Sumérgete en el encanto natural de Tepoztlán y despierta en un refugio que te invita a la calma y la conexión con la naturaleza. Bienvenido a Hotel La Buena Vibra, donde cada momento es una oportunidad para recargarte de energía y armonía. Descubre las 5 razones por las cuales debes considerar una escapada holística a este mágico lugar. Fotos: Cortesía.

 

Despierta en el paraíso

 

Habitación del hotel Buena Vibra Tepoztlán

 

Hospédate rodeado de la naturaleza mística de Tepoztlán y despierta en un lugar que te invita a la calma y la tranquilidad. En el Hotel La Buena Vibra, el verde exuberante de sus jardines, la hermosa arquitectura tradicional mexicana y los cerros de Tepoztlán te esperan.


Bienestar para tu cuerpo y alma

 

Masaje con piedras

 

Sumérgete en un oasis de bienestar con actividades para nutrir tu mente y cuerpo. Desde meditación y yoga en entornos serenos, hasta ceremonias de temazcal para purificar tu cuerpo y espíritu, en La Buena Vibra encontrarás el equilibrio que necesitas.

 

Un spa que te transporta al Nirvana

 

Nirvana Spa

 

Reserva un día especial para consentirte en el Nirvana Spa del Hotel La Buena Vibra. Recorre su circuito hidrotermal, disfruta de masajes relajantes y rejuvenecedores, y déjate envolver en tratamientos corporales de nivel internacional que te renovarán por completo.

 

Conéctate con la naturaleza

 

Alberca del Hotel La Buena Vibra

 

Explora el entorno natural del hotel, que se extiende a lo largo de metros de escenarios mágicos. Camina por sus áreas verdes, admira las montañas y refréscate en la piscina y jacuzzi al aire libre. También podrás visitar su huerto orgánico, donde cultivan hortalizas frescas y libres de químicos.

 

La Buena Vibra: sabores que deleitan tus sentidos

 

Restaurante del hotel Buena Vibra Tepoztlán

 

En el restaurante La Cascada, disfruta de una deliciosa fusión de cocina internacional y sabores locales, con opciones vegetarianas. Ingredientes frescos de su propio huerto y mercado local te esperan para una experiencia gastronómica inolvidable.

Haz una pausa en tu rutina y déjate llevar por la buena vibra del Hotel La Buena Vibra en Tepoztlán. Experimenta la magia de este lugar que te conectará con la naturaleza, el bienestar y una deliciosa oferta gastronómica. ¡Reserva tu escapada ahora desde $3,995 pesos y vive momentos inolvidables en San Lorenzo 7, Valle de Atongo, Tepoztlán, Morelos! labuenavibraretreatandspa.com

 

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Revive con nosotros la experiencia culinaria Guardianes del Fuego, una cena degustación a seis manos realizada el pasado 27 de mayo en el hotel Amomoxtli, en Tepoztlán, Morelos. Conoce aquí quiénes fueron los chefs participantes y mira las delicias que prepararon. Fotos: Arturo Torres Landa. 

 

Tres talentos alineados en Guardianes del Fuego

 

«Más que un conjunto de técnicas, la cocina mexicana tiene su propia cosmogonía. A través de ella, los mexicanos de antes y de ahora han intentado explicar y dar sentido al mundo«. Esta frase, emitida por el chef Iván Quiroz durante la bienvenida a Guardianes de Fuego, resume muy bien la intención de este encuentro entre cocineros: dar realce al sentido simbólico, ancestral y espiritual que tiene la gastronomía de nuestro país.

 

Chefs de Guardianes del Fuego en Amomoxtli

 

Ideada como un menú degustación a seis manos, Guardianes del Fuego tuvo como participantes a Iván Quiroz, chef ejecutivo de Mesa de Origen, al propio Edher Cervantes, que lidera la operación gastronómica de Hamak Hotels, y a Jorge Gordillo, chef invitado que está a cargo del restaurante Tarumba, en San Cristóbal de las Casas. Cabe destacar que Gordillo fue galardonado como Chef Revelación en los Food and Travel Reader Awards 2022.

Esta cena ofrecida en el restaurante Mesa de Origen, de Amomoxtli, tuvo también como punto de inspiración el tlecuil. Este instrumento es el fogón tradicional sobre el que se coloca el comal para hacer tortillas y calentar alimentos, al cual también se le conoce como semet en Chiapas, estado de origen del chef invitado. Igualmente, la experiencia fue creada con la intención de rescatar ingredientes y saberes para presentarlos en ejecuciones de vanguardia con los mejores productos de Tepoztlán y Chiapas.

 

La música como aperitivo en Amomoxtli

 

Orquesta Sinfónica Serenissima Tepozteca

 

El inicio de la experiencia Guardianes del fuego tuvo como marco artístico la presentación del cuarteto de cuerdas Serenissima Tepozteca, conjunto de jóvenes músicos tepoztecos bajo la dirección del maestro Andreas Toffani. Ante un grupo de invitados y huéspedes, la agrupación interpretó desde melodías clásicas hasta composiciones mexicanas. Entre ellas destacaron Xochipitzihuatl (pieza tradicional empleada para ofrendar) y Tepozteca bonita, esta última compuesta por el músico tepozteco Marcelo Esquivel.

Posteriormente, pasamos al jardín de la propiedad, reconocida por sus excelentes espacios y programas wellnessAllí disfrutamos de cocteles con destilados y hierbas mexicanas, para luego pasar al interior del restaurante Mesa de Origen.

 

Guardianes del Fuego: comienza la degustación

 

Ceviche de camarón

 

La cena arrancó con un aguachile de camarón fresco y seco a cargo de Jorge Gordillo, quien, en la selección de su ingrediente, buscó demostrar que los mares de Chiapas también ofrecen excelente producto. Por su acidez perfectamente balanceada, este platillo hizo salivar a los invitados a Guardianes del Fuego, haciendo que desearan probar más.

Posteriormente, el chef Edher Cervantes de Mesa de Origen, en Amomoxtli, presentó un itacate de pata de res cubierto por un puré de zanahoria en escabeche. En primer lugar, el plato representó a Tepoztlán, ya que el itacate es un antojito de maíz típico del Pueblo Mágico. Además, su forma triangular le hizo recordar al chef la silueta del tlecuil, de manera que su inclusión en el menú era imprescindible.

 

Itacate de Tepoztlán

 

El tercer tiempo de Guardianes del Fuego corrió a cargo del chef de Tarumba, Gordillo, quien sirvió una sopa de elote fresco aromatizada con epazote. Cremosa y tersa, la presencia de pepitas de calabaza y aguacate sirvieron también como homenaje a la milpa.

En cuarto lugar, llegó un pescado juacane sobre tamal de hoja santa acentuado por el queso Chiapas que añadió por Jorge Gordillo. Posteriormente, Iván Quiroz presentó un taco de conejo marinado en pulque y servido sobre mole de cenizas de hojas de aguacate y guayaba. Este platillo se acompañó con una tortilla de tres maíces de rescate: azul, blanco y rojo. Cada color representó al agua, el viento y la tierra, respectivamente, mientras que la cocción sobre el comal simbolizó el fuego.

Cerca del final de la cena degustación de Guardianes del Fuego de Amomoxtli, Edher Cervantes puso sobre la mesa un cerdo pelón mexicano. Criado en el municipio morelense de Ayala, se sirvió acompañado por un mole tepozteco de 200 años.

 

Cena Guardianes del Fuego Amomoxtli

 

Finalmente, Iván Quiroz ofreció, como limpia-paladar, una espuma de tortilla de maíz azul, la cual nos preparó para poder disfrutar el pan de elote con queso Ocosingo. Jorge Gordillo lo creó inspirado en el cereal más importante de nuestra gastronomía.

Mención especial se merece el maridaje, que se realizó con vinos 100% mexicanos, redondeando así la promesa de exaltar los valores culinarios del país.

La cena Guardianes del Fuego dejó en todos los asistentes un agradable sabor de boca, por supuesto, pero sobre todo altas expectativas acerca de los proyectos de Amomoxtli y los chefs participantes tienen en puerta. Te haremos saber muy pronto qué están cocinando.

Para conocer más sobre la oferta de hospedaje y restauración de este hotel en Tepoztlán, Morelos, no olvides consultar su página web.

Y ya que hablamos de talento nacional, mira aquí por qué la mexicana Elena Reygadas fue nombrada Mejor Chef Femenina del Mundo.

¿Sabías que el suelo es considerado un recurso natural no renovable? De ahí la importancia de conservar los suelos y de crear nuevos proyectos que utilicen prácticas orgánicas y regenerativas, como es el caso de Parcela, el lugar para comer rico y despejar tu mente en Tepoztlán. Fotos: Cortesía y Andy Cabrera.

Bajo la premisa de cuidar de la tierra, de las personas y de los productos, en abril de este año, nació Parcela. Se trata de un espacio que abarca una hectárea en el corazón de Tepoztlán, Morelos, donde se generan y comparten aprendizajes para promover sistemas de consumo y desecho más transparentes y regenerativos.

Pero ¿cómo lo hacen? Aquí te lo contamos, pues nos dimos a la tarea de viajar a Tepoztlán para visitar este lugar, conocer sus procesos, las camas de cultivo, su milpa orgánica biodiversa, y comer en su restaurante que, literalmente, lleva los productos del campo a la mesa. ¡Acompáñanos a conocer Parcela!

 

¿Por qué “Parcela”?

 

Parcela

 

Para comprender el concepto de este lugar, primero es necesario analizar el significado de su nombre. Una parcela es una porción de tierra perteneciente a una extensión de terreno mayor. Lejos de ser un espacio definitivo, es solo una parte de algo mucho más grande… Eso es Parcela, una parte del ecosistema, que a su vez se conforma de: las personas, la naturaleza, la comida y la comunidad en la que vivimos.

 

Distintos espacios

 

Este oasis natural está ubicado en el corazón de Tepoztlán y abarca una hectárea completa y esta se conforma de distintos espacios: bosques comestibles, aromáticos y medicinales, área de producción biointensiva, jardín educativo, aula, restaurante, tienda de campo, laboratorio de suelos, jardín medicinal tradicional y milpa orgánica biodiversa.

 

Prácticas orgánicas y regenerativas

 

Parcela

 

Y en cada uno de estos espacios se respeta la producción orgánica biointensiva, este método de agricultura ecológica sustentable a pequeña escala. En Parcela encontrarás más de 100 camas de producción de hortaliza, medicinales y flores, además de una sección de milpa tradicional biodiversa (de la mano de CENTEOTL, proyecto agroecológico de preservación de maíz nativo), un huerto medicinal y cuatro jardines comestibles.

Incluso encontrarás un laboratorio de suelos y fertilizantes orgánicos. Se trata de un espacio de experimentación y generación de abonos, fertilizante y aditivos orgánicos, conformado por: composteros, un lombricompostero industrial, biodigestores y mezcladoras. Aquí se recibe y procesa el desperdicio del espacio productivo, el restaurante, residuos orgánicos del municipio y estiércol de vacas de granjas locales.

La finalidad es que cada uno de los procesos mejore progresivamente el suelo, generando nutrientes y biodiversidad con cada ciclo de cultivo.

 

Restaurante, de la parcela a la mesa

 

Parcela

 

Todos estos espacios y prácticas, dan como resultado un restaurante con deliciosa cocina sin pretenciones y llena de propuestas, ¡de la parcela a la mesa (y después de regreso a la tierra)! El chef Marco Cruz es el encargado de que en Parcela, el producto de la tierra tepozteca sea el ingrediente principal.

Los platillos del menú están basados en el respeto a la temporalidad del producto, así que éste va cambiando cada mes con lo que el huerto proporciona. Entre los imperdibles de esta temporada están: la tostada de maíz huazontles, salsa de cacahuate con habanero y aguacate, además de la sopa fría de pepino, yogurt, albahaca y lemongrass, o la pasta con vegetales rostizados, aceite de oliva y queso parmesano.

¡Lo mejor es que puedes llevar un pedacito de Parcela a casa! Se elaboran canastas que se entregan a las familias cada semana, y además encontrarás un punto de venta en el que se promueven y comercializan productos frescos y orgánicos locales: desde conservas, pasando por sustratos y fertilizantes para cultivo orgánico, hasta artesanía de la región.

Te sugerimos visitar Parcela el primer sábado de cada mes, pues a las 12 y 2 pm se llevan a cabo recorridos guiados a pequeños grupos. Dónde: Ignacio Zaragoza 408, Tepoztlán. Reservaciones: llamando al 73 9395 4348. parcela.com.mx

Ahora que tienes en la mira visitar Parcela, y por lo tanto Tepoztlán, vale la pena que pases una noche en este destino. El hospedaje lo tenemos cubierto, checa estos 4 alojamientos en Pueblos Mágicos de México que te encantarán, ¡uno está en este Pueblo Mágico!

Nuevos ciclos inician en Hostal de la Luz, espacio holístico ubicado en Amatlán, Morelos. La cordillera del Tepozteco da la bienvenida al nuevo SôMA restaurante, donde anteriormente residía Shambhala. Conoce los detalles de su propuesta gastronómica y las actividades imperdibles que puedas realizar en este recinto de descanso y paz. Fotos: Cortesía. 

 

Al rescate de los sabores locales

 

La transformación es parte de la existencia y como parte de ello, Shambhala cambió de concepto a SôMA restaurante, con la finalidad de tener espacios abiertos y poder disfrutar de una vista privilegiada al poblado donde nació Quetzalcóatl.

Al frente de la nueva propuesta culinaria está el chef y director general Luis Ortíz, además, tres cocineras tradicionales son las encargadas de llevar los sabores locales a la mesa: Florencia Villegas, Rebeca Mejía y Tomasa Ramírez.

 

SôMA restaurante

 

SôMA no busca la pretensión, el principal objetivo es rescatar las recetas de las cocineras tradicionales. Como chef ejecutivo me encargo de coordinar, tratando que se respeten las recetas que hacen generación tras generación en Amatlán. En el restaurante queremos darle el lugar que le corresponde a las cocineras tradicionales, porque ellas son los verdaderos chefs de México”, nos compartió el chef Luis Ortíz.

 

¿Qué probar en SôMA restaurante? 

 

Si algo define a SôMA es la amplitud, tanto en su nuevo espacio en el que pueden estar 110 comensales, como en su carta que cuenta con más de 120 platillos. El chef Ortíz nos compartió que las novedades son los alimentos hechos a la leña, como los huevos cazuela, chilaquiles, pizzas y lasañas.

Ya para la hora de comida, puedes ordenar el carpaccio del Doc, hecho con trucha salmonada y aderezado con aceite de oliva, cebolla, cilantro y limón. Continúa con una cecina de Yecapixtla acompañada de guacamole, frijoles y tortillas de maíz. Cierra un brownie con helado de vainilla.

 

Sôma

 

Otra razón más por la que querrás visitar este santuario del buen comer es el ambiente en donde se desarrolla. Por las mañanas las mesas están decoradas con flores, en la tarde la mantelería blanca te dará tranquilidad y en las noches la luz de las velas, otorgará un toque romántico.

 

El paraíso en la Tierra

 

Si lo que deseas es tener un respiro y reconectarte con la naturaleza, Hostal de la Luz es el lugar ideal, ya que, experimentarás diversas prácticas espirituales como la meditación y terapias energéticas. Si buscas un lugar en donde elevar tu conciencia, practicar yoga y dejarte guiar por chamanes hacia los laberintos de tu interior, este es el lugar perfecto.

Cuenta con 41 habitaciones exclusivas, diseñadas con tecinas de Feng Shui bioenergético; ayuda a encontrar los lugares más adecuados para descansar en sintonía con el ambiente. Desconéctate de todo gracias a que sus habitaciones no cuentan con Wi-Fi; y solo tendrás acceso a internet en áreas comunes como la recepción, restaurante, albercas y terrazas. Enfocarás toda tu atención a los bellísimos atardeceres de Morelos.

 

Hostal de la Luz

 

 

Para activar tu conciencia

 

Si es la primera vez que visitas este recinto de serenidad, haz una reservación al temazcal; un chamán te guiará durante toda tu experiencia. Si optas por las terapias, te recomendamos la hidrochakral que despertará tus siete puntos energéticos gracias al movimiento del agua, la música y la meditación.

Para tener una piel sin impurezas, también cuentan con tratamientos faciales realizados con productos de Natura Bissé; prueba el reafirmante que ayuda a rejuvenecer tu rostro y ayuda a regenerar las células. Cheque Promedio: $400 por persona. Hospedaje: habitaciones desde $2,900, incluyen desayuno y actividades holísticas del día. Conoce más detalles en su sitio web.  IG: @soma.rest 

 

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Con una piscina idílica, experiencias de bienestar, confortables suites y un restaurante de cocina morelense con toques contemporáneos, en el hotel boutique Amomoxtli encontrarás un refugio ideal para recargar energíaFotos: Cortesía. 

 

Relajación al interior y exterior

 

Sin duda, la postal más entrañable del hotel Amomoxtli es su piscina con dos jacuzzis, rodeada de un elegante jardín, camas balinesas y tumbonas, desde donde el cerro del Tepozteco parece que se puede tocar con los dedos. Ahí, las tardes pasan en tranquilidad, mientras los tragos de su pool bar y una suave música amenizan cada hora.

A un costado de la alberca, entre pequeños arbustos y enmarcadas por arcos de piedra, están las entradas a las nuevas suites premium de Amomoxtli. Confortables sillones que te invitan a sentarte, así como una chimenea, dan la bienvenida a estas habitaciones, en donde se fusiona elegantemente la artesanía morelense con un diseño contemporáneo. Sus edredones de pluma, sábanas de algodón puro de 350 hilos y amenidades locales te ayudarán a completar tu descanso en este hotel solo para mayores de 13 años.

A la par de esta categoría de habitación, también podrás elegir entre la estándar, de lujo y cottage, que mantiene la misma línea de diseño que las premium.

 

Suite de Amomoxtli

 

 

Ir más allá: experiencias memorables en Amomoxtli

 

Cada parte del staff de Amomoxtli ha creado una serie de experiencias que van en concordancia con el halo espiritual que rodea a Tepoztlán. Todos los días encontrarás diferentes actividades, como clases de yoga y meditación con un maestro experto.

Por su parte, el chef ejecutivo, Jesús Soto, te enseñará a elaborar kombucha y pan de feria. Y al caer el sol, en un bello portal junto a la piscina, podrás disfrutar de una degustación de pulques mientras te deleitas con la historia de esta bebida tradicional. Además, el equipo del spa te llevará por su huerto para recolectar las plantas y flores medicinales para elaborar una infusión a la medida. También te guiará para que te des un rico automasaje de pies y te relajará con instrumentos prehispánicos, entre otras experiencias.

 

Jardines de Amomoxtli

 

 

Revitaliza el cuerpo y el alma en Amomoxtli

 

Árboles centenarios y un estanque de peces koi serán tu recibimiento al spa de Amomoxtli, donde la riqueza de las culturas prehispánicas se pone de manifiesto. Entre su menú encontrarás terapias de temazcal, limpias y ceremonias guiadas por expertos en la tradición mexica.

Mientras, en sus cabinas enclavadas en medio de la vegetación, podrás gozar de masajes. El relajante tiene la particularidad de enfocarse en liberar la tensión de todo el cuerpo pero en especial de la cabeza. Así, estirarán cada músculo con ayuda de manteca de karité, mientras disfrutas de aromaterapia y una suave música de fondo.

 

Un festín en Mesa de Origen

 

En Mesa de Origen, el restaurante de Amomoxtli abierto al público, encontrarás una carta de cocina de proximidad. Con ella, el chef Jesús Soto enaltece los productos locales y las recetas tradicionales llevándolos al siguiente nivel.

Si vas a desayunar, los diligentes meseros te ofrecerán frutas de temporada en una bella canasta, y enseguida llegará la de panes artesanales. También podrás optar por distintos jugos, café e infusiones, mientras eliges tu plato principal. Este bien puede venir del área de comal, en donde se puede ver a la maestra tortillera elaborando quesadillas, itacates y gorditas. Otras excelentes opciones son las enchiladas en pepián y los huevos de la abuela.

Por las tardes y noches, no te pierdas el menú de 500 años de la Conquista de Mesa de Origen. En cinco tiempos, el chef Jesús Soto te llevará por distintas épocas, como la prehispánica con su tartar de escamoles y piñones, o la de la Revolución a través de un itacate de barbacoa de hongos de recolección y hierbas silvestres. Solicítalo con una semana de anticipación, te encantará. Aunque, si vas de improviso, podrás elegir a la carta especialidades como la lengua de res en huaxmole y el arroz D.O. Morelos meloso con hongos. Dónde: Nezahualcóyotl 115, Valle de Atongo, Tepoztlán, Morelos. Habitaciones desde: $3,860 pesos en su página web

 

Platillo de Mesa de Origen

 

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Miguel Carretero en México: una comida para recordar

 

En un trabajo arduo de equipo, todo detalle es importante. Y, cuando se trata de cocinar, hombres y mujeres van y vienen entre el calor de los fogones, así fueron las horas previas de trabajo para la comida maridaje realizada por el chef español Miguel Carretero, en la cocina del hotel Casa Fernanda, en Tepoztlán, Morelos. 

Fotografías: Arturo Mateos

 

 

El chef Miguel Carretero ―a quien conocimos en el restaurante Santerra, en nuestro último viaje a España―, se mostraba concentrado con libreta en mano, para liderar al equipo de cocina que una noche antes ya había preparado algunos guisos con la intención de familiarizarse con los productos mexicanos, que eran nuevos para él, como la pipicha y cuajinicuil, que integró en salsas y estofados.

 

La Veladora de Casa Fernanda

Este menú de cuatro tiempos en el restaurante La Veladora de Casa Fernanda, planeada para 50 personas y organizada por Food and Travel y Tesoros de México, fue la primera experiencia de cocina del chef Carretero fuera de su país con ingredientes mexicanos, los cuales conoció a través de diversos libros y a su amigo, el sous chef mexicano Israel Águila, quien fue pieza clave es su experiencia por México.

La fiesta de sabores en Casa Fernanda comenzó con el mensaje de bienvenida de Arturo Contreras, presidente de la Asociación Tesoros de México, y Raúl Sayrols, CEO de Food and Travel. Todos los asistentes comenzaron a deleitarse con las primeras entradas que fueron snacks fríos: tacos de hoja santa con acocil de río y crema de rancho, e higos con bombón de queso Chihuahua, una combinación que, al morder, explotaba en boca. 

 

 

En Santerra  preparo estos platillos que adapté lo mejor posible a vuestra comida, como el hecho de utilizar queso Chihuahua en lugar del manchego. La trucha es acompañada originalmente con un encurtido de berenjena y vinagre, pero aquí será con nopales”, nos compartió el chef.

Siguieron los snacks calientes, por lo que llegó a la mesa la versión mexicana de la mejor croqueta del mundo según Madrid Fusión, pero la gran diferencia es que ésta no tenía el queso local ni el jamón ibérico, aunque sí la consistencia y la forma: una croqueta cremosa con guiso de huitlacoche, de intenso sabor. También se sirvió un buñuelo relleno de mole de hígado de ave. Ambos tiempos acompañados con un espumoso Orliandi de Querétaro, fresco y semi seco.

Sin duda, estos manjares abrieron el apetito para lo que seguía, el escabeche de perdiz con brotes de betabel, zanahoria y flor de calabaza cruda, que dio inicio a los cuatro tiempos esperados. El maridaje fue con un chardonnay primula 2016. Un sutil pero firme comienzo. “Sabores fuertes pero consistentes”, se escuchaba en la mesa.

Setas a la crema con escamoles a la mantequilla y trozos de seta azul -hongo silvestre de Tepoztlán-, fue el tiempo que le dio el toque más cremoso al menú. Para acompañar, un garnacha con cabernet sauvignon de Sol y Barro, que maridó a la perfección.

 

Miguel Carretero

 

La trucha de los Pirineos, que Carretero prepara en su restaurante con encurtido de berenjena y vinagre, fue aquí una trucha de río adobada en axiote, con pico de gallo de nopales. Llevar la combinación de los dos al paladar era también una explosión de acidez en boca. Para acompañar llegó otro vino mexicano, un Flamingo rosado del Valle de Guadalupe.

El último tiempo del menú tardó un poco más, pues Miguel no repara en afinar detalles, pues se trataba de un ciervo en salsa perigourdine holandesa y trozos de cerezas. El maridaje fue con un cabernet frank 2015 de Legat, también un buen acierto, sus notas a frutos secos equilibraba los sabores. Un cierre contundente en cuanto a los platos fuertes.

Finalmente llegó el postre, una cajeta con biscocho bañado en rompope y galleta de pinole en polvo, al que un merengue con chapulines le brindaba el toque de acidez. Acompañamos con un vino dulce Duz del Valle de Guadalupe, que hizo un match perfecto.

 

Miguel Carretero

El chef Miguel Carretero y Arturo Contreras, en compañía del chef de la casa, Iván Quiroz, así como todo el equipo de Casa Fernanda, salieron de la cocina para agradecer a los comensales, quienes les brindaron un fuerte aplauso. Sin duda, una experiencia que nos deleitó en todos los sentidos. El chef Miguel Carretero, de solo 27 años, espera volver a México para seguir agasajando a nuestros paladares.