Los sentidos se disparan en la “Perla del Pacífico”. Con todo lo que ofrece, es imposible pasarla o comer mal. Entre sus extensas playas de arena dorada y hermosos atardeceres, pareciera que nunca es suficiente de cerveza, aguachiles y platos rebosantes de mariscos y moluscos. Aquí el apetito y las ganas de cocinar nunca mueren. Para prueba de ello, se llevó a cabo la segunda edición del Congreso Gastronómico Raíces Culinarias, este último fin de semana de octubre. Fotos: Carla Danieli.

Durante tres días, este evento tuvo como eje medular educar a las nuevas generaciones, integrar las partes productivas de la región y despertar el orgullo por la gastronomía tradicional y las nuevas propuestas. “Bienvenidos a este proyecto de iniciativa privada que está dando de qué hablar pero bien de Mazatlán. Se trata de dejar un legado educativo para los jóvenes cocineros y reposicionar a Sinaloa”, comentó su organizador José R. Gámez, director de Ventas del Grupo Pueblo Bonito, quien representó a COSINAR, el Colectivo Gastronómico Sinaloense liderado por el chef Marino Maganda.

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La cocina regional

Como primer acto, se paladeó la cocina regional a través de una muestra gastronómica para demostrar que ésta es abundante porque no solo se basa en platillos del mar, sino también en los que proveen las tierras prodigiosas de Sinaloa. Que producen el 33% de la canasta básica del país.

Por ejemplo, en Ahome, al norte del estado, vive el pueblo indígena mayo que se enorgullece de su pan de mujer; guacabaqui, platillo tradicional de fiestas elaborado con nixtamal, carne y chile. El caldo de gallina correteada y tamales de frijol yorimuni. Hacia el centro, el famoso chilorio de Mocorito y la conserva de papaya de Cosala encabezan lo tradicional. Más al sur, en Rosario, destacan los tamales botaneros de camarón y de mixcoco, elaborado con masa fermentada, ceniza y palo de Brasil, por lo que adquiere una tonalidad vino y un sabor ahumado característico.

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Conferencias

A lo largo de las dos jornadas se realizaron 10 diferentes conferencias, impartidas por los chefs Edgar Núñez, Ricardo Muñoz Zurita, Damián Padilla, Silvano de Paola, Dante Ferrero, Karl Gregg, Chad White y Xano Saguer. Así como por el catedrático de la Universidad Anáhuac México Norte Alexander Scherer, el crítico gastronómico Javier Guerra y la sommelière Berenice Madrigal.

“Llegando aquí te enamoras del producto, de la gente y del trabajo que están haciendo los cocineros locales, porque en verdad luchan a contracorriente”. Afirmó el chef pastelero Saguer, mientras que el gurú de la carne, el argentino Dante Ferrero, comentó al respecto: “Enseñar y transmitir a los nuevos cocineros es una gran responsabilidad”.

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Congreso Raíces Culinarias

Los estudiantes que asistieron al congreso Raíces Culinarias se empaparon de conocimientos, técnicas culinarias e historias de éxito gracias a las diversas pláticas como la de Cocina local en el D.F., en la que el chef propietario de Sud 777, Edgar Núñez, les otorgó varios consejos como: “Es necesario aprender a comer para aprender a cocinar» y «hay que conocer a profundidad la comunidad y viajar para darle identidad a la cocina y trasmitir lo local». Por otro lado, tras su historia de vida, el chef Chad White del restaurante Zona Blanca, en Washington, les recomendó poner atención a los sabores y no complicarse tanto a la hora de crear un nuevo plato.

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Otro de los grandes atractivos fue el ya famoso ritual de Dante Ferrero de cocinar una vaca entera a la leña. Rompiendo su propio record, el chef de Alode (Monterrey) utilizó #lavacaesmia como estandarte una vez más durante lo que él considera la máxima expresión del asado, pero en esta ocasión cocinó dos vacas al mismo tiempo ayudado por 20 jóvenes cocineros. El resultado fue una gran comilona protagonizada por platos de carne suave, llena de sabor, que los asistentes maridaron con alguna joya líquida que encontraron en el Festival de la Cerveza Artesanal, en la cual 25 cervecerías de diferentes partes de México expusieron su amor por esta bebida a través de sus productos. raicesculinarias.mx

 

Las especias tienen un gran aliado para sazonar nuestros platillos tradicionales: los condimentos, con los cuales preparamos y mejoramos un sinfín de recetas, ya sea como parte de éstas o por gusto personal. Aquí te presentamos algunos de los más utilizados en nuestro país, además del chile y el orégano.

Cilantro

Cilantro

Es una hierba aromática de hojas verdes ligeramente triangulares, partidas y largas. Sus semillas pueden ser utilizadas como especia, aunque en bastantes regiones de México se utiliza mayoritariamente fresco. Suele usarse toda la rama, picada en salsas, cocteles, ceviches, arroz, caldos y frijoles.

Azahar

Azahar

Es una flor aromática del naranjo que se emplea para crear infusiones. Se incluye en recetas tradicionales como algunos atoles de Michoacán; también se agrega a almíbares de frutas, en ciertas cocadas y en panes de muerto, aunque en fechas recientes ha caído en desuso. Sus flores se venden frescas en los mercados populares.

Pepitas de calabaza

Pepitas

Son las semillas completamente desarrolladas de diversas variedades de calabaza, las cuales se recolectan del centro del fruto maduro y se dejan secar al Sol. Existen diversos tamaños, dependiendo de la especie. Para prepararlas, se suelen tostar primero en un comal y luego se muelen. Sirven para hacer moles, pipianes, dulces y caldos. Su consumo data de la época prehispánica.

Tamarindo

tamarindo

Proviene de un árbol nativo del sur de Asia y África tropical, perteneciente a la familia de las leguminosas. Tiene un sabor agridulce, con pulpa café, apretada y fibrosa. Su cultivo se realiza en diversas regiones cálidas del país y se utiliza comúnmente para preparar aguas, dulces, caldos, estofados y salsas.

Epazote

Epazote

Es una planta aromática que se usa como uno de los condimentos más comunes en muchas partes de México. Es originaria de América Central, donde se usaba para cuestiones culinarias y medicinales, tiene un color verde oscuro con forma larga, delgada y puntiaguda. Se usa principalmente para quesadillas, frijoles negros y sopas de hongos. Puede utilizarse de forma fresca o seca, pues su sabor inconfundible marca cualquier platillo.

La celebración de Día de Muertos es una tradición de origen prehispánico que se ha quedado entre nosotros. Los festejos comenzaron el 31 de octubre y finalizarán el 2 de noviembre, tiempo en que recibiremos la visita de las almas de las personas que se fueron del plano físico. Recuerda formar tu altar para darles la bienvenida y despedida hasta el próximo año. Aquí te presentamos cinco opciones de pan de muerto que podrás saborear y usar para armar tu ofrenda.

Rosetta

Rosetta pan de muerto

El sello de la chef Elena Reygadas se siente incluso en su panadería; aquí la receta lleva un poco de romero picado para darle un sabor diferente al pan tradicional con azúcar, que lo vuelve aromático con un profundo sabor a naranja. La textura es húmeda, mantequillosa y esponjosa.

Dónde: Colima 166, Roma, y Havre 73, Juárez.

Tout Chocolat

ToutChocolate

Su receta tiene una infusión de naranja con cardamomo, y chocolate; rinde homenaje a su nombre y a nuestra tradición. Está hecho de manera artesanal y con las mejores materias primas.

Dónde: Ámsterdam 154, Hipódromo Condesa.

Le Pain Quotidien

Painquotidien pan de muerto

En esta panadería francesa crean varios tipos de pan de muerto, el más tradicional, el relleno de crema pastelera y hecho con canela rústica, y el de mermelada de zarzamora con queso crema. ¡Pruébalos!

Dónde: tienen varias sucursales, una en Ámsterdam 309, Condesa.

La Bohême

Laboheme

Es una pastelería francesa que decidió elaborar pan de muerto combinando las tradiciones de México y Francia. Se prepara con la receta tradicional mexicana, pero en lugar de azahar usan lavanda, lo que le proporciona un toque mucho más floral y afrancesado.

Dónde: Querétaro 219, Roma.

Maison Kayser

Maison Kaysser pan de muerto

Durante esta temporada tiene dos variedades de pan de muerto: el tradicional, con un toque de naranja que recuerda a los cítricos de la estación, y el de chocolate, con cocoa. Ambos pueden estar rellenos de nata fresca.

Dónde: Paseo de la Reforma 408, Juárez.

 

Risotto de calabaza y hongo chantarela con salvia crujiente

Prueba un delicioso risotto de calabaza y hongo chantarela con salvia crujiente, aquí te damos todos los pasos a seguir de la receta.

 

Porciones: 4-6 porciones

Ingredientes:

  • 700 g de calabaza pelada, sin semillas, en cubos de 2 cm
  • 750 ml de agua
  • 1/2 cdta. de sal
  • 500 ml de caldo de pollo
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • 1 cebolla picada finamente
  • 1 diente de ajo, rallado finamente
  • 100 g de hongos chantarela frescos
  • 300 g de arroz carnaroli o arborio
  • 3 cdas. de mascarpone
  • 50 g de queso parmesano recién rallado, y extra para servir
  • 2 cdas. de aceite de oliva y hojas de salvia, para servir

 

Procedimiento:

  1. Colocar la calabaza en una olla grande con el agua y la sal. Llevar a ebullición y cocinar a fuego bajo por 12 minutos o hasta suavizar. Remover la mitad de la calabaza con una espumadera y reservar aparte en un tazón.
  2. Agregar el caldo de pollo a la olla y volver a hervir. Luego, bajar el fuego y cocer por 5 minutos.
  3. Retirar del fuego y aplastar la calabaza ligeramente en un tazón. Reservar el caldo sobrante.
  4. Calentar 3 cucharaditas de aceite en una sartén grande de base pesada. Freír los hongos chantarela a fuego medio por 2 minutos. Retirar y transferir al tazón de la calabaza previamente
  5. reservada.
  6. Agregar el resto del aceite en la sartén y freír la cebolla y el ajo por 5 minutos hasta suavizar, pero
  7. sin dorar. Verter el arroz y revolver para integrar. A fuego bajo, agregar el caldo reservado al arroz, un cucharón a la vez, y dejar evaporar antes de agregar más. Este proceso tarda cerca de 20 minutos; revolver cada par de minutos.
  8. Agregar la calabaza y los hongos reservados cuando el arroz esté casi cocido. Cuando los granos estén tiernos, agregar el mascarpone y el parmesano, además de un par de granos de pimienta negra y sal.
  9. Apagar el fuego, cubrir con una tapa y dejar reposar por 5 minutos. Calentar el aceite para servir en una sartén, y freír la salvia por un par de segundos; luego escurrir sobre papel absorbente. Servir el risotto en tazones poco profundos con parmesano extra, y agregar encima la salvia y el aceite de las hojas fritas.

De sabor intenso y térreo, con pulpa suave y aterciopelada, estos deliciosos frutos son parte de la identidad mexicana. Juan Pablo Montes y Clarissa Hyman nos comparten algo más que recetas.

En México las calabazas poseen una fama espectacular, ya sean tiernas o maduras, y muy a pesar de llevar nombres como “calabaza de Castilla”, toda esta familia de plantas tienen su origen en América. En algunos casos, son de uso tan local, que no se conocen fuera de su región de origen. Al principio se creía que provenían de Asia, pero las evidencias arqueológicas, etnohistóricas y etnobotánicas, la diversidad de las especies cultivadas y la vasta distribución de las silvestres, han corroborado su cuna americana. En este continente fue domesticada para después diseminarse por el mundo, donde no ha hecho más que aumentar su número de subespecies hasta llegar a los tres dígitos.

Las calabazas pertenecen al género Cucurbita, y éste a la familia Cucurbitaceae. Las principales especies son Cucurbita pepo —cuyo cultivo más famoso son las calabacitas o zucchini— y Cucurbita maxima, la especie más diversa de todas las cultivadas del género, cuyo origen se ubica en América del Sur. De esta especie destaca la calabaza kabocha, también conocida como calabaza japonesa.

Otra especie bastante común en el sureste de México y Centroamérica es Cucurbita argyrosperma, mejor conocida como pipián. Las semillas de esta especie sirven como base para preparar la salsa del mismo nombre, que acompaña preparaciones con carne de cerdo, pollo o en tamales. Gracias a las investigaciones, se sabe que estas calabazas pudieron haber sido domesticadas hace más de 7,000 años en el sur de nuestro país.

Una de las especies con gran relevancia mundial es Cucurbita moschata, con piel de color verde-naranja, pulpa delicada y suave, y toques sutiles de melón. Conocida como calabaza de Castilla, puede que este nombre se deba a sus viajes entre el Viejo y el Nuevo Mundo. La especie fue de las primeras plantas americanas ilustradas por los herbarios europeos de los siglos XVI y XVII, a partir de frutos cultivados en aquel continente. Sin duda, la calabaza en tacha, elaborada con piloncillo, naranja y canela, es una de las preparaciones más típicas que emplean esta especie. La variedad zapallo es una calabaza de tamaño medio con tallo de color verde oscuro, ideal para hacer tartas y pasteles, de uso extendido en Sudamérica…

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Singaras de calabaza con tadka raita y kachumber de mango

Aprende a preparar estas deliciosas singaras de calabaza con tadka raita y kachumber de mango, ideales para la temporada. ¡Te encantarán!

 

Porciones: 6-8 porciones

Ingredientes:

  • 700 g de calabaza pelada, sin semillas, en trozos de 2 cm
  • 50 ml de aceite de girasol
  • 1 cebolla grande, picada finamente
  • 2 dientes de ajo, fileteados finamente
  • 1 trozo de jengibre de 1 cm, pelado y rallado finamente
  • 1 chile rojo, sin semillas, picado finamente
  • 2 cdtas. de semillas de cilantro molidas
  • 1 cdta. de comino molido
  • ¼ cdta. de semillas de cardamomo molidas (remover vainas y cáscaras)
  • 1 cdta. de anardana molida (semillas de granada secas y molidas)
  • 4 láminas de pasta filo
  • 75 g de mantequilla clarificada

 

Para el tadka raita

  • 125 g de yogurt natural
  • ½ cdta. de semillas de comino
  • 1 cdta. de semillas de ajonjolí
  • 1 pizca de asafétida
  • 1 mango, sólo la pulpa
  • 1 limón, la ralladura y su jugo
  • 15 g de cilantro fresco, sólo las hojas, picadas
  • ½ chile serrano, picado
  • 1 cda. de chutney de mango
  • 1 jitomate, sin semillas y picado en cubos pequeños

 

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 200ºC. Extender la calabaza sobre un molde para horno cubierto con papel aluminio y esparcir el aceite. Hornear por 45 minutos hasta que la calabaza esté suave. Colocar en un tazón y aplastar con un tenedor hasta obtener una pasta (deshacer todos los grumos). Colocar sobre un colador de malla fina y permitir que escurra el exceso de líquido; luego, volver a colocar en el tazón.
  2. Calentar el resto del aceite en una sartén y freír la cebolla, el ajo y el jengibre a fuego medio hasta suavizar. Agregar el chile y freír hasta que la cebolla se dore ligeramente. Servir en el tazón con la calabaza junto con los otros ingredientes para condimentar, agregando además ¼ de cdta. de sal, mezclar bien. Dejar enfriar.
  3. Fundir la mantequilla clarificada en una olla pequeña y remover del fuego. Trabajando con una sola lámina de pasta filo a la vez (cubrir el resto con un trapo húmedo), cortar 7 tiras a lo ancho. Colocar cada tira de manera vertical, agregar 1 cdta. de la mezcla de calabaza en la esquina inferior izquierda, y doblar encima la esquina derecha para formar un triángulo. Continuar doblando en triángulos, utilizando toda la pasta. Luego untar con agua para sellar. Colocar sobre una charola para hornear y cubrir con plástico; preparar el resto de las tiras.
  4. Untar ligeramente ambos lados de las singaras con la mantequilla clarificada derretida (reservar el sobrante). Hornear por 7 minutos, voltear y hornear otros 8 minutos hasta que se esponjen y se doren.
  5. Para el tadka raita, poner el yogurt en un tazón pequeño y agregar una pizca de sal. Calentar la mantequilla clarificada sobrante, agregar las semillas de ajonjolí, comino y asafétida y freír hasta crepitar; luego verter encima del yogurt. Mezclar al servir las singaras. Para el kachumber, picar finamente el mango y combinar con los otros ingredientes. Servir las singaras con el kachumber y raita.

Tartas de natilla de calabaza

Toma nota de esta deliciosas receta de tartas de natilla de calabaza y anímate a prepararlas en estos días. ¡A todos les fascinarán!

 

Porciones: 6 porciones

Ingredientes:

  • 6 moldes para tartas individuales de 10 cm x 2.5 cm de profundidad o 1 molde de 20 cm x 3 cm de profundidad
  • 300 g de calabaza, pelada y en trozos de 2 cm de ancho
  • 25 g de azúcar mascabado
  • 500 g de pasta hojaldre preparada
  • 1 huevo
  • 140 g de leche condensada
  • ½ cdta. de canela molida
  • ¼ cdta. de jengibre en polvo
  • ¼ cdta. de pimienta gorda molida
  • 1 huevo batido con ½ cdta de agua para glasear

 

Para servir

  • Azúcar glas y canela molida, sin tamizar
  • Crema ligeramente batida

 

Procedimiento:

  1. Precalentar el horno a 200ºC. Extender la calabaza sobre una lámina grande de papel aluminio y espolvorear con 1 cdta. de azúcar. Envolver la calabaza con el aluminio dejando un pequeño hueco en la superficie para que pueda escapar el vapor. Hornear por 45 minutos hasta que esté muy suave. Sacar del horno y dejar enfriar.
  2. Aplanar la masa hasta obtener un grosor de 3 milímetros. De usar moldes individuales, dividir la masa en 6 partes del mismo tamaño. Cubrir los moldes con la masa, presionar las paredes y recortar cualquier sobrante con un cuchillo.
  3. Con los sobrantes de masa, formar hojas pequeñas para decorar. Colocar en un plato y refrigerar. Utilizar un tenedor para formar un patrón alrededor de las orillas de cada molde, y enfriar por 30 minutos.
  4. Colocar la calabaza fría en una licuadora con el resto del azúcar, el huevo, la leche condensada, las especias y una pizca de sal. Moler hasta obtener un puré. Servir una cucharada de la mezcla de calabaza en cada molde. Untar las orillas de la pasta y las hojas con la mezcla de huevo. Fijar las hojas en el borde de cada tarta.
  5. Hornear por 5 minutos, luego reducir la temperatura a 180ºC y hornear otros 15 minutos, o hasta que la masa se infle, esté firme y dorada. Dejar reposar por 10 minutos.
  6. Sacar las tartas de cada molde con cuidado, usando la punta de una espátula. Espolvorear con azúcar glas y canela molida.
  7. Servir las tartas calientes o frías, acompañadas con crema. Una vez frías, las tartas pueden almacenarse en un contenedor hermético hasta por 24 horas.

Los días 1 y 2 de noviembre México celebra una de sus tradiciones más importantes y emblemáticas, el Día de Muertos, la cual muestra la riqueza cultural de nuestro país que hace de la muerte una fiesta; en esas fechas se recuerda a los difuntos a través de ofrendas, rituales y ceremonias y claro: pan de muerto.

El origen del pan de muerto

Uno de las protagonistas de esta tradición es el pan de muerto, cuyo origen se encuentra en la época de la Conquista, cuando se utilizaba para reemplazar los sacrificios humanos. Durante el llamado festival de las ánimas se sacrificaba a una doncella y su corazón era depositado en una olla con amaranto; la persona que encabezaba el ritual mordía el órgano como señal de agradecimiento a los dioses. Los españoles claramente rechazaron el sacrificio y en su lugar elaboraron un pan de trigo en forma de corazón cubierto de azúcar roja que representara la sangre de la doncella.

Las cuatro canillas (huesitos) que lleva el pan van orientadas a los cuatro puntos cardinales y cada una está dedicada a un dios diferente: Tezcatlipoca, Tláloc, Quetzalcóatl y Xipetotec. Su peculiar forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, mientras la bolita superior simboliza el cráneo.

Además de este pan mexicano, otro característico postre de la temporada es la calabaza en tacha, fruto rico en carotenos, antioxidantes, licopeno, vitamina C y alto en fibra. La calabaza en tacha —o calabaza en dulce como también se le conoce— es uno de los postres emblemáticos en estas fechas y pieza importante dentro de la ofrenda. Su nombre se origina en los ingenios azucareros, pues para su proceso de elaboración se empleaba una de las calderas denominada “tacha”. Al concentrar los jugos de la calabaza con el piloncillo y la canela, el resultado es exquisito.

En la actualidad, puede prepararse en cualquier recipiente que la contenga en su totalidad; el modo de elaboración puede variar de acuerdo con la región y los ingredientes que se tengan a mano, pues en algunas regiones se añaden a la receta frutas como guayaba y naranja.

Ahora que ya sabes un poco más de la historia del pan de muerto y de la calabaza en tacha, te invitamos a que prepares estos deliciosos postres por medio de las recetas que nos compartió ASPIC Instituto Gastronómico, de la inspiración del chef Guillermo Mateos de la Mora, especialista en cocina mexicana.

Pan de muerto tradicional

Pan de muerto

Ingredientes

  • 500 g de harina
  • 150 g de azúcar
  • 150 g de mantequilla
  • 40 g de levadura
  • 3 huevos
  • 10 g de sal
  • 10 g de azahar

Para el almíbar

  • 150 g de azúcar
  • 200 ml de agua
  • 10 g de azahar 

Preparación

pan de muerto

Mezcla 100 gramos de harina con los 40 gramos de levadura y 80 mililitros de agua para hacer una masa madre, y deja fermentar por dos horas. En una batidora, mezcla el azúcar, la sal, la esencia de azahar y los tres huevos, y bate hasta que esté bien mezclado; después agrega la harina, la masa madre y la mantequilla. Bate hasta que la masa tenga elasticidad y deja reposando por 15 minutos. Forma el pan primero haciendo una bola, luego aplánala y decora con canillas en cuatro y una bolita arriba. Déjala reposar hasta que duplique su tamaño, hornea a 180°C entre 10 y 15 minutos, déjala enfriar un poco y con una brocha, barnízala con el almíbar y decora con azúcar.

Calabaza en tacha

pan de muerto

Ingredientes

  • 400 g de calabaza
  • 180 g de azúcar
  • 50 g de canela en rama
  • 200 g de piloncillo
  • 30 g de anís estrella
  • 300 ml de agua

Preparación

Elabora el almíbar poniendo en una olla el agua, el azúcar, el piloncillo, la canela y el anís. Déjalo cocer hasta que tenga la consistencia de la miel. Corta la calabaza en cuadros, colócalos en una charola ligeramente honda, baña los trozos de calabazas con el almíbar, hornea a 180°C durante dos horas, bañando constantemente con el almíbar, y déjala en el horno hasta que la calabaza se vea caramelizada.

 

Si ya tienes organizada tu fiesta de Halloween pero aún no sabes qué sabores ofrecer, aquí te proponemos cinco ideas para chicos, grandes, y de gustos salados y dulces. ¡Inténtalos, son increíblemente sencillos!

Chocolate caliente con ojos

ChocolateCaliente

Porciones: 2

Ingredientes

  • 225 ml de leche
  • 225 agua caliente
  • 180 g de chocolate semiamargo
  • 4 piezas de minibombones
  • 4 piezas de chocolate amargo en hojuelas redondas

Preparación

  1. Calentar en una olla el agua con la leche.
  2. Introducir en la olla la barra de chocolate y revolver hasta que se disuelva completamente.
  3. Servir en tazas cuando el chocolate esté a punto de hervir.
  4. Clavar en cada bombón una hojuela redonda y sumergir en el chocolate para que parezcan ojitos.

Arroz Halloween

ArrozHalloween

Porciones: 2

Ingredientes

  • 100 g de arroz rojo mexicano, preparado tradicionalmente
  • 10 piezas de aceitunas negras sin hueso
  • Ejotes verdes

Procedimiento

  1. Con el arroz ya cocido y frío, formar bolitas compactas del tamaño de una esfera de Navidad.
  2. Cortar las aceitunas negras en pequeños triángulos para formar la boca y los ojos de la calabaza.
  3. Por un minuto, cocer en agua hirviendo los ejotes limpios y pasar a un bowl con agua fría y hielo. Cortarlos a la mitad longitudinalmente y clavar para que sea el tallo.

Wolfbite

wolfbite

Porciones: 2

Ingredientes

  • 1 oz. de Absenta
  • 1 oz. de licor de melón
  • 1 oz. de refresco de limón o toronja
  • 1,5 oz. de jugo de piña
  • 1 toque de granadina por caballito

Preparación

  1. En un shaker, agregar el Absenta con el licor de melón, el jugo de piña y poco hielo. Agitar y vaciar en dos caballitos.
  2. Agregar lentamente el refresco de limón y en cada uno, el toque de granadina.

Ojos sangrientos

ojossangrados

Porciones: 4

Ingredientes

  • 2 huevos
  • 2 latas de atún en agua
  • 4 aceitunas negras
  • 4 aceitunas verdes
  • Cátsup al gusto.

Procedimiento

  1. Cocer los huevos en agua hirviendo por 12 a 13 minutos, pelarlos, cortarlos en dos mitades y separar la yema de la clara.
  2. Mezclar la yema con las dos latas de atún y un poco de mayonesa para hacer una especie de pasta.
  3. Rellenar los huevos y colocar boca abajo en un plato.
  4. Cortar las aceitunas negras y verdes en rodajas, y hacer las formas del iris como se muestra en la imagen.
  5. Poner un poco de cátsup que simule la sangre de los ojos.

Esfera de Jack

Cupcakehallowen

Porciones: 12

Ingredientes

  • 250 g del pastel de tu preferencia
  • 60 g de queso crema
  • 200 g de chocolate blanco
  • 150 g de chocolate oscuro
  • 12 palitos de brocheta o de paletas

Procedimiento

  1. Triturar el pan con la ayuda de un procesador de alimentos, añadir el queso crema recién sacado del refrigerador y mezclar uniformemente. Hacer esferas apretadas del mismo tamaño.
  2. Fundir los chocolates por separado en el microondas con intervalos de 30 segundos.
  3. Untar un extremo de los palitos en el chocolate y clavarlos en las bolitas, meter al refrigerador durante 15 minutos, cuidando de mantenerlos erguidos.
  4. Sumergir el pastelito en el chocolate blanco y permitir que endurezca.
  5. Con ayuda de una manga o un pincel, decorar la cara de Jack con el chocolate oscuro.
  6. Colocar en una esponja o unicel para mantener parados y servir.