Como resultado de la investigación de los procesos artesanales del tequila, Casa Herradura desarrolló Directo de Alambique. Que es la expresión más pura del tequila blanco, ya que es elaborado con 100% agave azul puro, contiene 55° de volumen de alcohol y posee un intenso sabor a agave.

Directo de Alambique es un tequila sin dilución, añejamiento ni filtración

Embotellado directamente de los alambiques de Herradura, de ahí el origen de su nombre, pues el “Tequila Directo”. Con el que esta bebida es elaborado, bien podría considerarse un nuevo segmento dentro de los tequilas. Debido a su genuino y artesanal proceso de elaboración.

Para conseguirlo, Casa Herradura mantiene más de 15 millones de agaves durante cada etapa de madurez, mismo que se recolectan y se hornean para hacer el tequila perfecto. Ésta bebida se elabora con plantas de agave azul tequilana weber. Provenientes del Valle de Amatitán, el cual produce un sabor más complejo y seco, que la casa tequilera consigue mejorar con sus procesos.

Directo de Alambique

¿Cómo es el proceso de Directo de Alambique?

Cuando el agave está maduro, éste se corta hasta su corazón, conocido como la piña, tras ser cosechadas, las piñas son llevadas de vuelta a la hacienda de Casa Herradura con el fin de hornearlas, triturarlas y meterlas en el horno gigante. Ahí dentro, las piñas se cuecen por un máximo de 26 horas. Tras el proceso de horneado, el agave resultante es extremadamente dulce y rico, incluso se venden trozos del mismo como dulces en los mercados. Y es así como queda listo para ser triturado y hacer mosto: el jugo pre-fermentado con el que se elabora el tequila.

Los 62 tanques de fermentación de Casa Herradura

Estos contienen un total de 1.14 millones de galones de tequila que permanecen al aire libre, expuestos y una vez que están en contacto con la levadura natural, el jugo se agita y arremolina en grandes olas que al desacelerarse culminan en un burbujeo sutil. Cuando el movimiento termina, está listo para ser destilado.

Directo de Alambique

Después de la fermentación

El mosto (jugo de agave) se calienta a temperaturas más bajas que las que dictan los métodos modernos de producción, para alcanzar una graduación menor y preservar los complejos elementos del sabor del jugo. Los compuestos naturales se recuperan selectivamente durante la destilación, otorgando a este delicioso tequila matices florales y especiados. El mosto se destila dos veces, reduciéndolo a un punto en el que sólo se conserva el mejor alcohol.

El proceso concluye cuando..

El alcohol llega al alambique, se embotella justo después de la destilación. Es así como se logra una mayor cantidad de grados de alcohol que el resto de los tequilas blancos. Por lo anterior, Directo de Alambique es considerado como el origen de todos los demás tequilas de Casa Herradura, lo que lo hace único en su especie, cien por ciento “Hecho de México”.

 

Navidad y Año Nuevo es la época indicada para disfrutar de la compañía de tus seres queridos, y compartir con ellos momentos inolvidables,  ya sea decorando el árbol, asistiendo a posadas o a maravillosas cenas para disfrutar de la magia de los villancicos.

Por ello, Helado Obscuro busca consentirte con sus deliciosos helados, pizzas y bebidas. Disfruta de cualquiera de sus 80 sabores de helado y elige el que más te guste, entre ellos sabores de temporada como el Grinch, que tiene un delicioso sabor a manzana verde y a Absolut Pear que estará disponible todo este mes y hasta enero.

Además, si estás buscando honrar la esencia de esta festividad decembrina, prueba sus malteadas. ¡Te llevarás una maravillosa sorpresa!

helado obscuro

Pero si quieres ser todo un experto laboratorista de helados, conoce Helado Obscuro Lab, y mezcla los ingredientes de tu preferencia y después congela la solución con nitrógeno para crear tu helado ideal. También podrás llevar a tus reuniones uno de sus carritos de helado para que tus invitados prueben la diversidad de sus sabores.

Existen 10 puntos de venta, nosotros te compartimos los tres más céntricos.

  • *Heladería boutique Aguayo No. 12, Coyoacán.
  • *Isla de helados Hotel Downtown. Isabel La Católica No. 30, Cuauhtémoc.
  • *Helado Obscuro Lab. Orizaba No. 203, Roma Norte.

Hace algunos años, la sola posibilidad de mezclar destilados como el whisky podía parecer una locura; sin embargo, el boom de la mixología nos ha abierto un abanico de sabores en donde el límite es la imaginación. En estas fiestas decembrinas, te ofrecemos dos tragos navideños, elaborados por el bartender Jorge “Coco” Ojeda de Cabrera 7, en donde los protagonistas son las frutas de temporada y Johnnie Walker Red Rye Finish.

Debido que esta etiqueta es un blend —confeccionado con cuatro whiskys de malta y grano, con añejamiento en barricas de roble americano de bourbon y un toque final en barricas de whisky de centeno— regala notas afrutadas y frescas con recuerdos a vainilla, que le darán matices deliciosos a tus tragos. Solo recuerda, la clave es utilizar productos frescos y naturales.

Red Rye Guava Twist

Red Rye Guava Twist tragos navideños

Ingredientes

  • Media guayaba macerada en whisky Johnnie Walker Red Rye Finish
  • 25 ml de jarabe de canela
  • 45 ml de jugo de naranja
  • 50 ml de Johnnie Walker Red Rye Finish
  • Garnitura de varita de canela

Procedimiento

  • Enfriar una copa flauta y el shaker con hielo.
  • Licuar la guayaba y colar el jugo.
  • Dejar solo dos hielos en el shaker y añadir los jugos, el jarabe y el whisky. Cerrar y agitar por 10 segundos.
  • Quitar el hielo de la copa y servir adornando con la varita de canela.

Red Rye Violet Spirit

Red Rye Violet Spirit tragos navideños

Ingredientes

  • 25 ml de jarabe natural
  • 15 ml de jugo de limón verde
  • 25 ml de licor de violeta
  • 50 ml de Johnnie Walker Red Rye Finish
  • Fresas, rebanadas

Procedimiento

  • Enfriar una copa coupette y el shaker con hielo.
  • Para elaborar el jarabe natural: hervir 200 gr de azúcar y 240 ml de agua. Mover hasta que dé un hervor. Enfriar.
  • Dejar dos hielos en el shaker y añadir el jarabe, el jugo, el licor y el whisky. Cerrar y agitar por 10 segundos.
  • Quitar el hielo de la copa y servir adornando con rebanadas.

¡Estamos a dos días de que sea Navidad! Y por si acaso aún no tienes un plan establecido, aquí te dejamos cinco restaurantes para disfrutar de una cena memorable: tres en la Ciudad de México y dos en Guanajuato. ¡Feliz Navidad adelantada!

Lipp La Brasserie

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En este restaurante de la Ciudad de México encontrarás un menú francés de cinco tiempos. Los platillos que degustarás son: foie gras de pato con mermelada de ciruela negra con mandarina, bacalao rostizado con papa, new york con papa soufflé, queso tête de moine con higo y domo navideño con mousse de vainilla y cremoso de pistache. Teléfono: 55 5281 3538. CH. $1,300 MXN.

Rosewood San Miguel de Allende

restaurantes

Recibir la Navidad en este hotel es una magna celebración, ya que este año la cena de Nochebuena estará tematizada para que los más pequeños disfruten de la presencia de Santa Claus y puedan decorar su propia casita de jengibre. Probarás callo de hacha rostizado, pan brioche tostado con castañas, crema de calabaza de castilla, pechuga de pavo con miel de especias y pastelito de chocolate con cerezas. Teléfono. 01 415 152 9700 CH. $1,300 MXN.

Hacienda de los Morales

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Ubicada en la Ciudad de México, este restaurante ofrecerá una cena en dos de sus acogedores espacios: el Troje y la Terraza. Para comenzar habrá una posada con piñatas, villancicos, buñuelos y ponche. Durante la cena degustarás un menú de cuatro tiempos compuesto de: rosetón de salmón ahumado con ensalada de lechuga baby, crema de camarón con esencia de estragón, romeritos y bacalao a la vizcaína o filete de res con salsa de morillas o pavo navideño con puré de camote, y para finalizar domo de yogurt con maracuyá o turrón con helado de naranja. Teléfono. 55 5283 3054. CH. Desde $1,500 MXN.

Chapulín

Chapulingo

Este es uno de los restaurantes más encantadores, establecido dentro del hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México, encontrarás una cena tradicional de cinco tiempos pero con influencia mexicana. Disfrutarás de ensalada navideña con betabel impregnado de champaña, crema de calabaza támala, atún en costra de pimienta con salsa de tejocote, lechón confitado con romeritos y helado de miel con galleta de chocolate y esferas doradas de dulce de guayaba. Teléfono. 55 5327 7700 CH. $958 MXN.

Villa María Cristina

restaurantes

En este hotel miembro de Relais & Châteaux‎ y ubicado en Guanajuato, podrás saborear las creaciones del chef Mauricio Navarro durante la víspera de Navidad. Comenzarás con una quesadilla de lechón y queso mozzarella, para continuar con crema de piñón, pechuga de pavo con mole rojo de Guanajuato y finalizarás con un brownie con salsa de yogurt de lavanda. Teléfono. 52 479 731 2182 CH. $800 MXN. ¿Qué te parecieron estas opciones de restaurantes?

 

En esta época invernal y festiva, no hay mejor manera de consentir a tus seres queridos y a sus paladares que con deliciosos sabores que les ofrezcan una maravillosa experiencia.

Si estas en búsqueda de opciones para sacarle sonrisas a tus seres queridos, Sabor y Carácter te ayudará con sorprendentes detalles navideños llenos de sabor. Por ejemplo, una excelente opción para regalar es una canasta gourmet, escogiendo productos como vinos franceses, patés, mermeladas, galletas o mostazas.

Navidad

Además podrás obsequiar una  inscripción para el Cheese Club de Sabor y Carácter, pues al ser miembro de este club, tus amigos podrán cautivar a su paladar cada tercer jueves del mes, recibiendo en sus casas una exquisita selección de tres diferentes quesos, ya sea por tres, seis o 12 meses.

Ahora ya tienes una opción original para regalar en esta próxima Navidad, y así demostrarle a tus seres queridos tus sentimientos navideños con elegantes y deliciosos detalles gourmet. saborycaracter.com

Visita la capital marroquí de Rabat y descubrirás un lugar que se distingue de sus ciudades turísticas hermanas. Nick Savage explora sus calles, arquitectura y vestigios arqueológicos.

Tal como los ojos de Mona Lisa, y sin importar a qué punto de Rabat me dirija, la mirada del rey Mohammed VI nunca deja de seguirme. Su imagen se encuentra por toda la ciudad: a la entrada de los hoteles, en las salas de cine, en los vestíbulos de los riads, y en anuncios que se hallan sobre edificios casi derrumbados. En un negocio adyacente a la Kasbah de los Oudayas (ciudad histórica adentro de Rabat) las paredes están decoradas con mosaicos, que muestran una foto borrosa del rey haciendo una escala para tomar un asseer del litchine bil ma’zhaar (jugo de naranja con un poco de agua de azahar).

Como es típico de muchos centros burocráticos, existe una tranquilidad reservada que permea en las calles de Rabat. Mohamed VI construyó una fortaleza alrededor de la ciudad para protegerla de los ataques, ofreciendo una auténtica visión del antiguo Marruecos.

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Durante una plática con Rachid El Guennouni, propietario del restaurante Dinarjat, me cuenta sobre la importancia de la realeza en Rabat. Tumbado en el sofá, con la cabeza recién afeitada y vestido con una camisa blanca y gafas de montura metálica, habla con una resonante voz de barítono mientras gesticula y sostiene su cigarrillo. “Donde hay un reinado, hay buena cocina”, me explica de forma irónica. “Necesitas dinero para tener una gastronomía deliciosa. La cocina marroquí proviene de ciudades imperiales. Existe una clase burguesa que rodea al rey y es la encargada de desarrollar el arte culinario”.

Rabat ofrece muchos de los mejores atractivos de las ciudades más famosas de Marruecos: el surf de Esauira, el ambiente cosmopolita de Casablanca, la energía de Marrakech y la gastronomía de Fez. La medina tiene las mismas características que otros mercados del país —amplia diversidad de productos, vendedores ambulantes y el caos acostumbrado—, pero se desarrolla de manera más ordenada que otros destinos turísticos más grandes y visitados. Sin embargo, lo que prevalece es la exaltación de los sentidos.

Al caminar por uno de sus corredores, me veo forzado a rodear una pared de color azul cielo, mientras un hombre vestido con una djellaba (túnica) tradicional va cargando una carreta llena de fresas, impregnando el aire con una dulce esencia veraniega. Caminando por otro pasillo, me encuentro con un puesto de cabezas de borrego, con las bocas abiertas, algunos dientes restantes y carne en pedazos que revela algunas partes del cráneo. La carne cocida se espolvorea con comino, sal y chile para rellenar medias lunas de khobz chaïr, un pan de origen judío-marroquí cuidadosamente espolvoreado con ajonjolí.

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Cerca de ahí, hay una carreta con una gran tina llena de un caldo turbio de color marrón y conchas en forma de espiral. Se trata de caracoles con sabor a anís, raíz de regaliz y comino. Una vez que se colocan en tazones, una fila de hombres y mujeres extraen los gasterópodos de sus conchas con palillos de madera.

Una niña sumerge mazorcas de maíz en agua salada antes de sujetarlas por el tallo para ofrecerlas a los transeúntes. Observo a algunos estafadores que intentan convencer a los escépticos turistas de que la kasbah está cerrada, pero fuera de eso, el comportamiento de los locales es prudente.

En otros zocos marroquíes, como los de Fez y Tánger, es fácil sentirse abrumado por la atención constante de los locales, pero en la bulliciosa medina de Rabat nadie te dirá qué debes hacer. De hecho, es común sentir que estás importunando a los habitantes y no lo contrario. En un país que siempre se ha distinguido por su comercio turístico, Rabat es más bien frecuentado por diplomáticos y no por turistas desorientados.

Ya entrada la noche, me dirijo a conocer los pasillos laberínticos de la medina junto a un hombre que lleva una linterna de hierro fundido. El nudo de callejones tortuosos se vuelve aún más desconcertante por la oscuridad de la noche. Llegamos hasta una pesada puerta de madera adornada con un dintel y clavos de hierro. Mi acompañante golpea fuertemente, mientras me pregunto quién estará del otro lado.

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Lo que me espera no podría ser más distinto a la experiencia de recorrer las calles de la ciudad. Situado en una mansión del siglo XVII, con un patio abierto, Dinarjat es un descanso para mi mente sobreestimulada. Dos hombres en trajes tradicionales tocan el laúd y el doumbek —tambor de mano—. Una fuente burbujeante acompaña su música. Los zellige (mosaicos de azulejo tradicionales) invaden la habitación y confunden a los huéspedes con su complejidad de patrones. Vestido con un kameez (túnica) con gorra dorada, nuestro mayordomo, Khadija, vierte té de menta desde alturas sorprendentes para enfriar el líquido y crear una textura espumosa en la parte superior.

El señor Guennouni prefiere que el personal de sus cocinas sean mujeres. Él insiste en que son las mejores cocineras, ya que la gastronomía marroquí se ha desarrollado a través de la herencia materna. Junto a una botella de Médaillon Rosé de Syrah, proveniente de la cercana provincia de Benslimane, disfruto de una pastela, que se espolvorea con azúcar glas y se sombrea con canela. La warka con la que está hecha (una pasta delgada similar a la pasta filo) envuelve una rica mezcla de carne de paloma, limón, huevo, pasta de almendras y miel. Originaria de la fusión de la gastronomía bereber y persa, la pastela es una creación culinaria que se filtró de las cocinas de la realeza a las casas marroquíes, y finalmente, a las calles.

Sin embargo, mi pastela es eclipsada por la llegada de un tajín de cordero, servido con arroz al azafrán y un generoso puñado de corazones de alcachofas silvestres asados. Los tajines son las vasijas de barro utilizadas para preparar el platillo y también la comida contenida en ellos.

El vapor se condensa en su tapa cónica y luego vuelve a caer sobre la carne para que ésta conserve su humedad.

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En la avenida Mohamed V, es posible observar las tres personalidades de la ciudad: la antigua, la francesa y la contemporánea. Lo mejor es comenzar con un paseo rápido alrededor de la Kasbah de los Oudayas. Se trata de una ciudad adentro de Rabat. Fue construida en el siglo X como un ribat (fortaleza) para proteger a los almorávides, aunque no pasó mucho tiempo antes de que su propósito fallara, por lo que fue reconstruida por los almohades. Sus murallas derruidas color miel sobresalen en la desembocadura del río Bu Regreg y las aguas del Atlántico que bañan la playa de Rabat, donde los surfistas montan sus olas.

A medida que continúo caminando hacia el sur, la energía y la conmoción de la medina dan paso a un amplio bulevar bordeado por dos hileras de palmeras. La ville nouvelle (ciudad nueva) exhibe influencias de diseño galo en su máxima expresión, debido a que Francia estableció un protectorado en Marruecos en 1912 e hizo de Rabat su capital.

Por la noche, las arcadas a lo largo de la avenida Mohammed V están llenas de gente. El Hotel Balima, frente al edificio del Parlamento Nacional, evoca el glamour de los años 20. La Gare de Rabat Ville (estación de tren) se construyó en los años 30, y su arquitectura mezcla elementos del art déco, futurismo y detalles moriscos. Más al sur se encuentra el barrio de Agdal, un moderno y próspero distrito comercial, así como Souissi, lleno de hoteles de lujo, villas y embajadas.

Es viernes por la tarde y después de la Yumu’ah (la oración que se hace poco después del mediodía), los servidores públicos vuelven a casa para disfrutar un cuscús con sus familias, una comida que está enlazada a este ritual.

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En el restaurante La Maison Arabe, en La Tour Hassan, mi anfitrión Hayat Guedayia me dice que por tradicional, el carácter de un patriarca se mide de acuerdo con qué tan equitativamente puede repartir este platillo. Es común que este día se coma kseksou bidawi (cuscús con cordero y siete verduras): el número siete se considera favorable. El cordero se encuentra sepultado bajo una pirámide de zanahorias, col, calabaza, jitomate, nabo, calabacitas y tuétano, coronada con pasas y garbanzos.

Lalla Latifa, que ha trabajado en La Maison Arabe durante 26 años, prepara mi plato. Ataviada con un gorro y una filipina blanca que contrasta con su piel oscura, la chef posee una imagen imponente. Latifa comenzó su carrera estudiando en la École Hôtelière Touarga, la escuela de cocina real fundada por el rey Hassan II dentro de su palacio. Me explica que no existe una gran cantidad de especialidades locales, ya que la cocina marroquí tiende a ser global, con platos definidos por los productos que están disponibles.

A una corta caminata de 10 minutos hacia el este, el Mausoleo de Mohammed V está en el extremo de la plaza, donde el padre y el abuelo del actual rey fueron enterrados. Una mirada al interior me revela la forma en que es venerada la imagen de la realeza —el edificio es opulento, pero por dentro permanece tranquilo. Un imam (guía espiritual) descansa sobre una alfombra de piel de oveja donde lee el Corán—. Algunos de sus pasajes han sido plasmados en los intrincados zellige (mosaicos) y en el arte tallado en yeso de sus paredes.

El sitio más fascinante de Rabat es Chellah, ubicado frente al palacio real. Su historia es rica y la experiencia de recorrerla es maravillosa. Fue fundada por los fenicios, conquistada por los romanos en el año 40 a. de C. y se convirtió en una ciudad —sus pilares, calles y paredes siguen de pie.

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En el siglo XIV, el sultán Abu l-Hasan, de la dinastía meriní, convirtió este sitio en una necrópolis. A medida que camino por sus ruinas y jardines botánicos, escucho un ruido fuerte que viene de arriba y le preguntó a mi guía, Hamid Ouriti, de dónde proviene ese sonido. Laqlaq, me dice, la palabra árabe onomatopéyica que significa cigüeña.

Una gran cantidad de ellas han hecho de este sitio su hogar. Pescan su alimento en el cercano río Bu Regreg, anidan en lo alto de las piedras restantes y chasquean los picos sin descanso. Partiendo de aquí, Mohammedia se encuentra a un corto viaje, conduciendo a lo largo de la costa de Temara, a través de matorrales que solo se ven interrumpidos por campos dorados de trigo y maíz. Aquí es posible probar la primera pesca de la mañana en Le Restaurant du Port, que ha sido dirigido por la misma familia desde hace 30 años. En este lugar, es posible comer debajo de una pérgola a la sombra del abundante follaje de un árbol de buganvilias. Una carreta con ruedas que crujen se acerca para ofrecer salmón, besugo, lenguado, rodaballo y un par de langostas que intentan escapar.

Mientras mi besugo a la sal se hornea, charlo con Pascale Arnoux, gerente del restaurante. Nacida en Casablanca, su familia, procedente de Francia, emigró aquí en 1912. Es realmente veloz para definir la dicotomía entre cocina y gastronomía. “Los marroquíes le dan la bienvenida a sus comensales de una manera muy similar a como lo hacen los franceses o los japoneses”, me dice. “Por esta razón, creo que más bien estamos hablando de gastronomía, debido a las reglas y tradiciones que hay que respetar para que la comida sea un éxito”.

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El chef encargado de Le Restaurant du Port, Willy Benjamin, emigró de los aclamados restaurantes de Joël Robuchon en París y Las Vegas, atraído por la calidad de los productos de Marruecos que, según él, es una de las mejores del planeta, así como por sus condimentos únicos. “El uso de sabores más fuertes me hizo pensar de manera distinta en cuanto a los que estaba acostumbrado a trabajar, que eran más sutiles y delicados. Aquí los alimentos explotan en especias, sabor y color”.

Esto reitera una afirmación hecha horas antes por Guennouni, la cual al principio pasé por alto: “Los platillos de Francia y España están influidos por los sabores de Marruecos, no al revés”.

Sin importar cómo sea, es obvio que Rabat tiene una gran alacena para ofrecer. La mayor parte de Rabat se mantiene intacta, y no se puede ignorar la mano invisible del poder que la mantiene así.

Información de viaje

Rabat es la capital de Marruecos, la moneda es el dírham marroquí y el huso horario es GMT + 0. En diciembre la temperatura oscila entre los 17 y 18°C, con noches frías de 6 a 7°C, mientras en enero disminuye la temperatura hasta 16°C por el día y 4°C por la noche.

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Cómo llegar

Air France (airfrance.com) vuela desde la Ciudad de México a Rabat, vía París. Viaje redondo desde $1,033 USD. Delta (es.delta.com) también ofrece vuelos con conexión en Atlanta y París. Viaje redondo desde $1,008 USD.

Recursos

La Oficina de Turismo de Marruecos (muchmorocco.com) ofrece información y tips útiles para planear tu viaje a Rabat y al resto del país, incluyendo tours culturales y caminatas por el desierto.

Más información

In Morocco de Edith Wharton ($9.00 USD, amazon.com) cuenta las travesías de la escritora estadounidense por el país a finales de la Primera Guerra Mundial. Su estilo captura la esencia de Rabat.

Dónde comer

Los precios que se muestran corresponden a un menú de tres tiempos por persona. No incluye vino, a menos que se indique lo contrario.

Dinarjat Una de las opciones favoritas de los diplomáticos que visitan Rabat a la hora de la cena. El romance en Dinarjat es evidente. Los huéspedes son llevados a través de los pasillos de la medina hasta llegar a una mansión de estilo andaluz con un patio donde se toca música en vivo. Su menú marroquí ofrece los mejores y más frescos cortes. $27 USD. Boulevard el Alou, Rabat 10030, 00 212 5377 04239

Tajine Wa Tanjia Nombrado en honor a sus dos platillos principales, Tajine Wa Tanjia está ubicado junto a la estación de trenes. El restaurante se especializa en carnes exóticas, como la de camello y avestruz, que son preparadas en tajines. No te vayas sin probar el poulet aux olives et au citron (pollo al limón con aceitunas) o la tangia chameau (tajín de camello). $16 USD. Rue Baghdad, Rabat 10000, 00 212 5377 29797

Villa Mandarine Con uno de los jardines más bellos de Rabat como escenario, sería imposible no experimentar cierta felicidad al descorchar una botella de syrah orgánico de Saignée mientras los pavos reales se abren paso a través de buganvilias. La comida hace juego con el lugar. El menú se compone de una selección de platillos europeos y del Norte de África. $32 USD. villamandarine.com

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Le Ziryab Este restaurante tiene algunas similitudes con Dinarjat. Los huéspedes son guiados a través de los pasillos de la zona norte de la medina hasta una puerta adornada. Al interior se revela un hermoso patio con una banda que toca el laúd en vivo. El menú es fijo, perfecto para aquellos que no quieren sorpresas. $43 USD. restaurantleziryab.com

Le Restaurant du Port Ubicado en el barrio portuario de Mohammedia, este lugar es un favorito tanto de los habitantes de Rabat como de Casablanca. Su menú hace énfasis en los platillos con pescado, que llega a primera hora de la mañana y se prepara de forma sencilla pero deliciosa. Durante nuestra visita, probamos el besugo salado al horno servido con una rebanada de limón y aligot de papa (puré de papa con queso y ajo), fue todo un festín. No te vayas sin probar la tarte tatin. $27 USD. restoport.ma

Dónde quedarse

L’Amphitrite Palace Resort A solo 20 minutos en auto del centro de Rabat, en el distrito playero de Temara, L’Amphitrite es un hotel de estilo art déco que combina el diseño marroquí con el ambiente de Miami. Cuenta con una piscina de hidromasaje, piscina al aire libre, jacuzzi y 13 salas privadas de spa. Habitación doble desde $120 USD. lamphitrite-palace.com

Dar El Kebira Es un impresionante riad histórico restaurado para adaptar su diseño morisco clásico al viajero moderno. Ofrece 10 habitaciones, un hammam tradicional y una de las vistas más envidiables a la ciudad. Habitación doble desde $100 USD. darelkebira.com/en

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Sofitel Rabat Jardin des Roses De todos los hoteles en Rabat, probablemente sea el más resplandeciente. Nombrado en honor a sus jardines andaluces, que cuentan con 300 rosales, repartidos en 17 hectáreas, Sofitel también es hogar de dos bares, tres restaurantes y el club nocturno más popular en la ciudad, un lugar que acoge a una serie de celebridades durante el Festival Mawazine. Habitación doble desde $170 USD. sofitel.com

La Tour Hassan Este hotel de lujo posee un estilo árabe tradicional, tres restaurantes, un hammam, spa, gimnasio y un lounge. Un eterno favorito entre las celebridades que vienen a hacer rodajes en la zona, Clint Eastwood utilizó el piano del bar durante el rodaje de la película Francotirador. Habitación doble desde $325 USD. latourhassan.com

Villa Mandarine Ubicado dentro de una hectárea de jardines reverdecientes, en medio de una huerta de 700 naranjos, este hotel boutique se encuentra en el barrio de las embajadas de Souissi. Cuenta con solo 36 habitaciones de diseño individual, la mayoría de ellas con terrazas y vistas a los jardines. La consigna aquí es la tranquilidad —la relajación extrema es un síntoma de muchos huéspedes—. Habitación doble desde $340 USD. villamandarine.com

Thalvin Wines Rabat

Dónde beber

Les Deux Palais Para conocer la cultura local de bares, no existe mejor lugar. Este sitio pertenece a Rachid El Guennouni, quien también es propietario de Dinarjat. Ofrece cerveza a precios asequibles y un menú mediterráneo con especialidades a la parrilla. 14 Avenue Ouarzazate, Rabat 10010, 00 5376 60266

Le Dhow Es un poco turístico y algo costoso, pero disfrutar uno de sus gin and tonics en un dhow (barco de vela árabe), mientras escuchas el llamado a la oración y observas el Sol desaparecer detrás de la Kasbah de los Oudayas, es una experiencia inigualable. ledhow.com

Le Grand Comptoir Ubicado en Avenue Mohammed V, Le Grand Comptoir posee una clientela joven y ofrece música en vivo. legrandcomptoir.ma

Pequeñas y esféricas, estas frutas sorprenden al paladar con su sabor dulce y ácido a la vez, dicen Dulce Vega y Clarissa Hyman. Recetas y estilismo de alimentos: Linda Tubby / Fotos y Producción: Angela Dukes / Maridaje: Miguel Ángel Cooley.

El sabor de la grosella es uno de esos recuerdos infantiles que muchos mexicanos atesoramos con cariño. Es ese colorido tono rojo y sabor ácido-dulzón estaba en refrescos, golosinas y en raspados veraniegos que rápidamente pigmentaban el contorno de nuestros labios y boca. Sin embargo, pocos conocemos la forma original y fresca de esta frutilla.

En términos generales

Las grosellas son el fruto de distintas variedades de arbustos conocidos como groselleros, plantas herbáceas y leñosas que crecen de forma espontánea en regiones de clima templado a frío. Existen tres variedades principales: negras, rojas y blancas; todas originarias de diferentes partes del mundo. Con énfasis en Europa. Sus significativas concentraciones de vitamina C y pectina las hacen perfectas para preparar bebidas, jarabes, licores y mermeladas deliciosas.

Las grosellas son bayas silvestres

Las grosellas negras y rojas son bayas que crecen de forma silvestre en los Himalayas y del centro al norte de Europa y Asia. Ambas variedades son frutos no climatéricos, es decir, que no maduran después de la cosecha, por eso deben de ser recolectadas en su punto exacto. Las primeras, Ribes nigrum, son también conocidas como casis y zarzaparrilla, tienen un color morado oscuro que resalta entre los racimos de sus arbustos.

Al parecer surgieron primero que las rojas —fueron mencionadas por primera vez en un manuscrito alemán del siglo XV—; sin embargo, el intenso aroma de su follaje y sabor fuerte las hicieron impopulares. Por esta razón las grosellas rojas fueron la primeras en ser oficialmente reconocidas y cultivadas en el siglo XVI.

En la actualidad la variedad negra es cultivada en Borgoña

Donde se utiliza para hacer crema de licor de cassis, la cual suele ser mezclada con vino blanco para crear un glorioso aperitivo veraniego conocido como vin blanc cassis o Kir, en honor a su inventor Félix Kir, héroe de la Resistencia francesa.

Inicialmente, el interés por ambas plantas se centró en sus propiedades medicinales y no en sus cualidades culinarias. Se creía que eran útiles para el tratamiento de fiebres y para mejorar la digestión. Incluso hoy en día el jugo de grosella sigue siendo considerado como una bebida saludable en Alemania y Escandinavia. Así como el té de grosella negra, que se prepara con el jarabe de estas bayas endulzado con miel como remedio para combatir el dolor de garganta.

Las grosellas son mejores acidulantes naturales

Otra cualidad interesante de las grosellas es que son de los mejores acidulantes naturales que crecen en el norte de Europa, y por eso son un buen equivalente al zumaque (especia de Oriente Medio), la granada y el tamarindo.

Por su parte las grosellas rojas, Ribes rubrum, crecen igualmente en arbustos resistentes que se asemejan al de las uvas, y son plantas capaces de echar raíces en donde otras no pueden, como en suelos arcillosos.

Cuando se consumen frescas, tienen un sabor contrastante: ácido y ligeramente dulce, perfecto para cualquier tipo de postre, que combina en especial con duraznos y nectarinas.

Estas frutillas son populares en Europa, donde es fácil conseguirlas durante el verano y parte del otoño. En Gran Bretaña las emplean en una bebida carbonatada llamada Ribena, y es tan popular que para elaborarla usan el 95% de su cosecha anual de grosella negra. También la aprovechan en la salsa cumberland, cuya preparación involucra jalea de grosellas, jugo de limón o naranja, mostaza, cayena molida y jengibre. Tradicionalmente la usan  para acompañar platillos de cordero y carne de caza, además de ser un gran saborizante para el estofado de carne, otorgándole una estupenda acidez.

En el norte de Francia prefieren la grosella roja.

A mediados del siglo XVIII, el jugo de estas frutas se puso de moda en este país y tenía un nombre exótico: groseille d’outre mer, que significa grosella de un lugar lejano. Ahí mismo existe la mermelada de grosella de Bar-le-Duc, una exquisitez elaborada con una técnica exigente: cada grosella se perfora con una pluma de ganso para sacar las semillas, y luego se hierven con jarabe de azúcar y el jugo de grosella roja.

La tercera variedad, la grosella blanca, es una cepa albina de la variedad roja. Son deliciosas congeladas o pochadas en un almíbar ligero para servirse con helado y galletas de almendras.

Curiosamente en nuestro país las grosellas no son tan conocidas. De hecho, en términos de producción se les agrupa junto a bayas como la zarzamora y las frambuesas; ocupan 2% de la producción de fruta anual, principalmente en los estados de Morelos, Jalisco y Michoacán, sus productores. Debido a que son nativas de climas fríos, no toleran la exposición al Sol después de su cosecha y se deshidratan rápidamente si se almacenan en condiciones no adecuadas. Por esta razón en México es difícil encontrar las variedades europeas. Comprarlas deshidratadas en los mercados es más accesible, aunque si quieres saborearlas frescas, uno de los métodos más convenientes es comprar tu planta de grosella por internet y trasplantarla en tu jardín.

Otra opción para probarla en nuestro país es en soda artesanal. En Jalisco, desde hace tres años los chefs Fabiola Murillo y Ricardo Rodríguez lanzaron la marca Pimpers Paradise, en la que combinan jarabe de albahaca, un concentrado de grosella natural cultivada por ellos mismos y agua carbonatada.

También es posible probar la variedad Phyllanthus acidus

Cultivada en climas cálidos como los de Morelos y Yucatán. Es amarilla o verdosa, de forma estrellada y ovalada, dura como la manzana y de un gusto muy ácido. Puedes conseguir una planta en el Vivero de Yautepec, donde llevan 20 años vendiéndolas. Para cuidarla solo debes regarla diariamente y ponerla en exposición al Sol. Su cosecha se da durante el invierno y, por lo general, en tierras yucatecas se prepara en un dulce con almíbar.

Si alguna vez en los diversos mercados de México te encuentras con alguna variedad de grosella, ya sea congelada, deshidratada o fresca, no dudes en comprarla para experimentar su sabor auténtico. Aunque guardaremos con cariño los recuerdos de aquellas golosinas que marcaron la infancia y los labios de muchos de nosotros.

Recetas

En todas las recetas puedes sustituir las grosellas frescas por deshidratadas, de acuerdo con las instrucciones; o en todo caso, usa las recién cortadas del arbusto que hayas plantado en tu hogar.

grosellas

grosellas

grosellas

grosellas

En este mes de celebraciones, compartimos un dulce festejo con tres de las mejores reposteras del país: Sonia Arias, Paulina Abascal y Mari Tere Ramírez Degollado.

Ellas son mujeres con diferentes historias, pero con ingredientes en común: las tres crecieron con una fuerte influencia familiar que les dio sustento y determinación para elegir el camino de la cocina dulce.

Desde niña, lo único que Sonia quería era amasar y hornear todos los días; después, junto con su abuela, se sentaba a vender galletas o brownies. Mari Tere creció en la cocina viendo a su mamá, la legendaria Carmen Titita Ramírez Degollado, de quien aprendió los secretos del fogón. Paulina hacía pasteles a los 7 años de la mano de su gran mentora, su abuela.

Las tres son herederas del gusto por hacer y compartir sus creaciones a través de los detalles dulces que halagan al paladar. Aunque comparten el placer por la cocina, su amor por ésta las llevó, de inicio, por distintos caminos. Por ejemplo, Mari Tere y Sonia comenzaron una vida académica en el extranjero para especializarse en Repostería. Por otro lado, Paulina primero estudió Administración Hotelera en México, y más tarde, la vida la llevó por el camino de los pasteles y los postres.

Son grandes mujeres y chefs, así como exitosas empresarias mexicanas que dirigen su vida con orgullo y entusiasmo. Paulina cuenta con su taller de repostería, un programa de televisión y el lanzamiento de su más reciente libro, en el que narra los viajes que ha realizado a diferentes partes del mundo.

Sonia también comparte dulzura a través de su programa de pastelería en televisión, y desde el restaurante Jaso, con su esposo y compañero de batalla Jared Reardon, dirige Jaso Bakery.

Mari Tere, al lado de su colega Joan Bagur, es el corazón y la levadura del taller Sal y Dulce Artesanos. Ahí construyen un imperio dulce que ya cuenta con ocho puntos de venta en la ciudad, y han extendido su emporio con la Hamburguesería OKdf.

Para esta temporada de festejos, nos comparten sus gustos. Sonia es fanática de la champaña y también disfruta de los vinos intensos, lo mismo un tinto o un blanco, según el estado de ánimo. Mari Tere agradece la oportunidad de haber vivido en España y haber probado diferentes vinos que enriquecieron su paladar. A Paulina le gusta disfrutar de alguna bebida caliente, y por qué no, de un martini de lichi.

Sonia es intensa, apasionada y exigente. Mari Tere una guerrera, constante y sincera. Paulina es determinada, amorosa y dedicada. A su manera, nos comparten sus recuerdos de infancia con postres que celebran la vida y el esfuerzo. Pero sobre todo, que demuestran que la tenacidad y la fuerza no están peleadas con un corazón azucarado. Felices y deliciosas fiestas. ¡Salud!

Recetas

Pastel con decoración de escarcha Bûche de Noël Sacher navideño

Pastel despeinado de chocolate Pastelito macarrón de Navidad Milhojas navideño

 

Arroz hasta en las bodas ¿apoco no?, desde los platillos criollos de Latinoamérica, hasta las paellas y los risottos europeos, además de los biryanis, los nigiris y los sushis de Asia.

Sus variedades de cosecha son tan numerosos como las regiones en las que se cultiva, y este que recién probamos en el restaurante Tandoor que prepara cocina de Pakistán e India, nos atrapó. Se llama arroz Basmati, un grano fino, largo y poroso lo que le permite un mayor almacenamiento de agua y a su vez le convierte en una fuente única de fibra natural; es cultivado en la cordillera del Himalaya y muy utilizado en las cocinas de India.

¿Por qué lo recomendamos? Además de ser más rico en fibras y minerales que el resto de los arroces, no contiene gluten, es bajo en colesterol y grasas; apto para celíacos. 

arroz basmati

Propiedades

Contiene vitamina B y E, que funciona como un antioxidante y vitamina K, para la coagulación de la sangre. De la familia de minerales, podemos hallar que el arroz basmati contribuye con el 88% de manganeso, esencial para el metabolismo de las proteínas, los hidratos de carbono y la regulación de su sistema nervioso; también aporta 21% de magnesio, 27% de selenio, hierro y en menor medida calcio, cobre, potasio, y zinc.

Es una buena fuente de carbohidratos, que brindan energía para el cerebro y el sistema nervioso central. Una taza de arroz ofrece el 10 % de la dosis diaria recomendada de proteínas y contiene los ocho aminoácidos esenciales.

arroz basmati

El arroz Basmati integral proporciona el doble de fibra (14%) que el arroz blanco, mantiene el intestino sano y disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon. Esta misma característica ayuda en la reducción de glucosa en la sangre, por tal es un ingrediente que debe estar presente con frecuencia en los regímenes alimenticios de personas con diabetes. De la misma forma, su consumo es una constante para la población que ha decidido abrazar tendencias de nutrición por las vías vegana y vegetariana; y lo mejor es que no es exclusivamente compatible con las recetas de su región de origen, sino con una gama infinita de preparaciones.

Encuentra este arroz en el restaurante Tandoor, que desde el año 2010 lo importa de la India para garantizar la calidad de cada grano. Incluso diversos chefs de todo México son sus clientes y al igual que él, ofrecen a sus comensales producto rico en salud y sabor, entre ellos Mohamed Mazeh (Centro Libanés), Daniel Ovadía (Nudo Negro) y Vicente Etchegaray (Bakea), sólo por mencionar algunos. tandoor.com.mx

¡Checa esta deliciosa receta!

Vegetable Pulaoo

arroz basmati

  • 1 k de arroz basmati
  • 1 ½ k de verdura mixta picada al gusto (chayote, zanahoria y elote)
  • ½ cucharada de comino
  • 10 clavos
  • 15 pimientas negras chicas enteras
  • 8 cardamomos
  • 3 cucharada de pasta de ajo y jengibre
  • Chile picado al gusto
  • ¼ taza de cebolla cortada en juliana
  • Aceite
  • Sal

Prodecimiento

Lavar el arroz basmati y dejar remojar por 20 min. En una olla dorar la cebolla en el aceite. Cuando la cebolla se torne transparente, agregar el clavo, el comino, la pimienta negra y el cardamomo, y tras 10 o 20 segundos incluir la pasta de ajo y jengibre. Cocinar por espacio de 20 a 30 segundos. Vertir litro y medio de agua y cuando ésta hierva agregar sal, el arroz (escurrido) y la verdura.

Dejar cocer a fuego intenso. Cuando el nivel de agua queda a medio centímetro sobre el nivel del arroz, tapar y poner a fuego lento, asegurándote que el vapor no escape. Tras 20 o 25 minutos, destapar y disfrutar.

Si gustas puedes agregar al momento de la ebullición de una a tres pizcas de azafrán, para dar un agradable tono al platillo.