erik Guerrero, de 34 años, impulsa el movimiento culinario de este estado desde hace dos años, basándose en principios creativos y de responsabilidad social y ambiental. Fotos: Roger Rojas. 

Las seis horas de camino hacia mi destino parecieron cortas gracias a la comodidad de los asientos de piel de la nueva Jeep Compass 2018. Al descender de ella aprecio el diseño franco del restaurante, que desde la entrada invita al disfrute con su ambiente cálido y luz tenueEntonces sale Erik de la cocina, “espero que tengas mucha hambre”, menciona sonriente para advertir que la cena será abundante. A la mesa llega un reconfortante chilpachole de jaiba con cáscara de limón amarillo y aceite de chile meco.

Erik Guerrero

 

La aventura con Erik Guerrero

Mientras lo degusto, cierro los ojos y recuerdo que una de las promesas de este lugar es promover el producto y la gastronomía local. Por eso, del menú, prácticamente 80% de los ingredientes provienen de diversas regiones de Veracruz.

“Todos los tiempos se componen de sabores muy veracruzanos, pero aquí no se sirve estrictamente comida tradicional”, comenta Héctor Barranca, quien es parte del equipo de DOS.

Este restaurante se guía bajo la premisa de mejora continua, compromiso y lealtad, valores que Erik aprendió del chef Enrique Olvera. Quien fue su mentor en la cocina de Pujol, de donde el veracruzano fue jefe de cocina por tres años y medio.

A cargo de las bebidas y la barra de DOS, llama la atención el trabajo de Arturo Ramírez.

 

 

 

“Aquí me cambiaron el chip porque tengo el reto constante de crear nuevos tragos de acuerdo con los ingredientes disponibles en el mercado”, comenta para recordar el crecimiento que ha obtenido en este sitio.

El mole encacahuatado con ajonjolí, cacao, almendra y coliflor rostizada, acompañado de un agua de maíz que recuerda al pozol, me confirman la maestría y filosofía que los enorgullece. Mientras que el taco de jaiba frita proveniente de un criadero en Alvarado, al sur del estado. Acompañado de mayonesa de chile morita y puré de tamarindo, es una preparación inigualable. Con razón es uno de los platillos insignia del restaurante.

Erik Guerrero

Aquí tenemos un menú para de esta noche está conformado por siete tiempos, cuatro de ellos con elementos del mar. Por eso, mientras saboreo el robalo en salsa verde con puré de plátano macho fermentado, acompañado con salsa de ajo y hoja santa, observo que este restaurante forma parte de Buena Pesca, iniciativa de Pelagic Life y México Azul que fomenta el consumo responsable de especies marinas.

“Debemos cocinar con lo que el mar nos da, respetar las vedas de pesca para conservar el equilibrio ambiental. Hasta hoy hemos experimentado con 94 especies de peces diferentes lo cual nos ha dado mucho aprendizaje”, afirma Erik. Quien también hace una propuesta clara: que cada restaurantero adopte a una familia de pescadores, así la economía de ambas partes se ve beneficiada al no existir intermediarios.

“En dos años pasamos de trabajar con un solo pescador a colaborar con cuatro diferentes productores, entre ellos Heriberto Reyes”. Él fue el primero y es pieza medular del toque distintivo de DOS Restaurante.

Erik Guerrero

 

Del mercado, la mente creativa y la mesa

Es jueves y el itinerario sugerido marca que comencemos temprano para viajar hacia Xalapa, que se encuentra a 130 kilómetros de Boca del Río.

Lo hacemos a bordo de la Jeep Compass 2018 y, gracias a sus 180 caballos de fuerza y a su sistema de navegación, el camino resulta agradable y sencillo.

Todos los jueves y domingos, alguien del equipo o yo venimos al Mercado de Xalapa”, comenta el chef Guerrero justo después de presentarme a Víctor Ibarra, su socio y amigo de la infancia. Y de cuya relación se deriva el nombre del restaurante.

La historia de DOS Restaurante es un relato de amistad, en el que ambos unieron esfuerzos para cambiar la escena culinaria de Veracruz.

“Todo surgió una vez que vine de visita, Víctor me llamó y me dijo: ‘tú y yo la armamos’”, dice Erik y los dos se ríen, “Eso fue un martes, el domingo nos reunimos y lo planeamos; lo teníamos bastante claro”, expresa.

 

 

Actualmente en DOS Restaurante existen dos tipos de menú: uno fijo y otro semanal. En el primero se encuentran los platillos insignia del chef como el chilpachole de jaiba, la recién nacida con chicharrón y las sardinas fritas; con algunas adecuaciones dependiendo de los ingredientes que estén disponibles en el mercado. Mientras que el segundo son sugerencias que permiten la innovación constante y el uso de productos disponibles en el mercado o con la pesca que llega diariamente al restaurante.

 

Antes de llegar a nuestro destino hacemos una escala en el municipio de Rinconada, o como lo conocen los locales “la capital de la garnacha”, que es una tortilla de maíz pasada por manteca, untada con salsa y adornada con cerdo, queso y cebolla. Nos detenemos en Antojitos Carolina, donde Erik es cliente frecuente.

Mientras desayunamos, Erik nos cuenta sobre su trayectoria que inició desde hace 10 años en el restaurante de sus padres en Coatzacoalcos, cuando los ayudaba en la cocina. Luego vinieron los restaurantes de manteles largos. “Desde la universidad tenía en mente a Thomas Keller, reconocido chef de Estados Unidos. Un día me enteré que uno de sus sous chefs, Marco Bustamante, se iría a un hotel en Los Cabos, y decidí meterme a trabajar con él”, explica y sonríe al recordar que nunca antes había hecho un currículum.

Ahí, por un par de años, ahondó en la “alta cocina”, es decir, el enfoque en la calidad del producto, en la técnica y la presentación de los platillos. Éste tan solo sería el primer momento de su trayectoria, a lo que le seguiría su paso por Pujol.

 

Abordamos nuestro vehículo y una vez en el mercado corroboro el compromiso social que Erik tiene en cada una de sus actividades, pues compra sus insumos a personas de la tercera edad, quienes venden lo que cultivan en su propio traspatio. Continuamos la caminata entre los puestos que nos llaman con sus aromas y nos seducen con sus colores: verdolagas, plátanos, calabazas melonas, piñones, aguacate, guayabas, chiles secos, maíz y flores de calabaza y de Jamaica; todos seleccionados por el chef, quien reconoce el trabajo de la maestra Raquel Torres, antropóloga experta en la cocina de Veracruz, que le ha mostrado los ingredientes locales y en quien se ha apoyado para extender su conocimiento sobre la cocina jarocha.

A 20 minutos del mercado está la Huerta Sostenible Orgániqa, el sueño hecho realidad de July Cerón, especialista en horticultura orgánica. “Hago compostas desde hace 10 años, pero fue hace un año y nueve meses que pensé en abrir una huerta demostrativa junto a mi esposo, lo que logramos en marzo de este año”, menciona July antes de darnos un tour por los 350 metros cuadrados de su huerta, misma que ha desarrollado un microclima más fresco y una tranquilidad imperturbable.

Sus cultivos de lavanda, cinco tipos de albahaca, 15 variedades de frijol y tomate, cebolla, manzana y papaya están distribuidos en diversos sistemas como chinampas, milpas e incluso un invernadero. La atención de Erik fue robada por la papa voladora, un tubérculo aéreo y amorfo, originario de África occidental y América tropical. Se trata de la primera cosecha que July tiene de este ingrediente y Erik toma algunas para experimentar con ellas.

Después de las compras, regresamos a Boca del Río, donde el equipo del chef ya está listo —como cada semana— con ideas y propuestas para la creación del menú. La mesa con los ingredientes recién adquiridos está puesta, y alrededor de ella se sientan todos con libreta en mano. Las explicaciones y órdenes comienzan y todos —incluyéndome— escuchamos atentos. “Por la marea, mañana ya no tendremos suficiente pesca. Cocinen el short rib, debe durarnos hasta el sábado”, menciona, y en menos de una hora; las instrucciones se convierten en acciones.

Mientras ellos cocinan, sigo la recomendación del chef para conocer el proyecto de la Orquesta Filarmónica de Boca del Río, grupo musical que busca denotar la vida cultural del municipio.

Más allá de DOS

Para comenzar la mañana con energía, pasamos a Silvestre Restaurante, un proyecto donde la carta está diseñada por el chef Erik Guerrero, siguiendo sus principios responsables, y cuyo espacio fue ideado por el arquitecto Carlos Villegas.

Probamos el sándwich de vegetales con garbanzo, berenjena y espinaca; los huevos estrellados en caldillo de frijol, con tortilla y hoja santa, y el pan francés de coco y crema de vainilla. Delicias desenfadadas que armonizan con el entorno chic y cultural, por las pinturas de la artista Rocío Caballero y libros de literatura alternativa que decoran las paredes y mesas del lugar.

Erik Guerrero

Con el estómago contento, nos enfilamos hacia la Reserva Ecológica de Nanciyaga en la región de Los Tuxtlas, al sur de Veracruz. Un espacio en donde el chef planea crear experiencias y cenas únicas, de la mano del biólogo Carlos Manuel, quien también es el director general de este sitio.

Una vez ahí, el canto de las guacamayas nos da la bienvenida, se trata de aves que aprendieron a vivir en libertad después de un proceso de rescate a cargo de la veterinaria Areli Arias Montero, encargada del proyecto de reintegración de guacamayas más grande del país.

Desde este entorno de belleza natural, entiendo el porqué de la filosofía responsable de Erik Guerrero: el inicio del futuro culinario de Veracruz se forma con las semillas de conciencia que él está sembrando.

Información de viaje

Dónde Hospedarse

Hotel + Básico Tal como lo expresa su nombre, en este hotel encontrarás lo necesario para descansar y de ahí moverte a conocer los diferentes puntos de interés de Veracruz. Situado a cinco minutos de DOS Restaurante. Habitación sencilla desde $550. basicohotel.com

Dónde Comer

Silvestre Restaurante En este concepto chic y cultural podrás conocer una propuesta de menú de Erik Guerrero con platillos más relajados y tradicionales. Abre desde desayunos y hasta las cenas. Boulevard Riviera Veracruzana 3500, Boca del Río. CH: $250. @silvestrerestaurante

DOS Restaurante Aquí elaboran cocina mexicana inspirada en los sabores veracruzanos con productos locales y frescos. Está a cargo del chef Erik Guerrero y este mes cumple su segundo aniversario. Desde $480 por menú de cinco tiempos. dosboca.mx

 

No te lo pierdas

Reserva Ecológica Nanciyaga Es pionera del ecoturismo en México y ofrece hospedaje en cabañas ecológicas a la orilla del lago de Catemaco, en medio de la selva de Los Tuxtlas. nanciyaga.com

Orgániqa Huerta Sostenible Se trata de una huerta demostrativa donde aprenderás a sembrar tus alimentos de la forma más sustentable. Situada a 20 minutos del centro de Xalapa. @Organiqaxalapa

La sazón de los mejores restaurantes de nuestro país yace en el talento de quienes están al frente de sus fogones. Chefs como Mikel Alonso, Pablo San Román y Paulina Abascal cuya experiencia les ha demostrado que usar un gran equipo marca toda la diferencia. Este mes el Círculo Prime Blend de Mabe celebró su primer aniversario en el Show Room de Monogram, con la opinión de lo que significa una cocina perfecta para sus embajadores.

 

Círculo Prime Blend de Mabe

“El mensaje que das al comedor, lo que recibes de él y otorgas al comensal, debe ser un ciclo redondo que satisfaga”, comenta Pablo San Román al dar su propia definición de cocina perfecta, la cual aplica en El Puntal del Norte.

Él mismo es el encargado de consentir a los presentes, con bocadillos como la tlayuda de vaca vieja con rajas, cherry y cebolla; o el canelón de aguacate, relleno de camarón con mayonesas de crustáceos y el melón con jamón ibérico, higo y pan melba.

 

 

 

Embajadores

Por su parte, el enólogo Hugo D’Acosta quien ofreció Espuma de Piedra RS; y Espuma de Piedra BB; para maridar con los bocadillos; aseguró que la calidad que Monogram va en sincronía con lo que busca crear en cada una de sus etiquetas. Por eso también es embajador de esta marca.

El chef Santiago Migoya, del restaurante Talo en la Ciudad de México, asegura que la cocina perfecta es aquella que está cuidada, limpia y con diseño. Características que la marca le ha provisto.

Además durante la velada se anunció que GE Profile goza de un nuevo embajador: el chef Aquiles Chávez; quien asegura que en su casa y cocina siempre busca la innovación, la practicidad y la sencillez; y con estos equipos logra las tres.

 

 

 

Por cuarto año consecutivo, el firmamento gastronómico y turístico volvió a brillar con las estrellas que ustedes, los verdaderos viajeros y foodies, otorgaron a aquellos restaurantes, chefs, hoteles, destinos y experiencias culinarias y de viajes que los han enamorado. Fotos: Charly Ramos y Roger Rojas. 

Para esta cuarta edición el hotel Live Aqua Urban Resort Mexico City, se vistió de gala para recibir a los nominados de los Food and Travel Reader Awards 2017, presentados por Nespresso. Las luces del escenario junto con nuestras estatuillas insignia, creadas por la maestra Gogy Farías, iluminaron a las decenas de estrellas culinarias y del turismo que alumbraron con su talento el recinto, mientras Cecilia Núñez, Raúl Sayrols, Eddy Warman; Sandra Fernández, sommelier; y Miguel Conde, conductor; dieron la bienvenida a lo que sería un desfile de creatividad y de personas comprometidas con México.

Para la velada, los responsables de deleitar los paladares de los asistentes fueron el chef Roberto Solís, del restaurante Néctar en Yucatán, que se inspiró en la cocina de su estado para la creación del menú de la noche; y Casa Madero, que amalgamó a la perfección los platillos del chef con maridajes inigualables.

La noche comenzó con la entrega de premios a lo mejor del turismo, mientras se degustaba el primer tiempo: un delicado tartar de pescado con infusión de jícama y cítricos, acompañado de Möet & Chandon Impérial Brut. También la gastronomía tuvo su turno y estos reconocimientos se acompañaron con el sabor contundente de una crema de queso de bola con castacán, tamal colado y guayaba. Misma que fue maridada con vino Chenin Blanc y V Rosado, ambos de Casa Madero.

 

Por su parte, la codorniz rellena de longaniza con arroz de azafrán y consomé de lima que el chef presentó fue el acompañamiento perfecto de los premios a los que se rindió honor esa noche. Para coronar el platillo principal se presentaron dos opciones de maridaje: Casa Grande Chardonnay y Gran Reserva Malbec, de Casa Madero. Un deleite único.

En la recta final el Cirque du Soleil Joyá abrió los sentidos de los asistentes, quienes disfrutaron de majestuosa música y de su show que dejó boquiabiertos a todos los presentes por la agilidad de los acróbatas al realizar una espectacular rutina de patinaje. Este acto fue saboreado con un manjar blanco con cenizas de romero, maridado con Cosecha Tardía de Casa Madero y una taza de Nespresso Espresso Leggero.

Con un buen sabor de boca agradecemos por sus votos y por recibir nuestros premios con tanta calidez. Los esperamos para nuestra quinta edición en el 2018.

¡Felicidades a todos los ganadores!

Mejor Chef Mikel Alonso.

Mejor Chef Revelación Alan Sánchez.

Mejor Restaurante en la Ciudad de México y Área Metropolitana Pujol.

Mejor Restaurante del Interior de la República K’u’uk.

Mejor Restaurante Nuevo de México Loretta.

Mejor Restaurante Consolidado de México Casa Oaxaca.

Mejor Restaurante de Hotel Au Pied de Cochon.

Mejor Espacio Gourmet de México La Europea.

Mejor Espacio Dulce de México La Postrería.

Mejor Destino de México Estado de Yucatán.

Mejor Destino Gourmet de México Estado de Puebla.

Mejor Destino Internacional París, Francia.

Mejor Destino Gourmet Internacional Italia.

Mejor Aerolínea Nacional Aeroméxico.

Mejor Aerolínea Internacional Air France.

Mejor Hotel en la Ciudad de México Four Seasons Hotel.

Mejor Hotel Urbano en el Interior de la República La Purificadora.

Mejor Hotel de Playa en México Grand Velas Riviera Maya.

Mejor Hotel en el Pueblo Mágico o Ciudad Colonial Hotel Matilda.

 

Mejor Hotel Ecológico en México Xixim Unique Mayan Hotel.

Mejor Spa Sense Spa, Rosewood San Miguel de Allende.

Mejor Naviera Royal Caribbean International.

Mejor Naviera Boutique Crystal Cruises.

Mejor Agencia de Viajes de México Mundo Joven.

Mejor Programa de Lealtad Club Premier.

 

La pasión es una fuerza poderosa que mueve al mundo. Eso lo comprobó el chef francés Corentin Bertrand, cuando, al seguir al amor de su vida, se encontró con una gran tentación:

Casa Virginia. Fotos: Charly Ramos. 

 

Corentin Bertrand

Con solo 10 años de edad, Corentin comenzó a preparar postres al lado de su madre, en su ciudad natal Lyon, Francia, fue ahí donde sintió por primera vez la magia de su primer amor: la cocina. Años después comenzó a estudiar la carrera de Gastronomía en el poblado de Vienne.

Al término de sus estudios, buscó un lugar para aprender de un maestro. Fue cuando conoció al chef Patrick Henriroux, del restaurante La Pyramide en Francia, poseedor de dos estrellas Michelin.

Con él tuvo su primer trabajo como chef de su bistró. Momento que cambió su vida por completo, pues además de ser su primera gran oportunidad, fue el lugar donde conoció a su novia de nacionalidad mexicana, quien se encontraba realizando sus prácticas profesionales.

Ahí se movió todo su universo, y en vez de seguir sus planes, decidió alcanzar a su novia en México. Aquí el destino le tenía preparada una sorpresa: conocer a la chef Mónica Patiño y su restaurante Casa Virginia.

 

Corentin Bertrand

 

¿Cómo llegaste a Casa Virginia?

Cuando mi novia regresó a México, tomé la decisión de venir con ella. Por suerte, mi suegra me presentó a la chef Mónica Patiño, quien me hizo una prueba y le gustó mi cocina.

Al día siguiente me ofreció el trabajo de chef, y en octubre de 2013 abrimos el restaurante Casa Virginia.

 

¿Cómo es trabajar con Mónica Patiño?

Es como mi mamá de cocina, aprendo mucho con ella y tiene una hermosa vibra. Siempre está feliz, nunca la ves triste, incluso en los momentos difíciles, ve el lado bueno y eso lo transmite a todo el equipo.

Me encanta trabajar con ella, aunque al principio fue difícil, porque yo no entendía lo que quería. A veces le presentaba platillos que no eran lo que ella tenía en mente, pero con el tiempo nos hemos entendido.

 

 

¿Cómo fue tu encuentro con la gastronomía mexicana?

Fue una gran experiencia porque descubrí sabores que no me esperaba. Me enchilé mucho al principio, pero con el tiempo he mejorado. Todavía estoy descubriendo productos que no conocía.

Tengo planeado ir a Oaxaca, porque en cuatro años no he podido visitarlo, y dicen que es el corazón de la cocina mexicana. También voy a ir a Mérida.

No para hacer platillos típicos como tales, sino para imprimir más onda a las creaciones de Casa Virginia, agregar un toque más mexicano, porque nuestra propuesta es francesa con un giro nacional.

 

¿Cómo definirías tu estilo de cocina?

Generoso, por eso me gustan los platos grandes para compartir al centro. No me agrada el término fusión porque lo que viene a la mente son espumas y técnicas de vanguardia. Nuestra propuesta es más como un matrimonio de dos cocinas: tenemos las técnicas francesas con productos locales.

Buscamos que los platillos les agraden a los mexicanos, pues la comida francesa es buena, pero puede ser plana. Me di cuenta en diciembre que regresé a Francia y sentía que a todo le faltaba sabor: chipotle, sal, limón. Aunque la comida, al igual que aquí, debe explotar en boca, en Francia las notas son más suaves, mientras en México tienen más fuerza.

Casa Virginia es la mezcla de dos culturas, mis raíces francesas y el toque de la chef que es mexicana, entonces hacemos una buena pareja en la cocina.

 

Corentin Bertrand

 

¿Cómo ves tu futuro profesional?

Tenemos varios proyectos en Casa Virginia. Estoy en pláticas con la chef Mónica Patiño, ya que contamos con una plataforma muy buena, con buenos comentarios, pero creo que podemos darle todavía un nivel aún más alto.

Estamos planeando abrir una terraza para tener un espacio más para eventos o brunches el domingo, o inaugurar otro restaurante. Aunque no hay nada definido, sí planeo quedarme más tiempo en México, porque en Francia no se tienen las mismas oportunidades. Aquí conocí a la chef Mónica Patiño y tengo que aprovecharlo.

En un futuro a largo plazo sí me gustaría desarrollarme en otros países, pero de momento me siento muy feliz en México, a ver hasta dónde llegamos, menciona Corentin Bertrand.

 

Corentin Bertrand

Cuando su esposo, Raúl Ramírez Degollado y el señor Alfonso Hurtado, fundaron el restaurante El Bajío en la Ciudad de México, en el año de 1972, la cocinera –como prefiere que le digan- Carmen “Titita” Ramírez Degollado nunca imaginó que después de enviudar, terminaría siendo la cabeza de uno de los más importantes y tradicionales restaurantes de comida mexicana, al mismo tiempo que criaba a sus cinco hijos.

 

El Bajío en la Ciudad de México

“Titita”, como le dicen todos sus amigos, ha sido durante más de 40 años la mujer que, a través de sus entrañables guisos y sabores de su natal Veracruz, así como de la comida típica mexicana, ha llevado al restaurante El Bajío, a convertirse en uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México, donde sin ninguna pretensión, se disfruta de una tradicional cocina mexicana.

 

 

“Titita” Ramírez Degollado

“Estos 45 años para mí representan el esfuerzo y trabajo de haber formado un equipo de cocina, quienes muchos ya se jubilaron, pues trabajaron con mi marido, como un carpintero y una mayora que se llama Vicenta, quien para mí era una mujer realmente conocedora de la cocina tradicional.

A ellos les debo realmente el éxito, porque era una retroalimentación. También estos años me han dado muchas satisfacciones, así como mucha gente bonita que me quiere.

Y lo principal, el poder formar a cinco hijos muy responsables, porque me dediqué a trabajar para que ellos se prepararán, y hoy estoy recogiendo los frutos de ello”, nos compartió “Titita” Ramírez Degollado, en entrevista con Food and Travel México.

A través de platillos entrañables como los uchepos, huevos Bajíos, gorditas petroleras, chileatole, el pescado a la veracruzana y hasta sus tradicionales carnitas estilo Michoacán, y sus reconfortantes buñuelos con miel y cafecito de la olla, son solo algunas de las delicias que “Titita” en conjunto con su equipo de trabajo -50 personas en El Bajío original de Cuitláhuac-, realizan día con día para satisfacer a sus más de 200 mil comensales que reciben al mes.

 

 

A lo largo de estos 45 años de existencia, dentro de El Bajío se han vivido grandes experiencias y anécdotas, así como momentos difíciles, como nos compartió “Titita”, ya que en sus inicios las personas tenían la idea de que un restaurante era como “una cantinota”, y los hombres que lo visitaban traían armas y no concebían que una mujer fuera la dueña del lugar.

“Antes venía gente muy fea, por eso puse un letrero de ‘aquí no se le da servicio a gente que porte armas o en estado de ebriedad’. Una vez llegó un señor que comenzó a chiflarle a los meseros, y cuando lo vi le dije: ‘Señor está usted en un restaurante no en un potrero, para hablar así solo a las vacas, aquí no’.

Y me contestó: ‘Pinche vieja… Lo corrí del restaurante y le di la cuenta. Me hizo un drama, pero me limité a correrlo. Pero así vivía uno en esos tiempos, además mucha gente entraba armada a los restaurantes, pues creían que era una cantinota”, nos contó la reconocida cocinera “Titita” Ramírez.

 

El Bajío original, que se ubica sobre la calle Cuitláhuac, en el número 2709, en la colonia Azcapotzalco, en la Ciudad de México. Ahí encontrarás un delicioso y acogedor ambiente, es como si entraras al corazón de todo hogar mexicano: la cocina, ya que desde que entras podrás observar como las mayoras:

  • Sandra Olvera.
  • Edith Robles

Ellas preparan algunos de los platillos más tradicionales, así como su colorido decorado, sus reconocimientos prendidos de la pared. Así como las imágenes de múltiples personalidades que han visitado el restaurante, son solo algunos de los detalles que te harán sentir como en casa. Si deseas un ambiente más fresco, cuentan con una hermosa terraza en donde la cálida luz del Sol te reconfortará a la par de los platillos preparados con el secreto de la casa: amor, pues como bien nos dijo “Titita”, “mientras hagas las cosas con amor y trates bien a tu personal, todo saldrá bien, ese es el secreto de la permanencia”.

 

Sucursales El Bajío

Actualmente, El Bajío cuenta con 17 sucursales en toda la Ciudad de México, en las cuales «Titita», en conjunto con sus hijas Mari Carmen, Luz María y María Teresa, cuidan celosamente que la sazón de los platillos sea siempre de alta calidad. Y en las cuales se emplea a más de 1500 personas, y se tiene un consumo total local de:

  • Carnero – 6.000 kg
  • Cerdo – 10.000 kg
  • Pollo – 18.000 kg
  • Masa – 45.00 kg
  • Cebolla – 12.000 kg
  • Aguacate – 9.000 kg
  • Limón – 10.000 kg
  • Arroz – 2.500 kg
  • Frijol – 5.000 kg
  • Pescado – 1.500 kg
  • Chiles secos – 2.000 kg

 

Dónde. Av. Cuitláhuac No. 2709, Col. Azcapotzalco. Ciudad de México. Tels. 5234.3763 / 5341.9889 / 5234.3765. Horarios: Lunes a Viernes 8:00 am a 7:00 pm. Sábados, Domingos y días festivos 9:00 am a 6:30 pm.

Cheque Promedio. restauranteelbajio.com.mx

La pasión, el compromiso y el trabajo diario, es lo que cimientan una carrera profesional llena de logros y grandes éxitos que perduran con el tiempo, como la del chef mexicano Guillermo González Beristáin. Quien ha sido reconocido por los Latin America’s 50 Best Restaurants, al anunciar que le otorgarán el premio The Diners Club Lifetime Achievement 2017, debido a su inmersa contribución a la gastronomía de la región.

Fundador de Grupo Pangea, , y de los restaurantes que lo comprenden como:

  • Bistro Bardot.
  • Chino Latino.
  • La Felix.
  • La Embajada.
  • Vasto y La Reynita, el chef Guillermo González Beristáin es una de las figuras gastronómicas más respetadas y reconocidas en todo el país, incluso a nivel internacional. Tuvimos la oportunidad de platicar con él vía telefónica y esto fue lo que nos compartió.

 

¿Qué representa para ti recibir este reconocimiento por parte de los Latin America’s 50’s Best?

Cuando uno inicia, ves a este tipo de reconocimientos como algo inalcanzable; y después de muchos años de trabajo, hoy me siento demasiado agradecido y orgulloso de recibirlo. Me uno a una lista de chefs que admiro inmensamente y me siento muy agradecido por ello.

 

Guillermo González Beristáin

 

¿Qué ha sido lo más complicado que te ha tocado vivir durante estos 20 años de trabajo en Pangea?

Lo más complicado no es llegar a tener reconocimiento; siento que lo más complicado es la permanencia. Tenemos hoy 19 años, casi 20, en julio próximo los cumplimos, de que nació Pangea, y me causa mucha satisfacción y orgullo; que este trabajo sea reconocido, especialmente, por la gente que trabaja en Grupo Pangea.

Además, este reconocimiento es compartido porque le corresponde desde el lavaplatos, el que cocina, hasta el valet parking; porque esta gente es la que hace que todo el trabajo y los reconocimientos sean posibles.

 

¿Cuáles son los elementos fundamentales que han logrado que Grupo Pangea permanezca y esté a punto de cumplir 20 años?

Primero hay que ser consistente y disciplinado, es la parte más difícil en un restaurante; segunda, determinación, no tener miedo a tomar decisiones y defender el concepto a capa y espada. Y tercero, aprender a equivocarte, aprender de los errores, ya que los errores enseñan mucho más que el éxito, menciona Guillermo González Beristáin.

 

Guillermo González Beristáin

 

¿Cuál ha sido tu momento más feliz o satisfactorio en Grupo Pangea?

Elegir un solo momento es complicado, ya que creo que es la suma de muchos momentos. Uno de los que más recuerdo, es cuando se abrió Pangea, fue la culminación de muchas cosas; porque yo deseaba tener un restaurante. Otro momento importante, fue cuando se abrió el segundo restaurante de Grupo Pangea Bistro Bardot.

Y ahora lo más importante y lo que me llena de más orgullo, es ver a las más de 420 personas que forman parte de mi equipo. Otro momento importante será la renovación de Pangea, ya que cerraremos aproximadamente dos meses, y cuando reaperturemos estoy seguro que será un día muy significativo. He tenido grandes momentos, pero vienen mejores aún.

¿A quién le dedicarías este premio?

A la gente que trabaja en Grupo Pangea; porque gracias a ellos, hoy puedo levantarme y recoger el premio. Y a Monterrey, porque es una ciudad que me ha recibido con los brazos abiertos; que era un lugar que en un inicio no tenía el reconocimiento gastronómico adecuado; y ahora es una gran ciudad para ir a comer y hacer negocios.

 

Guillermo González Beristáin

 

¿Cómo es que estos reconocimientos sitúan a la gastronomía mexicana frente a los ojos del mundo?

Este reconocimiento es el resultado de la gran revolución culinaria que se vive en este gran país; ya que la gente que cocinaba, muchas veces cocinaba por casualidad o por necesidad.

Ahora, la gastronomía en México se ha profesionalizado dramáticamente en los últimos 20 años. Hoy hay muchos ejemplos de mexicanos que toman el control en este negocio, pero por pasión.

Ahora, podemos ver a México como una potencia gastronómica, y no solamente en la cocina tradicional, sino en una restaurantería moderna.

Por que los chefs más reconocidos del país, hacen comida mexicana y punto, y antes, hace más de 20 años, los chefs hacían comida europea.

 

¿Consideras que Pangea ha sido una escuela culinaria en Monterrey?

Sí, Pangea fue de los primeros lugares en el Norte de México, que hizo las cosas distintas en esta zona del país. El chef Benito Molina, en Ensenada, y yo abrimos estos lugares en el norte, prácticamente a la par. Él hizo que la gente supiera que se puede comer bien en Ensenada; yo considero que es una de ciudades más emocionantes para comer en nuestro país, incluso mejor que Guadalajara. Y Pangea contribuyó a que la gente volteara sus ojos en Monterrey, y lo visitara para comer.

Guillermo González Beristáin

¿Qué cambiarías y reforzarías del trabajo que se realiza en Pangea?

Cambiaría muchas cosas, pero Pangea está por vivir sus mejores momentos, menciona Guillermo González Beristáin Se une a nosotros uno de los chefs más talentosos del país, Eduardo Morali, quien será nuestro chef ejecutivo. Esto va a hacer a Pangea un mejor restaurante. Con seguridad viene un nuevo y mejor Pangea. Su nueva ubicación será en la calle de Roble a la mitad de la remodelación del local, en un complejo que se llama Arboleda, cerca de la ubicación del viejo Pangea.

 

¿Cuál ha sido uno de tus mayores logros en tu carrera profesional?

Consolidar el evento de Paralelo, es un congreso gastronómico que hacemos en esta ciudad. Nunca imaginé que chefs como Joan Roca, Michele Bras, Pedro Subijana aceptaran venir a Monterrey, sin cobrar un peso. Me llena de orgullo, que su conocimiento se quede en la ciudad. Estas grandes figuras llegan a Monterrey, conocen la ciudad, prueban la comida tradicional y moderna, y se llevan un buen sabor de boca de nuestro país.

 

¿Cómo visualizas la posición de Pangea en los Latin America’s 50’s Best Restaurants 2017?

No me preocupa visualizarme en el cuatro o en el tres. Está padrísimo el reconocimiento, eso a los clientes les gusta, pero a final de cuentas no se debe olvidar que todos los días abro Pangea para los clientes que vienen a comer aquí, y salen satisfechos. Me siento afortunado y orgulloso de estar en la lista de los 50’s Best; pero no podemos basar el éxito en estar en una lista. Y más estando en una ciudad como Monterrey, donde no suceden muchas cosas en gastronomía. Este tipo de reconocimientos hacen que más personas vengan a nuestra ciudad; y que visiten Pangea, que prueben el cabrito, o también disfruten de la propuesta de los restaurantes de comida contemporánea; con lo que se promueve el turismo.

 

 

De la situación actual que vive el país, ¿cómo crees que la gastronomía puede ayudar en esta situación?

A distancia veo que en la Ciudad de México los restauranteros apoyan. Un grupo de restauranteros de los que estamos aquí, se han unido para donar. Muchos clientes nuestros, donaron. Aquí en Pangea, regalamos una botella de vino, como agradecimiento y yo no podía creer el resultado y la respuesta de la gente. Pangea sirvió como centro de acopio. Una compañía de agua local mandó 40 mil litros de agua. Los actos de generosidad de la gente, me conmueven muchísimo.

El Premio The Diners Club Lifetime Achievement es una distinción única que celebra y reconoce la contribución, originalidad y marca de la carrera del chef, y es uno de los premios especiales que se entregan anualmente en los Latin America’s 50 Best Restaurants, junto a los premios Latin America’s Best Female Chef y One To Watch.

Guillermo González Beristáin se une a un grupo de chefs celebrados a través de la región, quienes han sido honrados desde 2013, incluyendo al peruano Gastón Acurio, Alex Atala de Brasil, Enrique Olvera de México, y el nacido en Francia, pero radicado en Brasil, Claude Troisgros.

El premio será otorgado durante la ceremonia de premiación de los Latin America’s 50 Best Restaurants, los cuales se llevarán a cabo el 24 de octubre en Bogotá, Colombia.

 

El arte, la tradición y la belleza del México moderno, se conjugan en Ella Canta, el nuevo restaurante de la chef Martha Ortiz, que abrirá sus puertas este 15 de septiembre en el hotel Intercontinental de Park Lane. Uno de los complejos de hospedaje más prestigiosos de Londres.

“Esta ciudad es muy cosmopolita y tiene una gran oferta gastronómica y artística, es de las ciudades más interesantes a nivel de curaduría y exposiciones, y me parece que no hay nada mejor para recibir a México, porque nuestro país conjuga todo eso”, comentó la chef.

 

Chef Martha Ortiz

En palabras de Martha Ortiz, el concepto de Ella Canta es “muy femenino y sensual” y “quiere trasladar esos conceptos de la gastronomía mexicana a los bellísimos platillos que tenemos”.

 

Un México sofisticado

En el restaurante de la chef Martha Ortiz, se combinarán las costumbres mexicanas de larga tradición con el arte y las técnicas contemporáneas que caracterizan al estilo de la chef.

Sin embargo es un concepto diferente al de Dulce Patria, porque en este nuevo espacio encontraremos “un México sofisticado, elegante y moderno. Mismo que refleja eso de cara al mundo, que está orgulloso de sus productos y platillos tradicionales, pero que también puede colocarlos a un nivel de vanguardia”.

 

restaurante de la chef Martha Ortiz

 

Ella Canta

Cada platillo contará historias y habrá exposiciones o performances culinarias en determinadas épocas del año como el Día de Muertos, en donde la chef usará lo que ella llama “menú negro”. Y se trata de una carta pintada con huitlacoche, ceniza de tortilla y mole, técnica que asegura, le encanta hacer.

 

Menú negro

Los platillos que encontraremos en Ella Canta y que la gente no puede perderse son:

  • Ceviche vampiro con esplendor de mango.
  • Tamal de cerdo crujiente con amaranto.
  • Pozole de langosta con maíz cacahuazintle, además de la tradicional salsa de cacao que Martha ha rescatado de la cocina tradicional mexicana que la tiene registrada en su legado histórico desde el siglo XVI.

 

Regalos de México para el mundo

La carta de bebidas ofrecerá las que tienen Denominación de Origen como los sotoles, las raicillas, el mezcal y el tequila. Además contará con una rara colección de estos productos y ofrecerá una carta de coctelería titulada Regalos de México para el mundo, en la que se reflejarán “los ingredientes históricos y únicos, las historias y las referencias culturales de México”. Elementos que asegura la chef, son muy importantes para ella.

 

Ella Canta fue diseñado por David Collins Studio

Ella Canta fue diseñado por David Collins Studio y el director creativo Simon Rawlings, uno de los grandes interioristas de Londres, que ha sido reconocido por su capacidad creativa de combinar arte y elegancia en un lugar único.

“Ha hecho Alexander McQueen y muchas cosas impresionantes. Las sillas son de piel y tienen trenzados muy interesantes, un piso divide al bar con mosaico, cada cuarto tiene un color distinto y están ligeramente lavados como si el Sol los hubiera acariciado”.

Comemos colores

Asimismo, tiene referencias de mediados de siglo XX de los grandes modernistas mexicanos como Ricardo Legorreta y Escudero.

También posee cerámica de Gustavo Pérez y texturas de Ernesto Alva; se trata de un lugar que conjuga elegancia y estilo pero de una manera amable, como los guiños rosas, azules y dorados que reflejan la arquitectura de los paisajes de Oaxaca.

Para Martha Ortiz, Ella Canta dice: “Nosotros comemos colores”

 

restaurante de la chef Martha Ortiz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Determinado a seguir adelante, Benito Molina jamás se detendrá en su búsqueda por el uso de los productos sustentables, por el respeto al ingrediente y ese amor tan grande que siente por la cocina, dice Isabel Torres.

Fotos: Cortesía de Manzanilla.

Después de estar en Santo Tomás, al lado del enólogo Hugo D’Acosta, Benito Molina y Solange Muris, su esposa, abrieron el restaurante Manzanilla en el año 2000. La decisión la tomaron rápido; sin embargo, fue algo que pensaron con seriedad. Optaron por quedarse en Ensenada, y todo el proyecto nació del amor de ambos por la cocina; de eso hace ya 17 años.

La evolución de un concepto

Mi primera influencia es la francesa, sin cuestionarlo. Trabajé una larga temporada en ese país, y estudié en el New England Culinary Institute. Me fui a Boston, donde estuve con el chef Todd English en su restaurante Olives; eso me cambió por completo, pues acogí la cocina mediterránea.

Antes, mi manera de preparar un platillo era tal vez un poco más rebuscada; creo que con los años he ido depurando eso, haciendo que lo que resalte sea el respeto por el ingrediente en su totalidad.

 

 

Comunión con el agua

De niño quería vivir en el mar, y se debía a mi tío, que era biólogo marino. Cada vez que llegaba, yo me emocionaba al ver los pescados y mariscos que él traía.

Obvio quise ser biólogo marino, pero terminé trabajando en un barco atunero de esos que van a 200 millas náuticas y sin ver tierra en días. Era el pavo, básicamente el último después del último. De ahí mi amor por el atún y por Ensenada, donde está el mejor producto del mar.

 

Peligro a la vista

Desde que iniciamos con el restaurante, siempre fuimos 100% locales, porque hay una diferencia entre lo que es orgánico y lo que es sustentable. Ahorita muchos lugares de la Ciudad de México están usando productos de Ensenada, y como diría Solange: uno debe hacer uso de lo que está a su alrededor.

Hay que apoyar a los agricultores de tu zona, es ilógico exportar vegetales miniatura de Baja California para servir en Cancún, eso es lo que nos debería preocupar.

 

 

Estar en la cima

Es un orgullo ser considerado como uno de los mejores, pero creo que fue un poco la suerte, ya sabes: en el momento justo y en el lugar correcto. Cuando Enrique abrió Pujol, Guillermo empezó con Pangea y Solange y yo decidimos crear Manzanilla, nadie apostaba un peso por la comida mexicana.

Era un tiempo en que los chefs franceses dominaban la escena. Ahora todo ha cambiado, en los mejores restaurantes son los cocineros los mismos dueños y se trata de cocina nacional.

 

A escala mundial

La prueba más clara de que nuestra gastronomía es importante, es el hecho de que René Redzepi viniera a México a abrir NOMA en la selva maya. Cuando Claudia Ruiz Massieu fue secretaria de Relaciones Exteriores, se dio cuenta de que la cocina era una manera de que sonáramos en el mundo; es una lástima que cuando ella salió, no se haya seguido el proyecto.