Siempre hay una buena excusa para saborear estas frutas de dulce aroma y alegre color, que recuerdan postres frescos y colmados de sabor, dicen Clarissa Hyman y Arlett Mendoza

Las moras azules al madurar son tan dulces como el acompasado canto de Louis Armstrong, quien, mientras recuerda cómo se enamoró en Blueberry Hill, evoca frescas noches de otoño, época en la que los campos se pintan de azul y los agricultores dedican sus días a la cuidadosa cosecha de estas bayas.

En México, a partir de octubre se comienza con laMorasAzules de moras azules. En ranchos como La Concordia, en Zacatlán, la cosecha se hace a mano para preservar la frescura y evitar que se lastime la fruta. Y como la maduración no es homogénea, los agricultores regresan hasta ocho veces a la misma planta para recoger sus frutos.

Para conseguir moras azules con acidez equilibrada y jugosas, es necesario que crezcan en áreas donde los días sean largos y las noches frescas; además, requieren suelos húmedos, bien drenados, ácidos y arenosos. Estas bayas son endémicas del norte de América, y eran un alimento popular entre las tribus de nativos americanos. Ellos las comían crudas, deshidratadas al Sol, en sopas, en guisos y con pemmican (una masa de carne seca pulverizada). También se dice que se las ofrecieron a los primeros peregrinos para ayudarlos a sobrellevar su primer invierno. De ahí que durante el Día de Acción de Gracias, que celebran el cuarto jueves de noviembre, sean parte de uno de los acompañamientos estelares: la salsa de arándanos. Las moras azules y los arándanos negros pertenecen al mismo género: Vaccinium, una familia que también incluye las moras negras y los arándanos rojos.

Por mucho tiempo, nadie creyó que las moras azules pudieran ser domesticadas, pero un par de agricultores produjeron, finalmente, el primer cultivo comercial en Nueva Jersey, en 1916. Las especies híbridas que conocemos hoy en día se remontan a tres especies nativas de los Estados Unidos, que provienen de arbustos altos de hasta tres metros de altura, hasta una variedad enana que en ocasiones no supera los 15 centímetros. Durante la primavera, hermosos racimos de flores blancas, que posteriormente se convertirán en bayas, brotan de estos arbustos —al principio duras y verdes, después toman un color púrpura rojizo y finalmente se vuelven azules por fuera y con carne de un color verde translúcido…

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Hace ya siglo y medio que el icónico whiskey Jack Daniel’s nació, suceso que merece grandes festejos. Por eso la destilería lanzará la edición limitada de Jack Daniel’s No. 7, que conmemorará esta celebración. Además de que el mixólogo Luis C. Iriarte ideó una selección de siete cocteles inspirados en el famoso whisky.

Jack Daniel’s No. 7 es madurado y embotellado con 50 de graduación alcohólica, tiene notas de caramelo y mantequilla. Seguidas de un final robusto, suave y persistente con sabores cálidos a roble tostado.

Es una creación que corresponde al maestro destilador Jeff Arnett. Quien comenta: “Para este whiskey, nuestros Maestros Toneleros se encargaron de crear nuestras barricas. Ellos reprodujeron la expresión contemporánea del tostado de una barrica como se hacía en 1866, quemándolas lentamente para resaltar los sabores y aromas de la madera”.

Jack Daniel’s

Coctelería con Jack Daniel’s

Fue con este perfil de sabor que el mixólogo Luis C. Iriarte se inspiró para crear cócteles conmemorativos, todos con el Jack Daniel’s No. 7 como protagonista, a excepción de uno.

  • Foodie Traveler: con pimiento rojo, fresa, cítricos y jugo de piña. Cuyo sabor fue el resultado de la inspiración de Luis con nuestra revista.
  • Manhattan Hibiscus: con infusión de vermut rojo, flores de jamaica y gotas de amargo de angostura.
  • Kinky Jack, de cerveza de jengibre, cítricos e infusión de hierba limón.

Jack Daniel’s

  • Backyard Lemonade, con Jack Daniel’s Tennessee Honey, jugo de limón amarillo, jarabe natural, cilantro fresco, soda de limón y bitters aromáticos.
  • Jack’s secret punch, con vino blanco, hierbabuena, pepino, fresas y limón amarillo, con soda de toronja y jarabe de flor de sauco.

Jack Daniel’s

  • Vintage Jack, con licor de ciruela, vermut rojo, tomillo, jugo de limón y jarabe natural con infusión de te rooibos y bitters aromáticos.
  • Jack in the pops, Vermut rojo, jugo de limón amarillo, jarabe casero de palomitas caramelizadas y jugo de manzana.

Prepara estos cocteles con el Jack Daniel’s No. 7, cuya edición especial estará disponible en México a partir de octubre.

 

La riqueza gastronómica de México es algo que, sin duda, debe celebrarse. Por ello, como parte de una iniciativa por enaltecer la labor de campesinos y pequeños productores del país, la marca premium de hoteles y restaurantes, Tesoros de México, ofrecerá una serie de comidas maridaje, durante los meses de septiembre 2016 y marzo 2017, con menús diseñados exclusivamente con ingredientes endémicos de la región de Morelos.

Maridajes Tesoros > Pueblo Mágico de Tepoztlán

El pasado 23 de septiembre, viajamos hasta el Pueblo Mágico de Tepoztlán para ser parte del penúltimo maridaje que se llevarán a cabo en el estado durante septiembre. En esta ocasión, el anfitrión del evento fue Hostal de la Luz. Un encantador hotel boutique que nos recibió con un clima inmejorable y vistas impresionantes a la zona montañosa de Tepoztlán.

Maridajes Tesoros

Menú en la terraza

Ahí, en la pacífica terraza del hotel, degustamos algunos bocadillos y bebimos una refrescante agua de horchata con infusión de bugambilias. Antes de pasar al comedor, donde ya nos esperaba el chef Ricardo Muñoz Zurita y un grupo de cuatro chefs locales. Quienes trabajaron mano a mano  para preparar un menú de cuatro tiempos que serían maridados con vinos mexicanos procedentes de la región de Ensenada, Baja California.

Para comenzar, disfrutamos una suculenta sopa fría de aguacate con verduras y hortalizas locales. Acompañada de vino blanco sauvignon blanc de la bodega Emblema. El cual empató a la perfección con los sabores frescos del platillo.

Ya con el apetito abierto, continuamos con una pasta con huitlacoche y un delicioso vino rosado de la bodega Lechuza, con notas frutales a fresa, arándanos rojos y manzana.

Tesoros de México

El plato principal

Un envuelto de nopal y cecina con mole verde y ayocotes (una especie de frijol gigante originario de Morelos). Fue acompañado con Maxixe, un peculiar vino tinto de Bodegas Marilena hecho con uvas petit verdot, cabernet sauvignon y grenache. Con un final aterciopelado y notas a cacao, cereza negra, tabaco y eucalipto. Una combinación ganadora.

Para finalizar..

La bodega vinícola Mina Penélope presentó una de sus últimas creaciones: un vino tinto de cosecha tardía hecho con uvas nebbiolo, creado especialmente para esta ocasión y para acompañar unos deliciosos buñuelitos rellenos de compota de guayaba rosa con helado de vainilla.

 Maridajes Tesoros

Los maridajes Tesoros de México, edición Morelos

Están abiertos a todo el público, tienen un costo de 790 pesos por persona y el último de este mes se llevará a cabo el 31 de septiembre en Hacienda de Cortés. Una bella propiedad ubicada en el municipio morelense de Jiutepec. Si deseas asistir, visita la página oficial de la hacienda para adquirir tus boletos, o bien, visita los 16 Tesoros de México que se encuentran a lo largo de Morelos y el Pueblo Mágico de Taxco, donde se servirán los mejores platillos de cada maridaje. tesorosdemexico.com.mx, hotelhaciendadecortes.com.mx

Maridajes Tesoros

Miguel Ángel Cooley, nuestro sommélier preferido, sigue promoviendo la cultura del vino a través de espectaculares noches de cata, que se llevan a cabo una vez al mes en sus restaurantes Gloutonnerie o Lipp La Brasserie.

Mundo del vino mexicano

La velada del pasado miércoles 21 de septiembre, versó sobre el mundo del vino mexicano. Para ello, nuestro experto sommélier hizo una exhaustiva introducción del origen de las vides en México. Para que los comensales pudieran entender cómo había sido su evolución hasta llegar a los vinos contemporáneos.

Además, Cooley se detuvo en todas las regiones del país en donde se produce vino de calidad.

  • Baja California.
  • Zacatecas.
  • Aguascalientes.
  • Guanajuato.
  • Querétaro.
  • San Luis Potosí.
  • Coahuila.
  • Chihuahua.

Son para el experto una prueba de que las cosas se están haciendo por el buen camino. “Con el tiempo podremos ser un país con muchas expresiones distintas gracias a los diferentes terruños que posee México. Esta es una de las grandes ventajas que tenemos”, destacó  nuestro sommélier de casa y autor de la «Columna del Vino» en Food and Travel.

Noches de cata

El primer vino elegido para abrir la noche fue un caldo del Valle de Guadalupe de la bodega Viñas del Sol, Santos Brujos 2014. Un chardonnay con notas de frutos secos y bollería que maridaba con la propuesta del chef, un amouse bouche elaborado con queso de Oaxaca tibio con reducción de jitomate.

Después llegó un vino Malbec de Zacatecas etiqueta Tierra Adentro 2011 ligero, de acidez alta, un nivel medio alto de alcohol y un tanino muy bien integrado. Miguel Ángel Cooley recomendó guardarlo en la bodega durante tres años porque el vino evolucionará de una manera espectacular. Para maridarlo, el chef de la casa, Said Padilla, ofreció robalo al grill con jitomates al chipotle, polvo de tortilla y piña asada.

Noches de cata

El tercer vino elegido para la ocasión fue la sorpresa de la noche para todos. La etiqueta La Casona 2011 de Chihuahua enamoró a más de un comensal por su equilibrio y su masculinidad. Ante este sorpresivo caldo, Miguel Ángel Cooley señaló que la prueba irrefutable de que el vino mexicano estaba creciendo eran productos de tan alta calidad como el que se acababa de catar. Para maridarlo, el chef sirvió un exquisito lechón confitado con puré de aguacate sobre tortilla de maíz azul.  

La costilla de venado con recado negro y elotito baby con alioli fue el cuarto tiempo. Mismo que fue maridado con dos caldos para no saturar de comida a los presentes. El primero de ellos pertenecía a Casa Madero, la bodega más antigua de toda América, un Casa Grande Shiraz Parras Coahuila 2011. Después se cató un espectacular Paolo Nebbiolo de Guadalupe BC 2012. Durante la cata de este último, nuestro sommélier destacó que México no tenía una uva insignia como les sucede a países como Chile o Francia aunque muchos expertos apuntaban que el Nebbiolo podría ser esa variedad. Como broche final se sirvió un tequila Herradura Selección Suprema XA junto a una deliciosa crème brûlée de café.

La próxima será parte de las noches de cata, y se realizará el 26 de octubre en el restaurante Lipp La Brasserie y se hará una introducción a los vinos italianos Barolos y Barbarescos, junto a un menú con trufa.

El Golfo de California es el horizonte de La Paz, capital de Baja California Sur, sitio que además de cautivar con sus idílicos paisajes, sorprende con sus increíbles sabores. Por eso participamos en una clase de cocina con Alejandro Villagómez, chef del hotel Costabaja, todo esto en el entorno único que el Experience Center de Miele puede ofrecer.

Todos los participantes nos reunimos para escuchar las instrucciones del chef Alejandro, quien alegremente nos explicó lo que haríamos.

“El resultado depende de ustedes”.

Fue así como nos dividimos en tres grupos para el trío de recetas:

  • crema de almeja con chorizo frito, papa confitada y cilantro.
  • pulpo asado con emulsión de huitlacoche, pepitas y chiles de árbol.
  • y mango caramelizado con hierba damiana, salsa de chocolate blanco y cardamomo y helado de mango.

Nuestra elección fue la segunda opción.

chef Alejandro Villagómez

Para la facilidad de los participantes, el chef Alejandro y su equipo, traían listo el Mise en place, por lo que la preparación fue sencilla.

El pulpo, previamente cocido en agua con sal por 40 minutos, lo cortamos en trozos para después sellarlo en aceite de olivo. “Aquí el truco es no moverlo para que quede crocante”, nos comenta el chef Villagómez. Para hacer la emulsión de huitlacoche, salteamos el ajo con la cebolla blanca y después agregamos el hongo para cocinarlo hasta que tomara una coloración negra. Añadimos el epazote y un poco de agua para la consistencia, finalmente esto lo licuamos y pasamos por un colador fino. Por otra parte, tomamos las pepitas de calabaza para tatemarlas y picarlas toscamente junto al chile de árbol troceado, finalmente a esta preparación le añadimos ajo picado, aceite de olivo, unas gotas de limón y sal.

La Paz

Mientras tanto, nuestros compañeros descubrieron algunos secretos del procedimiento del entrante y el postre. “La papa es suficiente para espesar esta crema”, admite el chef Alejandro Villagómez. El momento culminante fue cuando saboreamos en la mesa los platillos que los invitados habíamos preparado. Fue así como descubrimos juntos algunos de los múltiples sabores que son característicos de La Paz.

La Paz

 

Los mercados son el reflejo de una sociedad y de su cultura, gracias a que en estos espacios se manifiestan vivamente sus tradiciones y costumbres. Por estas razones, estas áreas han sido declaradas por el Gobierno de la Ciudad de México como Patrimonio Cultural Intangible de nuestra capital.

La Merced

Mercado Merced mercados

Ubicado al extremo oriente del Centro Histórico de la Ciudad de México, este sitio es el mayor mercado minorista de alimentos de la capital mexicana. Aquí puedes encontrar frutas y verduras, sobre todo, además de auténtico quesillo. Igualmente, si buscas saborear los clásicos antojitos mexicanos, éste es el lugar ideal.

Dónde: calle Rosario sin número, Merced Balbuena, Venustiano Carranza. 

Medellín

Mercado medellin mercados

Su característica fachada decorada con arte callejero y sus emblemáticos productos latinoamericanos lo han convertido en casi un lugar de culto en el corazón de la colonia Roma. Este mercado tiene poco más de 100 años de historia y en la actualidad, aparte de los clásicos alimentos mexicanos, puedes hallar ajiaco, café colombiano, ingredientes para hacer la Bandeja Paisa y más.

Dónde: Medellín sin número, Roma, Cuauhtémoc.

La Nueva Viga

Mercado La Nueva Viga

Este mercado se localiza en la parte suroeste de la Central de Abasto. Se trata de nueve hectáreas donde se comercializan pescados y mariscos, que la convierten en la más grande de América Latina y la segunda en el ámbito mundial. Aquí podrás encontrar más de 500 especies marinas.

Dónde: Eje 6 Sur, San José Aculco, Iztapalapa, Ciudad de México.

San Juan

Mercado San Juan

Es uno de los más antiguos y tradicionales mercados de la Ciudad de México. Su fama radica en que aquí puedes encontrar productos exóticos, extranjeros y de gran calidad. Si buscas carne de armadillo, iguana, conejo, jabalí, pimienta shi shuan, tofu y más, éste es el sitio indicado. Se encuentra en pleno Centro Histórico y oficialmente se llama Ernesto Pugibet.

Dónde: avenida Arcos de Belén, Centro, Cuauhtémoc.

Melchor Múzquiz de San Ángel

mercado de san angel mercados

Es conocido popularmente como el Mercado de las Flores de San Ángel, aunque allí también se venden frutas, verduras, carnes, pescados y productos especiales para festividades nacionales. Se inauguró en 1958, pero en 2008 el pintor Ariosto Otero creó el mural que lo distingue. Esta obra de arte relata la historia del comercio en México con personajes del cine, la música y las artes plásticas.

Dónde: avenida Revolución sin número, San Ángel.

El frío está comenzando y una de las mejores actividades para calentarnos el cuerpo y el alma es prepararnos una sopa o algunos caldos. Por eso, aquí te presentamos cinco preparaciones muy mexicanas que puedes hacer en los próximos días.

Caldo de piedra

Caldo de Piedra caldos

Se trata de una preparación prehispánica elaborada con agua, jitomate, chile verde, cebolla, ajo y hierba santa. Todos estos ingredientes se colocan en un recipiente, al cual se añaden piedras calientes al rojo vivo, lo cual provoca la ebullición del agua y genera la cocción de las verduras. Es una receta que subsiste en comunidades de Oaxaca y Veracruz.

Caldo michi

Caldo michi

Su nombre proviene del náhuatl michin, que significa “pescado”. Este tipo de caldos se aromatiza con cilantro, orégano o chiles en vinagre. Suele preparase con calabacita, zanahoria, cebolla, col y jitomate, todo sofrito en aceite. Es uno de los platillos más famosos de Jalisco, en especial de Chapala y de algunos lagos de Michoacán, como Pátzcuaro.

Caldo tlalpeño

caldo Tlalpeño

El origen de este clásico platillo se remonta al antiguo pueblo de Tlalpan. Para hacerlo, necesitas pollo cocido en agua con ajo y cebolla, sazonado con jitomate y chile chipotle. Puedes acompañarlo con ejote, calabaza, zanahoria, papa, garbanzo y epazote. Como complemento comúnmente lleva tortillas de maíz, aguacate y queso fresco.

Caldo de hongos

caldo de hongos

Es una sopa clásica de los estados del centro del país. En específico, en Michoacán suelen prepararla durante la época de lluvias, es decir de julio a septiembre, porque surgen muchos hongos silvestres que se utilizan en esta receta. Se hace con hongos salteados con ajo, cebolla, ejote, flores de calabaza, chile poblano, elote y agua.

Sopa de lima

Sopa de lima. caldos

Es una preparación típica de Yucatán; se cocina con caldo de pillo, jitomate, chile, cebolla y gotitas de jugo de lima. Es una de las más representativas de su estado; se rumora que lo inventó el maestro Katún en 1946, un antiguo restaurantero de Mérida.

 

Con la presentación de 22 bodegas de Italia a profesionales del negocio enogastronómico y para encontrar socios comerciales en territorio mexicano, el hotel Four Seasons de la Ciudad de México albergó la cuarta edición del Salón del Vino Italiano, organizado por ICE (Italian Trade Agency).

Antes de abrir las puertas del evento, el enólogo Jesús Díez ofreció una cata con 10 vinos para empezar este recorrido por Italia. En el cual casi todas las regiones vinícolas fueron representadas. Destacaron los blancos por su frescura y acidez, especialmente un Bianco Bellone 2015, de Casale del Giglio Azienda Agricola. Un rosado de Cantine La Pergola, el Selene 2015, de un lindo color pétalo de rosa, con aromas florales y frutales frescos.

vino italiano

 

En cuestión de tintos, nos interesó el 2012 de Valter Scarbolo, de la región Friuli Venezia Giulia. Elaborado con uva refosco —una variedad que se cultiva entre el noreste italiano y Eslovenia—. Presentaba un color rubí intenso, así como aromas a pimienta blanca y mermelada de ciruelas.

Una de las grandes particularidades del vino italiano es la diversidad increíble de sus cepas: cada región cuenta con una o más variedades autóctonas. En esta cuarta edición del Salón del Vino Italiano, probamos las delicias de Sicilia, de la bodega Sentieri Siciliani, donde la vid crece acostada en el volcán Etna, cuyas fértiles tierras brindan una excelente acidez a sus vinos; o de Puglia, con la bodega Coppi, donde se han hecho, a lo largo de la historia, bastantes cruces de variedades de uva desde Grecia, antes de difundirse en el resto del Mediterráneo.

vino italiano

El vino italiano ya se encuentra en el top 5 de los favoritos de los mexicanos, y aun nos falta mucho por conocer y por catar.

 

Según la leyenda, un pastor se había alejado demasiado de su casa. Sin nada más que un cuchillo, aprovechó la muerte accidental de un cabrito para limpiarlo, ensartarlo en una vara y saciar su hambre. Así nació el cabrito al pastor como un platillo emblemático de la zona norte de México.

Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, incluso el norte de San Luis Potosí, son las regiones donde el cabrito es el rey. Con los españoles, a principios del siglo XVI llegaron a México sefardíes y árabes, y sus alimentos básicos: cordero, cabrito y borrego.

cabrito

De ahí que se incluyeran en la dieta de los habitantes de la Nueva España. La cría de la cabra de menos de 45 días de edad es perfecta para convertirse en cabrito, siempre y cuando haya sido alimentada con leche materna. Como lo dicta la leyenda, se ensarta en una vara y se asa durante bastante tiempo con leña de mezquite.

La manera tradicional de comerlo es con tortillas de harina y salsa pico de gallo (chiles serranos, cebolla y jitomate). El resultado: una exquisitez que se basa en la simplicidad.