Grupo lampuga: pasión en armonía

 

Emmanuel Zúñiga dirige con precisión y maestría el entramado de Grupo Lampuga. Enfocando su atención en cada detalle, el chef sabe que lo más bello en la vida requiere dedicación, apertura al cambio y compromiso absoluto.

Texto: Alejandro Mendoza / Producción: África Badillo / Fotos: Charly Ramos / Maridaje: Miguel Ángel Cooley. 

 

Grupo Lampuga

Así como un reloj marca las horas sin inmutarse de lo que lo rodea, la experiencia de sentarse a la mesa en un restaurante con una trayectoria consolidada como Lampuga, pareciera que está dada, que surge natural y espontánea. Pero pocas personas saben que culminar en este punto requiere horas de esfuerzo, depurar ideas y escuchar a la gente. Sobre todo, requiere velar por los detalles que permiten crear un discurso culinario, una atmósfera y un servicio únicos.

Para Emmanuel Zúñiga, chef ejecutivo de Grupo Lampuga, llegar al restaurante y revisar estos pilares se ha convertido en una disciplina, misma que le ha permitido cumplir 11 años al frente de las cocinas del grupo.

 

Emmanuel Zúñiga chef ejecutivo

¿Cómo se definen las piezas que permiten dirigir un proyecto como Lampuga? En palabras de Emmanuel, la clave empieza con plasmar lo que a uno le gusta, para lograr transmitir una idea clara al comensal. Para él, abrir un restaurante es prometer a la gente que siempre saldrá contenta y satisfecha con los platillos y el servicio.

“Para esto solo hay una frase: estar en el negocio. Estar en tu cocina, revisar los pormenores de cada día, recordarle las tareas y responsabilidades al personal y escuchar sus puntos de vista”, apunta Emmanuel.

Desde la iluminación hasta el volumen de la música, sin olvidar la calidad de los insumos y la ejecución de los platillos, cada pieza es fundamental en la operación de las tres locaciones de Lampuga. Cada uno responde a la personalidad del barrio que los acoge: en la Condesa, el mural de un pulpo remite a un espacio hogareño y cálido; en Polanco, una cava de vidrio logra una atmósfera de elegancia, mientras que en la Roma, los elementos art déco combinan con los edificios y el estilo de vida que lo rodean.

 

Un espacio hogareño y cálido

Alcanzar un estilo culinario atemporal e identificable ha sido uno de los ejes de Lampuga. Emmanuel sostiene con claridad su filosofía de trabajo: “Al personal siempre le digo: recuerda que nuestra comida es sencilla pero sabrosa. Tiene que tener el concepto de sencillez, llevado a la calidad en el producto”.

Para lograr que Lampuga mantenga su esencia al ofrecer platillos con productos del mar, Emmanuel reflexiona sobre los cambios que ha tenido que adoptar a través de los años, desde reconocer que el perfil de los cocineros que se formaban antes no es el mismo que el de los de ahora, hasta identificar que las nuevas generaciones de cocineros comparten valores de la generación millennial, que busca retos y reconocimiento.

“Cambié mi chip de ser exigente y estar siempre encima de la gente buscando la perfección. Hoy la perfección se entiende de otra manera”, reconoce Emmanuel.

 

Influencias de vida

El ritmo de la cocina, tan demandante, pide a quienes se dedican al oficio pausas para reflexionar. En esos momentos, Emmanuel recuerda lo que lo inspira: “Vives para el servicio. Me inspira hacer sentir bien a la gente. Cuando ves a un cliente y te sabes su nombre; cuando la gente, antes de ir al hospital a que nazca su hijo, cena en Lampuga; la cantidad de peticiones de mano que he vivido… Hay clientes que se vuelven tus amigos. Para lograrlo, busco hacer sentir contento al comensal”.

Emmanuel ha recibido varias influencias en su vida. Personas como Guillermina Torres, quien fue su principal mentora en la universidad. “Fue como una sensei, siempre me presionaba para ser mejor”.

Además de su esposa, Marianela Morón, que también es cocinera: “Ella es la parte relajada y tranquila, donde todo siempre sale a tiempo”. De Mónica Patiño aprendió el concepto de sencillez que ahora aplica en su cocina.

Emmanuel sabe que la perfección absoluta no existe. Sin embargo, entiende que cuidar el aspecto humano de la operación de un restaurante es piedra angular para generar un ambiente creativo, del cual surja una propuesta culinaria que invite a los comensales a regresar.

Con esto en mente, se mira en el futuro al frente de un grupo cada día más consolidado y, con suerte, con el tiempo suficiente para viajar con más frecuencia a la playa.

lampuga.com.mx

Su atmósfera es un viaje a través del tiempo. Decorado y ambientado con música de los 50 y 60, este restaurante se instala con un nuevo escenario en la esquina de Amores y Parroquia, para sumar un total de cinco sucursales de la Ciudad de México y una en Playa del Carmen.

El menú del Merendero

Los vecinos y visitantes de la colonia Del Valle tendrán la oportunidad de degustar algunas de sus 14 hamburguesas de carne de res, pollo, pescado y vegetarianas, todas preparadas con pan horneado por sus propios cocineros.

Es otro punto de referencia para encontrar la “Pedro Infante” y “Frida Kahlo”, que, a pesar de ser las más sencillas en ingredientes,  se han convertido en los iconos de este lugar. Solo pide la tradicional y seguro una de estas dos se sirve en tu mesa.

Merendero

Si el paladar necesita algo fuerte, recomendamos la “tacuche” que está compuesta por carne de res marinada, cebolla caramelizada y queso azul para intensificar el sabor. Los veganos también son bienvenidos con una «portobelo» que se acompaña de jitomate y lechuga.

Otra de las más solicitadas es “Tin Tan” elaborada con pollo crispy. Pero para los que aman los productos del mar surge «Acapulco», que lleva atún. Todas estas delicias se acompañan con papas a la francesa o papas gajo, dependiendo el gusto de cada cliente.

¿También hay sabores dulces en el Merendero?

Para que la experiencia de cocina americana sea completa sugerimos alguna de sus 23 malteadas, aunque las de mayor popularidad son las de pay de limón, nutella, oreo, vainilla, fresa y chocolate.

Merendero

Las dos nuevas propuestas de bebidas que forman parte de la campaña de especiales para el próximo trimestre, pensadas para el Día del Niño y verano son “Rana René”, un frappé de piña, mango, maracuyá y escarchado con tajín, así como “Miss Peggy Pig”, que es una malteada «fruit loops» que mezcla vainilla y una combinación de frutos rojos.

Dentro de estos especiales se presenta “Memín Pinguín”: chilaquiles doraditos con bistec y bañados en mole rojo oaxaqueño, desayuno dedicado a los que aún conservan a su niño interior. Claro que a los pequeñitos se les consiente con una hamburguesa “Walt Disney” de macarrones con queso, muy a su estilo.

Merendero

Que este festín de la glotonería se cierre con uno de los seis postres existentes en su carta, de preferencia unas crepas de queso crema, cubierta de chocolate líquido, una bola de helado de vainilla y dos de chantilly. Son toda una delicia clásica dentro de un clásico. Dónde. Amores 1553, Col del Valle Sur. Ciudad de México. Cheque Promedio: Desde $250 MXN.

Las temporadas marcan los sabores que surgen de los fogones, y los del restaurante Bowie, cocina de humo, no son la excepción. Su propuesta es ahumada y fresca, con sazones primordialmente mexicanos y orientales. Visitamos este espacio gastronómico en el corazón de la Roma, para descubrir su menú de degustación primaveral.

El menú de la Primavera 2017

El chef Rodrigo Carrasco nos recibe junto a su restaurante de estilo sobrio con decoraciones en blanco y negro. “El menú de esta estación -primavera 2017- estará disponible por tres meses y consta de siete tiempos, divididos en parte vegetal, animal y el postre”, explica antes de invitarnos a saborearlo. En ese momento llega a nosotros (como bienvenida), un baba ganoush (puré de berenjenas, típico de la cocina árabe y mediterránea), acompañado con pan pita.

Bowie

Comenzamos la degustación con carpaccio de betabel ahumado en frío, con almendras, queso de cabra, alioli de limón amarillo y puré de betabel con toques de jengibre. Tiene textura crocante por las almendras y es ligeramente ácido. Lo maridamos con vino blanco español: Blanc de Pas, de notas refrescantes que armonizan con el jengibre y limón eureka del platillo.

A continuación y con ese mismo vino, maridamos un aguachile de setas orgánicas, el cual va ahumado con humo de cilantro y mezquite. La receta que el chef Rodrigo Carrasco sigue para este platillo es la clásica: con limón, pepino, jalapeño y cebolla; la variante es el uso de hongos en lugar de pescado y el humo, que le otorgan un gusto más terrenal.

Bowie

La última parte vegetal del menú se presenta a nosotros como esquites de poblano tatemado, acompañados de caviar de epazote, queso Cotija ahumado y hormiga chicatana. En este momento cambiamos de vino a un tinto Abadal, crianza; con aromas de cereza, grosella, cacao y especias: corpulento pero respetuoso con el platillo.

Para iniciar con la sección animal, el chef Rodrigo nos presenta capuchino de crustáceo, ligeramente picosito en garganta, acompañado de espuma de humo. De sabores constantemente marítimos y que preparan al paladar para las proteínas. Lo que maridamos también con la anterior etiqueta.

Bowie

El quinto tiempo llegó en forma de udón de arroz con ragú de cordero al carbón. Un platillo reconfortante que deseamos que no se acabe. Lleva un aire de trufa y parmesano. Para el maridaje el chef sugiere (acertadamente) el vino tinto mexicano Cosecha, un ensamble de tempranillo y cabernet.

Para el platillo principal

El chef nos da a elegir entre pulpo y short rib (éste es su preferido), y nos decidimos por el último. La carne tiene una cocción lenta por alrededor de 72 horas, por lo que su textura es notablemente suave. Va acompañado por verduras de las chinampas como el romanesco, la zanahoria, la calabacita y el betabel; todas pasadas rápidamente por carbón solamente para tomar un poco de sabor y calor.

Bowie

Para finalizar la degustación, el chef nos envía pastel de zanahoria, servido en copa y en capas. La forma correcta de saborearlo es tomando un poco de cada manto con la cuchara y maridarlo con el coctel Aperol Spritz.

Menú de degustación primavera 2017 en Bowie. Costo: $560 MXN, sin maridaje. Con maridaje $290  MXN extra. Dónde. Córdoba 113, Roma. bowie.com.mx

¡Checa la fotogalería!

Foto: Charly Ramos.

 

Tras los pasos del chef Nico Mejía

El chef Nico Mejía es tijuanense de nacimiento pero lleva a Colima tatuada en el corazón, así que nos llevó por el estado que lo vio crecer para revelarnos los sabores que lo inspiran, asegura Azucena Pacheco. Fotos: Charly Ramos. 

 

Nico Mejía

Son las 6:30 de la mañana, estamos en el muelle náutico de Manzanillo a punto de empezar una travesía en la que Nico Mejía, chef de los restaurantes Trapiche en Colima y Riviera Nayarit, nos llevará por los rincones más queridos del estado que lo vio crecer: Colima.

En cuanto llega a su tierra, Nico se quita lo zapatos, seguramente para sentir en la plantas de los pies el calor de su tierra. El cielo se pinta de matices naranjas y violetas mientras Pato, el pescador con quien navegaremos mar adentro, nos recibe en su lancha La Alegre.

Al subir a la embarcación, Nico comienza a recordar una serie de anécdotas de cuando era niño, como cuando tenía siete años y recogía los pescados que se capturaban durante los torneos de pesca, para que su madre preparara ceviche colimense que él vendería más tarde en la playa. Es casi mediodía y solo hemos pescado un barrilete de aproximadamente dos kilos.

“Cuando era niño, había muchos peces; ahora ya no ves tantos. Si las cosas siguen así, en 40 años ya no habrá más”, reflexiona. Varias especies marinas están en peligro debido a la pesca comercial, cercana a tierra y con redes, lo que viola la norma 071, cuenta Pato, a diferencia de la pesca deportiva, que se limita a una caña de pescar y una cantidad limitada de ejemplares por cada barco.

Antes de volver a tierra, disfrutamos un ceviche con las finas lascas de carne color vino intenso del barrilete, marinado con sal de mar, limón, cebolla morada, pepino y habanero.

 

Entre el mar y la tierra

La siguiente parada es Mariscos del Pacífico, en Camotlán de Miraflores, famoso porque su dueño, Saúl, es hijo del Bigotes, el primer restaurantero que puso una enramada para comer pescado a la orilla del mar en Manzanillo.

Bajo un refrescante techo de palma y con los pies enterrados en la arena, nos tomamos un descanso para degustar del exquisto caldo de chacales de río —elaborado con crustáceos endémicos muy parecidos a los langostinos—, ceviche colimeño y salpicón de dorado.

Para ayudar a la digestión, nos dirigimos a la comunidad de Santa Rosa, para visitar a Miguel Silva, el único productor de mezcal en Colima y artífice del mezcalillo colimeño o tusca. Miguel heredó este oficio de su abuelo, quien elaboraba el elixir de forma artesanal desde hace 60 años en Zapotitlán de Badillo, en Jalisco.

El maestro mezcalero nos cuenta que el secreto del destilado que ha enamorado a chefs como Jonatán Gómez Luna, Javier Plascencia y al propio Nico Mejía es producir con respeto al entorno, así como sus aromas florales y frutales y su sabor suave con un ligero ahumado.

Miguel se interna en el hábitat de agaves silvestres, esperando el tiempo natural de polinización. Los transporta a lomo de burro hasta la destiladora, y una vez ahí, los hornea con leña de encino y piedras, y los cubre con tierra. A los ocho días separa el bagazo en tambos y lo deja fermentar durante otra semana. De esta forma produce de 300 a 400 litros al año para consumo local.

Al caer la tarde llegamos a Canoas, una pequeña comunidad al norte de Manzanillo. Allí, tras un refrescante baño en el río del mismo nombre, nos disponemos a descansar.

 

Delicias locales

Amanece en Canoas y Nico nos despierta con su entusiasmo habitual y contagioso. Está emocionado, pues tomará uno de sus desayunos favoritos: el Palomazo. Pasamos por un tendajón donde compra una barra de chocolate Rey Amargo y azúcar, que tritura y mezcla mientras nos dirigimos a casa de su amigo Adolfo, quien posee algunas vacas.

Allí, Nico vierte parte de la preparación en el fondo de un vaso, al que le sirve un poco de alcohol del 96 y que finalmente llena con leche de vaca recién ordeñada, espumosa y tibia. El sabor de esta bebida, también conocida como Pajarete, es similar al rompope. “Si pudiera, desayunaría esto todos los días”, dice.

Otro ingrediente local son los chacales de río o langostinos colimenses. Nos dirigimos a pescarlos mientras Nico nos explica que existen varios tipos: el crecedor, que llega a medir hasta un metro; el manquito y el zurdito, porque sus tenazas son más pequeñas, y la burrita, que es más chico y no tiene tenazas. Por ser los más sabrosos, suelen usarse para los caldos de chacal.

Nico Mejía

Nico y Pato nos muestran las dos modalidades de pesca: a pulmón, aguantando la respiración por debajo del agua, con un arpón rudimentario y un visor, o por medio de un instrumento prehispánico llamado achacal —hecho de varas de otate entretejidas con alambre— que se coloca a contracorriente dentro del río.

Nos vamos divertidos, pero lamentablemente  con las manos vacías, ya que la temporada en que se capturan más fácilmente es en verano, cuando la lluvia abundante los empuja hacia las trampas.

Uno de los almuerzos típicos colimenses es el hígado encebollado. Nosotros lo probamos con Juanita, una cocinera tradicional de Canoas. Ahí Nico nos da la primicia de su nuevo libro, Colima sabe, que será lanzado en octubre: “En mi estado nadie había tratado de unificar el tema de los ingredientes y las cocineras tradicionales; ese es el objetivo.

Colima ha estado muy abandonada, y aunque tampoco tengo toda la verdad, creo que estamos haciendo historia”.

 

De manteles largos

Continuamos nuestro trayecto, y a cinco minutos de la Ciudad de Colima, llegamos a Villa de Álvarez, la primera población novohispana del estado. Aquí, Nico nos quiere mostrar el fenómeno de las cenadurías.

Esta manifestación gastronómica colimota por excelencia. Recorremos varias de ellas. Tras un festín de tostadas con pata de cerdo, enchiladas dulces rellenas de frutos secos y sopitos de carne, estamos exhaustos, aunque aún queda espacio para una paleta de Los Volcanes.

Villa de Álvarez también es famosa por la importante tradición de cabalgatas charras, que culminan en La Petatera, la plaza de toros que se levanta durante las fiestas de la Candelaria, y que año con año es construida exclusivamente con petates, por lo que se le conoce como la artesanía más grande del mundo.

Terminamos el día en la comunidad de Cuauhtémoc, donde se encuentran otros de los proyectos de Nico: Trapiche y Cervecería Colimita. Ambos sitios están muy relacionados entre sí; el primero se trata de un bar rico en sabores y ambiente, fue concebido por el chef y sus socios para ofrecer platos que maridan a la perfección con cada una de las cervezas de las que Nico es embajador: Colimita, Páramo y Ticús.

Allí probamos, la faceta culinaria de Nico: el taco de papa con aguachile de camarón, la costilla braseada con pale ale y el pulpo masajeado. El lugar ha tenido tanto éxito, que ya abrió otras dos sucursales: Palmar Trapiche, en Sayulita, y recientemente, Terraza Trapiche, en el centro histórico de Colima.

 

Con sabor a hogar

Nos dirigimos a Suchitlán, un pintoresco poblado con raíces nahuas. Es domingo, los locales visten de gala y las familias disfrutan de un desayuno tradicional en Los Portales de Suchitlán. Allí nos recibe Ofelia Elizondo, reconocida cocinera tradicional que ha recibido en su restaurante a personajes tan importantes como Rigoberta Menchú, ganadora del Premio Nobel de la Paz.

Después de probar una taza de café, dos variedades de queso fresco, jocoque, requesón y los tradicionales frijoles, guisados y de la olla, las delicias típicas continúan: conejo asado, tatemado (carne de jabalí, venado o cerdo, adobados) y pepena (vísceras en salsa de jitomate condimentadas con ajo, comino, laurel y chile guajillo). Nico encuentra semejanzas entre estos platillos, simples, pero a la vez, contundentes, y sus creaciones gastronómicas.

 Nico Mejía

 

“Mi cocina es casera con un toque contemporáneo, como la tostada de pozole seco que mi madre preparaba.

Ahora la presento como el ejemplo de una cocina sencilla llevada a otro nivel; creo que ese es el futuro de la gastronomía”.

 

Al fondo del restaurante se encuentran los cafetales de donde cosechan el café que ahora probamos. Está sembrado en arena negra, tierra volcánica que le otorga un sabor único a la marca Pancho Arenas (apelativo con el que los colimotas nombran cariñosamente al volcán de Colima), y que Pedro Virgen, hijo de Ofelia, produce desde la siembra hasta el envasado.

 

“Soy dueño del volcán”

Seguimos nuestro camino y llegamos a las faldas del volcán de Colima, que nos muestra su actividad cada cierto tiempo. Nico vira hacia el lugar donde tiene planeado inaugurar un restaurante campestre con cocina sencilla, de leña, y con productos locales. A la par, abrirá tres cabañas para que los huéspedes disfruten de las caminatas hacia el volcán. “¡El eslogan será: una cocina peligrosa!”, cuenta.

Nos dirigimos a la comunidad de La Caja, municipio de Comala, donde se realiza el Primer Encuentro de Cocineras Tradicionales Comaltecas. El vertiginoso ritmo de las mujeres preparando sus guisos y el aroma que emana de los mismos, son el preámbulo del festín que nos espera. Reúnen sus platillos en una mesa colorida mientras Nico insiste en que ellas son quienes atesoran la sabiduría culinaria del estado y, por tanto, también son embajadoras de esta gastronomía.

Nico Mejía

Terminamos este viaje degustando el tatemado de Margarita Cobarrubias y los chacales a la diabla de Anapólita Guzmán; platicando con Martha Cárdenas, a quien le gusta “inventar” sus recetas, y con Angélica Rocha, productora del Café la Flor de Suchitlán, una iniciativa artesanal, sustentable y social.

Nos despedimos llevándonos los sabores de cada platillo, la sabiduría de Nico Mejía y todas las personas que hacen de Colima un estado memorable; además de pan dulce de La Guadalupana, la panadería más tradicional de Comala, para merendar.

 

Información de viaje

Como Colima cuenta con cinco microclimas, es importante que lleves ropa ligera para la mayor parte del trayecto, pero no olvides empacar alguna chamarra o suéter para las zonas altas. Es recomendable llevar bloqueador solar, repelente de mosquitos, gorra o sombrero, e impermeable en verano.

CÓMO LLEGAR

Desde la Ciudad de México llega a la capital de Colima a través de Aeromar (aeromar.com.mx). Vuelo redondo desde $2,840 MX.

RECURSOS

En visitcolima.mx encontrarás información sobre zonas arqueológicas, turismo ecológico y de aventura, cultura, playas y golf. Allí también puedes consultar el clima local.

 

Dónde quedarse

Hacienda de San Antonio Ubicado a sólo 15 minutos del Pueblo Mágico de Comala y a media hora del centro histórico de Colima, esta hacienda del siglo XVIII resguarda uno de los hoteles boutique más galardonados de nuestro país. Suite desde $697 USD en temporada baja. haciendadesanantonio.com

Concierge Plaza La Villa En el Jardín Principal de Villa de Álvarez y rodeado de restaurantes, bares y una interesante movida cultural, este confortable hospedaje es muy práctico, gracias a su cercanía con Comala y la ciudad de Colima. Habitación Doble desde $899.00 pesos. conciergecolima.com

 

Dónde comer

Mariscos del Pacífico Con evidente influencia del Bigotes, creador de las enramadas de Manzanillo, este agradable local ofrece mariscos del día, algunos de ellos endémicos, con estupenda sazón. Camino Real 405, Camotlán de Miraflores, Manzanillo, Colima.

Los Portales de Suchitlán Según Nico Mejía, no puedes visitar Colima sin desayunar en Suchitlán. Cocina regional y tradicional, en medio de cafetales. Venta de café Pancho Arenas, y de cosméticos elaborados con subproductos cafetaleros. Galeana 10, Centro Suchitlán.

Cervecería de Colima y Jardín Trapiche La oportunidad de degustar la gastronomía de Nico Mejía a precios accesibles, aderezada con una visita guiada para aprender el proceso de producción de la cerveza. Carretera Colima-Guadalajara Km. 5, La Playita, El Trapiche, Colima.

The Palm es un restaurante originario de Estados Unidos famoso por su comida americana que incluye cortes de carne y langosta, además de platillos como hashbrown y espinacas a la crema. Debe su nombre a sus fundadores originarios de la Parma Italiana, quienes pretendían homenajear su lugar de origen. Al momento de registrar el nombre por un mal entendido de fonética, el restaurante fue nombrado como The Palm. Fotos: Elsita Romo. 

Jeff Philips, director de operaciones de la cadena The Palm, dio la bienvenida en una cena para conocer la remodelación del restaurante alojado en el Hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México. Jeff Philips compartió que 20 años de relación con Grupo Presidente, han representado a la familia The Palm un exitoso vínculo y que el staff en México ha desempeñado un trabajo maravilloso a través de todos estos años.

The Palm

En esta cena nos recibieron con coctelería de David Paz de Xaman Bar, quien va a curar la carta del bar de The Palm, enfocada a coctelería clásica para esta nueva etapa del restaurante. Con banda en vivo y música de jazz, nos transportamos a los años 20, época de los inicios de The Palm en Nueva York, para comenzar con la degustación.

La cena, preparada por el chef ejecutivo José Luis Sánchez y Christian Fuentes

Constó de una selección de 10 platillos clásicos de la carta y algunas novedades como pez espada con relish de jitomate y aceituna negra. Además de entradas como camarones casino y pastel de cangrejo mini, así como una clásica ensalada iceberg preparada con corazón de lechuga y cebolla crocante. Un clásico que vistió la mesa de sabor fue el New York strip de 9 oz. añejado 35 días, técnica que le brinda un sabor muy consistente a la carne. Brownies con helado de vainilla y pay de limón fueron los postres con los que cerramos el delicioso menú.

The Palm

La remodelación

La directora del restaurante, Katty Fong, nos compartió que la remodelación nace de las necesidades de los comensales y con la intención de modernizar el espacio, procurando mantener el estándar de la gastronomía de casa con foco en ingredientes tanto de importación como locales.

Este proyecto ha tocado todo el restaurante, tanto en el salón como en la terraza, provocando así un lugar agradable a través de experiencias y con la opción de que los comensales puedan realizar eventos privados en áreas multiusos. La terraza se puede cerrar para este fin y el salón cuenta con una iluminación más sutil y pubs de piel para un ambiente más cómodo, clásico y contemporáneo a la vez, continuando así con la línea de las caricaturas y las escenas jocosas que caracterizan al lugar con detalles de humor.

The Palm

El diseño en The Palm

Las caricaturas del lugar tienen origen en The Palm de Nueva York y hasta la fecha son muy representativas del restaurante. El primer The Palm está situado cerca del ex sindicato de caricaturistas, y cuenta la historia que entre el restaurantes y caricaturistas se hacía un trueque: caricaturas por comida, de ahí el origen de los dibujos en las paredes.

En cuanto a platillos, además de carnes de importación y añejadas hay una mayor selección de pescados e inclusión de cortes como el wagyu de origen japonés, con un contenido de grasa muy agradable al paladar. La diversidad de pescados es fenomenal desde un halibut hasta pescados más exóticos como el monkfish que se prepara cocido al vacío, forrado en tocino ahumado y terminado en las parrillas, además hay muchas ensaladas premium que pueden ir preparadas con atún, langosta o un buen corte y algunas entradas como el steak tartar de New York añejado. Dónde. Campos Elíseos. 218. Polanco. thepalm.com.mx

The Palm

 

Los galardones que, como ya es tradición, reúnen cada año a los mejores cocineros y restauradores de todo el mundo en un mismo lugar, fueron entregados hoy en la ciudad australiana de Melbourne. La lista The World’s 50 Best Restaurants 2017, celebra su décimo quinto aniversario junto a Eleven Madison Park, de Daniel Humm, en Nueva York, restaurante que se ha posicionado en el primer lugar del mundo y de Norte América.

50 Best Restaurants

El mundo gastronómico, siempre en constante evolución, presenta una muestra extensa de culturas y cocinas, que incluye restaurantes de 22 países de los cinco continentes, donde Francia, España y Estados Unidos lideran el ranking contando cada uno con seis restaurantes. De México, Pujol de Enrique Olvera, ocupa el lugar número 20 – escalando cinco sitios, pues en 2016 ocupó el lugar 25-, y Quintonil, de Jorge Vallejo, el número 22 – bajando 10 posiciones en relación al año pasado que logró el sitio 12-. Además debuta en la lista el restaurante Cosme, de Enrique Olvera y Daniela Soto, en Nueva York, en la posición número 40.

50 Best Restaurants

La Osteria Francescana, del bulliniano Massimo Bottura, que el año pasado fue el ganador del primer puesto, quedó en la segunda posición, sobre El Celler de Can Roca, de los hermanos Roca en Girona, España. Mientras que el restaurante Mirazur subió dos posiciones, en relación al año pasado. Y el restaurante peruano Central, de Virgilio Martínez, bajó un sitio al quedar en la quinta posición.

Aquí la lista de The World’s 50 Best Restaurants 2017. 

  1. Eleven Madison Park, Nueva York, Estados Unidos
  2. Osteria Francescana, Modena, Italia
  3. El Celler de Can Roca, Girona, España
  4. Mirazur, Menton, Francia
  5. Central, Lima, Perú
  6. Asador Etxebarri, Axpe, España
  7. Gaggan, Bangkok, Tailandia
  8. Maido, Lima, Perú
  9. Mugaritz, San Sebastián, España
  10. Steirereck, Viena, Austria
  11. Blue Hill, Nueva York, Estados Unidos
  12. Arpège, París, Francia
  13. Alain Ducasse Plaza Athénée, París, Francia
  14. Restaurant ANDRE, Ciudad de Singapur, Singapur
  15. Piazza Duomo, Alba, Italia
  16. D.O.M, São Paulo, Brasil
  17. Le Bernardin, Nueva York, Estados Unidos
  18. Narisawa, Tokio, Japón
  19. Geranium, Copenhague, Dinamarca
  20. Pujol, Ciudad de México, México
  21. Alinea, Chicago, Estados Unidos
  22. Quintonil, Ciudad de México, México
  23. White Rabbit, Moscú, Ruisa
  24. Amber, Hong Kong, China
  25. Bar Tickets, Barcelona, España
  26. Clove Club, Londres, Inglaterra
  27. The Ledbury, Londres, Inglaterra
  28. Nahm, Bangkok, Tailandia
  29. Le Calandre, Rubano, Italia
  30. Arzak, San Sebastián, España
  31. Pavillon Ledoyen Alléno París, París, Francia
  32. Attica, Melbourne, Australia
  33. Astrid & Gastón, Lima, Perú
  34. DeLibrije, Zwolle, Países Bajos
  35. Septime, París, Francia
  36. Dinner by Heston, Londres, Inglaterra
  37. Saison, San Francisco, Estados Unidos
  38. Azurmendi, Larrabetzu, España
  39. Relae, Compenhague, Dinamarca
  40. Cosme, Nueva York, Estados Unidos
  41. Ultraviolet, Shanghái, China
  42. Boragó, Santiago, Chile
  43. Ristorante Reale, Castel Di Sangro, Italia
  44. Brae Restaurant, Birregurra, Australia
  45. Den, Tokio, Japón
  46. L’astrance, París, Francia
  47. Vendome, Bergisch Gladbach, Alemania
  48. Tim Raue, Berlín, Alemania
  49. Tegui, Buenos Aires, Argentina
  50. Hof Van Cleve, Kruishoutem, Bélgica

Checa aquí la lista del año pasado The World’s 50 Best Restaurants 2016. 

 

Gozar de una comida deliciosa en un hotel boutique se está poniendo de moda en la Ciudad de México. Entrar al Hotel Carlota, ubicado en Río Amazonas 73 en la Colonia Cuauhtémoc, es un descubrimiento que te maravilla al recibirte con su cocina abierta donde los chefs Joaquín Cardoso y Sofía Cortina trabajan en equipo.

El restaurante de dos plantas, está decorado con mesas de madera, paredes color azul turquesa y piso de concreto pulido que le brindan un sentimiento de modernidad. Al subir las escaleras te encuentras con un espejo que funge como cava donde se guardan vinos mexicanos, naturales como Bichi y hasta biodinámicos como Finca Carrodilla.

Hotel Carlota

Diseño interior de Hotel Carlota

En nuestra visita, nos sentamos en la terraza con vista a la alberca. La decisión de los platillos que conformarían nuestra comida fue compleja, ya que en Carlota cuentan con un menú del día que cambia de lunes a viernes y con una carta fija y dinámica que incluye botanas, entradas, proteínas, guarniciones y especiales, los cuales mezclas a tu antojo y eso fue lo que hicimos. Abrimos apetito con una sopa de frijoles criollos, requesón y hoja santa, de consistencia espesa y sabores reconfortantes.

¿Y qué hay con el menú?

El chef Joaquín Cardoso de 35 años, que vivió 13 años en Francia y estudió en Lyon en el Institut Paul Bocuse, nos platicó que a través de sus platillos, busca enaltecer ingredientes, cocinando con su historia de vida: con productos mexicanos y técnicas francesas. Como es el caso de la pierna de cordero adobada al horno en leña, salsa tatemada y quelites.

Otro de los platillos que nos recomienda probar es la pesca del día, siempre se ofrece una especie diferente con la finalidad de cuidar la sobrepesca. Nosotros corrimos con suerte de probar pescado extraviado con mastuerzo y puré de colinabo acompañado de ensalada de arúgula con pimientos y sazonada con limón y vinagre balsámico, la guarnición puede ser otra dependiendo tu antojo. El uso de hortalizas provenientes de huertos y cocinar con productos que sean locales, es la manera sustentable para disminuir la huella de carbono del restaurante.

De postre, la chef Sofía Cortina de 24 años y discípula de Pierr Hermé, nos cautivó con un vacherin Tabasco, oda a este estado de la República Mexicana preparado con helado de aguacate, cremoso de chocolate con avellana, merengue de maracuyá y plátano Tabasco confitado. Sofía se inspira también en productos de temporada para la elaboración de su repostería.

Hotel Carlota

¡Cena imperdible en Hotel Carlota!

No te puedes perder el próximo 8 de mayo la cena que Sofía y Joaquín servirán con el chef Daniel Burns, que tendrá un costo aproximado de $1,300 MXN. Dónde. Río Amazonas 73. Col. Cuauhtémoc. Ciudad de México. CH: $600 MXN. Menú del día $290 MXN. Horario: Lunes a viernes de 1:30 – 4:30 pm y sábados comida de 2:00 – 5:00 pm. Cenas: lunes a sábados de 7:00 – 11:00 pm y domingo de 1:00 a 6:00 pm. hotelcarlota.com.mx

Hotel Carlota

 

Chefs famosos en el mundo

La escena culinaria ha evolucionado a situaciones que hace algunos años no habríamos podido ni imaginar. Hoy los chefs son considerados artistas, cuyas creaciones permiten a la mente del comensal, vivir una experiencia inigualable de sabor y emoción. Por eso, aquí te presentamos a algunos de los chefs más famosos del mundo, quienes también han contribuido a formar el planeta gastronómico que actualmente conocemos.

 

Grant Achatz

 

Nació en 1974 en Estados Unidos, y comenzó su vida culinaria y profesional en los restaurantes de sus padres. Aprendió de los grandes como: Thomas Keller, chef del restaurante French Laundry en California, donde llegó a ser sous chef; y de Ferran Adriá, a quien considera un maestro esencial.

Actualmente es el chef del restaurante Alinea en Chicago reconocido con tres estrellas Michelin. Ahí sirve un menú de degustación de 18 a 22 tiempos, creando toda una experiencia para los sentidos. Para él la creatividad es el resultado de trabajar y estudiar estrictamente.

 

Juan Mari Arzak

 

Hijo de padres restauranteros y nacido en 1942, en España. Aprendió de su madre las bases de la cocina vasca, a las cuales siempre les imprime su personalidad. Su restaurante Arzak obtuvo su primera estrella Michelin en 1972, para conseguir la tercera en 1989, las cuales aún conserva. Su carrera fue muy influenciada por el chef Paul Bocuse, quien le enseñó a considerar a la cocina como una expresión de arte. Actualmente comparte fogones con su hija- siguiente generación de este legado vasco-: Elena Arzak.

 

Ferran Adriá

 

La generación de conocimiento que él ha propiciado a lo largo de su carrera profesional, lo han llevado a que algunos lo consideren más que un chef, un maestro. Nació en 1962 en España, y antiguamente su restaurante el Bulli fue considerado como uno de los mejores del mundo, sin embargo este cerró sus puertas para abrir paso al Bulli Foundation, donde investiga, de la mano con profesionales de diferentes ramos, ingredientes, técnicas y cultura culinaria.

Gracias a él se hicieron tendencia preparaciones con espumas, esferificaciones, nitrógeno líquido y deconstrucciones.

 

Paul Bocuse

 

Es el fundador de lo que hoy conocemos como nouvelle cuisine, donde los platillos deben de enamorar a los cinco sentidos, esencialmente a la vista, por eso el emplatado se convirtió en una tarea más del chef. Nació en 1926 en Francia y se le considera una leyenda viviente, ya que ha sido mentor de muchos cocineros como Juan Mari Arzak.

También gracias a él existe el concurso Bocuse d’Or, uno de los más importantes del ámbito culinario.

 

Massimo Bottura

 

 

Actualmente este chef nacido en 1962 en Italia, es uno de los chefs más famosos ya que está en los reflectores del mundo por haber obtenido el título del mejor restaurante del mundo, de acuerdo a The 50 Best. Él aprendió de grandes como Ferran Adriá y Alain Ducasse, dos personajes clave en su trayectoria profesional.

Además su consciencia social lo ha llevado a liderar movimientos de reducción de desperdicios alimenticios. Para él la cocina es pensamiento, por eso comer un platillo de los grandes resulta tan encantador, ya que no se limita a solo ser una gran receta.

 

Aunque la propuesta italo-argentina de Barrio Tinto se basa en carnes y pastas, durante el mes de abril puedes disfrutar de La pesca del Barrio que incluye exquisitas sugerencias para la temporada de cuaresma.

Date la oportunidad de visitar este restaurante al sur de la Ciudad de México y prueba un carpaccio supremo, que incluye atún, callo de hacha y pulpo, acompañados de una ligera salsa de soya picante, servido con pan árabe y germinado o, si lo prefieres, pide un callo de hacha al pesto que te cautivará con su fresco sabor a albahaca.

Barrio Tinto

¿Qué te parece el menú de Barrio Tinto?

Si la ocasión lo amerita y tienes antojo de algo más sustancioso, lo ideal es que pidas una mojarra frita bañada con salsa del pepino al limón, está acompañada de jitomate y cebolla, lo que hará una perfecta fusión en tu paladar.

Para los más aventureros, la trucha rellena de mariscos es una excelente opción. Pídela y disfruta de su relleno de calamar, camarón, pulpo y pescado salteado con ajo y cebolla al vino blanco con chipotle. Su cocción es lenta, por lo que la carne se conserva jugosa. Marídala con un Casa Madero 2V.

Barrio Tinto

Otro imperdible de este menú de temporada es la cazuela de mariscos que incluye un festín de sabores entre los que destacan los mejillones, los calamares, el pulpo, el pescado y las almejas en un fondo rojo con zanahoria y papa.

Creemos que no te quedarás con hambre porque las porciones son suficientes para saciar un hambre feroz, pero si aún tienes estómago para más, cierra con broche de oro y pide un flan de queso hecho en casa, bañado en dulce de leche que puedes maridar con un Malamado, Malbec. Dónde. Avenida Periférico Sur No. 4690, Jardines del Pedregal. Cheque promedio: $350 MXN. Tel. 5424 2632 y 5424 2633. barriotinto.com.mx

Barrio Tinto