La bienvenida de Massimo Bottura en su última visita a México hace unos días sucedió a 45 metros de altura, teniendo como escenario las pirámides del Sol y de la Luna, en Teotihuacán, una de las mayores ciudades prehispánicas de América. Acompañado de Lara Gilmore, su esposa, Charly, su hijo, y un equipo de cocineros cercanos provenientes de Módena, Italia, el chef, reconocido como el mejor del mundo, se elevó en la plataforma de Dinner in the Sky México. Fotos: Cortesía Grupo PresidenteInterContinental.

Conmovido por la vista de Teotihuacán desde las alturas, Massimo dio a notar la curiosidad y los sentidos dispuestos a probar los sabores de la cocina de Josefina López Méndez, chef del restaurante Chapulín, del hotel Presidente Intercontinental México. 

Cocinar para el chef propietario de Ostería Francescana, un legendario restaurante italiano de tres estrellas Michelin que este año está consolidado como el mejor del mundo, según la prestigiada lista The World’s 50 Best Restaurants fue un reto que la chef Josefina abrazó con más gusto que temor.

 

DINNER SKY MASSIMO

 

Sirvió un menú que buscaba exaltar los sabores de México con platillos como sopecito de ciervo; tostadita de escamoles; aguachile verde de atún con piña, chapulines y cilantro; lechón con mole chichilo y puré de plátano macho asado, y de postre, un buñuelo con mousse de quesillo, el cual Charly, el hijo de Bottura, comió dos veces envuelto en una felicidad envidiable.

Platicamos con la chef a cargo de Chapulín sobre su experiencia de cocinar para Massimo Bottura en el marco del tercer aniversario de Dinner in the Sky México, un concepto gastronómico con presencia en 40 países alrededor del mundo.

DINNER SKY MASSIMO

 

¿Cómo decidiste el menú que le serviste a Massimo Bottura?

Utilizando ingredientes que el chef no tuviera tan cercanos, como los utilizados en el platillo del lechón con mole de chichilo. El chilhuacle es uno de los productos endémicos de México, de una zona que se llama Cuicatlán, en Oaxaca. Queríamos que Massimo probara esos sabores, que se internara en nuestra cultura a través de ellos. La idea no era darle algo que ya conoce, sino algo nuevo. Son platillos que ya ofrecemos en Chapulín, que los comensales pueden encontrar en el restaurante y son insignias de la casa.

 

¿Cómo fue tu primer acercamiento con el trabajo del chef?

Conocí el trabajo de Massimo Bottura en la universidad hace bastantes años, de hecho fue uno de los chefs a los que estudiamos. Lo conocí más con la serie donde cuentan toda su trayectoria y leyéndolo.

 

DINNER SKY MASSIMO

 

¿Qué es lo que más admiras de él?

Todo, pero sobre todo la mentalidad con la que vive. Él dice que no solo tenemos que ofrecer una cocina tradicional y lineal, sino que se enfoca en tener los mismos sabores e ingredientes, pero más revolucionados. Y no es que sea una cocina diferente o vanguardista, sino que quiere ofrecer experiencias. Eso es lo que él valora más: ofrecer una experiencia memorable para sus comensales. Para mí esto es muy importante: dar de comer no es solo alimentar, tienes que dar una vivencia inolvidable, algo más. Y eso es lo que él tiene muy claro.

 

¿Cuál es la lección que te llevas sobre el chef en esta experiencia?

Al estar cerca, me di cuenta que todo lo que leí sobre él es cierto, y pude palpar todas esas cosas que imaginé de una leyenda.

 

DINNER SKY MASSIMO

 

 

Tras los pasos del chef Javier Plascencia

Acompáñanos en el recorrido que realizamos en Baja California de la mano del chef fronterizo Javier Plascencia, quien nos mostró un poco de la mucha riqueza de sabores que resguarda este estado mexicano de punta a punta.

Descubre cuáles son las estrellas culinarias que caracterizan este lugar, así como sus platillos más representativos, su gente y lo que ha hecho a este estado un destino gourmet imperdible.

Fotos: Jonathan Bastida. 

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La visión modernista del chef Francisco Ruano ha logrado convertir la cotidianidad de las recetas caseras en creaciones extraordinarias. Con sinceridad culinaria, encamina su restaurante Alcalde a un futuro más brillante, dispuesto a sorprender a todo aquel que cruce sus puertas. Texto y Producción: Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley. 

Desde que abrió Alcalde hace tres años, su chef propietario, Francisco Ruano, se propuso posicionarlo como un clásico nuevo de Guadalajara. No solo lo ha logrado, sino que también obtuvo el premio One To Watch 2016. Esto significa que el jurado de Latin America’s 50 Best Restaurants le augura al restaurante un futuro prometedor, lo cual no es de extrañar cuando escuchas decir a este joven cocinero con ímpetu: “Aquí se cocina bien y se respeta al oficio de la cocina”.

De temperamento rebelde, su inquietud por lo que se genera alrededor de la comida nació desde niño. Metido en la cocina de su mamá y abuela, fue muy curioso de los rituales de las fiestas. Ir al mercado y preparar los alimentos fue lo que lo involucró cada vez más en este espacio de reunión. Evocando estas memorias entrañables, Francisco decidió nombrar a su restaurante como aquel mercado al cual asistía toda su familia.

Con ese cariño por sus venas, estudiar un diplomado gastronómico lo consideró lógico. Aunque sabía que la experiencia laboral no la iba a hallar en la oferta culinaria repetitiva de su ciudad natal de aquel entonces. Por eso se embarcó en un crucero durante un tiempo, el cual lo dejó en Puerto Vallarta, donde trabajó con Thierry Blouet en el Café des Artistes. Este inconformista permanente y obsesionado por instruirse más se matriculó después en la Escuela de Cocina Luis Irizar, en España, y una vez graduado hizo prácticas en Mugaritz, Celler de Can Roca y Noma.

Su experiencia entre los mejores restaurantes del mundo influyó en la construcción de una filosofía refinada. Ahí aprendió la importancia de tener una visión gastronómica amplia y manejar correctamente el producto, pero era momento de volver a México. “Abrí Alcalde en Guadalajara por una especie de rencilla personal”, dice Francisco, quien confiesa que se trataba de un movimiento natural.

Tenía que regresar y trabajar en casa con base en las memorias y recetas familiares y para su gente. Una vuelta en la espiral con la que abrió una nueva ventana culinaria.

Como lo dice el apellido del restaurante (Cocina franca) y el mismo Paco en todo momento, es una propuesta que intenta expresar la esencia del producto, tocarlo lo menos posible y obtener lo mejor de él. El chef reitera que utiliza ingredientes conocidos y técnicas muy sencillas en todas las preparaciones, pero la idea es que cada uno brille, y ejecutarlas con maestría. “Buscamos ofrecer una experiencia acerca de la simplicidad y la repetición de ésta hasta convertirla en algo extraordinario”, afirma con una sonrisa sincera, mientras pone en la mesa chinchayotes, camote del cerro, cacahuate verde, pitaya y guasanas. “Los mercados tienen un gran producto vegetal, algunos únicos. Esto no es reconocido, y mi labor es promoverlo”.

Los fogones trabajan con un solo objetivo: hacer buena comida más que hacer una de ideas. La primera intención es que sea honesta, y después podrá ser divertida o reflexiva. Sin embargo, Francisco también le da a la estética la importancia que se merece. “Es una especie de regalo último al comensal, quien debe recibir los platillos como si fueran para foto. Además de que se cocinó bien, se ‘ajuarea’ bien”.

Cada semana diseña un nuevo plato y por cada año surge un clásico. Uno de ellos es el aguachile de camarón, al cual añade manzana verde para dar contraste. Otro plato del que se siente orgulloso —y es el más vendido— es la gordita de requesón, una variación de tamal, más ligero y esponjoso. “No fuimos los primeros en usar materia prima local ni en hacer buena comida, pero sí en hacer cocina contemporánea con un discurso específico y con una nivel de ambición alto”, confiesa este cocinero tapatío, quien respeta el esfuerzo de las largas jornadas. “Me costó mucho trabajo tener mi comedor y carta abierta como para encima sufrirlo. La pasamos bien haciendo las cosas bien”.

Hijo de madre italiana y padre jalisciense, Matteo Salas creció en una familia que amaba la comida mexicana y su cultura. Por amor a los recuerdos entrañables que evocaban el sabor de los guisos de su abuela, a los 17 años decidió estudiar Administración Hotelera y Restaurantera en el Instituto Paul Bocuse, en Lyon, Francia así como Artes Culinarias y Gestión de Restaurantes con especialidad en Alta Gastronomía y Productos Gourmet.

Desde entonces y a través de su estadía en restaurantes europeos que figuran en la lista Michelin ha reforzado su experiencia y ha hecho de la creatividad el denominador común de sus proyectos.

Hace poco más de dos años, llegó a México, específicamente a San Miguel de Allende, donde ha colocado todo su esfuerzo por enaltecer la gastronomía mexicana desde Áperi, Cumpanio, Panio y Jacinto 1930.

Enaltecer la gastronomía mexicana es una de mis responsabilidades”. Lo más importante es que a partir de que comenzó a suceder esto, muchos otros restaurantes en San Miguel han optado por elevar la calidad de sus platillos y de los productos con los que los elaboran.

 

Jacinto 1930

 

No es un trabajo fácil, dice, pero “todos los restauranteros y chefs nos esforzamos para que San Miguel de Allende sea un destino turístico y gastronómico importante”.

Matteo asegura que es un privilegio ser parte del crecimiento de esta ciudad. “Y es que no acabo de aprender nunca, siempre estoy en la búsqueda de la perfección en cada platillo y éste es un reflejo de la pasión que tengo por la cocina”. Elegancia, precisión y sabor es lo que ofrece a sus comensales, inspirado en el producto, en su origen y las tradiciones de esta urbe guanajuatense.

¿Quién está en tu mesa?

“Me gusta cocinar verduras. Creo que el mundo de las verduras es mucho más vasto que el de las proteínas. Hay muchas posibilidades de presentarlas”. Para él, cocinar un vegetal debe implicar el mismo respeto que hacerlo con una carne. “Quizá la gente piensa que porque la carne cuesta más que una zanahoria, hay que cocinarla mejor y en realidad no, pues tanto la zanahoria como el chícharo tienen el mismo valor gastronómico que un rib eye o un pato”.

 

En palabras de…

Matteo Salas

 

Nacionalidad de corazón Soy una persona de raíces, me gusta estar con la gente. Crecí en México y soy mexicano de corazón. Casi conozco toda la república mexicana y una de mis metas es recorrerla de norte a sur.

Valorar la tierra Mi motor de inspiración siempre será el producto y su origen. Siento un gran placer al cocinar productos que sé de dónde provienen, quién y cómo los cultivaron o criaron. Esa misma pasión por el campo se transmite en inspiración para un platillo.

Responsabilidad culinaria Me gusta trabajar de la mano de los productores y recolectores locales, así como apoyar su trabajo. Soportar el origen del producto es el fundamento de mi cocina. Hacer que preserven y trasciendan las recetas, ya sea de manera tradicional o contemporánea, es mi cometido.

Riqueza cultural Me enorgullece México y ser parte de él. Creo que es un gran país. Tenemos una cultura que hay que exponer, querer y dar a conocer al mundo. 

 

alcachofa

 

Alcachofa, tesoro vegetal

Originalmente procedentes del Mediterráneo occidental, las alcachofas fueron introducidas en los Estados Unidos de América en el siglo XVIII por franceses y españoles, aunque la planta, denominada Cynara ya era conocida por los griegos y los romanos, quienes le adjudicaban poderes afrodisiacos. Aunque muchos no saben, la alcachofa es una cabeza floral comestible de sabor ligeramente amargo, pero con un agradable toque dulce al final. Pueden prepararse de múltiples formas: fritas, rebozadas, al horno o a la plancha. Si quieres disfrutar de un exquisito platillo con alcachofas y estás en San Miguel de Allende, visita Áperi, dentro de Dos Casas Hotel & Spa. Ahí el chef Salas te sorprenderá con alguno de sus platillos.

 

Cena de Rockstars Chefs con Jordi Roca

 

Los chefs son los nuevos rockstars. Hace algunos años, ser cocinero era visto como una profesión menor, pero han demostrado con brillo y tenacidad que la gastronomía es un arte que conmueve y puede provocar una reflexión, tanto como una obra de artes plásticas.

El nivel de exigencia y de creatividad esperado de ellos es hoy tan alto que suelen salir poco de sus cocinas y laboratorios; por lo mismo, es poco común juntar en una sola cena a varios chefs reconocidos, y más en otro país.

 

Hard Rock Hotel de Vallarta

En el Hard Rock Hotel de Vallarta, el pasado miércoles 27 de octubre finalizó el festival Vallarta Nayarit Gastronómica con una cena preparada por un dream team de chefs: Montse Estruch, del Cingle (una estrella Michelin); Kisko García, de Choco (una estrella Michelin); Roberto Ruiz, el único chef mexicano con estrella por su restaurante madrileño Punto MX, y Jordi Roca, nombrado mejor postrero del mundo en el famoso Celler de Can Roca, que cuenta con tres estrellas Michelin.

 

Rockstars Chefs

 

 

Festival Vallarta Nayarit Gastronómica

El festival Vallarta Nayarit Gastronómica confirmó este año su relevancia para el mundo gastronómico, con una sólida propuesta de conferencias para un público profesional y un abanico de chefs, que esperamos ver en México de nuevo muy pronto.

Unas 100 personas tuvieron la fortuna de cenar en uno de los restaurantes del Hard Rock Vallarta.

Bernardo Santillana, director comercial de la cadena en México, explicó que “hoy la gastronomía es un gran tema en el sector hotelero que vamos explorando con cenas de rockstars chefs, en la cual se inscribe esta noche, sin duda el mayor evento del año en el hotel”.

 

CAMEMBER Y JEREZ DE JESUS ESCALERA Y FERNANDA COVARRUBIAS (Small)

 

La cena

La cena se desarrolló en siete tiempos: iniciamos con un mousse de foie gras con piloncillo y mermelada de chile, de Deyanira González, chef ejecutiva del hotel en Vallarta. Kisko García nos ofreció un gazpacho de albahaca con camarones y queso de cabra, mientras Montse Estruch sirvió una tortilla de maíz con pulpo rojo y patatas bravas.

Paco Ruano, de Alcalde (Guadalajara), cocinó por su parte una gordita de requesón con chile y polvo de hongos, y Roberto Ruiz un petit filet bulgogi al carbón, con una emulsión de chile serrano y un majado de hierbas frescas.

 

VAINILLA DE JORDI ROCA

 

Los muy esperados postres fueron inaugurados por Jesús Escalera y Fernanda Covarrubias, de la Postrería (Guadalajara), con un cheesecake de camembert y helado de jerez; y Jordi Roca nos consintió con dos postres homenaje al país anfitrión: el primero, Vainilla, la cual trabajó en distintas texturas y realzó su sabor dulce con regaliz.

Para concluir la cena, una Anarquía de chocolates hecha con mousses de chocolates amargos, con leche, especias, pastelitos y polvos del ingrediente más prestigioso de México.

 

 

Gastronomía mexicana en voz de Gerardo Vázquez Lugo

Con 60 años desde su fundación, el restaurante Nicos, ubicado en la colonia Clavería de la Ciudad de México, se ha convertido en uno de los sitios imperdibles para disfrutar de los mejor de la gastronomía mexicana. Su chef, Gerardo Vázquez Lugo, narra de viva voz, el concepto de Nicos, sus trabajo del día a día, y qué es lo qué más disfruta de la gran metrópoli.

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Video producido por RestauranteríaMX.

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El espacio es original: una fachada de mosaicos cuyos elementos emulan puntadas y costuras, te recibe para continuar el deleite visual con una decoración singular.

Las 10 mil piezas de huesos que tapizan todas las paredes en blanco y tonos beige, son el lienzo donde los colores cambian día a día por los platillos que sirve Alfonso Cadena, chef que llegó a Guadalajara para abrir Hueso y quedarse.

 

Alfonso Cadena

“La escena culinaria está a la alza. Hay mucha diversidad, se come bien y cada lugar tiene un sello particular”, afirma Alfonso sobre el sentido de pertenencia que tiene dentro de esta movida.

En Hueso, los comensales tapatíos hallan un lugar diferente, con look de galería, una cocina abierta y una mesa de 54 asientos donde se prueban platillos vastos que cambian diariamente.

 

Hueso

 

La Leche

“Si creas experiencias, puedes trascender”, dice el chef sonorense. Su cocina se basa en una fusión de sus propias vivencias y no sigue ningún tipo de receta o de cocina.

Pero lo más importante para Cadena, quien alguna vez fue músico y diseñador gráfico, es transmitir el sentimiento de compartir que conlleva la gastronomía. Éste es el concepto que impera en sus menús de cena. 

Cuando regresó de Vancouver abrió su primer restaurante, La Leche, en Monterrey —ahora en Puerto Vallarta— , y desde allí se ha enfocado en servir solo cenas. ¿La razón? “Hay que disfrutar el trabajo. Podría ser mejor negocio, pero mejor experiencia de vida, no lo sé”, dice al revelar que le gusta recibir el producto, hacer la preparación con calma y gozar la vida del restaurante.

 

¿Quién está en tu mesa?

DiariosdeCocina

Hueso es más impulsivo, es el lado visceral del chef Cadena. Cocina por el placer de cocinar y confía en el sabor que realiza. Prueba de ello es la fórmula elemental de sus platos fuertes: proteína, vasta y con grasa, verduras y purés suaves.

Trabaja con el ingrediente mexicano porque  tiene alma y espíritu, y con técnicas francesas. De los galos también aprendió a trabajar la carne a la perfección. Es más, él se declara fanático de ésta, ya sea de res, cordero o pato.

“Encuentro belleza en los tendones y diversión en limpiarla”, comenta recordando cuando su papá lo llevaba a las carnicerías. “De hecho, quizá debí haber sido carnicero, no cocinero, no músico, no diseñador”, concluye con una sonrisa.

Por sus venas corre la pasión carnívora, pero tiene muy claro que el consumo sostenible es importante para seguir disfrutándola. Este gusto del chef argentino Dante Ferrero lo ha llevado a diversificar los cortes, apoyar el producto local, asar vacas completas y añejar cortes hasta 450 días.

La primera vez que conocí a Dante Ferrero fue en Mesamérica 2014. Este cocinero argentino, originario de Neuquén, estaba arriba del estrado dando una plática con el nombre “Verbo: carne”, de la cual recuerdo especialmente una frase: “El fuego se controla, nunca se domina”. Su respeto por una naturaleza indomable pero bondadosa y la pasión por el tema con un enfoque concienzudo, me sorprendieron. Por eso, no me extraña que dos años después, desde su restaurante Alode Dante Ferrero en Monterrey, siga dando valiosas lecciones de cómo consumirla.

Se relacionó con el fuego y la carne desde pequeño. En sus recuerdos siempre aparecen las parrillas y lo que se genera alrededor de ellas. Además, tener un padre cocinero lo llevó a familiarizarse con el gremio; le enseñaba a comer bien, probar cosas nuevas y saber cuando un platillo estaba bien hecho. “Él vivía para la cocina, pero pretendía que no me dedicara a un oficio tan demandante”, recuerda.

Buscando un camino diferente, migró a Buenos Aires para estudiar algo más. Pero el destino ya estaba escrito y casarse con una mexicana fue también el comienzo de su carrera profesional. “Si voy a cambiar hasta de país, puedo empezar a hacer lo que yo quiero”, pensó mientras viajaban hacia Monterrey hace 15 años. Sin duda, tuvo suerte de llegar a una ciudad donde la carne es un asunto serio, porque si hay un sitio que ha desarrollado una cultura de la carne asada, ésa es la Sultana del Norte, donde abrió su restaurante Neuquén.

Cuando se habla con Dante, un mundo de aromas, sabores y pensamientos alrededor de esta mítica fuente de proteína empieza a surgir, así como de su país natal y los productos locales. Su cocina es sencilla, directa, pero con las raíces argentinas bien puestas. Si bien esta gastronomía no es tan autóctona como la mexicana, sí es una cocina criolla. En esta esencia se basan sus preparaciones, en las que cuida el producto durante su proceso y cocción.

Cada semana compra media res completa. La intención es procesar toda la pieza y elegir personalmente sus animales, como lo hace con el productor Patricio Ramos, quien cría ganado, engorda y sacrifica allí mismo, en Monterrey. “De esta forma se evita que se trasladen grandes distancias y así no se estresen”, explica.

A Dante le gusta trabajar con carne mexicana, aunque esto le ocasiona problemas con algunos comensales que identifican la suavidad con la calidad, que si bien es un factor importante, no es determinante. “Un buen corte debe tener resistencia al morderla; no hay que olvidar que es un músculo. Si es demasiado suave, que se deshace en el paladar, seguramente ese corte proviene de una res inyectada”, afirma el chef Ferrero.

En su cámara procesa, madura y añeja, pero, sobre todo, aprovecha todo el producto. Si hay alguien que ha enfocado sus esfuerzos en reiterar que el consumo sostenible es importante para seguir comiéndola, ése es Dante, quien utiliza toda la carne, los huesos y la grasa (hace su propia manteca). “Si seguimos pidiendo solo cortes perfectos de rib eye o New York, provocaremos que los productores incursionen en prácticas menos naturales para satisfacer el consumo”, asegura.

Continuando con su tarea de diversificar los cortes y las cocciones —no solo usa la parrilla—, empezó a añejar, proceso en el cual se va suavizando la carne y empieza a incrementar sus notas a embutidos y quesos. “No es mejor que la que no está añejada; más bien viene a sumar”, dice Dante al llegar a la conclusión de que su carne ideal tiene 21 días de maduración. De hecho, ésta es la que sirve en su restaurante sin considerarla añejada; la que él ofrece como tal tiene 45, 60 y 100 días.

Su ímpetu por emplear todo el animal no acaba allí. El chef ha utilizado #lavacaesmia como estandarte 19 veces durante un ritual que él considera su “cinta negra” y la máxima expresión del asado: cocinar por 24 horas una vaca completa. “Lo que más gusta es ver cómo la gente se emociona. Alrededor del fuego, de lo único que se habla es de comer”, concluye. 

Texto y Producción: Elsa Navarrete / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley.

Recetas

Cabrito al horno

Filete al Sarten

Choripan Ahogado

Aguja a la parrilla

Bunuelo

 

Gastronomía mexicana en voz de Edgar Núñez

Recorre algunos de los lugares más representativos de la #CDMX a través de los deliciosos sabores de su amplia gastronomía.

En esta ocasión, el chef Edgar Núñez, del restaurante SUD 777, que se colocó este año en el lugar número 11 de la lista de los Latin America’s 50 Best Restaurants, narra de viva voz lo que tiene por ofrecer la Ciudad de México y su cocina, compartiendo su trabajo del día a día en la elaboración de sus platillos.

#CapitalGastronómica

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Video producido por RestauranteríaMX.